El presidente de El Salvador prometió el 28 de abril que en el primer día de su gobierno –el 1 de junio– enviaría a la Asamblea Legislativa una “propuesta integral” aprobada por sus ministros, después de lamentar el incremento de asesinatos en la última quincena de abril. Pero esta se ha quedado solo en la viralidad de las redes sociales.
Foto FACTUM/Salvador Meléndez
El país se desangraba a finales de abril, que se convirtió en el mes más violento en lo que va del año y que sufría una nueva ola de ataques a policías y soldados. Nayib Bukele, presidente electo desde el 3 de febrero, expresó desde su cuenta de Twitter, el 28 de abril, que lamentaba la muerte de tres militares y dos policías asesinados aquel domingo, y prometió que el primer día de su mandato enviaría una “propuesta integral” a la Asamblea Legislativa para atender el problema de los atentados contra las fuerzas de seguridad.
Otro militar asesinado hoy.
3 militares y 2 policías solo en este domingo.
Los que aún están en el Gobierno deben hacer algo ya.
En nuestro primer día enviaremos una propuesta integral a la @AsambleaSV, aprobada por el nuevo Concejo de Ministros. Espero su rápida aprobación.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) 29 de abril de 2019
Hasta ese fin de semana se habían acumulado 17 policías y ocho soldados asesinados, probablemente por pandilleros.
Se llegó el 1 de junio, el primer día del mandato de cinco años de Bukele, y con él la oportunidad del nuevo presidente de hacer lo que en su tuit del 28 de abril bosquejaba como urgente al exhortar al gobierno saliente del FMLN a “hacer algo ya”. Y pasó el 1 de junio y no envió nada a la Asamblea Legislativa. Pasó la primera semana, y nada. Y pasaron los primeros 11 días, y hasta este martes 11 de junio, aunque sí había seis policías y tres soldados más asesinados, en el órgano legislativo no tenían noticias de aquella “propuesta integral” de Bukele.
Cinco horas antes de aquel tuit, el presidente electo ya sugería su particular interés en atacar la violencia que ha llevado a El Salvador a ser el país más violento del mundo en los últimos años. “Tendremos que hacer un acuerdo nacional, con todos los sectores, si queremos salir del problema más grande que tenemos en nuestro país”, tuiteó hacia las 5 de la tarde. Nayib Bukele no especificó a qué actores buscaría para un acuerdo de nación, ni cuál sería su alcance.
Este miércoles también aludió a la violencia, y en particular a los atentados de pandillas contra agentes policiales y soldados, que no han cesado desde que asumió las riendas del Ejecutivo. Pero su discurso ya no menciona la búsqueda de acuerdos. “Acaban de lesionar a otro agente de la @PNC_SV en Santa Ana. Dos impactos en el abdomen. Lastimosamente nos arrinconan y solo nos dejan con una opción. Y no es la tregua”, tuiteó. Tampoco detalló a cuál única opción se refería.
Revista Factum buscó en la Asamblea Legislativa el rastro de la propuesta prometida, y hasta este miércoles lo único recibido del Ejecutivo en materia de seguridad pública era una petición del consejo de ministros para reorientar fondos de la Contribución Especial para la Seguridad y Convivencia, con el fin de adquirir uniformes y botas para la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada. La Asamblea aprobó redirigir para ese fin alrededor de la mitad de los cinco millones que Bukele dice que hacen falta para costear nuevos uniformes y calzado para policías y soldados. Esa no parece ser la “propuesta integral” anunciada el 28 de abril.
Revista Factum consultó este martes en la oficina de recepción de correspondencia de la Asamlea y en la Comisión de Seguridad Pública y Combate a la Narcoactividad si tenían información sobre otra propuesta en materia de seguridad pública, y en ambos lugares respondieron que solo habían recibido la petición para costear los nuevos uniformes.
“No se ha recibido nada en temas de seguridad de parte del gabinete del presidente, pero creemos que se debe a que están en periodo de adaptación. Esperaremos en las próximas semanas”, dijo Edwin Góngora, encargado de comunicaciones del Partido de Concertación Nacional (PCN), que habló en nombre del coronel José Antonio Almendáriz, presidente de la Comisión de Seguridad Pública y Combate a la Narcoactividad de la Asamblea Legislativa.
El 13 de junio, desde la Asamblea un grupo de diputados se refirió a la propuesta aún no enviada. Bukele reaccionó, de nuevo en su cuenta de Twitter, a un tuit que recogía las declaraciones del jefe de bancada de Arena, el diputado Carlos Reyes. Lo nuevo, según el presidente, es que el gobierno supuestamente está afinando la propuesta.
Excelente que lo estén esperando. Lo estamos afinando.
Espero contar con los votos de su partido para aprobarlo. https://t.co/xI96q7xcw3
— Nayib Bukele (@nayibbukele) 14 de junio de 2019
Abril ha sido hasta ahora el mes más violento en lo que va del año. La PNC registró 325 homicidios, casi once diarios, y hubo hasta 24 asesinatos en un solo día. Ha habido desde ataques a oficiales que estaban de licencia, hasta un coche bomba que estalló e hirió a dos policías.
En lo que va de junio ha habido un repunte de homicidios y ataques a oficiales de la PNC. Hasta el 13 de junio se registraron cuatro homicidios de agentes policiales.
