Hace una semana una de las marcas de servicios de telefonía que opera en El Salvador relanzó su imagen con una campaña que me pareció una más de esas que quiere proyectar un marca actual y empática con las demandas sociales más progresistas. Digicel propone un futuro que solo llegará cuando los prejuicios sean superados y la libertad se imponga sobre el rancio conservadurismo. El spot de lanzamiento de un minuto circuló por redes sociales y empezó a levantar tras de sí la histeria de las intolerancias: por un lado los moralistas más rancios se quejaban amargamente por los que para ellos son antivalores mostrados en la campaña que para otros son llanas realidades (curas corruptos, lesbianas amorosas, transgéneros de fiesta); por el otro lado, los activistas sociales se quejaban de trivialidad y estereotipos que reivindican precisamente las mismas demandas que la campaña usa (hartazgo de la corrupción, igualdad de derechos, empoderamiento de la mujer y la eliminación de la homofobia), ambos bandos de detractores mostraban su indignación apelando a su propia ortodoxia. Pero también hay un buen número de entusiastas sin filiación identificable a favor de la campaña, a quienes les gusta como está y que minimizan los defectos ante el atrevimiento de venir a decir estas cosas en un país con mentalidades predominantemente medievales como El Salvador.
Por su puesto, el Consejo Nacional de la Publicidad (CNP) ya pidió a Digicel que retire el spot por atentar contra los valores y la moral, o como predica el presidente del CNP, Sherman Calvo, en el diario digital católico Laus Deo, porque los publicistas de Digicel “cayeron en la tentación de usar en los mensajes la denigración recurriendo a imágenes indecorosas y argumentos polémicos para “llamar la atención”, provocando escándalo, repulsa, división social e irrespeto a la familia y a la Iglesia Católica”. Hace un poco más de un mes Digicel dejó de ser cliente de la agencia publicitaria propiedad de Calvo. Ya en octubre de 2013 Calvo y el CNP censuraron una valla publicitaria por contener un mensaje que reivindicaba el derecho a la identidad de género de las mujeres lesbianas.
Así las cosas, paso a seguir con el comentario que me provoca el presente caso.
La publicidad es la forma de comunicación social más honestas que existe: siempre dice “soy publicidad, te estoy vendiendo algo, y, ya sabes, voy a tratar de manipular tu mente”. Nos puede molestar que la mayoría de las veces nos venda trivialidades y nos cree la necesidad de comprar cosas que en realidad no necesitamos, también nos puede molestar que se valga de los estereotipos y de la simpleza del lenguaje para cumplir sus objetivos, y la podemos acusar de instalar prejuicios y de intentar hacernos creer que vivimos en un mundo bonito que mejorará aún más si compramos lo que nos propone. Todo eso es molesto, es cierto, pero, repito, la publicidad nos quiere engañar pero siempre con previo aviso.
El problema no es que la publicidad engañe. El problema es que todos deseamos ser engañados y muchos de nuestros deseos subsisten al margen de nuestra razón y de nuestra ética vital. El problema es que la publicidad es una técnica magistralmente desarrollada por décadas para encontrar la manera más efectiva de conectar nuestros deseos más profundos con los atributos de las marcas y productos que se exhiben en el mercado. Estas técnicas también serían aplicables para campañas sociales, pero los buenos publicistas son caros y el dinero siempre está del lado del dinero no de las buenas causas. El problema se agrava en sociedades con poco acceso a información y a diversas culturas, porque entre más información y más diversidad consume el ser humano más fácil le será rechazar estereotipos y poner resistencia a los mensajes falaces. La mejor publicidad se hace en los países más educados porque se le exige más en todos los términos.
