Los gobiernos no tienen mucho tiempo para entregar productos y cumplir promesas. Los ciudadanos somos exigentes e impacientes para juzgar. Por ello, presidente electo y su equipo de trabajo, aprovechen el primer año, aprovechen la luna de miel que no dura mucho. Lo que se puede entregar en el primer año es limitado, se pueden empezar los grandes proyectos o cambios, se pueden entregar proyectos con periodo corto de ejecución, pero visibles, se pueden impulsar los proyectos ya listos pero que otros no pudieron viabilizar, se pueden dar leyes o acciones que marquen un nuevo rumbo, que lancen mensajes claros, y, sobre todo, se deben evitar los grandes errores. Ello los consolidará en el poder y les dará tiempo para cambios más profundos y obras más grandes y tardadas.
En el caso de su gobierno, ello les será un poco más difícil, por las altas expectativas que existen sobre ustedes que se refleja en el gran apoyo que recibieron en las urnas, por la débil posición de su fracción legislativa, y por una limitada experiencia en gobernar, por lo menos al nivel central. Por otro lado, ustedes manejan muy bien la publicidad y sabrán sacarle provecho a lo que hagan, cuentan con fuerte apoyo internacional (que también puede no durar mucho), y hay deseo de la población de apoyarlos, o, por lo menos, darles el beneficio de la duda.
Dado lo anterior, los criterios para las prioridades de su gobierno en el primer año deberían ser productos de alto impacto o visibilidad y viables en el corto plazo, pero también tomar las medidas difíciles ahora que se cuenta con mayor apoyo. Se debe distinguir entre los objetivos del primer año y el resto del gobierno. También se debe ser selectivo: un gobierno nuevo con las características ya mencionadas mal haría en tratar de abarcar mucho.
A continuación, algunas ideas que cumplen con esos criterios, muchas de ellas planteadas por los partidos durante la campaña.
En el área de lucha contra la corrupción, usted y todos los miembros de su gabinete y sus cónyuges deben presentar, antes de asumir sus cargos, declaración jurada de sus bienes; elimine la partida secreta de la Presidencia; termine la impunidad de la que han gozado funcionarios de gobiernos anteriores —especialmente “los peces gordos”—; implemente cambios y nombre funcionarios en la PNC que den signos claros de su deseo de sanearla; respete la independencia de poderes, sobre todo la del fiscal. Un buen ejemplo sería que declare públicamente cuáles son las empresas de su familia y cómo va a ser el trato de ellas con su gobierno y cómo va a tratar los casos pendientes de cerrar de su familia.
En el área de frenar la violencia, continúe con el plan El Salvador Seguro y mantenga el Consejo Nacional de Seguridad y Convivencia, pero compleméntelo lanzando una campaña masiva a nivel nacional de prevención, focalizada en los municipios con mayor índice de violencia, con atención preferencial hacia los jóvenes, basada en la promoción de valores, conservación del medio ambiente, cultura y deportes. Esto requiere de grandes esfuerzos de logística, pero también genera bastante empleo de forma inmediata; para ello no es necesario crear más plazas, pero sí reorientar existentes. El desarrollo del control territorial con participación comunitaria ha sido muy efectivo en otros países, más si ello se suma al desarrollo económico local.
En el área de generación de empleo es básico lograr redinamizar la inversión privada. Ello requiere de diálogo con ese sector. El desarrollo económico y social de los pueblos del país tiene un potencial muy grande, las fuerzas vivas ya existen en ellos, lo que está demostrado en los proyectos ya realizados por el Ministerio de Turismo. Hay muchos ejemplos de pueblos intermedios que están generando empleo y reteniendo población, teniendo como eje el turismo, especialmente el turismo local, o la producción de productos especiales. Para esto hay que buscar las cosas que nos son únicas, Arena menciona en su propuesta de plan el surf o las olas del litoral, la demanda de los hermanos lejanos es algo que también tiene gran potencial.
En el tema de medio ambiente hay una gran oportunidad en el área de energía. La política energética de los gobiernos anteriores ha logrado llegar a una matriz energética con alrededor de un 65 % de energía renovable. Se puede llegar a más del 90 % muy fácil y rápidamente. Empresas privadas ya están en el país listas para ampliar su cobertura en las áreas de energía solar, eólica y geotérmica. Pero de mayor impacto es la transformación del sector transporte, responsable de la mayor contaminación. El Sitramss se puede reactivar a su eficiencia normal con solo revisar la decisión de la Sala de lo Constitucional que tuvo gran tinte político. Los diseños de la segunda etapa de ese sistema (San Salvador–Santa Tecla) ya están listos y su ejecución puede comenzar muy pronto. Por último, se puede, como lo ha hecho el gobierno de Alvarado en Costa Rica en su primer año, empezar a introducir el transporte de energía limpia. ellos empezaron transformando los autos del Estado a energía eléctrica e impulsando los buses alimentados con hidrógeno. Nosotros solo tendríamos que traer esa tecnología del país vecino.
