“Jamás en la vida pensé que nos llamaran ratas con gabacha blanca”

El representante del Colegio Médico en el consejo directivo del Seguro Social habla del aumento de la tensión entre el gremio médico y el Gobierno, y del llamado al diálogo que hacen. Dice que no han hablado de hacer una huelga, pero que esto depende de la capacidad de negociación que tengan.
Video: Gerson Nájera


El doctor Ricardo Minero es el representante del Colegio Médico en el consejo directivo del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS). En esta entrevista, asegura que los pronunciamientos del gremio tras la suspensión de un grupo de 47 médicos no tiene tinte político. “Nuestra posición hasta ahorita nunca ha sido política ni tan siquiera de querer sentar a alguien bajo amenazas”, afirma.

Los médicos internos del hospital Rosales fueron suspendidos en julio pasado por apoyar públicamente a tres de sus colegas. Minero lamenta el silencio de la Universidad de El Salvador en este tema; y, por otra parte, también lamenta que se intente inculcar que Colegio Médico es “un centro de médicos mercantilistas”.

Como médico del Seguro Social, habla de las carencias que todavía mantiene esta institución y de porqué la gente debe seguir esperando meses para obtener una cita con los especialistas. Una de las razones, explica, es porque hay tres gastroenterólogos y dos endocrinólogos para todo el país.

¿Aceptó el Ministerio de Salud y el Seguro Social dialogar con el Colegio Médico sobre el castigo impuesto a las tres doctoras que se quejaron por la saturación que ocurrió a causa de la estampida en el estadio Cuscatlán el 20 de mayo del 2023?

Estamos haciendo todo lo posible por los medios que sean necesarios de reiterarle a las autoridades correspondientes un llamado al diálogo. Estamos tendiendo los puentes a través de las instancias correspondientes poco a poco, simple y llanamente para que nos sentemos a platicar. Necesitamos tener una mesa donde se empiecen a ventilar y a tratar esta situación. 

¿Qué le parece que las tres doctoras hayan sido sancionadas bajo la Ley de Servicio Civil y para la suspensión se haya obviado la Ley de Regulación de prácticas clínicas de estudiantes de medicina y médicos en proceso de especialización?

Antes de darle una opinión o una respuesta concisa a la pregunta, insisto, estoy casi cayendo en lo que aquello de que si yo doy una opinión con respecto me inhabilito y por eso es la insistencia a que conversemos, platiquemos. Es interesante saber qué criterios se tomaron para sancionar a estas tres personas y a nuestros estudiantes de internado. Sin conocer la posición y en base a qué han sancionado, difícilmente le puedo dar una opinión técnica porque esto no es de gustos. Esto es de un debido proceso.    

¿Actualmente no ha pasado?

Sí. Consideramos que no se ha tratado con todos los insumos técnicos necesarios y con las instituciones adecuadas para solventar esta situación. Tradicionalmente en El Salvador desde que toda la gente tiene memoria dos instituciones son las que miran los problemas de salud del país y principalmente de sus médicos y de sus médicos en formación: la Universidad de El Salvador, la cual ha guardado silencio, que me sorprende porque la Universidad de El Salvador, nuestra alma mater, tradicionalmente ha sido clara en sus posiciones, especialmente cuando hay una afectación hacia sus alumnos; y Colegio Médico se pronuncia porque la afectación es a los futuros médicos. En estos casos, a los médicos del último eslabón, ¿cuáles?: los médicos en formación.

Entonces, nosotros insistimos: queremos platicar. Por ahí he visto ciertas posiciones, que no son las más correctas porque se ataca al mensajero. No se mira el mensaje. Todos los mensajes de Colegio Médico han sido en el sentido de sentémonos a platicar. Sin embargo, se saca a veces por tweets de otras instituciones, que seguramente son ONG o sindicatos que tienen médicos involucrados y se hace una combinación de la posición de Colegio Médico combinada con las palabras vertidas por estas instituciones, que no es la posición de Colegio Médico. La única persona autorizada para hablar por el Colegio Médico es nuestra junta directiva, y en este caso su presidente el doctor Roberto Montoya Argüello.

Ricardo Minero, representante del Colegio Médico en el consejo directivo del ISSS. Foto Factum/Gerson Nájera

Mencionó que le sorprende el silencio de la universidad nacional, ¿Podría ampliarnos?

Estas dos instituciones guardan tradiciones muy bonitas. Y dentro de estas tradiciones está el honor, el defender valores. Y vemos con mucha preocupación que sobre este caso en ningún medio de comunicación veo un pronunciamiento de las autoridades de la Universidad de El Salvador. Me duele porque para atrás la nacional nunca ha sido un ente callado. Siempre ha habido un pronunciamiento para también dialogar y averiguar qué pasó; y buscarle una salida al conflicto. Entonces, el primer paso lo estamos obviando, ¿Cuál es? sentémonos a platicar, busquémosle una salida a esto, oigamos las posiciones y vemos cómo nos encontramos.

