@revistafactum #EditorialFactum | 🔴 Carolina Recinos, jefa de gabinete del actual gobierno, se valió de su cargo para favorecer a su nuera. El Tribunal de Ética Gubernamental confirmó que Recinos es corrupta. ¿La guerra contra la corrupción anunciada por el presidente Bukele llegará también a Osiris Luna? 📌 Te invitamos a ver nuestro reciente #editorial ♬ sonido original – Revista Factum
Factum dio a conocer que Carolina Recinos, la jefa de gabinete del actual gobierno, se valió de su cargopara favorecer a su nuera. Esta semana, el Tribunal de Ética Gubernamental subrayó lo que ya sabíamos: que Recinos es corrupta.
Un título que no tiene vencimiento y, como hemos visto, no respeta los colores partidarios.
Corrupción es arruinarse, descomponerse, favorecer a tu nuera, robar si sos diputado, dar contratos a tus familiares si sos ministro, mirar para otro lado si sos presidente.
La sanción contra Recinos abre la puerta a muchas preguntas.
La más obvia es qué hará un gobierno que ha prometido una guerra contra la corrupción con una funcionaria abiertamente corrupta.
Hasta el momento, todo apunta a que no hará nada, que la estrategia es esconderla de las cámaras y esperar que se nos olvide.
Este gobierno prometió una comisión internacional contra la corrupción y cuando la tuvo y vio lo que encontró dentro de casa no le gustó. Y la dejó morir.
Ahora nos prometen una guerra contra la corrupción, pero no guerra pareja, si no una que protege a los “corruptos buenos”, a sus corruptos.
¿En realidad hay corruptos buenos y corruptos malos? ¿Al final no todo acaba con billeteras gordas para algunos y menos dinero para hacer lo que verdaderamente importa?
Recinos no es la única funcionaria corrupta del actual gobierno -es la única que han sancionado- lo que nos lleva a preguntarnos por Osiris Luna, el viceministro de Seguridad y director de Centros Penales.
¿La guerra contra la corrupción alcanzará al funcionario más señalado?
Han pasado 4 años y nunca ha habido consecuencias para Osiris Luna. No la hubo por viajar en jet privado, no la hubo por usar ilegalmente 8.5 millones de dólares de las tiendas que están en las cárceles, no las hubo por vender comida que estaba destinada para los afectados de la pandemia.
El mensaje que se manda es claro: no pasa nada si uno es corrupto.
Y lo terrible de este mensaje es que anima a otros: si no hay consecuencias por ser corrupto, por robar, por mentir, por aprovecharse, entonces quizá vale la pena ser corrupto… como los mismos de siempre.
¿Se puede hablar de guerra contra corrupción y proteger en tu regazo a Osiris Luna?
Todos sabemos la respuesta.
Foto Archivo FACTUM/Salvador Meléndez
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