Más represión
Lo que sí ha quedado claro es que el nuevo gobierno tiene planeado combatir los crímenes con la misma represión. La mañana de este miércoles 12 de junio, el director de la PNC, Mauricio Arriaza Chicas, reveló en una conferencia de prensa que Bukele le ordenó que la Policía se enfocara en reprimir, y que la prevención la deje a otros. “El señor presidente ha sido bien claro: comisionado, nosotros nos vamos a dedicar a la prevención y ustedes dediquense a la represión, que es la línea dos de seguridad pública del Plan Cuscatlán”, dijo el director. No obstante, la Ley Orgánica de la Policía establece en sus artículos 1 y 4 que el objeto y las funciones de la institución son tanto la prevención como el combate al delito.
“Créase la Policía Nacional Civil de El Salvador, que tendrá por objeto proteger y garantizar el libre ejercicio de los derechos y las libertades de las personas; prevenir y combatir toda clase de delitos; mantener la paz interna, la tranquilidad, el orden y la seguridad pública, tanto en el ámbito urbano como rural, con estricto apego a los derechos humanos”, dice el artículo 1 de la ley.
La Mara Salvatrucha (MS-13), la principal pandilla de El Salvador, depositó sus esperanzas en el nuevo gobierno de Nayib Bukele una semana antes de que ascendiera al poder. “Confiamos en Dios y en el nuevo presidente Nayib”, manifestaron en una entrevista a Revista Factum.
Bukele ha devuelto a los altos cargos de seguridad a viejos oficiales del ejército, como Arriaza Chicas, que pertenecen a una corriente que ha optado por el uso de la fuerza y la confrontación directa cuando a medidas de seguridad pública se refiere.
Durante su campaña electoral, y ahora que ha asumido la presidencia, Bukele criticó la ineficacia de los gobiernos anteriores y en Twitter ha hecho ostentación de un pretendido contraste de rapidez de respuesta de la nueva administración. “En casos de crisis, entre investigar, interpretar y actuar, el gobierno tarda un año en dar respuesta”, dijo en enero, al presentar su Plan Cuscatlán. También mostró que al ser presidente tendría en su despacho diez pantallas para monitorear en tiempo real el país y, de esa manera, el tiempo de respuesta no se mediría en meses y ni siquiera en días, sino en minutos. O en segundos. “¿Qué propone nuestro Plan Cuscatlán en el tema de Nueva Gobernanza?”, preguntó, retóricamente. “Que el tiempo de respuesta sea inmediato: si la crisis es hoy a las 4:58, que la respuesta sea hoy a las 4:59”, dijo.
Ya como presidente, Nayib Bukele también apostó a evidenciar en redes sociales la preocupación por la prontitud. El miércoles 12, por ejemplo, el presidente de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), Frederick Benítez, anunció vía Twitter a su jefe que los empleados de la institución estaban listos para cambiar la forma de hacer las cosas. Bukele lo felicitó “por su primer día de trabajo” y le pidió que en 10 días le presente un plan de trabajo. Benítez le replicó que dados los problemas hallados en ANDA, necesitaba 20. Y el presidente sentenció que este gobierno debe diferenciarse del anterior, del FMLN. “Señor presidente de @ANDAElSalvador, lo escogí a usted porque fue quien mejores ideas presentó, conoce la institución, es dinámico y porque la mayoría de trabajadores lo quieren. Pero este no es el Gobierno anterior. Lo espero en mi despacho con el plan en 15 días”, tuiteó el mandatario en su usual tono de mando.
Esa rapidez, sin embargo, ha estado ausente en su promesa incumplida de responder a la violencia de pandillas con una “propuesta integral” que iba a presentar el 1 de junio a la Asamblea Legislativa.
* Villavicencio es periodista nicaragüense del semanario Confidencial (confidencial.com.ni), y uno de los primeros cuatro beneficiarios del programa de residencias para periodistas emergentes de Centroamérica Incubadora de Periodistas, que dirige Ricardo Vaquerano y que se desarrolla en alianza con la Revista Factum, de El Salvador.
Con reportes de Rodrigo Baires Quezada.
Con el apoyo del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD).
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2 Responses to “La primera promesa de seguridad rota por el presidente”
Porque no se enfocan el lo bueno que esta haciendo el presidente?
se ve que estan comprados por los que manejaron tan mal al salvador. hoy que tenemos buen presidente apollen y sobre salten lo bueno que esta haciendo.
son una basuro
Por supuesto que ser gobierno es distinto a ser oposición. Ya lo está viviendo el divino actual ocupante de la casa presidencial. Y también la paciencia se acaba más rápido que antes de parte de todos los sectores, tanto sociales como institucionales, que han sido víctimas de la violencia de todo tipo ejercida en su contra por larga data.
Ahora se enreda mas el asunto pues los funcionarios recién nombrados también tienen que afrontar las realidades, por un lado las órdenes del presidente que parece vivir en otro país y por otro las complicaciones propias del ejercicio del poder con todas las regulaciones existentes, que imponen requisitos, plazos, trámites y derechos a tener en cuenta.
Ya sabemos que cualquier propuesta que se envia a la asamblea debe ser “negociada” con los diputados, quienes sólo la tendrán en cuenta si logran alguna ventaja para ellos, para su familia, para su partido y para su clientela.
Ese es el sistema que tenemos en el país. Terminar con eso quizá debe ser la primera prioridad, pero no sólo del presidente, sino de la mayoría de la gente.