La encrucijada del “Viejo Santos”
Una multa por un delito menor, una condena de 10 años por portación de arma con registro borrado o la extradición son los tres escenarios para el cabecilla histórico de la MS-13 arrestado en Guatemala en abril.
Una multa por un delito menor, una condena de 10 años por portación de arma con registro borrado o la extradición son los tres escenarios para el cabecilla histórico de la MS-13 arrestado en Guatemala en abril.
La Asamblea Legislativa aprobó una reforma al Código Penal para sancionar con penas de diez a quince años de prisión a quienes a través de medios de comunicación reproduzcan o transmitan mensajes o comunicados de pandillas.
El antropólogo Juan Martínez hace un repaso de las diferentes negociaciones de políticos con pandilleros en El Salvador. La tregua de 2012, en su opinión, no estaba tan viciada, pero era inviable porque el Gobierno de Mauricio Funes decidió hacerla a espaldas de la población y mintiendo. La negociación de Nayib Bukele, a pesar de parecerse en el secretismo, es diferente porque las pandillas estaban debilitadas.
¿Es sostenible la tranquilidad cuando depende de un pacto con las pandillas? ¿Qué se puede hacer desde la Asamblea para procurar la seguridad ciudadana? Una plática con Leonor Selva (Nuestro Tiempo), Idalia Zepeda (FMLN) y Rodrigo Ávila (Arena).
En esta comunidad de San Salvador, las reglas para recibir una bolsa con comida ante la escasez provocada por el Covid-19 y el recordatorio del uso de mascarillas no los hace el Estado; los hace la Mara Salvatrucha.
Dos votos faltaron para enviar al legislador arenero a los tribunales para enfrentar la acusación de haberse reunido y, supuestamente, negociado con pandilleros previo a las presidenciales de 2014.
Solo el tiempo me ha dado la razón. La indiferencia con la que como sociedad vimos a las pandillas nacer, crecer, desarrollarse, mutar y ser organizaciones criminales y un problema social ahora tiene sus consecuencias.
La administración Bukele debe capitalizar estos logros conseguidos de manera infame por gobiernos anteriores. Tiene una oportunidad única de darles continuidad a estos procesos sin mancharse las manos de sangre. Ya la administración Cerén-Ortiz se encargó de eso.
Para la fase “positiva” de su plan, el presidente ha encargado a Carlos Marroquín y Mario Durán la estrategia llamada a abrir al Estado el paso por territorios que controlan las pandillas.
El presidente adelantó una parte de su estrategia de seguridad: propuestas ya mencionadas por los gobiernos pasados. Consciente de ello, Bukele apeló a la fe: “la diferencia que es ahora sí lo vamos a hacer”.
Howard Cotto se retira de la dirección de la PNC confiado en que las pandillas son ahora menos fuertes y satisfecho con los golpes estructurales y financieros contra estas. Rechaza rotundamente la idea del diálogo o negociación con las pandillas.
La principal pandilla en El Salvador cifra su esperanza en la nueva administración, después de reconocer que las negociaciones previas con partidos políticos y gobierno resultaron infructuosas. Disminuir las extorsiones está sobre la mesa.
Once homicidios diarios al inicio del año. Nueve policías asesinados durante 2019. El gabinete de Seguridad culpa a las pandillas y ofrece una solución: endurecer las medidas que supuestamente han servido para disminuir la violencia.