Es la víspera del 30 aniversario de los Acuerdos de Paz, firmados entre el gobierno salvadoreño y las organizaciones guerrilleras representadas por el FMLN. Después de 12 años en guerra, el 16 de Enero de 1992 , los principales periódicos y revistas de la época publicaron en primera plana que el conflicto había llegado a su fin. Y el mundo lo celebró.
Hoy, después de tres décadas, el oficialismo intenta reescribir una nueva historia. Lo hace con un panorama político que generó alarmas internacionales desde que el presidente de El Salvador Nayib Bukele asaltara el parlamento el 9 de febrero de 2020; y después de que se tomara la Corte Suprema de Justicia, el 1 de Mayo de 2021.
Durante la plenaria celebrada este martes 11 de enero en la Asamblea Legislativa, Christian Guevara, jefe de fracción del partido Nuevas Ideas, pidió derogar la conmemoración de dichos acuerdos y denominar esta fecha como “Día nacional de las víctimas del conflicto armado”. Se refirió a este evento histórico como un pacto de dirigentes decrépitos y dos partidos moribundos que buscaron autoglorificarse para beneficio personal. Los diputados del oficialismo y sus aliados le dieron los votos para el cambio de nombre.
El desprecio por el legado de los Acuerdos no empezó en la Asamblea. El 17 de diciembre de 2020, Nayib Bukele se dirigió al país y en su discurso dijo: “La guerra y los acuerdos de paz fueron una farsa”. Sus palabras fueron pronunciadas desde el caserío El Mozote, donde tuvo lugar la masacre más sangrienta de toda América Latina.
“Este tipo de esfuerzos es para construir una identidad propia para el partido Nuevas Ideas. Estas acciones les diferencian de todo lo que es antes de ellos. Es una estrategia de creación de una identidad partidista para distanciarse entre nosotros y ellos”, analiza Álvaro Artiga, del departamento de sociología y ciencias políticas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
Empleados del Ministerio de Obras Públicas han empezado con los trabajos de demolición de las esculturas del Monumento a la Reconciliación, construido en 2017 como parte del 25 aniversario de los Acuerdos de Paz, según fotografías que han circulado en redes sociales desde diciembre pasado.
Desde que asumió la presidencia, el 1 de junio de 2019, Bukele ha atacado sin descanso a sus adversarios políticos Arena y FMLN. Dos años y medio después, con la mayoría en la Asamblea Legislativa y con el control de los tres poderes del Estado, el Gobierno eleva su desprecio por todo lo que representó el 16 de enero de 1992.
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1 Responses to “El fin de la reconciliación”
A falta de políticas y programas sociales, ante la carencia de obras de beneficio a las mayorías y para tapar lo nefasto de este gobierno, Bukele utiliza el tema de los acuerdos de paz como cortina de humo