Una Arena a la deriva elige nuevo presidente

Arena, que se mueve entre los conflictos internos y la incertidumbre electoral de cara a 2021, tiene un nuevo presidente: Gustavo López. Y ya tiene tarea: mantener una cantidad de diputados que le siga dando peso político a su partido en la Asamblea Legislativa en el próximo periodo. Aunque los desencuentros internos en Arena y la mala imagen del partido le van a significar a López un desgaste que a su antecesor, Mauricio Interiano, lo llevó a renunciar.

Foto FACTUM/Salvador Meléndez


Arena, principal partido de oposición de El Salvador, eligió este domingo 25 de agosto a Gustavo López Davidson como nuevo presidente de su Consejo Ejecutivo Nacional (Coena). Casi 16,000 areneros ―de un registro de 127,543 con derecho a voto― escogieron a López mientras su partido pasa por un prolongado conflicto interno que se ha manifestado en sus elecciones para elegir candidato presidencial; en las disidencias de diputados y alcaldes contra la dirección partidaria; en la derrota de la elección presidencial del 3 de febrero de 2019, y, con mayor intensidad, luego de la renuncia del expresidente del partido Mauricio Interino en junio pasado.

López presidirá una Arena que en apariencias es una oposición saludable: desde 2018, el partido de derecha gobierna 139 alcaldías de 262 y tiene 37 diputados de 84 en la Asamblea Legislativa. Arena es el partido con más alcaldes y diputados de El Salvador. Esos cargos de elección popular, sin embargo, los ganó hace un año y seis meses contra un partido en el gobierno, el FMLN, en franca caída electoral tras el desgaste de dos administraciones, las acusaciones por lavado de dinero y peculado de su primer presidente, Mauricio Funes, y la inercia de su segundo gobierno liderado por Salvador Sánchez Cerén.

Terminar con las divisiones internas, convencer a la población de su oferta política, ser una oposición contralora de institucionalidad y democracia fueron las primeras tareas que enumeró López luego de ganar la elección este domingo. “Va a haber un nuevo Coena, una Comisión Política nueva, y hablando se entiende la gente, siempre y cuando se tenga el ADN de Arena, eso sí”, dijo López, en referencia a las disidencias de diputados areneros a quienes ligan como simpatizantes del gobierno del nuevo presidente de la República, Nayib Bukele.

El discurso de López navegó entre el reconocimiento de que el partido ha integrado en sus filas a “gente mala y corrupta” que “ha manchado el nombre” del partido y sobre el reto para 2021 de mantenerse como el grupo parlamentario de mayor representación en la Asamblea Legislativa. “La única manera en que lo vamos a lograr es teniendo un partido extremadamente unido, donde no haya cabida para oportunistas ni divisionistas (…), creo que me doy a entender”, advirtió López, en referencia a los disensos actuales. Sin embargo, también reconoció que hay un “camino empedrado” para esos objetivos.

El nuevo presidente arenero añadió que su papel de opositor se basará en apoyar los planes gubernamentales que sean “positivos” para El Salvador y que sean “económicamente” viables. “Pero vamos a ser yucas (difíciles) si alguien quiere cambiar las reglas del juego y volver a este país un sistema populista. No hay cabida para el populismo y nuestros diputados son esa gran defensa”, mencionó López.

La llegada de López a la presidencia del Coena ocurre luego de una derrota en la elección presidencial de febrero, pese a las apariencias que le daban a Arena una imagen de partido fuerte y sin competencia real. La incursión de Nayib Bukele al escenario político que durante tres décadas solo había sido disputado por Arena y FMLN desestabilizó el sistema de dos partidos mayoritarios respaldados por partidos bisagras y significó el triunfo de una tercera fuerza política. López ahora tendrá como principal opositora no a la fuerza que acostumbró Arena durante años, concentrada en el FMLN, sino a una distinta, aunque con ciertos puntos en común con su partido.

El nuevo presidente del COENA, el empresario farmacéutico, Gustavo López Davidson, (sexto desde la izquierda) durante el final de la jornada de las elecciones internas, el 25 de agosto de 2019, posando junto con la planilla que conformará el nuevo COENA.
FOTO FACTUM/ Salvador MELENDEZ

La Arena opositora del gobierno de Bukele aún no ha cobrado relevancia, como sí ha sucedido con el FMLN, el expartido del actual presidente, que se mantiene en un conflicto constante de acusaciones de corrupción con el mandatario. Dos fuentes legislativas de Arena que en las últimas semanas fueron consultadas por Factum mencionaron que dentro del partido hay buenos comentarios sobre miembros del gabinete de Bukele y que, hasta ahora, por esa cercanía, no se han visto en la necesidad de contrariar el trabajo del gobierno. Aunque en su primer discurso López advirtió sobre el papel de Arena como opositora al gobierno.

