La nueva Corte Suprema y el próximo fiscal general en manos de la Asamblea de Bukele

El partido Nuevas Ideas se encamina a una victoria histórica: los datos preliminares del Tribunal Supremo Electoral le otorgan una supermayoría legislativa, con una bancada que podría superar los 56 diputados, según la tendencia del escrutinio preliminar. Con el control absoluto de la Asamblea Legislativa, el presidente no solo podrá disponer de más recursos y tener nula fiscalización; también podrá decidir en otras instituciones claves del Estado: elegir a las cabezas de la Corte Suprema de Justicia y de la Fiscalía General de la República, el ente encargado de dirigir la acción penal en El Salvador. 

Ilustración FACTUM/Andrea Maida


La Asamblea Legislativa estará al servicio del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y le podrá conceder todos sus deseos: dinero de préstamos sin ninguna condición, aprobación de presupuestos sin austeridad, funcionarios como magistrados y fiscal general a su medida, entre otros. Bukele gobernará El Salvador, desde el 1 de mayo próximo, sin ninguna oposición política. Eso lo decidieron los votantes este 28 de febrero de 2021.

El mandatario salvadoreño, que está en el ojo de instituciones internacionales de derechos humanos y del mismo gobierno demócrata de Estados Unidos y de otros países por sus posturas autocráticas que han puesto en peligro el estado de derecho en el país, tendrá a su disposición el poder legislativo durante los últimos tres años de su gobierno. Bukele tendrá la oportunidad de reformar leyes secundarias, cambiar los códigos penales y avanzar en las sonadas reformas a la Constitución salvadoreña que promueven funcionarios de su administración, encabezados por el vicepresidente, Félix Ulloa. 

Dos de las principales decisiones de la nueva Asamblea Legislativa para los próximos meses están relacionadas con la elección de funcionarios de segundo grado. La primera corresponde a cinco magistrados de la Corte Suprema de Justicia, entre ellos el presidente de la Sala de lo Constitucional, a su vez presidente del Órgano Judicial, que terminan su periodo a finales de junio.

La otra elección clave es la del sucesor de Raúl Melara al frente de la Fiscalía General de la República, quien termina su periodo en diciembre de 2021. Melara ha sido duramente criticado por el presidente Bukele. El fiscal general, según la legislación salvadoreña, es el responsable de iniciar las acciones penales y dirigir a la Policía durante las investigaciones. En los últimos meses esa relación, Fiscalía-Policía, ha sido tensa por la negativa de la policía, plegada a los intereses presidenciales, de someterse a la Fiscalía en la investigación de potenciales delitos. El caso más reciente es cuando policías intentaron limitar un allanamiento fiscal en el ministerio de Salud, como parte de una investigación por compras irregulares realizadas durante la pandemia por el Covid-19.

Le corresponderá a esa Asamblea con mayoría de diputados de Nuevas Ideas la elección de los magistrados de la Corte de Cuentas -en este caso con mayoría simple- y al próximo procurador de Derechos Humanos, otro funcionario que ha sido cuestionado por el presidente Bukele.

Un miembro de una JRV del partido Nuevas Ideas deposita sus votos en el Centro de Votación del bulevar del Hipódromo. Foto FACTUM/ Salvador MELENDEZ

Los electores salvadoreños pusieron fin a sus preferencias antiguas de partidos políticos mayoritarios surgidos de las entrañas de una guerra que duró más de una década en los años ochenta. Nuevas Ideas captó los votos de cientos de miles de salvadoreños que llegaron a sextuplicar a sus más cercanos adversarios, en este caso los del partido Arena, según los datos del tribunal electoral recogidos por Factum.

El depósito de confianza de los electores salvadoreños en Nuevas Ideas y en Bukele es mayúsculo. No tuvieron reparos en otorgar plenitud de poderes al presidente, pese a sus señalamientos de corrupción, nepotismo y deficiente conducción financiera y política. 

Alrededor de 60 diputados de la Asamblea Legislativa estarán al servicio del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, desde el 1 de mayo de 2021, según las tendencias que arrojaron los resultados preliminares de las elecciones parlamentarias hacia la madrugada de este 1 de marzo. Luego de un día de elecciones salpicado de irregularidades, como la apertura tardía de centros de votación y el mismo presidente llamando ilegalmente al voto para su partido Nuevas Ideas, el Tribunal Supremo Electoral encendió el sistema de conteo de votos y las tendencias de las encuestas de universidades de los últimos meses se empezaron a concretar.

Nuevas Ideas arrasó con las votaciones legislativas en los 14 departamentos salvadoreños y empujó a los dos antiguos partidos mayoritarios, Arena y FMLN, a la irrelevancia como oposición. De hecho, uno de los aliados de Nuevas Ideas en la Asamblea Legislativa, el partido GANA, se estableció como tercera fuerza, preliminarmente, con los datos que divulgó el tribunal electoral hasta la 1 de la mañana del 1 de marzo. Si las tendencias se mantienen, Nuevas Ideas podría llegar a tener entre 55 y 58 diputados, según los cálculos de Factum basados en los datos preliminares del TSE. 

Es un dato sin precedentes en la historia del país. En 1991, el partido Arena alcanzó su máximo histórico, y la cifra más alta hasta ahora de diputados para una sola bancada: 39 diputados.

Voto cruzado para elección de la Asamblea Legislativa en San Salvador. Foto FACTUM/Gerson Nájera

Hasta la 1 de la mañana, con el 30 por ciento de las actas procesadas, Nuevas Ideas tenía una tendencia de lograr 55 legisladores a escala nacional, seguidos por el partido Arena, con 15 diputados. En tercer lugar aparecía GANA, aliados de Bukele, con cinco diputados, que desplazó al histórico izquierdista FMLN, con cuatro parlamentarios. Mientras que los partidos rémoras o bisagras que ayudaron a gobernar a areneros y efemelenistas por tres décadas seguirían vivos con un mínimo de legisladores, como el caso del PCN, con dos diputados, y el PDC, con uno. Los nuevos partidos Nuestro Tiempo y Vamos podrían lograr un diputado cada uno, si las tendencias se mantienen. Hasta la hora de revisión de los datos hecha por Factum, la nueva primera fuerza, indiscutible, era Nuevas Ideas. 

En dos años, Bukele ganó la Presidencia de la República y se agenció una supermayoría de diputados de su propio partido en la Asamblea Legislativa. Sin oposición, el mandatario tiene un El Salvador emproblemado con una deficiente economía y problemas profundos de seguridad pública que ha sabido sortear con reducciones de homicidios, sin solucionar las causas sociales que provocan la integración de personas en las pandillas. 

El tribunal electoral se proyecta terminar con el conteo preliminar entre el 1 y 2 de marzo y comenzar el escrutinio definitivo. Con el preliminar, es suficiente para corroborar las tendencias. Nuevas Ideas también cambió el mapa político de los concejos municipales y ganó las cabeceras de Santa Ana, en occidente, y de San Miguel, en oriente, mientras luchaba, durante la madrugada, por quitarle a Arena la Alcaldía de San Salvador.

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