El ex presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, será juzgado por tres delitos: asociación ilícita, defraudación aduanera y cohecho pasivo. Así lo determinó el juez Miguel Ángel Gálvez, del órgano judicial guatemalteco, quien a su vez afirmó que es “prudente” mantener en prisión a Pérez.
Tras una audiencia que duró aproximadamente siete horas, el juez Gálvez consideró que hay “fuertes indicios” de involucramiento del ex presidente en los actos de corrupción aduanal conocida como la “La Línea”, la cual vincula a 39 personas, entre ellas la ex vicepresidente, Roxana Baldetti y Juan Carlos Monzón, su ex secretario privado, quienes también guardan prisión.
Por su parte, la defensa de Pérez Molina intentó, sin mayores logros, cambiar la cárcel preventiva por medidas sustitutivas. La defensa incluso entregó los pasaportes de Pérez, como muestra de buena voluntad.
“Los hombres nacen libres y deben permanecer libres, solo se debe mantener en cuando se les ha detectado culpabilidad. La prisión preventiva es para los más peligrosos”
–César Calderón, abogado del ex presidente Otto Pérez Molina
Pese al discurso de Calderón, el juez consideró que “hay que garantizar la presencia del acusado durante el proceso”, expresó. Por ello, Pérez seguirá guardando prisión en el Cuartel Militar de Matamoros, de la capital guatemalteca.
La “Línea” se habría apropiado alrededor de 29 millones de quetzales (3,7 millones de dólares), producto de extorsiones en las aduanas y fue detectada por medio de escuchas telefónicas en una investigación judicial del Ministerio Público (MP), y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Estas escuchas estarían ligando al ex presidente y es la principal prueba con la que es acusado.
Por su parte, Pérez Molina afirmó “no entender por qué lo están ligando”, pues considera que no existe mayor vinculación en las escuchas telefónicas.
“El Ministerio Público ha jalado todo y lo está metiendo en una sola canasta”
– Otto Pérez Molina
Mientras abandonaba la sala de audiencias del Juzgado B de Mayor Riesgo, Peréz Molina afirmó que se sentía “tranquilo”, pues aseguraba no haber participado en ningún negocio criminal.
El Ministerio Público guatemalteco y la defensa tendrán tres meses, hasta el 7 de diciembre, para analizar toda la información respectiva servirá de base para determinar si el ex presidente es culpable o no.
El juicio final será llevado a cabo el 21 de diciembre de este año 2015.
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