El rostro de la impunidad

El pasado domingo, en la manifestación conmemorativa de los treinta años de la firma de los Acuerdos de Paz, participaron sectores diversos de la sociedad civil. Por las calles de San Salvador marcharon grupos organizados que elevaron sus voces para resaltar el motivo de sus luchas y de sus causas. Factum acompañó a uno grupo en especial: el bloque de familiares de desaparecidos durante el conflicto armado, quienes encabezaron la marcha para recordar a la sociedad y al Estado que continúan exigiendo justicia y respuestas sobre el paradero de aquellos parientes que la guerra les arrebató.

Fotos y texto: Natalia Alberto/Fotoilustraciones y entrevistas: Victoria Delgado


Bajo el lema “Las desapariciones de la guerra y de ahora son el rostro de la impunidad” marchó un grupo de familiares de desaparecidos durante el conflicto armado. Con retratos y fotos restauradas, las madres, hermanos y tíos de desaparecidos pusieron rostro y nombre a aquellos que desde el Estado son vistos, a su juicio, como poco más que cifras.

“Nosotros estamos aquí porque nos duele no saber dónde están nuestros desaparecidos y los hemos buscado desde hace cuarenta años y nunca nos han dicho a dónde están”, expresó una manifestante que, a pesar de necesitar silla de ruedas, encabezó la marcha junto a otras personas que también perdieron a sus familiares en aquella época. 

“Yo tengo tres hermanos, mi papá, tres hermanas y mi mamá. A ellos los fueron a sacar de la casa el 16 de junio del 80. Nunca supimos de ellos. Nunca los hallamos. Hoy lo que queremos es la verdad, qué hicieron con ellos, a dónde los dejaron, porque ya ha pasado mucho tiempo y no sabemos nada”. 

—Familiar de desaparecidos, quien mostró en la marcha del 16 de enero la foto de su mamá, Elena Felipa.



“Hoy estamos acá porque este día se firmaron los Acuerdos de Paz y nunca tomaron en cuenta a las víctimas que no éramos de ningún bando ni de otro. Nunca nos tomaron en cuenta y éramos las que más sufrimos las consecuencias. No queremos que este día lo utilice el gobierno para decir que es el día de las víctimas porque nosotros exigimos [que sea] el día 30 de agosto, que es el Día Nacional de la Desaparición Forzada. Este día [16 de enero] es de los Acuerdos de Paz. 

Ella es mi hija. Y los demás son sobrinos desaparecidos. Y mi hermana murió en 2017, llorando porque a su hijo lo desaparecieron hace nueve años. Ella lo buscó y lo buscó y nunca lo encontró. Y por eso estamos hoy. Nadie nos ha traído a la fuerza. Estamos aquí porque nos duele no saber dónde están nuestros desaparecidos. Los hemos buscado desde hace cuarenta años y nunca nos han dicho a dónde están. Nunca han tenido el valor de decirnos. Y por eso exigimos que se abran los archivos de la Fuerza Armada porque ahí están los nombres de quienes los desaparecieron. Porque la Guardia se llevaba a quien se le ponía enfrente”

—Familiar de desaparecidos, quien marchó el pasado domingo 16 de enero de 2022


“En el 81 me mataron a mi primer hijo. Perdí a mis niños, a mis hijas. Solo me quedé con la niña grande. A ella se la llevó mi mamá y toda la familia a una finca en Zacateluca y ahí las fueron a matar. Mataron a mi mamá, a mi hermana, a mi abuela y a mi prima. Fue una mortandad de mujeres. Perdí a mis hermanos también. A ellos los capturaron. De ahí me capturaron a mí. Estuve presa mientras tenía un niño que nació en 1981. Lo andaba tiernito. Me dijeron que me lo iban a matar y yo le pedí a Dios que no lo permitiera. ‘Mira, como se queda viendo tu Dios’, me dijeron”.

—Familiar de desaparecidos


“Yo en la guerra perdí bastante familia. Todos se agregaron a la lucha… y murieron. Uno fue capturado en 1980 y no lo volvimos a ver”.

—Familiar de desaparecidos


“Son mis hijos. Mi primera hija desapareció en 1982. Ella, Laura Antonia Serrano, tenía 19 años. De ahí, Pedro Pablo, Genaro y Juan Miguel desaparecieron en el 84. Estaban jovencitos. Uno tenía 17 años, el otro 15 y el otro 14”.

—Madre de desaparecidos en la guerra civil salvadoreña


“Tenía un hermano, [llamado] Fabio García González. Lo mataron y hasta la fecha no sé dónde quedó. Fue en San Pedro Perulapán, en 1987. Tenía 24 años. En ese tiempo estaba bien fregado para andar buscando el cuerpo porque yo andaba huyendo”.

—Hermano de desaparecido en la guerra civil salvadoreña


“Él es mi hermano. Está desaparecido. Él era un joven. Tenía 18 años. Nosotros estábamos con mamá y con papá, siempre participando en las marchas y todo eso. Pero un día él se fue y ya no supimos más de él. Desapareció en 1988.  Nosotros siempre hemos reclamado el esclarecimiento de los desaparecidos”.

—Hermano de desaparecido en la guerra civil salvadoreña

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