Guatemala tiene en sus manos el destino del líder histórico de la salvadoreña MS-13, Moisés Humberto Rivera Luna, quien salió del penal de máxima seguridad de Zacatecoluca en septiembre de 2021, tras cumplir una condena por homicidio. Este viernes enfrenta una audiencia, pero ha sido solicitado en extradición por Estados Unidos. Una multa por un delito menor, una condena de 10 años por portación de arma con registro borrado o la extradición son los tres escenarios para el pandillero arrestado en el vecino país.
Lo capturaron en Guatemala por casualidad, en un allanamiento. El día que los policías llegaron a la casa de paredes blancas ubicada en la 23 calle, 12-20 de la colonia Lo de Coy en la zona 1 en el municipio de Mixco, a 15 kilómetros de ciudad de Guatemala, no se percataron que estaban arrestando a un cabecilla histórico de la MS-13. Así, el salvadoreño Moisés Humberto Rivera Luna, alias “Viejo Santos”, considerado como objetivo prioritario por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos desde 2013, fue capturado el 19 de abril de 2022 en la capital guatemalteca.
De no haber sido reportado en redes sociales por las autoridades de ese país, nadie se hubiera enterado que “Viejo Santos”, acusado de impulsar el desarrollo de la MS en Maryland y Washington, había salido del penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, después de cumplir una condena de 25 años de cárcel por homicidio, a pesar de tener delitos pendientes en Washington desde 2008.
El gobierno de El Salvador, que públicamente mantiene un discurso confrontativo con las pandillas, liberó en silencio al líder histórico de la MS-13 el 12 de septiembre de 2021. El pandillero permanece arrestado en el centro de detención Pavoncito, Guatemala, y enfrentará una audiencia este próximo 5 de agosto. Fue notificado de su solicitud para extradición hacia Estados Unidos el pasado jueves 28 de julio. “Es requerido por su probable participación en varios delitos entre ellos Conspiración para Conducir o Participar en la Conducción de los Asuntos de una Corporación de Crimen Organizado”, detalló la Policía Nacional Civil de Guatemala.
En la casa donde permanecía en Guatemala, los policías hallaron tres pistolas calibre 9 milímetros con el registro borrado. Junto a Rivera Santos estaban los salvadoreños Carlos Adonay Romero Rosales y Dora Alicia Sandoval García, ambos de 19 años, quienes también fueron identificados como pandilleros y están en prisión. “Viejo Santos” fue arrestado por encubrimiento impropio, una acusación que no lo involucra directamente con el delito de portación ilegal de armas de fuego; sino como cómplice.
La condena por encubrimiento es de dos a cuatro años de cárcel o multas de entre 50 a 1,000 quetzales, que equivalen a $6.50 y $130. Por ser un delito con pena menor a cinco años, los acusados tienen la oportunidad de un juicio abreviado y cambiar la cárcel por una multa. Si esto ocurriera, Guatemala podría iniciar el proceso para extraditarlo a Estados Unidos.
“Antes de extraditarlo tiene que responder por los delitos que cometió acá. Como él ya está notificado, aunque le decretaran una medida alterna al proceso, seguiría enfrentando el proceso de extradición”, explicó a Revista Factum Édgar Morales, fiscal adjunto contra el delito de extorsión de Guatemala.
El Ministerio Público (Fiscalía) de Guatemala planea pedir un cambio de delito y buscará que lo enjuicien por un delito más grave: tenencia o portación de armas de fuego con número de registro borrado o alterado, que es castigado por la legislación guatemalteca con al menos 10 años de prisión
“Eso es lo que nosotros buscamos con el cambio de calificación jurídica; le tocaría una pena, si así lo considerara el juez de la mínima de 10 años de prisión inconmutable”, dijo el fiscal Morales.
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La Policía de Guatemala detuvo a Moisés Humberto Rivera Luna, alias Viejo Santos, un objetivo criminal de Estados Unidos. Foto: PNC de Guatemala
La Fiscalía guatemalteca no ha podido determinar si el líder histórico de la MS-13 entró a ese país después que fue decretado el régimen de excepción en territorio salvadoreño, en marzo pasado. Sin embargo, los fiscales han identificado el ingreso de pandilleros por puntos ciegos del municipio de Jerez, en el departamento fronterizo de Jutiapa.
“Son zonas que están fuera del alcance de migración. Es difícil establecer si estaba antes del estado de excepción. Sí hay algún tipo de migración de parte de algunos pandilleros salvadoreños, pero por el momento no tenemos casos registrados”, dijo el fiscal.
“Viejo Santos”, uno de los principales integrantes de la clica Normandie Locos fundada en Los Ángeles, también tiene cuentas pendientes en el Tribunal del distrito de Columbia, Washington, por dar su consentimiento, o como dicen en el mundo de las pandillas “dar luz verde”, para dos asesinatos. Fuentes que tienen conocimiento de su caso aseguran que estaba de paso en Guatemala y que, aunque permanece en la cárcel de Pavoncito, sigue comunicándose con sus compañeros de pandilla.