Varios de sus colegas también han expresado que es urgente establecer un diálogo franco con las autoridades desde la visión técnica alejada de la política, ¿Podría comentarnos un poco más?

Primero, ser enfático en que hasta la fecha todos los pronunciamientos realizados por la actual junta directiva y su presidente no llevan ningún componente político. Todos los comunicados van orientados a pedir un espacio de diálogo.

Un primer abordaje de ver qué es lo que nos separa, veamos qué nos acerca y saquemos la mejor solución de esto. El sistema de salud hoy por hoy sigue siendo fraccionado. Pasó el FMLN, hicieron su propia reforma, para atrás, pero usted ve y sigue existiendo como tal; el sistema médico nacional, el Ministerio de Salud, que ellos son dueños del sistema médico nacional; el Instituto Salvadoreño del Seguro Social, el ISRI, Sanidad Militar: un sistema fraccionado, donde estamos viendo cómo nos ayudamos de institución a institución para dar un mejor servicio a la población. Ese es el meollo al final al que tiene que llegar esta mesa de diálogo. ¿Cómo nos coordinamos mejor para dar un mejor servicio? Y ver si le bajamos la revoluciones a este odio que hay en redes sociales hacia nosotros los hombres de gabacha blanca, que venimos de ofrendar la vida en la pandemia por esta por esta población, que no creo que sea toda la población.

Hay otros análisis… Actualmente la población tiene un concepto equivocado de lo que es la mala praxis. Mala praxis es un término de abogados. Yo de abogado no le voy a hablar porque es un término de ellos. El médico habla de lo que se llama iatrogenia: son los resultados no deseados del ejercicio médico o el acto médico en sí. Entonces, siguiendo en esa línea, la Universidad de El Salvador y las demás universidades para la carrera de Medicina, lo preparan al médico para salvar vidas, pero todo proceso de enseñanza y todo y toda persona humana está sujeta a errores. Aquí el único perfecto es Dios.

¿Por qué cree que el Ministerio de Trabajo no invitó al Colegio Médico a participar en una mesa de conversaciones en las que sí estuvo SIMETRISSS, STISSS y otros sindicatos del Ministerio de Salud?

Creo que se ha generado en torno a la figura de nuestro presidente un ambiente hostil a nivel de redes sociales, lo han despotricado. El doctor Roberto Montoya Argüello es el actual presidente del Colegio Médico, producto de una elección de la Asamblea General de Colegio Médico, que es la máxima autoridad de esta institución.

Entonces, podrá ser que por cuestiones personales no les guste la figura del doctor, pero entonces, se está atacando al mensajero, no quieren escuchar el mensaje y el mensaje es platiquemos. La Asamblea General le está pidiendo a su junta directiva platiquemos e informémonos qué es lo que ha pasado, ayudemos a nuestros muchachos, ayudemos a nuestros colegas. Colegio Médico no sólo vela por sus afiliados, sino por los no afiliados también. Entonces, creo que ese desgaste, porque es un desgaste, lo está sufriendo el señor presidente de Colegio Médico.    

En Twitter hay una cuenta llamada Médicos por un Salario Digno en El Salvador que habla de la posibilidad de un paro nacional. ¿Están en comunicación con ellos? ¿Quiénes están detrás de ese movimiento?

Yo como Ricardo Minero no puedo desautorizar lo que este movimiento puede hacer. Tiene su libertad, su democracia, para decir lo que ellos piensan. Tiene sus autoridades. Pero hasta el momento Colegio Médico en ningún momento ha hablado de acciones de hecho. Ni de decisiones políticas. Estamos en franca línea de sentarnos a platicar porque no conocemos a detalle qué es la posición del otro lado, cuál es la posición del Gobierno.

Obviamente nosotros sí estamos versados porque todos los médicos que están en el Colegio Médico estamos adscritos a alguna institución: al Sanidad Militar, Bienestar, Magisterial, ISRI, Instituto Salvadoreño de Seguro Social, Ministerio de Salud. Nosotros tenemos una visión bien amplia. Nosotros no vemos una rama, vemos todo y Colegio Médico tiene la sociedad de salud pública, que también es un ente de apoyo para opinar, para formar y hacer un planteamiento técnico, no político, insisto, nuestra posición hasta ahorita nunca ha sido política ni tan siquiera de querer sentar a alguien bajo amenazas. Estamos pidiendo de una manera respetuosa, con los canales establecidos: platiquemos.

