El vicepresidente electo –y actualmente en licencia– ofreció una entrevista a Diario El Mundo. En la conversación de tan solo 11 preguntas, Ulloa hizo once afirmaciones engañosas, una contradictoria y nueve abiertamente falsas. Entre los principales choques con la realidad que propició Ulloa están el supuesto aval a la reelección inmediata y la posibilidad de reformar la Constitución antes de que la nueva legislatura tome posesión.
Foto FACTUM/Gerson Nájera
El jueves 21 de marzo, Diario El Mundo publicó una entrevista con el vicepresidente de la República en licencia –y también vicepresidente electo–, Félix Ulloa. Esta es la primera que el funcionario concede a un medio no oficialista en El Salvador en varios meses y la primera después de los comicios de 2024.
Factum contrastó las palabras de Ulloa con cifras, publicaciones periodísticas, mediciones internacionales, sentencias de la Sala de lo Constitucional y con la Constitución misma. Tras este ejercicio encontró que, en una entrevista de solo 11 preguntas, el vicepresidente electo hizo 21 afirmaciones que riñen con la realidad en al menos cuatro categorías: Constitución y legalidad; elecciones 2024; políticas sociales; y economía.
De estas respuestas que chocan con la verdad, once son engañosas, una es contradictoria y nueve son abiertamente falsas.
Constitución, legalidad y Estado de Derecho
Gran parte de la entrevista de Diario El Mundo giró en torno a la reelección presidencial inmediata y al pliego de reformas constitucionales que encabezó. Es precisamente ahí donde el funcionario –en licencia– se alejó más veces de la realidad. Ocho, para ser precisos.
“Acordémonos que hoy tal cual está la Constitución, que fue la de 1983, habilita para un segundo mandato, no habla de reelección”, Ulloa en entrevista con DEM.
Ulloa miente abiertamente. La Constitución vigente, de 1983, no habilita ni reelección ni segundo mandato. Por el contrario, es clara en prohibir la reelección inmediata, por lo que su afirmación es falsa. Tanto así que incluso plantea la obligación de insurrección si se consuma (Art. 88), contempla sanciones hasta para los que la promuevan (Art. 75) y manda a la Asamblea a desconocer a un presidente que se quede más del periodo indicado (Art. 131), que es de cinco años y ni un solo día más (Art. 154). Un análisis jurídico de dos expertos en derecho constitucional de Cristosal muestra, de hecho, que el espíritu de la Constitución era impedir la reelección para evitar abusos de poder, rechazando así “a los autoritarismos del pasado”.
Lo que la Sala de lo Constitucional impuesta por la fuerza el 1 de mayo por la mayoría de Nuevas Ideas avaló el 3 de septiembre de 2021 es solo una interpretación del artículo 152 que contradice el espíritu de alternabilidad del resto de la ley máxima. Este principio de alternabilidad es tan importante para resguardar el sistema de gobierno que no puede reformarse.
“O sea, si el presidente Bukele quisiera presentarse en el 2029 a un tercer mandato, esta norma que hoy lo habilitó se lo impediría porque le diría ‘usted ya fue presidente en el periodo anterior’, que es el que estamos terminando ahora. Entonces, sí, tendría que haber una reforma constitucional si quisiera que hubiese un tercer mandato o, como se ha hecho en otros países, una reelección indefinida, que es la que tienen los diputados y los alcaldes, tenemos la alcaldes de Antiguo Cuscatlán, ya lleva 36 años y va a otro periodo, y diputados que se han reelecto porque no hay un límite para la reelección municipal y legislativa, solo para la presidencial, que la Constitución de 1983 habilita a un segundo mandato”, Ulloa en entrevista con DEM.
Ulloa vuelve a mentir abiertamente al decir que una reforma constitucional podría habilitar a Bukele a buscar un tercer periodo. Esto es falso. El artículo 248 de la Constitución plantea los requisitos para modificar la Constitución y claramente expresa que hay artículos que no pueden ser modificados. Específicamente menciona a los que definen el territorio nacional (Art. 84), los que tratan sobre la forma de gobierno (Arts. 83, 85, 86, 87, 88, 89, 152, 154) y los que atañen a la alternabilidad en el ejercicio del poder. Aun si hubiera un acuerdo unánime en la Asamblea, esta no puede reformar la Constitución para avalar la reelección.