Entonces, la verdadera mala noticia es que en El Salvador el problema es grave, gravísimo. Nuestro sistema educativo nacional apenas ofrece herramientas para ser un analfabeta funcional, no abunda en herramientas para el discernimiento ni para el razonamiento creativo, y está condicionado por creencias conservadoras y reaccionarias ante cualquiera novedad que busque actualizar la pedagogía en aras de abrir mentalidades. Nuestra educación nacional es un reflejo de nuestra política, que a su vez es reflejo de la mayoría de la sociedad. Y ya sabemos que vivimos en un país en el que la democracia equivale a la dictadura de la mayoría que busca someter, cuando no eliminar, a las minorías, no tolera el disenso ni mucho menos la rebeldía activa.
La buena noticia es que hay un mundo fuera de la fronteras mentales de El Salvador, un mundo que, en su diversidad, ha ido cambiando y hoy en día es más fácil conocer esos cambios por canales más autónomos y horizontales, y menos controlados por las hordas reaccionarias y los gobiernos sometidos al calendario electoral. Internet y las redes sociales han hecho accesible la información de lo que pasa y de lo que pasó en el mundo. Es cierto que también hace falta educación para saber distinguir la paja del trigo, la información del conocimiento, pero tener acceso más o menos libre a la información ya es ganancia. Otra cosa que es cierta es que el acceso a internet ha sido motivado por intereses comerciales antes que por intereses humanísticos, y la libertad que se exige para el Internet es en realidad libertad de mercado porque nada nunca ha beneficiado tanto al mercado como contar con canales directos para llegar al público sin la mediación de gobiernos ni medios de comunicación tradicionales. La libertad de expresión y el derecho a información son efectos colaterales de la libertad de mercado, y aunque muchas veces molestan a las marcas el balance costo-beneficio es contundente. Así, tenemos una conexión a internet en nuestra casa o en nuestro telefóno porque nos lo vendió una empresa que vende ese servicio, porque nos convenció de que lo necesitábamos usando esas técnicas de las que nos quejamos libremente en los canales que pagamos con una cuota mensual.
Pues en estos días una de esas empresas llamada Digicel nos está vendiendo su nueva imagen para vendernos sus nuevos servicios, y está usando mensajes extraídos de nosotros mismos pero envueltos en envases genéricos, por lo tanto consumibles para más gente. No son mensajes para feministas, ni para activistas de derechos humanos, ni para promotores de la igualdad para la población LGBTI, son mensajes para consumidores y consumidoras que han recibido su educación en El Salvador y en los países donde Digicel vende sus servicio, donde hay consumidores que aspiran a esos estilos de vida que se cuelan en las series de televisión, en películas, en otros anuncios y hasta en libros, muchos de los cuales circulan libremente en internet. Digicel no está haciendo una campaña social, ni promoviendo la libertad, ni la cultura, ni el estado laico, ni la diversidad: está vendiendo su nuevo 4G, está pidiendo al público que deje su compañía actual y se pase a Digicel porque Digicel le hará sentirse conectados con el mundo, libre, actual, rebelde y cool como las guapísimas lesbianas y el sensible metalero que ayuda en las tareas del hogar. A Digicel no le importa la igualdad de derechos ni reivindicar el activismo de los militantes de ONG o colectivos ciudadanos, le importa vender, y eso lo grita honestamente. Somos nosotros –tan bienintencionados– los que queremos pelearnos con ellos porque lo están haciendo mejor que nosotros, y esto incluye a las marcas y empresas publicitarias de la competencia que quieren censurar la campaña atrincherándose en la inconstitucional “moral pública”. Y eso no parece que vaya a cambiar en el futuro, aunque nos conectemos todos al 4G de Digicel.
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14 Responses to “El problema es que Digicel evidenció la intolerancia del presente mejor que nosotros”
La publicidad de Digicel era ofensiva para la comunidad LGBTI, los hacía ver como tontos, francamente. A mi Digicel no me engaña, lo que querían era justamente crear una controversia para crear brand awareness. Esos anuncios de Digicel definitivamente no decían nada favorable de nadie.
