House of the Dragon: La Reina Negra
Nos quedan varios años y tres temporadas para saber cómo solucionarán los Targaryen su laberinto bélico. Para los impacientes hay un atajo: los libros.
Nos quedan varios años y tres temporadas para saber cómo solucionarán los Targaryen su laberinto bélico. Para los impacientes hay un atajo: los libros.
Cuántos ejemplos hay de casos en que se les fue otorgando poder a los militares hasta que ellos pasaron a decidir quién se sienta o se levanta del trono.
Aunque un sujeto se lance a tomar el poder violando las reglas fundamentales, inventará que hay algo que sí lo autoriza para ocupar el poder.
Una de las mejores escenas de esta temporada: la pelea pasa de los niños a los adultos. Y creo que en esta escena HBO le ganó una batalla a Martin.
El Trono de Hierro es tan cautivador que no hay tabla roca, ni luces led que detengan las traiciones que murmuran los mismos cortesanos del rey.
Tal vez el mensaje que nos deja este episodio es que en la vida hay que escoger a los amigos, pero hay que tener aún más cuidado y sabiduría para elegir a los enemigos.
De esos rencorosos polvos surgen los lodos de oposiciones internas. Y dentro de todas las oposiciones, esas son las más peligrosas.
Aquí ya vimos qué tan caro se paga la falta de enfrentamiento decisivo y oportuno ante amenazas tan graves a los cimientos de una sociedad. House of the Dragon nos lo muestra.
La historia nos ha enseñado que hay que tener cuidado en la forma de suceder el poder. Y en este país, como dice nuestro himno, obtener la paz es nuestro eterno problema.