Además hace una comparación engañosa y fuera de contexto sobre la reelección indefinida. La Constitución plantea que los ciudadanos se rigen por el principio de libertad: pueden hacer lo que no está prohibido (Art. 8). Los funcionarios, sin embargo, solo pueden hacer lo que les está expresamente permitido (principio de legalidad, artículo 86). La Constitución habilita expresamente la reelección legislativa y de concejos municipales, pero no la de presidente. Esta, de hecho, la prohíbe en numerosas ocasiones.
¿Pero no hay ningún impedimento o un candado que impida esa reforma? “No. Es decir, el pueblo es soberano, cuando tú convocás al poder constituyente, el poder constituyente es el poder del pueblo, que es el que se gobierna en una democracia de manera soberana, lo dice el artículo 83 (de la Constitución) y, si esa convocatoria al poder constituyente, en nuestro caso, se puede dar mediante las dos legislaturas y se sigue el proceso, no hay ningún problema”, Ulloa en entrevista con DEM.
Ulloa señala que no hay impedimento para reformar la Constitución en lo relativo a un tercer mandato o mandatos indefinidos y alude a que el pueblo es soberano y tiene poder constituyente vía la elección de diputados. Esto es engañoso, pues el poder soberano del pueblo, expresado en la posibilidad de reformar la Constitución, tiene un límite: no podrá reformarse la alternancia en el poder (Art. 248).
¿Cómo quedan los artículos como el 248 (de la Constitución de la República), que dice que la alternabilidad no se puede reformar? “Es que eso es lo que se plantea por qué entendemos por alternabilidad, porque por ejemplo ahora la alternabilidad nunca estuvo en riesgo, no solo porque el pueblo es el que decidió si escogía al presidente o no”, Ulloa en entrevista con DEM.
La afirmación es engañosa, pues Ulloa entiende la alternabilidad como la mera celebración de elecciones, aun si el candidato oficialista es el mismo. El espíritu de la Constitución, expresado en seis artículos, es que la presidencia debe cambiar de manos para evitar concentraciones de poder. Violar esta norma llama a la insurrección (Art. 88), la provisión que la Constitución contempla (Art. 87) para “restablecer el orden constitucional alterado por la transgresión de las normas relativas a la forma de gobierno o al sistema político establecidos, o por graves violaciones a los derechos consagrados en esta Constitución”.
“La norma lo que lo habilita es que se presente como candidato, una vez él se presenta como candidato, lo registra la autoridad electoral y va a la contienda electoral en igualdad de condiciones, que van los otros”, Ulloa en entrevista con DEM.
El vicepresidente afirma que al separarse de su cargo por seis meses, un presidente se presenta en igualdad de condiciones. Esto es falso tanto en la teoría como en la práctica. Además de la prohibición constitucional, Nayib Bukele buscó la reelección en condiciones desiguales, apuntalando su imagen con recursos del Estado, algo que viola la Constitución (Art. 218) y la sentencia 8-2014 de la Sala de lo Constitucional que prohíben prevalerse de su cargo para hacer campaña.
Además, el decreto que le concedió la licencia les dejó a Bukele y a Ulloa prerrogativas de jefe de Estado como el batallón presidencial, uso de residencias oficiales y personal de transporte, algo que no tenían sus adversarios.
“El tema de alternabilidad es un tema que se quiere garantizar para que no se dé lo que se dio en otras épocas, caso del general Martínez, que fue el último caso que tuvimos de tiranía o un gobierno autocrático que por decreto se decía ‘y se reformará por esta y única vez’. Aquí, si hay una reforma que permita este tipo de continuidad, va a ser la decisión del pueblo, exclusivamente, si el pueblo lo decide”, Ulloa en entrevista con DEM.
