Rebeca Lane conduce el viaje al interior de la “Obsidiana”

Dos años han pasado desde la última entrega discográfica de la rapera guatemalteca Rebeca Lane, “Alma Mestiza”. La vuelta a sus raíces planteada en algunos cortes de ese disco son la temática principal de su nueva producción: “Obsidiana”. De su catálogo, este es el disco más fluido. Además, continúa su crecimiento lírico y sonoro, incorporando elementos musicales de la región a bases de boom bap e incluso trap.

Imágenes cortesía de Rebeca Lane


Rebeca es socióloga de formación. Así llegó al hip hop. La academia continúa en su ADN. Quizá por eso resulta tan precisa en sus canciones cuando expresa ideas políticas. Esto es algo inusual en una industria que se diluye en la superficie argumentativa. Pero esa exigencia no resta dinamismo a su propuesta, al contrario, la fortalece. 

“Obsidiana” da cuenta del espíritu nómada y cosmopolita de su autora. Las instrumentales de las canciones están firmadas por artistas de diferentes países: Argentina, Perú, Ecuador, Chile y, claro, también su natal Guatemala. Todo ensamblado por el productor guatemalteco Basico3, quien arregló las estructuras musicales y líricas de todos los temas para dar identidad y coherencia sonora al álbum.

No hay mejor persona para guiar el viaje que propone en “Obsidiana” que la propia Rebeca. Por eso, Revista Factum le pidió que comentara cada una de las canciones que componen este trabajo. Además, sirve de antesala a la presentación oficial  del disco que hará en El Salvador este próximo sábado 28 de julio, acompañada del rapero salvadoreño Zaki, quien también trae nuevo material para ofrecer.

Esta es la explicación que Rebeca Lane da a cada una de las canciones de su nuevo disco:


1) Obsidiana

Rebeca Lane: Es una canción que mezcla dos cosas que en un principio no pensé que se pudiera: un beat de new style (nuevo estilo) de trap con marimba. Esta canción es la que le da nombre al disco y habla un poco de la energía de la obsidiana, que para mí es una energía muy importante, porque es la energía con la que nacés, según el calendario maya. Entonces, es una energía que habla de la fuerza de la lucha. De hecho, es una energía de guerreras. Es una energía que también viene como del centro del planeta, ¿no?

La obsidiana fue magma que se enfrió a una velocidad muy rápida. También es una piedra que trae mucha historia, desde hace muchos milenios en la tierra. La uso un poquito para hablar de mí misma, de mi energía.

Y tenemos la excelente colaboración de la Marimba Contemporánea de Guatemala, quienes escucharon el disco y eligieron esta canción y la de “Isla de átomos” para colaborar con la producción. Y justamente son dos canciones con beats (instrumentales) de Jeff Tucker, que es un productor guatemalteco. Entonces ahí quedó bien chingona.

2) Siempre viva

RL: Esta cumbia la trabajamos con Carolina Arroba, que es una productora ecuatoriana que conocí cuando estuve de concierto en Quito, hace un par de años. Y pues, habíamos querido hacer una colaboración y esta fue la canción. La canción se me ocurrió porque una, de artista, ahora se ve expuesta a la opinión de un montón de gente, sobre todo escudada bajo el anonimato; que te ponen comentarios en YouTube, o que te mandan cosas por Twitter o por Facebook. Y es como muy fácil destruir el trabajo de las personas. Pero, particularmente, me di cuenta de que con las feministas y las mujeres siempre usan como el querer avergonzarnos por nuestros cuerpos. Entonces, muchos de los comentarios que recibo son para querer restarle valor a las cosas que hago, tanto estéticas como políticas. Es hablar de que estoy gorda, de que estoy peluda… Mmm… En un video, hasta me ponen que tengo nariz de negra. Como que utilizan toda esa violencia simbólica que, además, para nosotras como mujeres, es muy fuerte, porque desde que somos pequeñitas sí que hay un refuerzo ahí sobre la belleza, ¿no? Que las mujeres somos bellas o tenemos que ser bellas y que tenemos que ser como princesitas. Te lo recalcan desde que sos bebé. Si ven a un niño, no sé si le dicen las mismas cosas que le dicen a una niña: «Ay, qué bonita», «qué bonito tu vestido», «qué bonita te ves», «qué bonita sos». Como que se recalca mucho en esa vaina, ¿no? Entonces una, en cierto momento, sí que tiene una fobia a ser fea, a ser gorda, a ser morena… No sé, como de no caber dentro de los cánones estéticos de lo que se considera bello.