Un largo historial delictivo
Los ojos estadounidenses están puestos sobre Rivera Luna desde noviembre de 2011 cuando la oficina de asuntos públicos del Departamento de Justicia lo acusó, junto a otros cinco líderes de la pandilla, por crimen organizado, extorsiones y ordenar y cometer asesinatos en Washington.
Rivera Luna, según los registros, dirigía las operaciones de la pandilla desde una cárcel salvadoreña. En ese momento estaba recluido en el penal de Chalatenango. “La acusación establece específicamente que algunos de los acusados presuntamente participaron en agresiones contra personas que creían que eran miembros de pandillas rivales, amenazaron a personas que creían que estaban cooperando con las fuerzas del orden y llevaron a cabo extorsiones”, detalla un documento del Departamento de Justicia.
Según la acusación, el 19 de marzo de 2010 “Viejo Santos” ordenó a Manuel Saravia, a quien había nombrado líder de clica Normandie, que asesinara a Felipe Leonardo Enríquez, de 25 años, conocido como “Zombie”, porque se había colocado una “X” sobre su tatuaje de la clica. El cuerpo de “Zombie” fue encontrado el 31 de marzo de 2010 en el condado de Montgomery, Maryland.
Rivera Luna también fue señalado de ordenar el asesinato de Louis Alberto Membreño Zelaya, de 27 años, en el noroeste de Washington. La Policía Metropolitana ofreció una recompensa de hasta $25,000 por información de ese homicidio que ocurrió el 6 de noviembre de 2008 en la calle 11 y Otis Place de DC.
Las acusaciones contra “Viejo Santos” escalaron. El 5 de junio de 2013, el Departamento del Tesoro lo sancionó junto a otros cinco miembros de la MS-13 por atacar al sistema financiero estadounidense con sus actividades ilícitas. En ese momento, Rivera Luna, junto a Saúl Antonio Turcios, alias “El Trece”, fueron incluidos en un listado de seis pandilleros perseguidos por pertenecer a la Mara Salvatrucha, que es una organización criminal transnacional, una categoría que comparte con el cártel de Los Zetas.
Documentos judiciales revelan que el líder histórico de la MS-13 estuvo encarcelado en el centro penitenciario de seguridad de Zacatecoluca y que el 6 de mayo de 2015 inició el proceso de hábeas corpus 78-2015 para pedir la revisión de su condena. En la resolución, que no lo favoreció ya que siguió encarcelado, se detalla que pedía ser liberado en 2019.
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Moisés Humberto Rivera Luna fue capturado en Guatemala junto a otros dos salvadoreños y fueron presentados a los medios de comunicación. Foto: PNC de Guatemala
Detenciones sí, extradiciones no
Revista Factum buscó al director de Centros Penales y viceministro de Justicia, Osiris Luna, para preguntarle por la liberación de Rivera Luna y para consultarle si verificaron si no tenía otros procesos pendientes por ser objetivo criminal de Estados Unidos desde 2013. El funcionario no respondió su celular ni el mensaje que se le dejó en Whatsapp.
Durante un programa con Ernesto López, en Canal 21, Luna tuvo el micrófono abierto para jactarse de los miles arrestos que han ejecutado durante el régimen de excepción que inició en marzo. Aseguró que “ningún pandillero va a volver a salir de la cárcel. No más pisa un pie fuera de la cárcel (tras) la orden de libertad, allí mismo es capturado y llevado detenido como pandillero activo”.
Ante la consulta del entrevistador respecto a la liberación de pandilleros que cumplieron sus condenas, enfatizó: “Ni un solo miembro de las estructuras terroristas que le ha causado dolor, luto, al pueblo salvadoreño, todos aquellos que están perfilados, que están siendo capturados durante el estado de excepción y previo a este, también, todos aquellos pandilleros que estaban dentro de la cárcel ninguno de ellos va a volver a salir”.
Una afirmación que se contradice con la realidad. Investigaciones periodísticas han revelado que, además de Rivera Luna, otros cabecillas de pandillas han salido de las cárceles salvadoreñas. Élmer Canales Rivera, alias “Crook”, también solicitado por Estados Unidos, fue puesto en libertad en junio de 2021, a pesar de tener delitos y una condena pendientes, según una publicación de El Faro.
Insight Crime documentó que otros tres pandilleros extraditables fueron liberados por el gobierno salvadoreño: Eduardo Erazo Nolasco, alias “Colcho”, Efraín Cortez, alias “Tigre”, Hugo Armando Quinteros Mineros, alias “Flaco”.
Estados Unidos ha pedido en extradición a un total de 14 cabecillas de la Mara Salvatrucha acusados de diversos delitos. La Corte Suprema de Justicia salvadoreña, controlada por el partido de Gobierno, no ha concedido ninguno de estos casos. La corte también mantiene en suspenso la extradición de Armando Eliú Melgar Díaz, alias “Blue”, otro cabecilla de la MS requerido por la justicia estadounidense.
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