Ulloa busca desmarcarse del ejemplo del brigadier Maximiliano Hernández Martínez, pero algo similar está pasando en El Salvador, pues no hay una garantía de que esta sea la última reelección de Bukele. La versión oficial sobre la permanencia en el poder ha cambiado en múltiples ocasiones: al inicio, Nayib Bukele decía que no podía reelegirse de forma consecutiva. Luego, impuso magistrados que lo avalaron. Luego dijo que no buscaba una reelección indefinida, pero su vicepresidente ya lo sugiere. Por tanto, esta afirmación de Ulloa es contradictoria.
¿Hay tiempo según su criterio para hacer una reforma constitucional? “Es justo el momento indicado porque estamos prácticamente a dos meses y medio para que termine esta legislatura o menos, ya el 30 de abril termina esta legislatura y necesitaríamos en este periodo aprobar con mayoría simple una reforma, para que la siguiente, que fue electa por el pueblo y toma posesión el 1 de mayo, fuera la que lo ratificara”, Ulloa en entrevista con DEM.
En cuanto a la reforma a la Constitución, Ulloa sugiere que El Salvador está en el periodo indicado para llevarla a cabo antes del 1 de mayo y que sea la nueva legislatura, la recién electa, quien debería ratificar los cambios. Esto, sin embargo, es falso, pues hacerlo supondría una violación a la jurisprudencia constitucional.
La Sala de lo Constitucional, en el proceso 33-2015, cerró las puertas a reformar la Constitución en el periodo entre las elecciones y la toma de posesión. Esto, pues consideró que los electores fueron a las urnas sin saber que los nuevos legisladores estarían ratificando una reforma constitucional. Si se reforma la Constitución antes de mayo habría un vicio de forma, por el tiempo en que se haría, pero también de fondo: se haría a espaldas de la ciudadanía y en violación a la jurisprudencia constitucional.
Eduardo Escobar, abogado y director ejecutivo de Acción Ciudadana, dijo recientemente que las palabras de Ulloa son “malabares” y que la legislatura 2024-2027 solo podría ratificar reformas a la Constitución si el primer acuerdo se hubiese aprobado antes de las elecciones.
Elecciones 2024
Sobre los comicios recientes, Félix Ulloa también ofrece apreciaciones que chocan con la realidad. La primera gira en torno al supuesto éxito de las elecciones generales de febrero y de marzo del presente año.
Pasaron las elecciones, ¿cuál es su evaluación del Tribunal Supremo Electoral? “Le tocó a este Tribunal una tarea extraordinaria, inédita, creo que hay que felicitarlo porque la llevaron a feliz término”, Ulloa en entrevista con DEM.
Esta afirmación es falsa y parece ignorar lo registrado por misiones de observación y medios de comunicación, los cuales evidenciaron numerosas irregularidades en los comicios.
Además de una candidatura inconstitucional, hubo uso de recursos públicos para campaña, según consignó el consorcio Observa El Salvador. También se retuvo la deuda política para la oposición y hubo irregularidades logísticas en torno a las elecciones, como el fracaso del sistema de procesamiento y transmisión de datos, dudas sobre la cadena de custodia de los paquetes electorales, manejo irregular de credenciales para el escrutinio final y el impedimento de la efectiva vigilancia de partidos opositores, prensa y observadores internacionales en el escrutinio final. El mismo Tribunal Supremo Electoral contrató a miembros de Nuevas Ideas para el conteo de votos.
“Yo lo pude ver, desde Estados Unidos, desde Canadá, estaban eligiendo, estaban votando y se hizo bien, no ha habido alarmas ni denuncias, creo que se hizo de una manera transparente y segura”, Ulloa en entrevista con DEM.
Focos registró cómo las capacitaciones de los vigilantes de juntas receptoras de votos en el exterior fueron cooptadas por Nuevas Ideas. Además, El Tribunal Supremo Electoral ha reservado las auditorías del voto en el exterior, así que no hay evidencia de que el voto electrónico, tanto presencial como por internet, se hicieran de forma transparente y segura. Por tanto, la afirmación del vicepresidente en licencia es falsa.
“Yo creo que este Tribunal le tocó esta tarea difícil de lidiar con un ejército de militantes de los dos partidos que habían perdido las dos elecciones, las presidenciales y legislativas, y de alguna manera quisieron hacerle difícil la tarea al Tribunal o empañar el triunfo del que ya se sabía que era el ganador, que era el presidente Bukele”, Ulloa en entrevista con DEM.
