«El Nies» (de Adrenalina): sobran referencias, pero falta cohesión

Las segundas partes (generalmente) no son buenas. En 2017, a Adrenalina se le atorzonaban las ideas musicales que dejan casi dos décadas de silencio discográfico; ideas que consolidaron en un disco al que llamaron «El Nues». Por entonces, prometieron una segunda parte que terminarían por liberar este mes, bajo el nombre de «El Nies», un disco que está lejos de ser uno de los trabajos más memorables de Adrenalina. Al nuevo esfuerzo le sobran referencias pero le falta cohesión y buenas melodías. Lo bueno: los ‘adrenos’ siguen jugando, experimentando y divirtiéndose.


Adrenalina es una de las bandas más importantes del rock salvadoreño. Punto. Desde su primer disco, «Mi ciudad» (1994), hasta el último trabajo de su primer etapa, «Vámonos juntos» (2001), demostraron tener esencia, singularidad y una destreza para asimilar sus influencias musicales con la clara intención de parir nuevas especies. 

Para 2017 –y tras un reencuentro que se fraguó de forma pausada–, la vieja escuela del rock regresó y hallaron a sus seguidores hambrientos de nuevo material. Así vio la luz «El Nues», un disco creado de forma remota, porque para ese momento la mayor parte de la banda estaba repartida fuera del país. Pese a las dificultades de tiempo y espacio, el disco fue un decente y coherente regreso, con temas destacados que han logrado colarse junto a sus clásicos y que ahora son coreados en sus conciertos.

Tantas canciones salieron de aquel impulso, que guardaron algunas para una segunda parte. La mayoría las publicaron poco a poco como sencillos; luego las integraron a la secuela de «El Nues», titulada: «El Nies», una especie de recopilación de descartes que es promocionada como su séptimo álbum. Al igual que su antecesor, fue compuesto a distancia: entre Estados Unidos, Suiza, Venezuela y El Salvador. 

«Chicas» es el corte que inaugura el álbum, inspirada en la polémica del exsecretario de comunicaciones, Eugenio Chicas. El tema muestra referencias de Ramones, El Chavo del 8 y hasta Becky G. La canción no termina de condensar todos sus elementos. No suena fluida sino forzada. Por facilona, la crítica social y política que pretenden se queda en una especie de mal chiste.

Los políticos son los invitados principales en este álbum. El segundo corte, «Rufianes en el ring», retoma la idea del tema de Martín Karadagián, personaje emblemático del programa de televisión argentino “Titanes en el ring”, que se transmitía en El Salvador en la década de los setenta y ochenta. En lugar de iconos de la lucha libre, Adrenalina habla de figuras políticas reconocidas no precisamente por su buen trabajo. Este es de los temas rescatables del disco (y también de los mejor recibidos por el público). La parodia al himno del partido Arena adquiere sentido cuando se repara en que hay quienes opinan que la marcha arenera es un posible plagio a la canción dedicada a Karadagián. Sin embargo, la idea, en realidad, no aporta mucho a la canción. De hecho, la satura.

«Angus7ia» es la canción que sigue, un tema instrumental, al igual que «Frijolada» y «Jugo de piña». Los tres funcionan como transiciones en el disco. Esta es una buena decisión porque confirma que la producción fue pensada como una experiencia completa. De los tres, el mejor logrado es la versión de «Jugo de piña», original de El Súper Show de los Vásquez.

El corte «El alacrán» tampoco consigue su cometido. De acuerdo a lo dicho por la banda cuando la promocionaron como sencillo en 2019, se trata de un homenaje a Los Tigres del Norte y Banda El Recodo. Sin embargo, la producción carece de brillo y la transición entre la música regional mexicana al rock no está bien lograda. Dicho de otra manera: bien podría ser una canción de la etapa tardía de Los R.E.D.D.

Igual sucede con «Es todo legal 2», el quinto track del disco. Aunque su primera parte fue muy buena (incluida en «El Nues» y con una duración de más de 11 minutos), esta solo lo consigue en el plano instrumental, donde destaca el piano de son cubano. Pero la crítica política nuevamente es facilona y llena de lugares comunes. Tampoco ayuda la imitación del acento caribeño que termina por caricaturizar en exceso al experimento.

Los tres últimos temas son los que rescatan al álbum. «El blues de Boba Fett» es otra de las múltiples referencias nostálgicas, esta vez a Star Wars, con un estilo muy a lo Illya Kuryaki and the Valderramas; es decir, mezclando funk, rap y rock, una de las especialidades de Adrenalina. 

La canción que cierra esta producción es «Monstruo mecánico», un tributo a la caricatura más popular de los años ochenta: Mazinger Z, un híbrido entre el rock industrial de Ministry y el rock progresivo de Rush. Esta es una de las piezas más exóticas en el catálogo de canciones de ‘los adrenos’.

«El Nies» está lejos de ser uno de los trabajos más memorables de Adrenalina. Le sobran referencias pero le falta cohesión y buenas melodías. No obstante, es positivo que la banda siga jugando, experimentando y divirtiéndose.


  • Nota del editor: esta es una segunda versión de la publicación original. Fue corregido un error acerca de la referencia del tema “Rufianes en el ring”. Originalmente fue escrito que dicha canción es una referencia a la canción “Los Luchadores”, cuando en realidad está inspirada en la canción de Martín Karadagián, de “Titanes en el ring”.

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