¡No se en que mundo estoy¡ : No me había enterado de tal controversia. he tenido que leer tres veces el artículo; para medio ubicarme; y medio ubicado como estoy, creo que es una controversia entre hipócritas mercantilistas cazabobos; (los bobos somos los consumidores).. El Consejo Nacional de Publicidad, tiene un nombre demasiado serio para ser circo; Calvo presidente del CNP es un publicista que llevaba la cuenta Digicel; y le piden retire el tal anuncio por.. denigrante y no se que cosas mas. Habrase visto, si no somos manipulados, que me ponen a perder mi tiempo en esto… jajaj.. pero sigamos con el entretenimiento: El tal anunció; que me he visto obligado a ver; esta muy bien… y me hace ver la banalización de nosotros y la sofisticación del mercantilismo. Asi será el futuro. ¡Ay de nosotros¡; por ello recuero a Diogenes; que cotaba que le gustaba ir al mercado; para poder ver cuantas cosas vendían y que no necesitaba… ese planteamiento fue retomado por el extinto Facundo Cabral. Honesta publicidad… Digicel debería darle las gracias al articulista pues a mas de alguno nos ha hecho ver el tal anuncio: Claro está…ellos superar por muchos mis necesidades que estoy presto a ajustarlas al decir de Diogenes…. solo para llevar la contraria pues¡¡ .. creo le hemos metido demasiado seso a esto…
Estimado
Le recomiendo empiece usted a tolerar las opiniones contrarias y el derecho de quienes se han manisfestado en contra de esta campaña. No confunda “libertad” con “libertinaje”… No sea uno bloguero más por moda…
He quedado mareada al leer este artículo. Más me parece una disertación para sus amigos ¿publicistas? ¿periodistas? o vaya a saber a quienes quiere demostrarles que es un tío muy moderno, muy actualizado, que tiene que enseñarle a todos esos analfabetas que le rodean.
Pues bien, uno más , del mismo tipo, que no saben ni donde están parados, ni que son, ni para donde van. Yo, seguiré siendo premedieval.
La revista en general aborda varios temas de naturaleza social desde una perspectiva realista… muchos de nosotros preferimos estar ajenos y cerrar los ojos a la realidad. Debemos tener conciencia de nosotros mismos y aprender a tolerarla . No hay otra salida. No depende de un gobierno o de una organizacion corregir al mundo. depende de nosotros mismos siendo entes de cambio. Debemos Auto formarnos, vivir con valores y replicarlos en nuestros hijos haciendo lo correcto. Si todos tomamos esta misión … en un futuro si podremos decir que nosotros directamente hemos hecho algo para cambiar la sociedad.
Me encantan los temas que abordan. Son parte de nuestra realidad social
Estimado Elmer, tilde todo lo que quiera de intolerante a esta nación, pero El Salvador se resiste a ser un país del montón, que suprime cada día sus valores por fenómenos como el consumismo y el laicismo. Hoy es complicado defender los derechos humanos, porque a nadie le interesan. Hoy a uno por no seguir la corriente absurda del modernismo lo tildan de intolerante. Tolerar (Ignorar) lo que está mal, es estar muerto en vida. Que le aproveche.
Romeo, creo que estamos de acuerdo en casi todo, solo que tú argumentas con otra información de la que yo no disponía, y me parece muy valioso el aporte. Solo replicaría que el “brand awareness’ también tiene como último propósito vender, tanto el abstracto de la marca y sus atributos, como sus productos y servicios.