Ulloa habla de militantes partidarios que quisieron entorpecer las elecciones. Esto es falso, pues en ambas jornadas electorales, los miembros de partidos que interfieron y entorpecieron labores del Tribunal Supremo Electoral fueron casi exclusivamente de Nuevas Ideas. Estos mismos impidieron la vigilancia de observadores, prensa y partidos opositores en diferentes instancias, particularmente en el escrutinio final legislativo. Focos además documentó cómo empleados legislativos contaron votos fuera de la ley en Antiguo Cuscatlán.
“Yo creo que la situación salió al revés, el hecho de que no se hayan podido transmitir oficialmente por la vía de las actas permitió que el pueblo viera el recuento voto por voto. Nunca se había hecho esa tarea porque se cuentan las actas, los votos de las urnas se abren en casos muy excepcionales. Fue un acto de transparencia”, Ulloa en entrevista con DEM.
Esto es falso, pues a lo largo del proceso de escrutinio final y en el conteo voto por voto, hubo evidencia de irregularidades, como aceptar votos que eran abiertamente nulos o votos marcados de forma irregular. Además, Revista Factum registró cómo un miembro de Nuevas Ideas intentó manipular el ingreso de datos. La misma Organización de Estados Americanos emitió un informe en el que afirmó que las elecciones carecieron de “una mejor organización, más transparencia y sobre todo, más equidad”.
Salud, educación y seguridad
Félix Ulloa no solo habló de política en su entrevista. También tocó temas de políticas sociales y, particularmente, de salud y educación. Y, como en lo político, en estas áreas también ofreció versiones engañosas, falsas o inexactas.
“La crisis de covid-19 nos permitió posicionarnos y salvar un sistema de salud y hospitalario que estaba en condiciones precarias”, Ulloa en entrevista con DEM.
Un reportaje de La Prensa Gráfica reveló que en El Salvador hubo 15,956 muertes relacionadas con covid-19 entre marzo de 2020 y enero de 2023, pero el Ministerio de Salud sólo reconoce 4,299 fallecidos en El país debido a la pandemia. Es decir, apenas el 26% de los fallecidos. Este subregistro evidencia que la afirmación de Ulloa es falsa.
“Luego, viene el tema de la seguridad. Cuando ya tenés esos factores, una población segura, una población sana, una población educada, lo que te toca es impulsar el desarrollo económico tal cual”, Ulloa en entrevista con DEM.
Más allá de la pandemia, en salud ha habido grandes carencias. Recientemente, el Sindicato de Médicos y Trabajadores del Seguro Social, SIMETRISS, denunció que hay una orden para que cirujanos generales realicen cirugías especializadas. Trabajadores del sector salud han denunciado impago de nocturnidades y, según Gato Encerrado, más de un millón de personas dejaron de recibir terapias ambulatorias y otros tratamientos. En este periodo, tampoco se concluyó la construcción del hospital Rosales. Esta respuesta del vicepresidente en licencia es, por tanto, engañosa.
“Y además logramos la otra gran tarea, que estaba pendiente, el tema de educación, se distribuyeron más de un millón de computadoras a todos los estudiantes”, Ulloa entrevista con DEM.
Más allá de la distribución de computadoras, las palabras del compañero de fórmula de Nayib Bukele son engañosas, pues aún hay un déficit en la remodelación y reconstrucción de escuelas, incluyendo más de 70 afectadas por la tormenta tropical Julia, en octubre de 2022. Hubo retrasos en la entrega de presupuestos escolares y a la Universidad de El Salvador se le adeuda decenas de millones de dólares.
“La idea es insertar a nuestra población y las generaciones que vienen en la era digital. El presidente siempre apostó a que El Salvador iba a estar adelante en la cuarta revolución industrial”, Ulloa en entrevista con DEM.
Esto es engañoso, pues las pruebas PISA, que miden el estado de la educación a nivel mundial, colocaron a El Salvador en el lugar 78 de 81 países, con resultados deficientes en ciencia y matemáticas, materias esenciales para una inserción en industrias tecnológicas.
