Sivargirls: la red de 16,000 hombres que compartía contenido íntimo de mujeres salvadoreñas

La difusión no consentida de imágenes y videos sexuales desencadenó en acoso y violencia simbólica hacia las víctimas. Las estadísticas de la Fiscalía revelan un alto índice de impunidad para quienes comparten contenido íntimo en redes sociales o para quienes difunden pornografía infantil. TRACODA recopiló 20 casos en enero pasado, cuando se hizo pública la existencia de Sivargirls, y los presentó a la Fiscalía.


El 18 de enero de 2022 estaba por terminar. Eran las 11:30 de la noche cuando a María*, una joven de 22 años, le avisaron que fotos íntimas de ella estaban circulando en la red social Reddit. Fue a partir de ese día que muchas mujeres en El Salvador denunciaron la existencia de un grupo donde se compartía material íntimo y también información privada, como el municipio de residencia, lugar de estudios y números de teléfono, de mujeres adultas y adolescentes. A esta comunidad que comparte material prohibido pertenecen únicamente hombres, muchos de ellos con identidad oculta. 

El grupo “Sivargirls” en Reddit, un foro de noticias sociales para difundir contenido, superaba los 16,000 miembros para enero de 2022. Su funcionamiento se basaba en intercambios de fotografías y videos de sus ex parejas o de cuentas de OnlyFans de mujeres salvadoreñas. Esta última plataforma fue creada para compartir contenido y obtener suscriptores con una mensualidad pagada.

La interacción era constante. “¿Alguien tiene pack de ella?”, solían escribir los participantes refiriéndose a las fotografías íntimas de alguna mujer. Estos comentarios se podían leer a menudo en el foro, muchas veces acompañados de una captura de pantalla del Instagram o Facebook de la víctima. Los participantes también ofrecían realizar tratos a cambio del material, pero la mayoría del tiempo eso se discutía en privado. 

El acoso había iniciado para María. “Desde Reddit ya no la veo igual”, le escribían en comentarios en sus cuentas personales de Instagram, Facebook y TikTok. Sus fotografías también estaban siendo compartidas en Telegram, donde existen más grupos de esta índole. La etiquetaban en sus mismas fotografías en Twitter y se las enviaban a su pareja actual, jactándose de tener este contenido.  “No había día que no me cayera un mensaje diciéndome que habían visto mis fotos”, relata un mes después. 

La Ley Especial contra Delitos Informáticos y Conexos en el artículo 27 abarca el acoso a través de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Hace referencia a la conducta sexual indeseada. La sanción por este tipo de acciones es prisión de cuatro a seis años. En el año 2021 ingresaron 78 denuncias de este tipo a la Fiscalía General de la República (FGR), de las cuales solo 6 fueron llevadas a juicio, y apenas en un caso hubo condena, según estadísticas brindadas por la asociación de Transparencia, Contraloría Social y Datos abiertos (TRACODA).

Uno de los miembros de los grupos dejó en uno de los videos de TikTok de María el link donde se podían ver las imágenes. Ella decidió entrar a Sivargirls. “Lo primero que me salió fue un post con mis fotos insultándome”, cuenta. Los comentarios incluían lenguaje peyorativo, que está tipificado en el artículo 55 de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres (LEIV) como expresiones de violencia contra las mujeres. “Me enojé mucho y me sentí muy mal porque sabía que muchas personas habían visto las fotografías. Me sentí expuesta”, dice la víctima.

Gloria Valenzuela, psicóloga en la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA), explica que lo que se ejerce en estos escenarios es violencia simbólica donde existen dos partes: el dominante y la persona dominada. También implica la cosificación de la mujer, es decir, verla como objeto sexual. “Este tipo de personas sienten placer al dominar, humillar o exhibir a alguien más. Lo han considerado completamente normal, porque la sociedad así se los ha enseñado”, afirma Valenzuela.

