En El Salvador, durante la época de la guerra civil, era común que la Guardia Nacional y la FAES detuvieran unidades del transporte colectivo para bajar y registrar a sus pasajeros. Una estampa muy similar dejaron el VMT, la FAES y la PNC este domingo 16 de enero cuando obligaron a bajar a los pasajeros y registrarlos para “detectar ilícitos” y “personas sospechosas”. Pese a estos retenes y la nueva ola viral con la variante ómicron, cientos de personas marcharon para conmemorar el treinta aniversario de los Acuerdos de Paz.
Fotos Factum/Gerson Nájera y Natalia Alberto
“Los Acuerdos de Paz sí existen. No son una farsa, porque cuando me volaron una pierna no fue una farsa; fue la verdad”, gritaba José Perdomo, mientras dirigía a un grupo de veteranos militares del departamento de Cabañas que caminaba sobre la prolongación del bulevar Constitución. Aunque el punto de concentración de la manifestación ciudadana para conmemorar los treinta años de los Acuerdos de Paz estaba lejos todavía, ellos marcharon en esa zona porque el autobús en el que se transportaban a la protesta fue detenido por uno de los retenes que la Policía Nacional Civil (PNC), la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) y el Viceministerio de Transporte (VMT) colocaron en varios puntos de acceso a la capital.
Sindicatos, veteranos de guerra, colectivos feministas y diferentes organizaciones sociales convocaron a una marcha pacífica este domingo 16 de enero para conmemorar el trigésimo aniversario de los Acuerdos de Paz en diferentes puntos del centro de San Salvador hacia la plaza Gerardo Barrios, donde los organizadores –que llevaron tarimas, sistema de sonido y músicos– decidieron tomarse un ala de la plaza, porque, de acuerdo a sus declaraciones, el alcalde capitalino, Mario Durán, les negó el permiso.
#Marcha16E | 🔴 "Para mí los Acuerdos de Paz sí existen, no es una farsa. Porque cuando me volaron mi pierna no fue una farsa, fue la verdad", dice José Edgardo Perdomo, representante de los veteranos militares de Cabañas.
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— Revista Factum (@RevistaFactum) January 16, 2022
Una noche antes, la PNC anunció a través de Twitter que había instalado diferentes retenes como parte del Plan Control Territorial. En la práctica, los puntos de control vehicular evitaron la llegada de ciudadanos a la protesta. Los vehículos detenidos fueron de transporte colectivo, con mayor énfasis en los que pertenecían a rutas del interior del país. En el retén colocado en la prolongación del bulevar Constitución, ninguno de los policías quiso dar explicaciones sobre las motivaciones de estas acciones, sin embargo, personal de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos confirmó que el operativo sí estaba relacionado con las protestas.
“Lo hace mal el Gobierno con ponernos estos obstáculos. Nosotros somos pacíficos. No venimos a hablar mal del Gobierno. Venimos a exigir nuestros derechos como salvadoreños. Tenemos derecho a celebrar los Acuerdos de Paz porque si no se hubieran firmado quizá nosotros estuviéramos muertos”, expresó José Perdomo, representante de los Militares Veteranos de Cabañas.
Pese a la ola de contagios por Covid-19 con la variante ómicron y los diferentes retenes, la manifestación logró convocar a cientos de personas, sin embargo, esta fue una de las menos numerosas desde el inicio de las movilizaciones con la multitudinaria marcha del pasado 15 de septiembre.
Aunque la cuarta marcha contra el Gobierno estaba convocada desde la semana pasada, la invitación tomó fuerza en redes sociales a partir del pasado martes, cuando la Asamblea Legislativa derogó la conmemoración de los Acuerdos de Paz de cada 16 de enero e instauró en su lugar el “Día Nacional de las Víctimas del Conflicto Armado”.
La marcha partió del Parque Cuscatlán y fue encabezada por familiares de desaparecidos durante el conflicto armado. Una de ellas, quien pidió no ser identificada, explicó una de varias molestias. “No queremos que este día lo use el Gobierno para decir que es el Día de la Víctimas, porque exigimos que el Día de la Víctimas sea el 30 de agosto, que es el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas”. Además comentó que sus dos sobrinos desaparecieron durante el periodo de la guerra civil y que su hermana murió en 2017 sin haber encontrado a sus hijos, a pesar de buscarlos por muchos años.
Los familiares de desaparecidos durante la guerra también manifestaron su preocupación por las desapariciones actuales, porque temen que queden en el olvido, como aseguraron que ha ocurrido con sus casos.
En la manifestación también estuvo presente Lady Drag, uno de los personajes icónicos de las protestas contra el Gobierno, quien dedicó su atuendo a los desaparecidos. Además, denunció que ha recibido diversos ataques después de que pidió a la Asamblea Legislativa una reforma al Código Penal para crear el delito de «promoción o apoyo para la reelección o continuación presidencial». “Los diputados piensan que me van a afectar emocional y psicológicamente, pero no es por ahí donde me van a encontrar, porque voy a seguir saliendo a las calles, cada vez que pueda hacerlo, desde mis propios recursos. [Voy a salir] a pelear contra todas aquellas desigualdades sociales que este país todavía sufre”, declaró.