Entonces, definitivamente creo que muchos de esos comentarios que van por ahí son para bajarle a una la autoestima, como decir: «Le voy a dar a esta donde le duele, que es en que es fea». Entonces, creo que para mí en cierto momento fue decir: «Bueno, basta ya». O sea, todas estas cosas que me están diciendo no tienen que ver con mi valor. Porque sea yo fea, sea yo peluda, sea yo lo que sea… ¡Eso es lo que yo soy! Estoy orgullosa de ser como soy, como trabajar mucho en aceptar mi cuerpo y en aceptarme como soy y en mandar a la mierda a todos los machos estos que creen que por decirnos estas cosas le van a quitar el valor a nuestro trabajo. Esa canción va un poco por ahí.

También está inspirada en un arte gráfico que hacen mis compañeras de Producciones y Milagros, que son de México y hacen mucho trabajo gráfico feminista. Está inspirada en un cartel que vi y que dice: «Siempre viva como mala hierba». Y me encantó tanto el póster que les escribí y les pregunté si podía utilizar eso para una canción. Así nació “Siempre viva”, como en el sentido de que no importa cuando a veces me quieren lastimar con su veneno. Yo voy a estar siempre viva, porque soy como mala hierba, sobreviviente y feliz.

3) Soy Centroamérica 

RL: Es una colaboración con Zaki. Con aquel hemos viajado bastante, hemos ido a otros lugares, nos hemos dado cuenta de que la gente no conoce mucho sobre Centroamérica. Por poner un ejemplo: en Europa, la gente cree que realmente de México para abajo todo es Sudamérica.  Cuando te dicen que sos latina, te dicen «sos de Sudamérica», como que hasta ahí llegaron las lecciones de geografía. Je, je. Y en Sudamérica, lo que me ha pasado mucho es que cuando yo digo que soy de Guatemala, me dicen: «Ay, sos del Caribe, yo quiero ir, quiero ir a la playa». O sea, como que hay muchos clichés alrededor de Centroamérica y realmente poco conocimiento de lo que somos como región.

La idea de esta canción era hablar de nuestro territorio y hablar, como dice el coro, ‘de la miel y de la sal’. O sea, tenemos cosas maravillosas. Tenemos mares. Somos un pedacito de tierra bien angosto. También, estar entre dos mares hace que nuestra región sea como muy diversa, ¿no? Hay mucha biodiversidad en nuestra región. Tenemos bosques, tenemos selvas, tenemos montañas, tenemos playas. Entonces, como que hablamos un poco de todo este entorno tan bonito que tenemos… Y además tenemos un clima buenísimo en toda Centroamérica, pues, porque al estar en el sur o en el norte tiene una que andar pariendo con los cambios de estaciones. En cambio aquí, relativamente casi siempre, solo hay una época que llueve y una que no. Je, je. Es un clima muy bonito. Entonces cositas como esas. Cosas que nos gustan, como la comida, los frijoles, las pupusas. Y también como la sal, como esas otras cosas que hacen que vivir aquí sea un asunto de sobrevivencia y de fortaleza y de tener que estar todo el tiempo defendiendo tu vida y defendiendo tus derechos y defendiendo tu territorio.

En este caso, por ejemplo, en el último tour que tuvimos por Europa, siempre esta canción se la dedicamos con mucho cariño a nuestros hermanos y hermanas de Nicaragua, que en estos momentos están viviendo una represión brutal y que además se suma a las historias de represión y violencia que vivimos en otros territorios, como en El Salvador, Honduras y Guatemala.