Área clave en el medio ambiente es el agua. Hay que garantizar su protección y acceso universal. La discusión de la ley de aguas está muy adelantada. Su aprobación podría ser uno de los grandes logros de su primer año.
No se puede descuidar el área social. Lo social debe continuar recibiendo preferencia, por el derecho que implica, por sus efectos positivos políticos, por la generación de empleo y reducción de la inequidad. En educación los logros no pueden ser de corto plazo, pero sí el inicio de campañas; en la campaña electoral existió consenso en que la focalización debe ser en la calidad de la educación. Los subsidios deben continuar, pero se pueden focalizar todavía más para asegurar que solo lleguen a quienes más los necesitan. Esa medida de focalización, que puede tener costos políticos, sí debe hacerse al comienzo del mandato presidencial. En salud la mejor provisión de medicinas puede ser la medida inmediata de mayor impacto político.
En el área financiera, los acuerdos logrados en el pasado mes de diciembre le dejan una mesa bastante limpia para el 2019, pero un panorama complicado de allí en adelante. El presupuesto de la nación sigue siendo deficitario, hay que continuar elevando ingresos (subiendo impuestos) o disminuyendo gastos (eliminación de plazas) o una combinación de ambas medidas; cualquiera que sea su estrategia, hágala a la brevedad, ya que ello sí tiene costo político. Se debe renegociar la deuda del país para el resto de su periodo, ello requiere de consenso político en el nivel legislativo, otra medida que debe hacerse pronto.
Las pensiones siguen siendo la gran carga financiera para el Estado, su verdadera reforma está pendiente. El sistema actual es anticuado, lejos de la realidad, beneficia a pocos y sus montos no son suficientes para las mayorías de clase media y de bajos ingresos. Hay que reformarlo; si no, su gobierno tendrá otra crisis financiera seria a mediados de su mandato. Los estudios ya están hechos, las alternativas de leyes escritas, hay que lograr un acuerdo antes de que políticamente se le haga difícil. Aproveche, para estas tres medidas en el área financiera, la luna de miel.
Las relaciones internacionales le permiten varios logros de impacto inmediato, pero es también un área que requiere de un delicado balance. La campaña dejó claro que existe un rechazo popular a la línea ideológica dura —dar apoyo incondicional por “ser de los míos o estar de mi lado”—, pero también hay fuerte apoyo para terminar el tutelaje, la obediencia ciega a la línea dictada por Estados Unidos. Difícil justificar el apoyo al régimen de Maduro, pero también bueno mantener relaciones con China, especialmente por nuestros intereses económicos.
Punto muy relevante para la población y para el cual existe una coyuntura geopolítica que requiere de mucho tacto diplomático, pero que presenta oportunidades, es el tema de los migrantes y los salvadoreños en el extranjero. La política de la administración Trump no ayuda, pero ofrece oportunidades para negociar. La nueva orientación del gobierno mexicano con AMLO y su plan para Centroamérica ofrece un aliado potencial muy interesante. Acuerdos en esta área se podrían lograr en el primer año y tener alto impacto.
Suficientes tareas de corto plazo, presidente electo.
Pero no puedo terminar sin mencionar lo que puede ser el factor más importante de su primer año de gobierno, el no cometer grandes errores. No se puede poner en juego la estabilidad macroeconómica a la cual todos los gobiernos de posguerra nos han acostumbrado; no se puede perder la independencia de poderes que los últimos gobiernos lograron y respetaron; no puede haber escándalos de corrupción o impunidad de parte su gabinete, y si los haya denúncielos y permita la aplicación de la ley; no retrocedamos solo porque “esto lo hizo o puso el gobierno anterior o el otro partido”; no negocie con base en la compra de votos, mejor hágalo de cara al pueblo como usted ofreció en su campaña; no permita la violación de derechos humanos, venga de donde venga. Usted maneja muy bien la publicidad, ello le puede ayudar a gobernar con y de cara al pueblo. Usted tiene un fuerte apoyo popular y un periodo de gracia, aprovéchelos. Su primer año es clave y el tiempo pasa muy rápido. Empiece ya.
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