Arena: la segunda opción política después de “ninguna”

El partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena) se perfila como el gran ganador del 4 de marzo de 2018. La mayoría de encuestas apuntan a unas elecciones municipales y legislativas con Arena a la cabeza en intención de voto. Las posibilidades de adherir más diputados a los 35 que ya integran su grupo parlamentario y más alcaldías a las 132 que ganó en 2015 son altas. Hay un sinsabor, eso sí, no solo para Arena: estas elecciones van a ocurrir en horas bajas para los partidos políticos. La falta de credibilidad que ha causado la corrupción y la incapacidad de los funcionarios públicos para resolver problemas como la inseguridad han minado la simpatía hacia los políticos salvadoreños. Las encuestas electorales coinciden en porcentajes de intención de voto tan bajos que cabe esta sentencia: Arena podría ganar mucho con poco. En todo caso, la amplitud territorial que conllevaría el aumento de alcaldes y diputados les facilitarán a los areneros la campaña presidencial para 2019. ¿Se puede pensar en la alternancia de la izquierda a la derecha a partir de lo que ocurra este 4 de marzo?

Foto FACTUM/Salvador Meléndez


Las encuestas de opinión sobre los partidos políticos los tienen por el suelo. Arena y FMLN han pasado de ser aclamados a ser indiferentes para las mayorías. Más de la mitad de los salvadoreños no sabe si irá a votar el 4 de marzo de 2018. Más de la mitad de los salvadoreños no quiere que ni Arena ni el FMLN gobiernen desde la Presidencia de la República a partir de 2019.

Una muestra: la más reciente encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la UCA refleja que los dos partidos mayoritarios han engrosado sus porcentajes de mala imagen. Una mayoría de salvadoreños no cree que los partidos políticos tienen propuestas legislativas que en realidad resuelvan sus problemas cotidianos. Cuatro de cada diez piensan que “ninguno” tiene las mejores iniciativas para la Asamblea Legislativa. Solo dos de cada diez creen que Arena tiene propuestas positivas y apenas uno de cada diez considera que el FMLN las tiene.

De hecho, un 75.9 % de ciudadanos opina que las propuestas parlamentarias son “más de lo mismo”, según la encuesta. Más grave aún: el 78 % piensa que poco o nada los partidos políticos representan sus intereses.

Las opiniones de los electores sobre la contienda para la Alcaldía de San Salvador -conocida como la joya de la corona en el argot político electoral, por tratarse del municipio capital del país- no es menos trágica. El 29.5 % de encuestados cree que el mejor candidato para esta municipalidad es “ninguno”. En segundo lugar, con 27.1 %, colocan al arenero Ernesto Muyshondt. Y en tercer lugar, Jackeline Rivera, del FMLN, alcanza un 24 % de confianza.

La opción “ninguna” es la primera en las preferencias para los salvadoreños para estas elecciones del 4 de marzo. La antipatía a los políticos ha alcanzado niveles históricos que no se registraban desde el año 2000, dijo Jeannette Aguilar, directora del IUDOP, cuando presentó la encuesta este 14 de febrero.

Aun en medio de ese escenario, Arena tiene muchas posibilidades de aumentar el número de diputados y alcaldes en las elecciones de marzo. Las tendencias sobre intención de voto en la mayoría de las encuestas coinciden: Arena gana más en todo. La ventaja arenera sobre el partido en el gobierno, el FMLN, promedia los cuatro puntos porcentuales*.

Marzo, eso creen dirigentes del partido de derecha, será el avant preview de lo que sucederá en la elección presidencial de 2019. ¿Es posible que se esté conformando el regreso de la derecha al poder? El aumento de escaños en la Asamblea Legislativa ofrece gobernabilidad al próximo presidente. Y un número mayor de alcaldes requiere que un gobierno afín los respalde para sus proyectos municipales. Esos son los ganchos estratégicos que Arena va a tratar de explotar en el camino a las presidenciales, según comentan Eduardo Barrientos, vicepresidente de Organización, y Jorge Velado, miembro de la Comisión Política.

Los números en frío a favor de Arena no reflejan, sin embargo, los vacíos en las ofertas políticas de sus candidatos para mejorar la vida en El Salvador. De hecho, la Arena opositora ha cometido tantos errores al interior y en la función pública como el gobierno del FMLN.