En su primer discurso, López tuvo a sus espaldas a los nuevos miembros del Coena que fueron elegidos junto a él como planilla. Entre los rostros más conocidos están Celina de Ávila, quien será directora de asuntos internacionales y que en el pasado fue integrante del Coena dirigido por Jorge Velado y de la Comisión Política durante la gestión de Mauricio Interiano. También Selim Alabí, quien se repetirá en el cargo de director de asuntos electorales que ya desempeña en la actual gestión. Steffany Escobar, diputada suplente de Arena, será directora de asuntos jurídicos. Y Mishelle Linares, concejal de la alcaldía de San Salvador gobernada por Ernesto Muyshondt, como directora de actas y acuerdos, y la diputada Marcela Villatoro, quien años atrás asistió a Muyshondt cuando este fue diputado por San Salvador, será directora de asuntos políticos.

Ernesto Muyshondt ha sido un personaje con manejo de poder dentro de Arena en los últimos años. A finales de 2018, pese a estar en la alcaldía de San Salvador, influyó en la negativa de la mayoría de los diputados areneros para nombrar a Sonia Cortez de Madriz como magistrada de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. La dirigencia arenera se negaba a permitir que Cortez de Madriz, favorita de GANA, partido que se integró con exareneros que renunciaron al partido para seguir al expresidente Antonio Saca, integrara la sala. Los diputados disidentes Gustavo Escalante y Arturo Magaña se unieron al discurso de Muyshondt de terminar con el estancamiento de la elección de magistrados y los demás legisladores se terminaron uniendo.

Muyshondt también adoptó el discurso de que el Coena de Mauricio Interiano debía renunciar de inmediato luego de la derrota en la presidencial del 3 de febrero. Aunque no fue de inmediato, entre mayo y junio, miembros de Arena denunciaron en público que el Coena firmó préstamos sin el conocimiento de la Comisión Política, lo que podría derivar en delitos. Días después, Interiano anunció su renuncia y fue Rolando Alvarenga, vicepresidente de ideología, quien tomó la presidencia interina del partido. Sobre el caso de los préstamos nadie en el partido volvió a abordar los señalamientos.

Entre quienes denunciaron las anomalías de la gestión de Interiano estuvo Gerardo Barón, quien ha sido candidato a alcalde de Nuevo Cuscatlán y representante de sectores partidarios en Arena. Barón cree que su partido no tiene buen futuro hacia 2021 y augura que Arena podría caer de tener 37 diputados en la actualidad a tener entre ocho y diez legisladores. De hecho, pese a las apariencias de ser mayoría en alcaldías y diputaciones, Arena cayó en preferencias reales en solo un año.

Para las legislativas de 2018, el partido obtuvo 886,365 votos, mientras que para la presidencial de 2019 se agenció 857,054 votos, es decir 29,311 votos menos. Sin embargo, la cantidad de 2019 es acumulada, debido a la coalición que hizo Arena con el PCN, el PDC y Democracia Salvadoreña. En realidad, solo el partido Arena ganó 770,950 votos, una reducción real de 115,415. Barón basa también su proyección en el estancamiento de la imagen negativa que mantienen los partidos de oposición en las encuestas.

López parece consciente del panorama que tiene enfrente. Aceptó las dificultades que tiene su partido desde su primer discurso en la sede del Coena junto a su equipo. Otros miembros de ese grupo son Erick Roberto Tadeo Salguero Cezeña, como vicepresidente de ideología; Erick Orlando Contreras Pineda, como vicepresidente de organización; y José Ernesto Castellanos Campos, como vicepresidente de campaña. Otros directores son Mauricio Eduardo Cuéllar, de información y comunicaciones; Carlos Antonio Borja Letona, de asuntos económicos y financieros; Eduardo Salomón Lacayo Cáceres, de afiliación y estadística; y Leticia de Jesús Hernández Sánchez, de promoción social.

Gustavo López ganó las elecciones internas de Arena entre señalamientos del equipo de su adversario, Francisco Manzur, de que hubo favoritismos hacia López en los centros de votación, así como concejales y alcaldes que influenciaron a los votantes para favorecer a López. El nuevo presidente de Arena ganó con 15,542 votos (72.8% del total), contra 5,803 (27.2%) que obtuvo Manzur. Los dos candidatos sumaron 21,345 votos de un padrón de 127,345 afiliados con derecho a voto. Es decir que las elecciones de Arena se resolvieron con la decisión de solo un 16.7% de sus miembros. A López, de ese porcentaje, le fue suficiente con ganar el 12.2%.

El nuevo presidente de Arena fue precandidato presidencial para las elecciones de 2019. Perdió entonces contra Javier Simán y contra Carlos Calleja, quien fue el candidato y el que lideró la campaña electoral en que el partido de derecha sufrió su tercera derrota presidencial consecutiva y la cuarta en su historia.

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