Los seis anuncios que hasta mediados de esta semana ha hecho el presidente electo para su gabinete son mujeres. Ello es de reconocer, ello es bueno para el país y es una buena señal que él envía. Ello por ser mujeres, pero también por tener ellas los requisitos y experiencias necesarias.
Cuando el presidente electo anuncia primero esos seis cargos, todas mujeres, debe estar consciente que con ello envía un reconocimiento a la equidad de género, a la importancia que tienen las mujeres en nuestra sociedad, a sus derechos que hasta ahora no han sido totalmente reconocidos, al aporte que ellas pueden y deben hacer al quehacer público. Una de las cualidades del presidente electo es su manejo de las comunicaciones. Con estos anuncios y la forma en que lo ha hecho, anunciando que va a hacer el anuncio, anunciándolas una por una, anunciando primero a las seis mujeres, él metió un gol en esa área.
Hay varias razones de por qué el hecho de ser nominadas para esos cargos tan importantes y ser mujeres cobra significado en nuestro país ahora.
Primero, es un reconocimiento a la equidad de género. Lo mismo podemos aportar los hombres que las mujeres, lo mismo estamos calificados los hombres que las mujeres para ejercer esos cargos. Sin embargo, en nuestro país ese reconocimiento y derecho de las mujeres no siempre ha sido otorgado. Por ello, derechos iguales significan más derechos para aquellas que han sido discriminadas. El anunciar, hasta ahora, solo mujeres para el gabinete es un signo importante en esa dirección.
Segundo, la experiencia e intereses de las mujeres son importantes para la conducción del país. Ellas algunas veces aportan y hacen relevantes temas y prioridades que son importantes como el desarrollo de sus comunidades, el cuidado infantil, la salud materna, sexual y reproductiva, como ejemplos. Les dan también una visión diferente en algunos casos a temas de nación, como el desarrollo económico y social, el empleo, la violencia o el cambio climático. Este es el caso de varias de las ministras designadas.
Tercero, el presidente tendrá un mejor gabinete y equipo de trabajo cuando seleccione del cien por ciento del universo de personas sin importar su género. Su gabinete será también mas representativo cuando refleje el cien por ciento de la ciudadanía, que somos mujeres y hombres.
Cuarto, la decisión del presidente electo tiene un efecto demostrativo muy importante, especialmente en las jóvenes. Las mujeres han estado subrepresentadas en los gobiernos anteriores. Ahora esa imagen cambia, ahora cualquier mujer se siente reflejada en esas ministras. Ahora nuestras jóvenes piensan: ¡Yo también puedo!
Por último, la elección del presidente electo confirma el derecho de las mujeres a ser ministras y más. Con esos anuncios las futuras ministras ratifican su derecho, y obligación, de ser voz en el gobierno, de pelear por los derechos de todos los ciudadanos, sin exclusión y privilegios. Las mujeres tienen el derecho de formular políticas que definirán sus vidas. Las mujeres representan la mitad de nuestra población y, por tanto, la democracia no es viable sin ellas.
Pero ellas no han sido nombradas solo por ser mujeres; han sido nombradas por ser capaces, por tener la experiencia y los méritos para esos cargos.
Gran responsabilidad la de esas ministras. Nosotros, la ciudadanía, y espero de manera especial las mujeres, estaremos atentos a su desempeño. Como dice el juramento que se les da a los funcionarios públicos y atletas (un poco modificado): “Si así lo hicieras, que la patria os lo premie; y si no, que la patria —y nosotros los ciudadanos— se lo exijamos”.
*Mauricio Silva ha trabajado por más de 40 años en administración pública. Ha sido director y gerente de varias instituciones en El Salvador y experto en el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
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