La instrumentalización del miedo para manipular masas: la marcha de Julia Regina

Este 3 de noviembre de 2018, Julia Regina de Cardenal Sol ha convocado una marcha contra “la ideología de género” (el termino acuñado por el marketing ultra conservador) indicando con una manera ofensiva, cargada de sesgos y prejuicios que se trata de una “dictadura lgbti de género, agenda cultural que atenta contra la democracia y la libertad siga pervirtiendo a nuestros niños”. Naturalmente, este tipo de mensajes de odio, merecen ser analizados y deconstruidos para entender las mentiras que utiliza Julia Regina de Cardenal Sol para implantar miedo a la sociedad, ya que el miedo (y no el amor) es su principal motor para organizar estas marchas conformadas por personas buenas, motividas por miedos infudados.

Primero que nada, no se trata de una dictadura. Si dos hombres se pueden casar civilmente en nada afecta el matrimonio de Julia Regina de Cardenal Sol -ella seguirá casada con su esposo Luis Cardenal de Bayle, presidente de gremiales (el cual debería mostrarse imparcial de los preceptos religiosos de su esposa)-  y podrá seguir haciendo todo lo que le gusta. La democracia permite que las minorías (aún si Julia Regina y todos sus bien intencionadas amistades estén enojados) puedan ejercer los mismos derechos que ellos. Esa es la magia de la democracia, donde se potencian las libertades, sin restringirlas a ninguna persona. Pues todas las personas somos iguales en dignidad, por lo que tenemos los mismos derechos y obligaciones.  En las democracias mandan las mayorías, pero no al punto que pueden transformarse en un tractor que pase por encima de las minorías. Eso es fascismo y eso no se puede, según la Constitución de 1983 de El Salvador.

La orientación sexual diferente a la heterosexual y las personas transgénero podrán ser una perversión para la señora de Cardenal Sol y para su madre, doña Evangelina Pilar de Sol, pero su opinión no es relevante como sí la es la de la la Asociación Americana de Psicología (AAP), la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), organizaciones que tienen la batuta mundial para determinar qué es una perversión sexual y qué no lo es. En 1973 en la APA se eliminó a la homosexualidad como una enfermedad, excluyéndola de esa clasificación por completo en el año de 1987[1]. Por su parte la AAP, en 1975, excluyó del listado de desórdenes psicológicos a la homosexualidad. Posteriormente, el 17 de mayo de 1990 la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS expulsó a la homosexualidad del listado de enfermedades que publica la Clasificación Internacional de Enfermedades; mientras que en 2018 excluyó a la identidad de género[2] de la categoría de enfermedades mentales[3].

Invito a todo lector que busque informarse con datos objetivos, y no con miedos de pueblerín tercermundista (“Ahí viene el coco”, “le va salir la Siguanaba”), que revise la Clasificación Internacional de Enfermedades[4], en donde podrá revisar en la sección 17 las condiciones relacionadas con la salud sexual, incluyendo los desórdenes parafílicos. Con esto, podrá informarse de primera mano al respecto, y podrá concluir que la homosexualidad, bisexualidad y transexualidad no son perversiones como falsamente lo indica Julia Regina de Cardenal Sol.  Perversiones son las violaciones y sus consecuentes embarazos a niñas de 0-15 años como ocurre en El Salvador. Es injusto que Julia Regina de Cardenal culpe a las personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) de estos atroces actos criminales para manipular a masas.

En su columna de opinión, Julia Regina de Cardenal Sol indica que leyó esta semana que: “534 niñas y 199 niños de 0 a 10 años han sufrido abuso sexual. Esto es en gran parte el resultado de los experimentos en la escuela”. Esto es una tragedia, sin lugar a dudas, sin importar el país donde haya ocurrido. Pero lo que no entiendo es cómo logra hacer una correlación entre las víctimas y la educación sexual: ¿Cuál es el criterio para hacer ese símil? ¿No será por el hecho que la gente que entiende sobre su sexualidad adquiere capacidades para denunciar cuando les pasa algo indebido? En todo caso, Julia Regina no aporta alguna herramienta para determinar que existe una correlación entre los abusos sexuales y violaciones (que oportunamente omite señalar) y la correlación de estas con la educación sexual. Tampoco, como resulta usual en sus columnas, aporta algún estudio técnico objetivo, serio y veráz (no hecho por una entidad religiosa, como las charlatanadas publicadas por Jokin de Irala de la Universidad de Navarra, entidad adscrita al Opus Dei) con la que pueda respaldar que los abusos sexuales son producto de educación sexual. Es que ni siquiera comparte la noticia que leyó; más bien parece una opinión temeraria, pues en qué sano juicio cabría educación sexual a niños de 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10 años.