Hay dos tipos de agresores. El perpetrador original es la primera persona que ejerce un abuso al difundir información privada de una víctima sin su consentimiento; y también están los perpetradores secundarios, que propagan el material al reenviarlo, de acuerdo con el manual la violencia de género en línea contra mujeres y niñas de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Los efectos psicológicos para las víctimas de este tipo de violencia son culpa, vergüenza, desvalidación, desconfianza, aislamiento social y la percepción de haber decepcionado a la familia o personas cercanas. La lista de consecuencias para las involucradas es larga. A estas se agregan patologías que se pueden desarrollar en el proceso, como depresión, ansiedad y trastornos alimenticios tales como la anorexia o bulimia, según la experta en psicología. La manipulación es tanta, añade Valenzuela, que los miembros de estos grupos no visualizan como víctimas a las mujeres, sino como las culpables, por lo tanto, no hay responsabilidad por parte de los agresores en este tipo de situaciones. 

Hay comentarios que ejemplifican lo que la psicóloga plantea: “A mí me da risa porque se enojan estas tipas cuando tienen OF (OnlyFans) o tienen fotos desnudas y se las mandan a sus ex parejas y las hacen públicas, cuando realmente se deben enojar con los ex no con nosotros”, escribió uno de los pertenecientes al grupo. 

Impunidad por un lado, miedo por el otro

Acoso cibernético

Ilustración Victoria Delgado

María considera que hubo poco interés por parte de las instituciones que tendrían que velar por las víctimas. Entre sus recuerdos únicamente se encuentra un tweet  de TRACODA en el cual se invitaba a enviar denuncias por correo electrónico.

“Decidimos involucrarnos porque se estaban dando varios comentarios en redes sociales de diversas mujeres víctimas de este tipo de delitos y no veíamos que alguna institución se pronunciara respecto a ello”, explica Carlos Palomo, presidente de dicha asociación.

Con los elementos obtenidos por TRACODA, a través de 20 correos electrónicos, elaboraron un aviso y este fue presentado a la Fiscalía General de la República el pasado 8 de febrero, en el marco del día internacional de la internet segura.

“Creo que es importante prestarle atención porque si no se hace nada se genera impunidad y se alienta a que se sigan cometiendo este tipo de delitos”, expresa Palomo, quien además señala que estas plataformas permiten el anonimato. “Es más difícil atraparlos. En algunos casos, dependiendo de las medidas de seguridad que hayan tomado los usuarios es muy difícil localizar a la persona que se encuentra detrás de esto”, indica. 

Lo que realmente le da temor a María es que los mensajes lleguen a sus padres o a sus familiares. Teme que esto pase porque es una práctica usual en estos grupos. Como cuando otro de los miembros escribió: “Y como me salió con una pandeada le salí con una mejor yo. Todo se lo mandé a su familia, tíos, madre, hermano. Hice regason (sic) en la UCA y tengo una página web donde subo contenido”. Este no es el caso de María, pero sí de otra mujer que también ha sido víctima de estos grupos.

Pasan los años y el problema permanece

Ilustración Victoria Delgado

Estos grupos no son una problemática nueva. Hace dos años, Jassira Hernández fue una de las primeras personas en exponerlo. En ese entonces, ocurrió a través de la red social VK, una plataforma que estaba siendo utilizada para compartir y requerir material pornográfico de mujeres y menores de edad. 

“¿Sabes cuál era la clave para preguntar por pornografía infantil?”,  menciona Jassira y a la vez con asombro responde “caldo de pollo”. En el 2021 ingresaron 25 denuncias por pornografía infantil a la Fiscalía, apenas seis casos fueron llevados a juicio, pero ninguno finalizó en una condena.  Habitualmente estas redes son secretas, pero hay mujeres que han logrado infiltrarse haciéndose pasar por hombres para revelar la información que suele compartirse.

La imagen de Jassira se popularizó por bailar el himno nacional de El Salvador. El video tuvo 33,000 reproducciones en YouTube. Luego de que su video se hizo viral en varias plataformas digitales, ella se enteró que también compartían sus fotografías íntimas de cuando era menor de edad.  Jassira recuerda ese momento con una imagen: relata que sintió como si se estaba cambiando en su cuarto y que de la nada tocaron la puerta, abrieron, y entraron 17,000 personas. Esa fue la cantidad de vistas en sus fotografías antes de que ella se enterara de que habían sido difundidas en las redes sociales.