Otro de los bloques de la marcha estuvo compuesto por personas que llevaban carteles con fotografías de exfuncionarios del FMLN que ahora están presos. Entre estos carteles estaba el rostro de la exministra de Salud, Violeta Menjívar, cuyos familiares denunciaron el mes pasado que tenían cinco meses sin poder verla, a pesar de contar con dos resoluciones a su favor para visitarla una vez al mes. “Durante el conflicto armado hubo persecución política, hubo presos políticos. Ahora, en estos años, con este Gobierno, hay presos políticos. Tenemos 28 presos políticos en El Salvador”, comentó Ivania Cruz, representante del Comité de Familiares de Presas y Presos Políticos de El Salvador. Cruz agregó que piden “una justicia real, una igualdad de derechos, que el sistema de justicia y los poderes sean independientes y se cumpla el debido proceso”.
Aunque en un número mucho menor al de algunas de las pasadas manifestaciones, en esta también hubo presencia de jueces y juezas. “Estamos aquí para conmemorar los Acuerdos de Paz que pusieron fin al conflicto armado y además heredaron una serie de reformas legales, constitucionales e institucionales que permiten a los salvadoreños resolver sus diferencias, resolver sus conflictos de manera legal, de manera institucional y no a través de las armas”, dijo el juez Antonio Durán, quien en varias ocasiones ha denunciado acoso por sus críticas al Gobierno. “Esos Acuerdos de Paz constan de siete capítulos, los siete capítulos están en peligro por el régimen de Bukele”, agregó Durán.
“En un contexto como el que ahora vive El Salvador –donde hay un régimen de características autoritarias que concentra el poder, que concentra los recursos para sus propios fines– se vuelve más vigente el mantener viva la memoria de los Acuerdos de Paz”, sostuvo la diputada del FMLN, Anabel Belloso, quien opinó acerca de las críticas que reciben los partidos políticos por su participación en las protestas. “Es una postura respetable”, dijo. Belloso añadió, además, que la toma de decisiones en el país sigue siendo a través de los partidos políticos. “Sí hay disposición –con la claridad del momento que se vive– de seguir luchando, a pesar de las condiciones, pues nos necesitamos todos y todas. Ahorita no se vale estar tratando de excluir, más allá, incluso, de que tengamos diferencias en nuestro marco de valores y principios”, declaró la diputada.
Varios metros atrás de un grupo de militantes del FMLN que vestía de rojo estaba un joven llamado Rodrigo Escobar. Él estaba acompañado de sus amigos, que vestían de blanco. Para Rodrigo, los dirigentes y las caras visibles de los partidos políticos no deberían de participar en las manifestaciones. “Desde la opinión pública están señalados y deben entender que si no va a abonar a una lucha, es mejor no participar”, expresó Escobar y aclaró que si se trata de los militantes de los partidos y simpatizantes, sí pueden hacerlo. “Vivimos en una democracia. Estamos en libertad. Entonces, que ellos sean de un partido y yo sea de otro es parte de nuestra libertad y de la democracia”.
El recorrido de la marcha concluyó en la plaza Gerardo Barrios, donde el grupo Guanaco Sólido interpretó varios éxitos de cumbia, mientras los veteranos y las veteranas de guerra bailaban. El resto de los asistentes se retiró al poco tiempo de llegar a la plaza.
El presidente Nayib Bukele tuiteó al final de la tarde del domingo: “Los que quieran celebrar ese acuerdo espurio, háganlo. Este es un país libre; pero ya no será una fiesta nacional”, en respuesta a los ciudadanos y ciudadanas que eligieron no olvidar el treinta aniversario de los Acuerdos de Paz y salieron a las calles para conmemorarla. Mientras que el alcalde capitalino, Mario Durán, compartió un video donde un grupo de veteranos de guerra peleaban con un ciudadano y escribió: “Por órdenes de los mismos que hicieron que por años el pueblo se matara unos con otros, hoy envían a sus grupitos a bloquear calles, vandalizar y golpear a salvadoreños honrados que solo andan trabajando. Así es el estilo de conmemoración de los mismos de siempre”.
La guerra civil salvadoreña, entre los grupos guerrilleros agrupados en el FMLN y el Estado salvadoreño, dejó como saldo más de 70,000 muertos y 8,000 desaparecidos y duró más de una década. Ese capítulo de la historia salvadoreña se cerró con la firma de los Acuerdos de Paz, el 16 de enero de 1992. El Gobierno decidió no conmemorar estos acuerdos desde 2021; y aunque este es el segundo año nombra esta fecha como el Día de la Víctimas del Conflicto Armado, tampoco llevó a cabo ningún evento oficial en memoria de estas.
*Con reportes de Natalia Alberto, Victoria Delgado, Melissa Soriano y César Castro Fagoaga
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