La mueca ¿pasajera? de Donald Trump

Arrancó, coinciden los diarios estadounidenses de izquierdas o derechas -liberales o conservadores les llaman aquí-, como un buen velocista: se comió los primeros cien metros sin que sus competidores se dieran cuenta. Pero bien dicen los entendidos en atletismo que los velocistas no son, nunca, buenos fondistas. Y, al decir de los mismos que no podían explicarse muy bien su ascenso en las pistas políticas de la presidencial estadounidense, a Donald Trump, el billonario, se le empieza a acabar el aire. Las encuestas aún no lo reflejan, pero la mayoría de análisis publicados en la prensa escrita de Estados Unidos coinciden en que “The Donald” ya empezó a trastabillar; solo hizo falta que la discusión se pusiera seria.


Factum
habló con tres académicos estadounidenses en Washington, antes del segundo debate entre 11 precandidatos republicanos que CNN televisó el miércoles 16 de septiembre, sobre el significado de la precandidatura de Trump y de su discurso antiimigrante. Los tres coinciden en que el fenómeno Trump es algo pasajero, pero adelantan que la precandidatura, y sobre todo el éxito sostenido entre la base republicana encuestada por varias firmas en los últimos dos meses, han servido para galvanizar el voto más conservador de los Estados Unidos, ese que cree firmemente en que los latinoamericanos son criminales, que vienen a este país a apropiarse de los puestos de empleo de los nativos y que todo eso se arregla construyendo una inmensa valla en la frontera con México. Ese estadounidense que, parafraseando a uno de los entrevistados, aún cree en la América blanca, exclusiva, menos diversa. Hicimos las mismas preguntas a los tres académicos. Aquí las interrogantes y las respuestas:

Eric Hershberg

Eric Hershberg, director del Centro de Estudios Latinos y Latinoamericanos de American University, Washington, DC.

Eric Hershberg, director del Centro de Estudios Latinos y Latinoamericanos de American University, Washington, DC.

¿Piensa que la insistencia del señor Trump con el tema migratorio definió de alguna manera la discusión política en la primaria republicana?

Las posiciones de varias facciones del partido republicano están claras y están bastante bien definidas. Trump no cambiará esas posiciones, pero su visibilidad obligará a los otros candidatos a referirse al tema migratorio en lugar de poner su atención en otros temas que preferirían tratar.

Hay quien asegura que la posición del señor Trump en el tema migratorio representa a una importante base del partido republicano, a votantes que siempre creyeron en la superioridad del nativo, incluso en la supremacía blanca, ¿es una apreciación correcta?

Sí, en el entendido que un segmento del partido, no todo, está de acuerdo con esas visiones nativistas; son personas que, en efecto, está vinculadas a una visión nostálgica de una América blanca, la cual parece estarse abriendo a una sociedad mucho más diversa, multilingüe y multicolor.

Más allá de la política electoral, y tomando en cuenta las cantidades de adeptos que han llegado a los mitines del señor Trump y el hecho de que él parece por ahora ser el puntero, ¿cree que esta visión xenófoba y nativista sigue siendo importante entre los estadounidenses, sobre todo a la luz de los constantes cambios demográficos?

Trump no es realmente el puntero: las mayorías, incluso las del partido republicano, nunca votarían por él. Trump es el precandidato que ha atraído por ahora alrededor de un cuarto de las intenciones de voto; ese es su techo, en una competencia -la primaria republicana- entre 17 candidatos, la cual se irá reduciendo considerablemente en los próximos meses. De cualquier forma, es por su lenguaje insultante y sus sentimientos desagradables que ha logrado llamar la atención.

¿Tiene futuro el partido republicano si sigue adherido a estas visiones?

Si lo tiene en el Congreso y en el nivel estatal. Para llegar a la presidencia requieren de una posición más moderada en el tema migratorio que les permita no perder el voto latino ahora y en el futuro. Irónicamente, el extremismo y la visibilidad de Trump, podrían permitir a otros candidatos como (Jeb) Bush articular una actitud que los latinos podrían encontrar más amigable, dado el contraste con el tono de Trump. Pero, de hecho, las propuestas políticas de Bush, más allá de tener un tono respetuoso, no abordará las necesidades más urgentes de las comunidades migrantes.