René, creo que han entendido mal el sentido que le doy al concepto de honestidad: no estoy diciendo que sea bueno que lo hagan, lo que digo es que la publicidad siempre se identifica como publicidad, y me refiero a que no te dicen que son otra cosa, en ese sentido hablo de honestidad. Claro que mienten en los mensajes que lanzan, pero mienten anunciándote antes que son mentirosos (obviamente no lo hacen literalmente). Noto que te molestó mi opinión y que obviamente no estás de acuerdo, por eso agradezco que te hayas tomado el tiempo para responder, pero cuando dices “Bueno disiento de tu forma de pensar, déjanos a los ignorantes vivir nuestra sociedad y vete a vivir tu paraíso de tolerancia, a Europa!” estás confirmando lo que yo escribo, las mayorías solo quieren eliminar los desacuerdos, mandarlos lejos, a Europa o la tumba, y en eso no definitivamente no estamos de acuerdo.
Ricardo, gracias por comentar, creo entiendes bien lo que significa tener derecho de opinión y respetar a quien no pina como tú. Saludos.
Lo irónico es que gente de Europa, primermundista, de mente amplia, con mayor educación, etc, etc, etc también les sorprende ese tipo de publicidad
Estimado, comprendo su posición en el artículo. En el afán de ser objetivo y de no enfocarse si el mensaje de la campaña es bueno o malo me permito plantearlo lo siguiente. Digicel es una compañía “for profit”, el objetivo esencial de su dueño Dennis O’Brien es generar una rentabilidad en su inversión, una ganancia que le permita incrementar su fortuna y reinvertir en sus muchos negocios.
¿Ud cree que Digicel busca enarbolar los mensajes de tolerancia, igualdad, etc? Si esto fuera así, como empresa cambiarían su enfoque en todos los mercados en los que la compañía tiene presencia pero realmente no ha sido así el caso. Vea usted los sitios web de Digicel Panamá, Digicel Jamaica, Digicel Haití, etc. y poco han cambiado con respecto a la estrategia publicitaria previa. Esto es porque en Jamaica y Haití por ejemplo Digicel es el claro líder del mercado, por lo que la estrategia más bien es de mantener su parque de clientes, no de “romper el mercado” como puede ser en el caso de El Salvador.
¿Será entonces que Digicel El Salvador quería lanzar una campaña que creara controversia para generar “brand awareness”? Esto me parece más probable. La empresa trae al menos cuatro o cinco años en los que las ventas de recargas y cantidad de usuarios activos han caído constantemente año con año, y emulando los pasos de WOM en Chile buscaron una campaña para generar controversia y atraer a un segmento del mercado específico. Una apuesta bastante arriesgada, probablemente el último intento de levantar la marca y los resultados de la empresa para conseguir una venta rentable al mediano plazo.
No hay que caer en el juego de una empresa. A ellos no les interesa lo que pueda pasar en la sociedad salvadoreña, desean obtener resultados. No hay que ser ingenuos. Al final cada quien decidirá donde lleva sus negocios.
“soy publicidad, te estoy vendiendo algo, y, ya sabes, voy a tratar de manipular tu mente”
Esto es la media verdad, mas mentirosa que he leído en mucho tiempo!! Y lo Veo a diario en la publicidad! Manipular la mente es lo mas honesto que hay para ti! Bueno disiento de tu forma de pensar, déjanos a los ignorantes vivir nuestra sociedad y vete a vivir tu paraíso de tolerancia, a Europa! Te explico algo, somos latinos, somos religiosos culturalmente, por eso hay hipocresía esa que tu mencionas, si tu vas a venderme algo, quiero identificarme con tu producto. Y la mayoría de salvadoreños nos sentimos agredidos! Y la mayoría siempre gana! No te gusta! Bueno, a mi no me gusta este gobierno, no me gusta la cultura del derecho, no me gusta que me manipulen la mente, pero lo tengo que tolerar! (sobre todo las mentiras de la publicidad) Bienvenido al presente!
Estimado Elmer estoy en completo desacuerdo, ese spot es intolerante en cuanto a mis creencias, al igual que no soy quien para decirte que debes pensar y como debes comportarte, tu tampoco puedes hacer lo mismo, han confundido la libre expresion con insultar a los demas a diestra y siniestra, igual de mal esta insultar a las personas que piensan como tu
Saludos