Ricardo Minero, representante del Colegio Médico en el consejo directivo del ISSS. Foto Factum/Gerson Nájera

¿Qué llevaría al gremio médico a impulsar una huelga o un paro de esa naturaleza? ¿Están llegando al límite en las negociaciones?

Esa es un área bastante especulativa porque qué le puedo decir… A mí, durante mi formación, me tocó liderar dos huelgas: de interno y de año social. Y en aquel momento el Gobierno lo que pretendía, primero, de una manera antojadiza y arbitraria, quiso regular la entrada al año social y después se negaba a reconocer los honorarios de los internos y quería formar un pool y de ese pool, ya no pagarle lo que le tocaba a los internos, que son una parte vital en el sistema de salud, especialmente en el Centro Médico Nacional, y no pagarle lo que le reconocía. Entonces, no es una posición como de entrada para negociar, sino que son las respuestas de la otra parte la que nos va cortando el espacio y la capacidad de negociación de diálogo; porque obviamente vamos a partir de un axioma: “solo tienen derechos aquellos que se atreven a defenderlo”. Si usted no defiende sus derechos, ¿quién lo va a hacer?

¿Qué opina que hay una narrativa que dice que a un sector de los médicos salvadoreños no le importan los pacientes, que son opositores políticos y que solo buscan lucrarse económicamente?

La sociedad salvadoreña hoy por hoy es una sociedad enferma, tiene muy poca salud mental. Las redes sociales no las hemos usado en positivo, las hemos usado en negativo para inculcar odio entre hermanos, para inculcar odio hacia sectores, dirigir y orientar la opinión pública a dañar, a desprestigiar, a denigrar. En ese sentido yo no voy a negar que habrá médicos que efectivamente puedan tener eso que usted ha mencionado, pero son a títulos personales y que por sus mismas obras los pacientes los conocen y ¿qué hacen? No consultan con ellos, se apartan. Pero, se ha valido de esto de redireccionar las redes sociales de estos famosos troll centers, para inducir y atacar y, entonces, genera todo este odio indiscriminado.               

Cuando yo me formé, jamás en la vida pensé que nos llamaran ratas con gabacha blanca, mercaderes de la salud. Todas esas cosas dañan. Yo he enterrado compañeros. Y no quiero opinar más allá de eso porque no me quiero salir de que esto es un llamado a sentarse a dialogar, pero argumentos para la población para respetarnos hay, porque el Colegio Médico siempre ha estado de lado del pueblo salvadoreño. Pero si les empiezan a inculcar que Colegio Médico es un centro de médicos mercantilistas o de cosas negativas, se reproduce. La popularidad crece en sentido negativo, desmeritando todo lo ganado a puro sudor, sacrificio y muerte.

Este fin de semana fue el examen nacional de aspirantes a residentes, en el que según cifras del Ministerio de Salud participaron 1,263 aspirantes. Observamos dos spots publicitarios en la cuenta del ministro de Salud Francisco Alabí, en los que dos doctoras jóvenes de origen mexicano y hondureño dicen que quieren especializarse en los hospitales salvadoreños. Una de ellas aseguró que hay varios extranjeros aplicando. ¿Estos médicos extranjeros son el reemplazo de los internos de medicina suspendidos por apoyar a sus compañeras sancionadas? ¿Es la primera vez que se abre esa convocatoria a extranjeros?

Hay un poco de desconocimiento. Siempre han venido médicos de Panamá, de Honduras, de Guatemala. El Salvador ha sido un referente de excelencia en la medicina a nivel centroamericano. Nuestros maestros han sido de lo mejorcito que hemos tenido. Así que eso, que lo digan no es nuevo. No sé si el Gobierno querrá adjudicarse eso de que tenemos esa capacidad o esa cantidad. 

Yo lo respondería de esta manera: y si todos son muy buenos, y si todos son excelentes, ¿tiene la capacidad de contratar esos 1,200 y pico de médicos? Le voy a decir una cosa, solo para que tenga una idea: yo trabajo en el Seguro Social y año con año le están metiendo más gente a la base de los pacientes, es decir, cada vez hay más derechohabientes que tienen la potestad de pasar consulta pero con la misma cantidad de médicos.

¿Qué va a hacer eso? Si las citas iban a tres meses y usted le mete más pacientes van a ser a seis y si eran a seis van a pasar a nueve. La especialización y la subespecialización de los mejores recursos de El Salvador siempre ha corrido por cuenta del médico. Que puedan sacar una especialidad y que ahora estamos trabajando en eso, las especialidades generales: cirugía, medicina interna, pediatría, psiquiatría, eso siempre lo hemos tenido. Pero después usted, por decir algo, necesita un neurofisiólogo, eso no lo tenemos aquí, al extranjero. Necesitamos terapia endovascular, a Francia. Todas esas finezas no las tiene el país y quien viaja, viaja por sus propios recursos y por eso, se mira injusto el tratamiento en redes sociales.

