La incoherencia del álbum de la corrupción

@revistafactum #EditorialFactum | 🔴Lo más preocupante no es solo el listado (#ListaEngel ♬ sonido original – Revista Factum

La lista Engel es como el álbum de los corruptos y su más reciente edición salió esta semana, cuando el Departamento de Estado de los Estados Unidos incluyó a 39 funcionarios y exfuncionarios de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

Los nombres más llamativos de la lista son, sin duda, los de los expresidentes salvadoreños Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, que gobernaron entre 2009 y 2019 bajo la bandera del FMLN. 

Funes mató la esperanza de miles, investigaciones periodísticas y penales lo vinculan con el desfalco de millones de dólares del erario público, pactó con pandillas y su gobierno, uno de los peores de las últimas décadas, posibilitó la llegada de populistas con aspiraciones napoleónicas. 

Lo más interesante de la lista, sin embargo, es lo que no dice. A quien no apunta.

Y esto merece una reflexión que va más allá de si decepcionó a algunos o si fue casi aplaudida en Casa Presidencial. Estados Unidos había sentado un precedente con su colección de la corrupción centroamericana y lo rompió con el listado de este año. 

Cuando salió por primera vez, la lista Engel incluyó a funcionarios pasados y actuales de los gobiernos del llamado Triángulo Norte. En el caso salvadoreño, los listados de 2021 y 2022 incluyeron a exfuncionarios de los gobiernos de ARENA, FMLN y actuales funcionarios como Carolina Recinos, Osiris Luna o Ernesto Sanabria. 

Pero ese precedente se rompió este año para El Salvador. Algo que, por ejemplo, no ocurrió en Guatemala, Honduras y Nicaragua. En Guatemala, la Lista Engel incluyó a los jueces y fiscales que persiguen a periodistas; en Honduras, fue contra los jefes de partidos políticos que se repartieron la Corte Suprema de Justicia. 

Entonces cabe preguntarse: ¿habrá pasado algo este año en El Salvador digno de ser incluido en tan ilustre listado?

¿Torcer todo para pisotear la Constitución y perpetuarse ilegalmente en el poder no cuenta como prácticas antidemocráticas?

Esa es la gran incoherencia de la lista Engel de este año. Jugar con el garrote en el resto de Centroamérica y con zanahorias en El Salvador. 

Lo más preocupante no es solo el listado; es la confirmación del viraje de la diplomacia internacional sobre El Salvador. Estados Unidos pasó de enérgicos comunicados a fotografías complacientes con el aprendiz de dictador. La Unión Europea, a través de un alto representante, dijo que El Salvador era un socio fiable. 

¿Esa validación incluye un guiño para lo que tu socio hace en las cárceles o solamente lo que la propaganda transmite?

Es imposible hablar sobre El Salvador sin contexto. Si nunca olvidamos que hubo amaños cuando hablamos de la selección de fútbol, ¿podemos entender este El Salvador sin la reelección ilegal, el régimen de excepción, las torturas en las cárceles, la toma militar de la Asamblea y el secuestro del sistema judicial?

Olvidarlo es ser cómplice. 

¿TE HA GUSTADO EL ARTÍCULO?

Suscríbete al boletín y recibe cada semana los contenidos en tu email.