Otra pregunta que cabe hacerse es ¿Cuál es el contenido de la educación sexual que se busca instalar en El Salvador? Dudo que las señoras Cristiani, Araujo de Sola y otras bien intencionadas personas, impulsoras del proyecto de educación sexual, tengan entre sus agendas un macabro plan de pervertir a todos los niños del país. Esas afirmaciones, sin fundamentos y llenas de mentiras, solo las hacen para generar miedo y desinformar a la población. Si la homosexualidad no se puede enseñar, la gente nace así, ya no hay que hacer mayor drama. Vive y deja vivir.

En todo caso, con las afirmaciónes de “los padres son los que tenemos derecho a educar a nuestros hijos” o #ConMisHijosNoTeMetas cabe traer a escena las palabras de la abogada argentina Edurne Cárdenas: “Los hijos no son una propiedad de sus progenitores. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a recibir información fidedigna y confiable, y tener el acompañamiento adecuado para poder desarrollarse. Y eso, es un deber del Estado”. Lo anterior es lógico, por cuanto los niños informados, pueden denunciar de actos indebidos que les ocurren. En todo caso, vale la pena preguntarse cuántos de esos alarmantes datos (que le falta el tramo de 10-15 años) terminan en embarazo porque es impresionante que acá las mujeres pobres (porque las ricas, ya sabemos que se van a Miami) se les obligue cargar la semilla de la violación, máxime con todo los traumas que ello implica y los riesgos de morir en un parto de ese tipo.

Pues bien indica la señora Cardenal de Sol en su columna “muchos padres de familia están asustados” (¿Cómo no estarlo? Si con la tonelada de mentiras que se dicen del país, es normal que esten asustados) con lo cual confirma que el miedo es su arma más grande, una sensación inferior al poder supremo del amor, que se alimenta principalmente de la información y aceptación. Julia Regina, si realmente usted marcha por amor a su país, le pido que por favor deje de marginar a personas por su orientación sexual e identidad de género, eso es algo que no se puede cambiar y que a ningún niño se le va “transformar” como falsamente algunos grupos inescrupulosos promueven. Ponganse a pensar que el estigma que usted promueve desde su trinchera hace que muchos tengan miedo en aceptarse, permanezcan en el clóset y tengan hasta pesadillas de que alguien sepa que es homosexual. Ser homosexual de clóset es dificil, y da terror pensar salir de la mentira, para ser juzgado al punto que uno contempla el suicidio, yo lo sé. El rechazo promueve los suicidios. Está confirmado por una infinidad de estudios, basta con revisar en el sitio web de la APA que en los países que más se aceptan a las personas LGBT, se reducen los suicidios. No existe una correlación que por ser gay alguien se va suicidar, la correcta correlación es que por el rechazo, los gays se suicidan.

También está comprobado que a niveles de mayor aceptación se reducen las enfermedades de transmisión sexual. No se puede perder de vista que las enfermedades de transmisión sexual (ETS) no son un “castigo divino”, como de una manera grosera dicen miles de personas contra las personas LGBT que han fallecido a causa de VIH/SIDA (gracias a la incapacidad de Reagan), incluyendo a músicos como Freddie Mercury -que estoy seguro cantan sus canciones, pero que aborrecen su persona. Su arte se hizo por quién era, y una gran parte de él era su homosexualidad. Incluyamos a todas las personas, para que puedan dar lo mejor de sí: heterosexuales como homosexuales. Las ETS se potencian en su traspaso, a raíz de la clandestinidad. Esto es lógico, pues si todo homosexual escucha que su naturaleza es una “perversión” y una “abominación”(como falsamente promueve Julia Regina de Cardenal Sol), pues le dará miedo mostrarse en públicio y buscará episodios fortuitos, anónimos incluso, por miedo a ser descubierto. Esto reduce la personalidad humana y va en contra de la dignidad. Pues como nos dijo Simon todos tenemos derecho a una “gran historia de amor”. Es injusto que alguien por ser gay dentro de una sociedad alimentada de prejuicios se vea mermado de esa posibilidad o sea obligado a vivir en “castidad” por convicciones religiosas.