En la función pública, diputados areneros han estado involucrados en decisiones cuestionadas. El legislador René Portillo Cuadra fue mocionante de las reformas a la Ley de Extinción de Dominio que daban facilidades a los funcionarios para evadir la justicia si los investigan. La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia suspendió ese decreto. La bancada de Arena votó a favor de una nueva lectura a un artículo de la Ley para la Intervención de las Telecomunicaciones, que en los tribunales ha servido a acusados como el exjuez Romeo Aurora Giammattei y el empresario Enrique Rais -los dos prófugos- para pedir que se anulen sus procesos judiciales.

El alcalde de Apopa por Arena, Elías Hernández, que ganó la municipal de 2015, dejó su cargo por acusaciones de homicidio y de agrupaciones ilícitas por vínculos con pandilleros. El actual candidato a la Alcaldía de San Salvador por Arena, Ernesto Muyshondt, negoció con pandilleros las elecciones presidenciales de 2014. Lo acompañó Salvador Ruano, alcalde arenero de Ilopango, que falleció en julio de 2017. Arena también arrastra un historial de acusaciones judiciales por corrupción contra dos expresidentes: Francisco Flores y Antonio Saca.

Dentro del partido, la intolerancia y la defensa de visiones personales llevaron a que seis directivos nacionales de la Juventud Republicana Nacionalista abandonaran sus cargos en los primeros meses de 2017. El medio digital que dirige Sherman Calvo, director de información del Consejo Ejecutivo Nacional (Coena), sirvió de portal para un texto difamatorio contra una integrante del partido que asiste al diputado John Wright, cuando el legislador anunció que no iba a competir en las internas areneras para elegir candidatos a diputados, por denunciar anomalías. En general, las visiones conservadoras de las autoridades partidarias no permitieron la renovación que la nueva dirigencia vendió en sus discursos.

Pese a sus pecados, y con porcentajes bajos en intención de voto que han afectado a todos los partidos políticos, las encuestas ponen a Arena como el favorito para el 4 de marzo. “La cifra que manejamos en el Coena está entre 37 y 38 diputados, es decir, dos o tres más que en 2015. ¿A costa de quién? Eso puede variar. Creemos que podemos arrebatar diputados al FMLN y al PCN. Eso es lo que visualizamos”, dijo Eduardo Barrientos, quien es el encargado en el Coena de coordinar la organización territorial con las estructuras partidarias.

Los directores departamentales areneros, comentó Barrientos, creen que podrían agenciarse más alcaldías, de 132 que ganó el partido en 2015 a unas 164 en marzo de 2018. Arena gobierna en la actualidad la mitad de las alcaldías de El Salvador. “Yo creo que los salvadoreños saben que es beneficioso tener una conexión positiva entre el gobierno central y las alcaldías, porque se facilita mucho más el trabajo. Mi opinión es que en cada municipio que ganemos los habitantes van a entender que será mejor tener el respaldo del gobierno para la ejecución de proyectos. Yo sí creo que entre más diputados y más alcaldes obtengamos, la elección presidencial va a estar más de nuestro lado”, dijo Jorge Velado, quien fue presidente del Coena hasta 2016.

El adversario que los areneros creen que se deberá vencer en 2019 es, siempre, el FMLN. Jorge Velado, por ejemplo, no ve otro contendiente más fuerte que la estructura organizada y con presencia territorial del actual partido en el gobierno. “Pero hay otra razón: yo creo que el FMLN no es un partido que va a querer entregar el poder tan fácilmente”, dijo Velado.

El dirigente arenero se muestra incrédulo acerca de que el movimiento del alcalde Nayib Bukele se convierta en el gran competidor de Arena para el próximo año. Aunque Velado sí cree que Bukele se ha vuelto un “obstáculo” para las aspiraciones del partido de izquierda: “El FMLN, lo sabemos, va a hacer cualquier cosa por ganar la elección presidencial, y eso incluso pasa por apartar a cualquier candidato de izquierda que no sea un candidato de ellos”.

El voto que puede arrastrar Bukele en todo caso proviene de la izquierda, dijo Velado. El más afectado con la aspiración presidencial del alcalde sería el FMLN, que podría ver fracturada su masa votante. A diferencia del voto de la derecha, que tiene posibilidades de agruparse para no perder la presidencial. A los ojos de areneros, los tres escenarios de elecciones: municipales, legislativas y presidencial, les son positivos por ahora.

La desgastada Arena aventaja en un escenario donde los apáticos, hartos de los partidos y su corrupción, son la mayoría.


*Para este análisis se consultaron encuestas electorales de LPG Datos, IUDOP UCA, CID Gallup, Analitika, Marketing & Tendencias y UFG.

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