Entonces, realmente, ser de Centroamérica, así como es hermoso, es terrible. Y bueno, esta es una canción para honrar eso. Esta canción la trabajé con un productor que conocí en Chile. Ya grabé una canción con una rapera chilena que pronto va a salir. También me quedé trabajando con (el productor) Jorge Dolorez una canción para el disco. Es una canción que cambió muchísimo con la intervención de Básico3. Le subimos el tempo, le cambiamos la tonalidad. Ya con la letra también, Jorge, en Chile, le metió unas guitarras que son preciosas. Y ya como que le metieron otros detalles a la canción para darle esa sensación como de Caribe a lo que queríamos.

4) Tzk’at

RL: Cuando estaba recopilando instrumentales para el nuevo disco, un compita que se llama Facundo Bragañolo, que es argentino, me escribió y me dijo que quería colaborarme con una instrumental. Y cuando me envío la instrumental, justamente, tenía en la introducción la voz de Lorena Cabnal. Como que Facundo buscó algo que fuera de Guatemala para poner en la canción y me pareció demasiado importante que estuviera la voz de Lorena, porque para mí, Lorena es una gran maestra. He aprendido mucho de ella. Nos hemos encontrado en muchos territorios. Ella es una feminista comunitaria y es una mujer indígena xinka que tiene mucha sabiduría y que ilumina mucho los caminos de las mujeres indígenas feministas luchadoras por el territorio; como también otras muchas mujeres, como Berta Cáceres, por ejemplo, como Lolita Chávez, como mujeres centroamericanas que están poniendo la vida y el cuerpo en defensa del territorio, pero también en defensa de las mujeres.

Entonces, cuando recibí está instrumental, le escribí a Lorena, le comenté y le dije si quería que yo trabajara una canción sobre ellas, que qué le parecía la idea. Y ella y sus compañeras [se pusieron] muy contentas, porque ella siempre lo consulta todo con sus compañeras. Y me enviaron bastante información sobre el feminismo comunitario. Me hablaron mucho de Elizeth Us, que es quien habla del «Tzk’at», que es un principio cosmogónico de la cosmovisión quiché que dice «tú soy yo, yo soy tú». Y este es un principio comunitario muy hermoso. Las feministas comunitarias lo ampliaron al «sanando yo, sanas tú; sanando tú, sano yo». Entonces en esta canción, realmente, lo que yo he puesto en palabras o en canto es mucho de las enseñanzas de las feministas comunitarias territoriales.

Es una canción que ha sido acompañada mucho por ellas, por las mujeres feministas comunitarias. Y siempre hemos estado como en mucha comunicación al respecto, como compartiéndoles la letra, compartiéndoles la música, compartiéndoles las reacciones de la gente, las entrevistas donde las menciono y tal. Porque quiero que ese acercamiento con ellas sea muy respetuoso. Porque así es. Yo las reconozco a ellas como maestras y guías espirituales en este camino del feminismo. También me preocupa mucho caer en la exotización porque, bueno, eso nos pasa a muchas mujeres. Me pasa a mí, incluso, en Europa, que te exotizan mucho. Pero realmente no quieren dar ese paso al real conocimiento de qué es lo que proponés, de dónde venís y cuáles son tus aprendizajes y tus propuestas políticas. Esta es una canción que está acompañada por ellas y que ha sido inspirada por ellas.

5) Crece el río

RL: Es una canción que creció mucho en el proceso de grabación, porque la trabajamos con Kuto Quilla. Él es un productor y DJ peruano que vive en Alemania y que ha sido nuestro DJ en las giras que hemos tenido por Europa. Y bueno, también le pedí una instrumental para colaborar en el disco y él me envió un demo. Y con ese demo, justamente yo estaba en El Salvador, en San Blas, cuando esta canción nació. Y nació justamente en el atardecer.

Entonces ya con Básico3 creció muchísimo más, porque se le incluyeron otros instrumentos y tal. Y bueno, esta canción… Para el demo se utilizó un sample de una canción tradicional peruana que la usaban los indígenas cuando llegaba el tiempo de la crecida de los ríos y se hacían festivales en la noche con el ruido… No sería el ruido. Con la música o el sonido del río crecido detrás. Era como hacer música acompañada de la crecida del río. Entonces como que por ahí va inspirada esta canción por el sample. Ya luego se grabaron charangos, se grabaron los vientos y todo porque no se puede explotar un sample si no se tienen los permisos. Entonces ya se trabajó en algo propio para la canción, con un multiinstrumentista de aquí, de Guatemala, que se llama Vladimir Villatoro, que también metió instrumentos en otras canciones. Pero realmente el charango y los vientos fueron los que hicieron crecer mucho a esta canción y está inspirada en la fuerza de la naturaleza.