Además, PISA señala que el 18% de los estudiantes entre 15 y 16 años dijo haber dejado de comer al menos una vez por semana porque no había dinero en casa y el 3% tuvo que dejar de comer 2 o 3 veces por semana. Según PISA, solo los estudiantes de Guatemala, Indonesia, Marruecos y Camboya enfrentan más precariedad que los salvadoreños. Estos son obstáculos significativos para la supuesta “cuarta revolución industrial”.
“Pero quizás lo más relevante fue esta guerra contra las pandillas y devolverle la seguridad a las comunidades, que afectaba no solo la vida diaria de las personas sino el desarrollo económico”, Ulloa en entrevista con DEM.
En cuanto a seguridad, el vicepresidente electo habla de la medida más publicitada de la administración Bukele: la supuesta guerra contra las pandillas y los resultados del régimen de excepción, que el próximo 27 de marzo cumplirá dos años. Pero sus palabras son engañosas e incompletas, ya que dejan de lado que su gobierno no siempre estuvo en “guerra abierta”. De hecho, durante la primera mitad de la administración Bukele, hubo negociaciones con pandillas que incluyeron la liberación de cabecillas, algo reconocido por un funcionario actual.
Por otra parte, si bien se ha registrado menos homicidios, hay miles de denuncias de arrestos arbitrarios y al menos 200 muertes en centros penales, muchas de ellas con signos de tortura. Además, a dos años de la supuesta guerra sigue habiendo señales de acuerdos con pandillas, como el hecho de que un hombre perfilado como pandillero fuera candidato de Nuevas Ideas en Cuscatlán o que el gobierno intentara conspirar con un líder pandillero y estuviera dispuesto a ofrecer más de un millón de dólares por llevar al cabecilla Elmer Canales Rivera “Crook” de regreso a El Salvador.
Economía, bitcoin y costo de la vida
La economía parece ser el talón de Aquiles de la administración Bukele. En consecuencia, el discurso del número dos de Casa Presidencial en esta materia también contiene verdades a medias y posturas engañosas. La primera gira en torno al Bitcoin, la aparente apuesta principal de la administración después de la seguridad.
“La apuesta en la economía digital, no solo se aprobó la Ley Bitcoin en septiembre de 2021, que nos posicionó a la vanguardia en cuanto a las criptomonedas”, Ulloa en entrevista con DEM.
Si bien es cierto que se aprobó la ley –mas no en septiembre, sino en junio de 2021–, no es cierto que El Salvador esté a la vanguardia de las criptomonedas, esta es una aseveración engañosa. Según una medición realizada en 2022 por la Cámara de Comercio e Industria, solo 14% de las compañías encuestadas han hecho transacciones usando bitcoin. La encuesta también reveló que 90% de los encuestados aseguraron que la medida económica impulsada por el Gobierno tuvo poco o nulo impacto en las ventas. Un reportaje de Factum mostró, además, que ni siquiera en oficinas del Estado se puede realizar pagos con la criptomoneda.
“Y los críticos, que ahora se han quedado callados, porque dijeron que El Salvador estaba perdiendo dinero cuando el Bitcoin bajó hasta $15,000 y nosotros lo habíamos comprado con precio superior, ahora no tienen nada que hablar, porque ha subido enormemente gracias a que los Estados Unidos ya se aprobó, la Secretaría lo ha aprobado, en diciembre del año pasado”, Ulloa en entrevista con DEM.
Pese al alza del Bitcoin, que en marzo de 2024 alcanzó su máximo histórico, el gobierno salvadoreño sigue en números rojos, pues no solo ha realizado supuestas compras del criptoactivo. También usó cientos de millones de dólares para implementar una moneda de poco uso entre la población. Eso incluyó el bono de $30 que muchas personas no pudieron cobrar porque su identidad fue suplantada, además de la instalación de cajeros Chivo. El triunfalismo detrás de esta respuesta resulta engañoso.
Una publicación de Focos mostró que el gobierno destinó a la implementación de Bitcoin más de $200 millones de un préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica, destinado a ayudar a las pequeñas empresas a sobrevivir a la pandemia.