Los artículos 50 y 51 de la LEIV expresan que difundir información que dañe la imagen de una mujer es delito. Ambos artículos fueron modificados en el año 2021. El artículo 50, que habla sobre la “difusión ilegal de información”, condena los hechos de publicar, compartir, enviar y distribuir información personal que pueda dañar la intimidad personal y familiar de una mujer, sin su consentimiento. La pena era de uno a tres años de cárcel. Con la reforma se incrementaron de tres a cinco años de prisión. 

El artículo 51 incluye la “difusión de pornografía” y aclara que cualquier acción que involucre difundir la imagen de una mujer sin su consentimiento en medios informáticos puede ser sancionada de cinco a diez años de cárcel. Con la reforma se agregó una agravante, que consiste en el aumento de dos terceras partes de la condena máxima cuando el material se obtiene mediante relaciones sentimentales, de poder o de confianza.

De acuerdo con Edith Elizondo, trabajadora social en Las Mélidas, cuando una mujer se da cuenta que está involucrada en este tipo de situaciones o que una conocida puede estarlo, lo primero que debe hacer es informar y posteriormente documentar con capturas de pantalla y guardando los nombres de quienes comparten el material. Hace énfasis en que el consentimiento es fundamental. “Tenemos que cuidar no caer en estas redes, a veces parece que es consentimiento pero es chantaje emocional lo que hay detrás. Al indagar más te das cuenta que no era consentimiento real, sino que era una relación de poder”, dice.

El artículo 7 de la LEIV plantea las relaciones de poder o de confianza, es decir cuando una mujer se encuentra en posición de desventaja con respecto a los hombres, como el origen de la violencia.

La trabajadora social considera que la violencia a las mujeres se ha trasladado a los espacios virtuales y pone en riesgo la vida, seguridad e intimidad. Por eso, aunque reconoce que existen muchos receptores de denuncias que no poseen las capacidades técnicas para recibirlas, recomienda denunciar. 

“Hay poca sensibilización con respecto al tema. Las mujeres en vez de sentirse acompañadas se sienten revictimizadas por los mismos que reciben las denuncias”, lamenta la trabajadora social. Pero aún así considera que “llevar las denuncias hasta términos finales marca precedentes jurídicos de estos delitos para que no queden en impunidad”.

Para este reportaje se buscó a Alexia Rivas, diputada por Nuevas Ideas y presidenta de la comisión de la mujer en la Asamblea Legislativa, sin embargo, no fue posible contactarla. También se solicitó una entrevista con la directora del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), María Lilian López, pero no se pudo localizar a través de llamadas y un correo electrónico. Además, se  buscó una entrevista con la jefa de la unidad fiscal que atiende estos delitos, pero tampoco se obtuvo respuesta de la Fiscalía.

Los expertos consultados recomiendan que la atención a las víctimas debe ser integral y el acompañamiento psicólogo tiene que ser contínuo.  Para Valenzuela, este es un fenómeno que se ha normalizado y “como no es visible entonces no le damos la verdadera importancia. Es importante hablar de esto para evitar ser víctimas de cualquier violencia de género, muchos de los tipos de violencia son silenciosos y por eso hacemos caso omiso” agrega la psicóloga.

¿Quiénes son esos hombres?

Ilustración Victoria Delgado

“Lo peor es que esas personas, además de que están sueltas, te atienden, trabajan con vos, estudian con vos, te enseñan. Son una amenaza”, señala Jassira, quien cree que los hombres que pertenecen a estos grupos pueden ser abusadores y acosadores. 

Usuarios de las redes sociales identificaron entre los grupos de Reddit y Telegram a un empleado de un restaurante reconocido. “¿A cuántas mujeres ha atendido y a cuántas ve con morbo?”, se pregunta Jassira.

Cuando la existencia de los grupos se expusó en redes sociales, los integrantes de Sivargirls comenzaron a denunciar las cuentas de las mujeres que estaban hablando sobre el tema. De esta manera, se suspendían los perfiles de las voceras principales. “Ella hace otra cuenta pero el vato se queda sin trabajo, bonito vea”, se leía como alegato. 

Jassira cuenta que buscó la manera de sobrellevar la situación, aunque no le resultó  fácil. Presentó la denuncia en la Fiscalía, pero por cuestiones de seguridad desistió en continuarla. “La manera de cuidar a las víctimas aquí deja mucho que desear”, señala.