Yo creo que, hablando siempre del territorio centroamericano, aquí siempre pasa de todo: inundaciones, erupciones del volcán, huracanes. O sea, aparte de ser una región muy diversa, también somos una región con bastante vulnerabilidad, en términos de que todos estos mecanismos que tiene la naturaleza para sanarse a sí misma ocurren donde hay una gran población en pobreza. Entonces, la mayoría de veces, estas catástrofes no son por la fuerza de la naturaleza, sino porque nuestras sociedades desiguales hacen que las personas empobrecidas vivan en lugares de mayor riesgo y son las que usualmente mueren. Y en el caso de algo que menciono aquí también es que en Guatemala, en la costa sur, que es donde hay más inundaciones, los finqueros desvían los ríos para que pasen por sus plantaciones. Entonces, cuando hay lluvias, el río retorna a su camino natural, al camino con el que nació. Y esto causa inundaciones y causa muchas muertes de personas empobrecidas. Todas estas intervenciones que han tenido sobre los caminos naturales del agua han hecho que también cualquier lluvia, cualquier depresión tropical, se convierta en una catástrofe. Es una canción con respeto y amor para la fuerza de la naturaleza.

6) Isla de átomos

RL: Es una canción que me gusta mucho. Esta instrumental yo la tenía desde hace como dos años y no había escrito nada, solo como que en mi cabeza yo iba imaginando un coro. Iba imaginándolo, iba imaginándolo y pasó como un año construyéndose el coro. Es una canción que fue naciendo en el camino. Y ya la letra, como las estrofas y todo eso, la empecé a escribir estando en Canadá. Eso fue el año pasado que fui en otoño. Porque Canadá, no sé, es un territorio tan hermoso. Nosotros lo conocemos como Canadá, pero los pueblos indígenas, los nativos de Canadá lo conocen como isla tortuga. Estando en Canadá tuve mucho acercamiento con pueblos y personas indígenas, first nation, y para mí fue como muy impactante no solo conocer y reconocer la resistencia de los pueblos indígenas allá; sino disfrutar del territorio y la fuerza de la naturaleza que hay allá, que es impresionante y es bellísima. Me encanta que los pueblos, como son pequeñísimos, salís a la carretera y está aquella inmensidad de bosques, ríos, lagos, venados. Un montón de animales libres. No vi a ningún alce, pero siempre estaba viendo la carretera, porque allá no es que vayás a un zoológico y los veás, sino que están en libertad. Me impresionó mucho. El otoño también, que es bellísimo: los colores.

Y cuando regresé a Guatemala, me fui a una parte donde se ve todo el valle de la Antigua Ciudad de Guatemala. Se ven los volcanes y todo. Como que estaba llena de naturaleza. Luego, otra parte la escribí en el lago de Atitlán, que es un lugar muy hermoso aquí en Guate. Es una canción de los momentos en los que he sentido una mayor conexión con la inmensidad, con cualquier energía que le podamos llamar dios o con esa energía del equilibrio y de la fuerza de la naturaleza. En esos momentos, mi espíritu se ha sentido… no sé cómo decirlo… con gozo. Ja, ja, ja. No sé, como esas sensaciones que se supone uno siente cuando está en conexión con el Espíritu Santo yo la he sentido cuando he estado en estos lugares y es una canción sobre eso, sobre el sentirme parte del todo cuando estoy en estos lugares fuera de la ciudad y conectada con la inmensidad del universo. Y además sentir que todo eso que está adentro de mí.