Como explica Jaime Bayly, en un destello de grandeza titulado “En Defensa de los Gays”[5]:  “Ser gay es perfectamente natural. Alguna gente nace así. Lo natural es lo  que ocurre sin forzar las cosas, en armonía con la naturaleza. Muchas personas, desde pequeñas, sienten una atracción natural por otras personas de su mismo sexo. Eso ha ocurrido siempre y seguirá ocurriendo. Yo tengo amigos gays. He conversado con ellos. Muchos se han sentido gays desde niños. Lo antinatural sería obligarlos a estar con una mujer, a violentar sus deseos. Si las mujeres no les gustan, ¿por qué los vamos a forzar a acostarse con ellas o a vivir en absoluta castidad? Eso sería una  crueldad. Ellos también tienen derecho a ser felices y amar. Eso es lo natural”.

Tras analizar décadas de columnas de opinión con el doctor Amaral Arévalo, concluyo que la intención de la señora de Cardenal Sol es que en El Salvador se instaure un reino antidemocrático moldeado por el prisma de su subjetiva moralidad. Basta con revisar su desprecio hacia las minorías, que a criterio de ella, no tendrían que tener derechos algunos (“Caridad mal entendida” dijo en una columna del 2014 que también le respondí).  A critiero de Julia Regina de Cardenal Sol, las minorías LGBT no deberían tener ni siquiera opinión en el quehacer público, por cuanto no representa “el deseo de la mayoría”. Y la cereza en este pastel de odio se ha puesto con su vocación por gobiernos populistas y el engrandecimiento al fascista Bolsonaro, que ataca no solo a los homosexuales, sino también a los negros y a las mujeres. La discriminación es la misma, solamente que tiene diferentes máscaras. El mismo odio hacia la mujer es el que cobra las vidas de las personas transexuales en el país.

¿Saben quién llegó a la presidencia de forma democrática? El dictador Adolfo Hitler y ahora estamos a la espera de lo que hará Jair Messias Bolsonaro, quién llega con una campaña homofóbica, machista, anti inmigrantes, racista y acompañado de la fiel y letal “discursiva peligrosa” que se utilizó en el III Reicht para lograr poner en el poder a Hitler. La discursiva peligrosa es un discurso de odio encubierto en lenguaje inocente (un meme, por ejemplo), pero esta diseñado para crear una fracción en la sociedad: ELLOS contra NOSOTROS, creando una sensación de odio y repulsión hacia el grupo instrumentalizado (pueden ser negros, judíos, lesbianas, transexuales… lo que sea. La ideología de género es un ejemplo de ello) para posterior llamar al ataque. Es muy grave lo que ha ocurrido, pues Bolsonaro es un riesgo al Estado de Derecho.

En este contexto, las personas convocadas por Julia Regina Cardenal para marchar el 3 de noviembre lo harán contra un inexistente enemigo: sus hijos no los van a perder, seguirán siendo sus padres; sus matrimonios continuarán intactos; los homosexuales vamos a seguir existiendo, las lebianas también; sus hijos no se van a ver influenciados por que vean a personas homosexuales, de la misma manera que no se vieron influenciados por ver a monjas y a curas por la calle. Señores y señoras: sus vidas no van a cambiar en nada. No dejen que los usen para  pisotear los derechos de las minorías, dejen de marginar y deshumanizar a las personas que son de la diversidad sexual, dejen de utilizar un lenguaje que incita al odio. Es una pena decirles que están siendo manipulados.


[1] la Comisión Internacional de Juristas hace un recuento de la evolución científica que se ha tenido con respecto al tema de la atracción de personas del mismo sexo lo cual demuestra el estigma que el tema ha cargado por década ver: Comisión Internacional de Juristas. (2009). Orientación Sexual e Identidad de Género y Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Guía para profesional no.4. p.11-15.

[2] La doctora Siverino Bavio, una de las expertas más importante en el mundo en la materia de identidad de género, efectúa un recorrido de la Despatologización desde una perspectiva de identidad de género, Siverino, P. (2014). «Diversidad sexual y derechos humanos: el reconocimiento de las personas sexualmente diversas». Revista General de Derecho Constitucional. 19.  Páginas 16-23.

[3] Estos procesos médicos históricos también han sido asimilados por la Asociación Costarricense de Psiquiatría liderada por el doctor Francisco Golcher y la Sala Constitucional de Costa Rica. Al respecto ver: CSJ de Costa Rica, Sala Constitucional. No. 3090-2013 y CSJ de Costa Rica, Sala Constitucional. No. 10404-2013.

[4] Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud. (18 de junio de 2018). Extraído de: https://icd.who.int/browse11/l-m/en

[5] Bayly, J. (s/f). En Defensa de los Gay. Republicado en PH-Thinking de Fundación Igualitos.


*Herman Duarte es abogado y escritor. Fundador de HDuarte Legal. Fundador del tanque de pensamiento Fundación Igualitxs.

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