La gente que está viniendo de Honduras y de otros países, que usted me mencionó, es porque saben que aquí hay excelentes formadores de recursos, ¿y quiénes son esos?: son nuestros maestros, gente mayor que tiene todo el respeto y la admiración del pueblo salvadoreño.  

Ricardo Minero, representante del Colegio Médico en el consejo directivo del ISSS, en entrevista con Factum. Foto: Gerson Nájera

Hasta 2021 el presidente de SIMETRISSS estimaba que una persona debía esperar hasta seis meses para una consulta de especialidades en el Seguro Social. ¿Eso ha cambiado al día de hoy? ¿Cómo están los médicos respecto a la demanda de atención?

Le voy a responder técnicamente esto. Para cada especialidad: fisiatría, ortopedia neurocirugía, nefrología, endocrinología, para cada especialidad hay una agenda y hay una cantidad de médicos. Dependiendo de la demanda de cada especialidad así es el tiempo de prolongación de citas.

El Salvador hoy por hoy vive una pandemia más seria que la pandemia de covid y es de accidentes de tránsito, o sea, la siniestralidad en el país se ha disparado horriblemente. El Seguro Social no faltará mucho que tenga que evaluar dejar el Hospital General solo como su hospital de trauma y ortopedia.

Y una cosa más importante: pueden comprar el equipo, pueden hacer más quirófanos, ¿Y las manos de donde las van a sacar? La formación de los ortopedas es fuera del país. Tenemos maestros aquí, pero un Gobierno a través de un funcionario se dedicó a suspender las especialidades en el Seguro Social. Vea el resultado ahorita. Y esa fue una decisión política. Entonces, cuando usted toma una decisión política sin tener los argumentos técnicos, los errores se hacen más evidentes y más grandes. Entonces, eso es lo que sucede.

¿Será por eso que hay tan pocos especialistas en el Seguro Social?

En parte. Porque luego viene la parte a la que la población no le gusta escuchar, ¿Y cuál es esa parte? La gasolina, la luz, el agua y todos los servicios suben para todo parejo, sea usted médico o no sea usted médico, venda minutas o no venda minutas. Los especialistas del Seguro Social están migrando al Ministerio de Salud porque tienen escalafón. Lo que el Seguro les paga en ocho horas, ahí se los pagan en cuatro. Obviamente es parte de la misma superación. Uno tiene aspiraciones en la vida y las aspiraciones personales nunca paran. Entonces, si yo por lo que me pagan en ocho horas lo voy a hacer en cuatro, yo me voy a ir a donde me paguen mejor. Es una decisión que cada quien toma de manera personal dependiendo de cómo lo contraten.

Regresando al tema del tiempo que se demora, ¿Es una cuestión de Sistema?

Hay que hacer una evaluación técnica, por ejemplo, gastroenterólogos en el Seguro Social (hay) tres para todo el país. ¿Cree que podemos responder a la demanda?. Endocrinólogos para todo el país (hay) dos. Entonces, usted le puede inyectar otras cosas al sistema o digamos al sistema fragmentario del Seguro Social. Pero y si no tienes los recursos. Y en este caso estamos hablando del recurso humano. A veces nuestra población no mira el bosque por la ramita. Los mensajes que se mandan son equivocados, totalmente errados y entonces exigen lo que no hay, piden lo que no se les puede dar, ¿Por qué? Porque es una cuestión de hecho, no es una cuestión de voluntad. Todo lleva un proceso y ese proceso es la formación del recurso. 

Cuando usted sale de cirujano y luego quiere hacer solo cirugía de hombro, o de rodilla o de cadera, nuestros colegas tienen que emigrar, irlo a sacar afuera. Tenemos ya gente especializada que hace aquí, pero están en el proceso de preparar la escuela para tener una propia escuela de formación. Es más, el Seguro Social acaba de hacer una apuesta y que esperamos que se cumpla esa promesa. Se acaba de adquirir el Centro de Capacitación Docencia e Investigación para los futuros médicos residentes del Seguro Social. Es el paso en lo que se refiere a formación de recursos humanos más agresivo que ha hecho el Seguro Social en los últimos 30 años y eso es una manera de responderle a la población y responderle su pregunta. 

Pero, ¿Cuánto se tarda en formar un recurso? ¿Cuántos radiólogos vamos a necesitar? ¿Cuántos internistas necesitamos? Después del internista tiene que sacar la especial endocrinología, ¿De cuánto tiempo estamos hablando? Entonces esto no es como decir “necesito 200 soldados más”. Ahí van los 200 soldados, especialmente para lo que se utilizan o policías. El médico, aunque sea médico general, es un recurso que tiene ocho años de formación académica como mínimo.

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