¿Tiene el señor Trump una oportunidad real de ganar la nominación republicana para la presidencial de 2016?

No.

Fulton Armstrong

Fulton Armstrong, profesor en American University, ex asesor en el senado de John Kerry, actual Secretario de los Estados Unidos, y ex asesor de inteligencia de la Casa Blanca.

Fulton Armstrong, profesor en American University, ex asesor en el senado de John Kerry, actual Secretario de los Estados Unidos, y ex asesor de inteligencia de la Casa Blanca.

¿Piensa que la insistencia del señor Trump con el tema migratorio definió de alguna manera la discusión política en la primaria republicana?

Las primarias suelen ser shows internos de los partidos (que sirven) para ganar apoyo entre la “base”, y gran parte de la retórica cambia cuando los candidatos intentan llegar al centro político durante la elección general. Por eso es natural que, sí, los visiones de Trump respecto a la migración hayan moldeado las discusiones durante las primarias. Otros candidatos no quisieron criticarlo: las declaraciones de Trump hicieron que (Jeb) Bush y (John) Kasich, quienes han sostenido posiciones y tonos diferentes a los de Trump, se vieran como más moderados, pero el miedo que le tienen a esta base del partido hace que se vean tímidos.

Hay quien asegura que la posición del señor Trump en el tema migratorio representa a una importante base del partido republicano, a votantes que siempre creyeron en la superioridad del nativo, incluso en la supremacía blanca, ¿es una apreciación correcta?

En experiencia, la mayoría de republicanos no son nativistas y mucho menos supremacistas blancos. Creo que lo que estamos viendo es a un partido dominado por una minoría pequeña, intensa, radical, cuyas visiones de la sociedad y la historia han sido formadas por un intenso resentimiento, incluso por el miedo a los cambios sociales que han ocurrido en los Estados Unidos desde los 60. Esa minoría esta convencida de que nuestra grandeza terminó y de que América ha dejado de crecer, así que según su visión política deben agarrarse a lo que sea. Esta minoría se ha juntado para formar esa base -estimada en un 20% del partido, sino es que de la sociedad- que, en estos tiempos de gran fragmentación social, política y económica, representa una voz que es mucho más formidable que su tamaño.

Más allá de la política electoral, y tomando en cuenta las cantidades de adeptos que han llegado a los mitines del señor Trump y el hecho de que él parece por ahora ser el puntero, ¿cree que esta visión xenófoba y nativista sigue siendo importante entre los estadounidenses, sobre todo a la luz de los constantes cambios demográficos?

No soy un experto, pero mi observación a la fecha es que la retórica de Trump está logrando dos cosas: atraer la atención de buscadores de curiosidades interesados en el espectáculo que supone un billonario que puede comprarse tanta atención con tan poca visión; e incrementar la participación de ese 20% -la base partidaria- que ya pensaban como él pero que no siempre tienen la posibilidad de celebrar sus posiciones en público. Creo que este espectáculo terminará pronto.

¿Tiene futuro el partido republicano si sigue adherido a estas visiones?

El GOP (Grand Old Party o Viejo gran partido, como también se llama al partido republicano) siempre tendrá al “uno por ciento” y al “diez por ciento” -con sus increíbles recursos- de su lado, pero nuestra visión de la democracia es que son los votos, no solo los dólares y las campañas, lo que más importa. Por razones tácticas, el partido está enfocado únicamente en esa base (y en atacar a Obama), y parecería que esta retórica de las primarias dañará mucho a los republicanos el próximo año, incluso con el centro político. En el largo plazo, sin embargo, la efectividad del partido languidecerá junto a la demografía de su base, y los republicanos entonces tendrán que moverse hacia el centro. Recuerda que el GOP es el partido de Lincoln, y cuando sus escritores decidan hacerlo encontrar muy buena retórica en su pasado sobre la defensa que han hecho de los derechos de los ciudadanos, de los residentes, aun de los inmigrantes.

¿Tiene el señor Trump una oportunidad real de ganar la nominación republicana para la presidencial de 2016?

No.

Michael Shifter

Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, uno de los tanques de pensamiento sobre Latinoamérica más respetados en Washington.

Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, uno de los tanques de pensamiento sobre Latinoamérica más respetados en Washington.

¿Piensa que la insistencia del señor Trump con el tema migratorio definió de alguna manera la discusión política en la primaria republicana?

No hay duda de que las posiciones de Trump en el tema migratorio, extremas y escandalosas, están definiendo los términos en que se está llevando el debate en la primaria republicana. Las visiones ofensivas de Trump están teniendo un impacto muy negativo en el partido republicano y son un regalo para los demócratas. Esas posiciones supondrán un examen crítico para los otros candidatos y para el partido en general. Si los republicanos quieren retomar la Casa Blanca tendrán que moverse hacia una posición más tolerante y liberal en el tema migratorio.

Hay quien asegura que la posición del señor Trump en el tema migratorio representa a una importante base del partido republicano, a votantes que siempre creyeron en la superioridad del nativo, incluso en la supremacía blanca, ¿es una apreciación correcta?

El partido republicano está profundamente dividido en el tema migratorio, y las posiciones cubre un rango bastante amplio. Algunos extremistas están del lado de los nativistas y de los supremacistas blancos. Pero hay otros en el partido quienes, como Jeb Bush, apoyan posturas más abiertas respecto a la legalización. La veta nativista, afortunadamente es menor y tiene menos importancia, y no todos los supremacistas blancos son republicanos, algunos son independientes, e incluso puede que haya algunos pocos entre los demócratas.

Más allá de la política electoral, y tomando en cuenta las cantidades de adeptos que han llegado a los mitines del señor Trump y el hecho de que él parece por ahora ser el puntero, ¿cree que esta visión xenófoba y nativista sigue siendo importante entre los estadounidenses, sobre todo a la luz de los constantes cambios demográficos?

La retórica ofensiva de Trump ha traído a la luz una faceta horrible de los Estados Unidos, pero afortunadamente no representa la visión de la mayoría en el país. De hecho, las transformaciones demográficas han sido profundas y están provocando actitudes más abiertas, tolerantes y liberales, sobre todo entre la gente joven. Es una tendencia innegable y alentadora.

¿Tiene futuro el partido republicano si sigue adherido a estas visiones?

A la luz de la creciente influencia de los latinos, el partido republicano la tendrá muy difícil en su afán de recuperar la Casa Blanca si se adhiere a visiones extremas e intolerantes sobre la migración. No es imposible, pero será muy difícil. Los estrategas republicanos inteligentes entienden esta realidad.

¿Tiene el señor Trump una oportunidad real de ganar la nominación republicana para la presidencial de 2016?

Es altamente improbable que Trump sea el nominado republicano para la candidatura presidencial. Es claro que se le había subestimado hasta ahora, y ha seguido creciendo en las encuestas, pero eventualmente los votantes se concentrarán en temas serios y en las responsabilidades que implica ser presidente. Cuando lo hagan, el apoyo a Trump se desplomará y otros candidatos más plausibles serán más visibles.

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Estas últimas palabras de Michael Shifter, escritas hace dos semanas, antes del debate de CNN el miércoles 16 de septiembre, parecen hoy proféticas. En ese debate, de acuerdo a las reseñas publicadas el día siguiente por los influyentes New York Times The Washington Post, Trump no logró responder en forma convincente a preguntas sobre política exterior o economía doméstica, lo que abrió el espacio para que otros candidatos se lucieran. Pero no fueron las nuevas estrellas quienes eran precandidatos populares antes de la Trumpmanía, como Jeb Bush o Marco Rubio, sino que, al decir de CNN, fue Carly Fiorina, una ex ejecutiva de la Hewlett Packard sin experiencia política alguna, la que se impuso. Fiorina está a la derecha de Trump en temas como el aborto o la austeridad fiscal, pero su lenguaje se parece más al de una política profesional que al de un showman.

Carly Fiorina, la nueva estrella de la primaria republicana. Foto tomada de Flickr, con licencia de Creative Commons.

Carly Fiorina, la nueva estrella de la primaria republicana. Foto tomada de Flickr, con licencia de Creative Commons.

Ilustración destacada por Otto, publicada con su permiso.

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