Recientemente, Nayib Bukele anunció que más de 5,689 bitcoins, o sea más de 406 millones de dólares, fueron transferidos a una “billetera fría”, es decir un dispositivo físico para almacenar criptomonedas sin conexión a internet. Al tipo de cambio de este viernes 22 de marzo, de hecho, ese ahorro ha caído a 363.3 millones, es decir una pérdida de al menos $42 millones en esa reserva anunciada por Nayib Bukele.
¿Cuándo este despegue económico impactará en el costo de vida de la gente y en el empleo? “El empleo, desde luego, con todas estas empresas, va a haber una mayor oferta de empleo formal para sobre todo la juventud y la gente con habilidades tecnológicas”; Ulloa en entrevista con DEM.
En cuanto a generación de empleos, Ulloa luce optimista de nuevas plazas para la juventud y gente con habilidades tecnológicas, pero su postura no está arraigada en la realidad y resulta engañosa. Esto, pues la creación de empleos formales en sectores tecnológicos requiere personal calificado y la prueba PISA nos muestra que la niñez y juventud salvadoreña tiene grandes déficits en matemáticas y ciencias, materias fundamentales para estos rubros.
“El costo de la vida es una cuestión que no depende exclusivamente de El Salvador, esto depende de factores internacionales. Hemos visto cómo la guerra de Ucrania encareció productos fertilizantes y agrícolas porque los graneros de Ucrania no podían cerrar sus productos por el tema de la guerra. Luego, la guerra en Medio Oriente. Lo que hizo El Salvador, y esta es una visión del presidente Bukele, muy atinada, es tratar de amortiguar con una serie de medidas antinflacionarias, se bajaron los aranceles para productos de primera necesidad, se pusieron cero aranceles, a las gasolinas se les puso un límite y se dijo ‘no van a aumentar los precios de los combustibles’; y el Estado empezó a dejar de percibir ciertos ingresos que venían de estos incrementos”, Ulloa en entrevista con DEM.
Finalmente, en cuanto al costo de la vida, tiene razón el vicepresidente en licencia en cuanto a que este responde a factores tanto locales como internacionales. Sin embargo, su triunfalismo con respecto a las medidas tomadas vuelve a resultar engañoso.
Según publicó El Diario de Hoy, El Salvador tiene el alza de precios de alimentos más elevada de Centroamérica y que entre noviembre y diciembre de 2023, la comida aumentó en más de 3.98%. Es decir, las medidas tomadas por el gobierno parecen ser insuficientes o tener un impacto menor que las de los países vecinos que, al no estar dolarizados, son más vulnerables a la inflación que El Salvador.
La economista Tatiana Marroquín explicó a Factum que las medidas a las que Ulloa hace referencia no evitaron el alza de precios y que estos cedieron cuando la inflación internacional bajó. “Entonces no fue efectivo, porque intentaron controlar la subida de precios y eso es difícil sin política monetaria. Lo que haces es aliviar el impacto en los bolsillos de la gente y eso no se hace quitando aranceles”, agregó la economista.
Marroquín añade que instituciones como el Fondo Monetario Internacional o la CEPAL recomendaban medidas como apoyar a los hogares más vulnerables, con transferencias o quitando impuestos a la canasta básica, pero El Salvador optó por otro camino: “tomaron medidas generales de control de inflación, sin focalizar, y más enfocadas en comportamiento porque piensan que los precios suben porque la gente es mala y cobra alto”.
Historial de desinformación
Esta no es la primera vez que Ulloa coquetea con datos inexactos. En numerosas ocasiones, ha sido el enviado de Casa Presidencial para intentar aminorar el impacto mediático o internacional de decisiones.
Anteriormente, ha intentado enmascarar la reelección como “segundo mandato” y hasta ha dicho que había artículos ocultos de la Constitución que la permitían. Según Gato Encerrado, hasta el 30 de agosto de 2023, había ofrecido cinco versiones diferentes al respecto. También ha hecho declaraciones controversiales, como considerar traidores a quienes cuestionaban el régimen de excepción. En sus primeros cinco años como vicepresidente, su compromiso con la fluida narrativa que intenta imponer Casa Presidencial ha supuesto, necesariamente, apartarse en varias ocasiones de la verdad.
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