7) Llora el cielo

RL: Para mí, fue una canción bastante difícil de escribir; y también es muy difícil de cantar, porque habla de la tristeza. El año pasado, en marzo, aquí hubo el asesinato, el fuego que mató a 41 niñas que estaban en el Hogar Seguro. Y fue un momento bastante difícil, porque un mes después o tres semanas después, no sé cuánto fue, había un grupo de estudiantes protestando por mejores condiciones educativas y un tipo que iba tarde a su trabajo pasó encima de los estudiantes y una niña quedó atrapada abajo del carro: Brenda Domínguez, quien falleció.

Esta canción hablaba de esos dos momentos, pero sobre todo porque después de estas semanas tan difíciles y tan duras empezó la época de lluvia acá. Yo sentí que esa lluvia estaba como limpiando un poco la tristeza de la ciudad. Y por ahí nació la canción, realmente, como queriendo llorar con la lluvia también; y deseando que esa lluvia pudiera limpiar por dentro todas las heridas que van dejando estas cosas. Porque, definitivamente, son heridas que duelen profundamente y que, siendo de aquí, de Guatemala, siguen vivas, porque no hay justicia. Porque, además, una siente que para estos gobiernos la vida de nosotros no vale nada. Entonces es una canción con la esperanza de sanar y de limpiar junto con la lluvia también toda la tristeza y frustración que puede dar, a veces, habitar este territorio.

8) A veces

RL: El disco termina con «A veces». Las instrumentales de «Llora el cielo» y de «A veces» son de Martin Longoni, un productor que conocí en Argentina y con el que trabajé también esta canción de «Velas y balas», que grabé en Argentina con Vaio. Y luego también me gustó mucho su trabajo. Continuamos trabajando y surgieron estas dos colaboraciones para el disco. Esta canción de «A veces» es bastante íntima. Ha sido una sorpresa muy grande, porque ha gustado mucho. Yo, de hecho, hasta dudaba de ponerla en el disco, porque pensaba: «esto es muy mío, no sé qué tanto le vaya a gustar a la gente algo que sea tan personal». Pero resultó que sí.

Es una canción que habla mucho sobre el silencio. Para mí, el silencio es como muy necesario y es un espacio de creación también. No sé, a veces estar entre tanto concierto, entre tanta gira, tanta entrevista, hace que mi energía siempre tenga que estar hacia afuera. Entonces, son pocos momentos que puedo estar en silencio, viendo a mi interior, y que son muy importantes para recuperar el equilibrio. También, muchas veces, es de donde nace la creatividad. Es una canción en la que hablo de cómo fue el proceso de transitar de hacer poesía a hacer música. Voy mencionando varias canciones de los discos anteriores, para dar una sensación del recorrido que me ha traído hasta donde estoy ahora.

Y pues, algo importante que pongo ahí en la canción es que realmente no sé adónde voy. No tengo planificado de aquí a diez años qué va a ser de mi vida, pero el camino de la música me ha llevado a buscar mis raíces. Esa ansiedad por el futuro ha disminuido mucho en la medida que voy descubriendo de dónde vengo y en qué cosas me quiero enraizar. Porque siento que teniendo la raíces fuertes es más fácil adónde crecer, sin tanta ansiedad de adónde voy. Como esas crisis existenciales que tuve a los 25 años, de no saber qué iba a ser de mi vida ni qué iba a pasar. Pero siento que ahora, realmente, la música me ayudó mucho a encontrar mi propósito de vida y a ir también descubriendo mis propios caminos de identidad, de lucha, de resistencia, de complicidad, de organización, del amor, de la construcción de un hogar, y eso, pues, el hogar viaja conmigo a donde voy. Darme cuenta de que el hogar no es solo un lugar físico, sino también todo lo que voy poniendo en mi interior para poder viajar. Porque también en esos primeros años que empecé a cantar y viajaba mucho para eran de mucha inestabilidad, porque eventualmente tus amigos y amigas se empiezan a hartar de que vos nunca estés en sus cumpleaños, en sus fechas importantes, dejan de escribirte, te dejan de buscar. Luego, para mí, hace unos años era muy difícil mantener una relación emotiva de cualquier nivel, con cualquier persona, incluso con mi familia por la distancia. Entonces, cómo ir aprendiendo a viajar con esos sentimientos y también entender que las personas que se han quedado son las persona que han sabido también conocerme y convivir con la realidad de lo que soy: un ser nómada.


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