Aún así cree haber encontrado la salida. “Logré hacer de los insultos un negocio, pero ¿qué pasa con las niñas que no pueden? No es así de sencillo”, dice al hablar sobre su experiencia de tener una cuenta en OnlyFans, donde ha obtenido ganancias por las fotografías que previamente, sin su consentimiento, se habían hecho virales.

“Fueron noches llorando preguntándome qué fue lo que hice. Y después darme cuenta que no hice nada. Lo único que hice fue disfrutar de mi sexualidad y mi libertad”, dice Jassira.

Algunos miembros de los grupos descargan el material de las cuentas de OnlyFans y lo  comparten en los grupos “para boicotear las ganancias”, según expresan ellos mismos. Palomo, el presidente de TRACODA, comenta, basado en un análisis legal, que el consentimiento es para la autosatisfacción dentro de la plataforma OnlyFans, contrario a la distribución en otros soportes porque no se brinda autorización para descargar y compartir el contenido. Aunque se pague por ello, sigue siendo un delito. 

Ideales románticos y sexting

Mucho del material que se publica en estos grupos se origina de relaciones afectivas. Valenzuela explica que esta práctica, que cuenta como forma de expresar la sexualidad, tiene un nombre: sexting, que consiste en el envío de fotos, videos y mensajes con contenido sexual a través de dispositivos móviles.  Lo preocupante, según la psicóloga, es cuando los adolescentes lo practican y estas platicas eróticas se salen de control. 

“Si la joven no está educada en cuanto a sexualidad es más fácil caer en la manipulación de su pareja por los mitos del amor romántico, que lo vemos en televisión o redes sociales”, dice Valenzuela.

¿Se puede realizar de forma segura? El sitio Acoso.online, un proyecto que trabaja contra la publicación no consentida de imágenes sexuales o eróticas, recomienda seguir la estrategia Registrar, Almacenar y Publicar (R.A.P) para el intercambio de contenido de este tipo. 

“Una de las apuestas centrales debería ser educar a los hombres para no incurrir en este tipo de conductas. Hay que entender que eso no siempre se logra. Entonces se pueden tomar medidas para resguardarse”, opina Palomo, quien recomienda tener cuidado por si el celular sufre alguna vulneración y quedan expuestas fotografías o videos privados. 

El manual de la OEA brinda herramientas de seguridad digital frente a la violencia de género en línea. La primera recomendación es crear contraseñas seguras y complejas para impedir el hackeo y cambiarlas constantemente; activar la verificación en dos pasos; y  evitar guardar información sensible en los teléfonos.

“Ya cayó Sivargirls”

Cuando el grupo de Reddit fue expuesto, sus miembros se dieron la tarea de crear subgrupos en Telegram, reconociendo que posiblemente su red principal podría ser cerrada.  “Bueno iré a recolectar gente antes del cierre”, escribió uno de ellos. Ya tenían conocimiento de la convocatoria que realizó TRACODA, lo compartieron con el mensaje “señores”, como quien realizaba un llamado de atención. Entre las respuestas se leía “pura ksak, no harán nada” o “la mayoría ni saben de leyes solo quieren asustar con la leiv. No se dejen chantajear”, respondían. Estos mensajes iban acompañados con expresiones violentas en contra de las mujeres que no se replican en esta nota. A más de un mes de que en redes sociales se hiciera pública la existencia de estos grupos, la Fiscalía no se ha pronunciado. 

— Si cae sivargirls seguirá sivargirls 2.0.

— Y siempre tendremos el patriarcado. Eso no termina aquí.

— El patriarcado es eterno. Para que vean que nuestro pacto patriarcal existe y estamos orgullosos de el.

— Cayó uno de los lugares que conocí hace poco pero que muchos conocían hace mucho, un lugar de intercambios y buenos packs, guarde el de las cheras que me gustaban y ahorita he compartido la mayoría ya en este grupo. Orgulloso de sivargirls.

— Bien les dije que se metieron.

— Al menos hubieran buscado nombres más buenos para esconderse.

— Hoy ya sabemos quienes son. Pobrecitas.**


*María no es el nombre real de la víctima. Se omite su nombre real para proteger su identidad. 

**Mensajes obtenidos del grupo El Patriarcado SV en Telegram por una fuente que logró ingresar.

 

 

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