La campaña para la elección interna del candidato a presidente por el partido Arena sacó a flote dos grandes bandos confrontados. Dos empresarios millonarios han dividido las filas areneras, aunque tienen discursos similares sobre casi todo. Lo demostraron en los tres foros previos a la votación de este domingo 22 de abril. Los ataques mutuos en redes sociales entre Carlos Calleja y Javier Simán -o al menos entre sus equipos de trabajo- han abierto las puertas a un enfrentamiento público inédito en el partido de derecha, marcado incluso desde una dirigencia partidaria que se ha decantado por uno solo de los precandidatos.
Ilustración FACTUM/Judith Umaña
La celebración nocturna en la sede nacional de Arena el 4 de marzo de 2018 reunió a los militantes del partido de derecha y a sus políticos fuertes. No era para menos. Ese día fueron las elecciones legislativas y municipales en El Salvador y los areneros se sabían ganadores. Aplausos, confeti, la marcha del partido, besos abrazos, palmadas. El diputado Ernesto Muyshondt electo en la alcaldía de San Salvador. El presidente del partido Mauricio Interiano, orgulloso. El precandidato a la Presidencia Carlos Calleja feliz por sus amigos Ernesto y Milagro Navas, que retuvo la alcaldía de Antiguo Cuscatlán. Toda la plana mayor de Arena estaba en la fiesta. Todos menos uno: el otro precandidato, Javier Simán.
“No lo sé. Desconozco. Solo él sabrá su agenda. No sé”, respondió el presidente Interiano a la pregunta de dónde estaba el precandidato Simán. Minutos atrás, Interiano y Simán habían coincidido en la autoproclamación de Roberto d’Aubuisson -uno de los areneros fuertes que apoyan a Simán- como alcalde reelecto de Santa Tecla. Minutos después, el dirigente arenero ya no sabía del paradero del precandidato. “No sé”, respondió Ernesto Muyshondt a la misma pregunta mientras fruncía los labios. Fue irrelevante la ausencia de Simán para celebrar el triunfo del nuevo alcalde de San Salvador. Pero fue muy importante la presencia de Calleja.
A la medianoche del 4 de marzo, Simán publicó unas fotos en las que acompañaba a los candidatos a alcaldes de Nuevo Cuscatlán, Mejicanos, Cuscatancingo, Ciudad Delgado, Soyapango e Ilopango. Apoyaba a su gente. De hecho, los dos precandidatos venían desde meses atrás, antes de la elección nacional, trabajando con las estructuras areneras desde sus propias campañas internas.
Desde entonces, Carlos Calleja, y sobre todo miembros de su equipo, no han dejado de hablar de una división en Arena y de adelantar sus intenciones por reunificar al partido después de la elección interna de este domingo 22 de abril de 2018. La campaña, lo ha reconocido en cada intervención sobre el tema, ha dejado fisuras en la estructura partidaria. Calleja incluso ofreció firmar un documento de compromiso con los otros dos precandidatos, Simán y Gustavo López, para no separar al partido con cualquier resultado que se presente.
La búsqueda de apoyos y los respaldos fortuitos de los dos precandidatos más fuertes de Arena llevaron al partido a una irremediable separación por clanes. Las figuras areneras más mediáticas que se han expuesto y han confirmado su favoritismo hacia Calleja se cuentan por decenas entre diputados, alcaldes y hasta dirigentes areneros como la directora de asuntos municipales, Milagro Navas.
Pero también ha habido aportación de imagen de funcionarios públicos areneros para Simán, en especial los hijos de fundadores del partido, como el alcalde Roberto d’Aubuisson y la diputada Patricia Valdivieso. A nivel dirigencial, aunque no necesariamente del Consejo Ejecutivo Nacional -más inclinado a Calleja-, Simán ha sido respaldado por Edwin Zamora y Gerardo Barón, que en su momento han representado al sector empresarial del partido. El mayor acompañamiento que recibió Simán en estas últimas semanas fue el del empresario Roberto Murray Meza, quien fue presidente de Arena años atrás y es una figura y financista de respeto del partido de derecha.
No es la primera vez que Arena vive una separación de los clanes políticos y empresariales que la conforman. El partido cuenta en su historia con divisiones traumáticas, como la que causó la expulsión de Antonio Saca en 2009, a quien se le sumó una horda de areneros que luego se transformaron en el partido GANA. Los exareneros vengaron su exilio al negociar con el izquierdista FMLN las decisiones en la Asamblea Legislativa desde entonces hasta la fecha.
Las selecciones de figuras como Armando Calderón Sol, Francisco Flores y Rodrigo Ávila para candidaturas presidenciales han estado marcadas, todas, por discusiones y divisiones internas. Las más de las veces, sin embargo, las luchas más intensas se libraron a espaldas de la opinión pública, en la intimidad del partido, sus estructuras y los grupos de podar que lo financian.
Nunca antes los favoritismos naturales hacia un precandidato u otro habían sido tan públicas como en esta selección interna. Es la primera vez, eso sí, que hay dos grandes contendientes en igualdad de condiciones: los dos son empresarios millonarios cuyas familias hacen aportes económicos a su partido y tienen capitales suficientes para sostener las campañas de los políticos de su preferencia.
Este domingo 22 de abril de 2018, los areneros irán a las urnas para elegir a su candidato para las elecciones presidenciales del año próximo. Los resultados colaterales de esa elección podrían derivarse en una división más profunda.
Campaña sucia en internet
Una carta que se supone firmó el infame expresidente Antonio Saca a favor de Javier Simán circula por páginas anónimas de Facebook. En respuesta, otros sitios anónimos sueltan un video viral sobre la película Der Untergang en el que se cambian los subtítulos para dar a entender que el padre de Carlos Calleja, Francisco, está furioso porque su hijo pierde en las encuestas contra Simán y así también pierde los millones de dólares que ha invertido en su precandidatura.
A Simán le publican una noticia falsa en otra página anónima en la que se dice que el precandidato está “matando su chucho a tiempo” al decir que el Coena apoya a Calleja para justificar su derrota el 22 de abril. Otra noticia falsa circula en las redes sociales y dice que “el candidato del súper”, para referirse a Calleja, ya sabe que ha perdido en las encuestas contra Simán.
Las publicaciones de este nivel han sido frecuentes en las últimas semanas. Simán, en medio de los foros entre precandidatos, lanzó un anuncio en el que se percibe un ring de lucha. No es una coincidencia. Simán no ha negado que exista un confrontamiento marcado entre dos bandos areneros. Pero no lo considera grave. Este empresario ha dicho que el partido es como una familia y, como en toda familia, por más unión que exista, siempre habrá “jalones de pelo y de camiseta” entre los hermanos.
En el discurso, el más preocupado por la división en Arena parece ser Calleja. “Es mi compromiso: el inicio de una profunda unificación de nuestro partido”, dijo el empresario en el último encuentro entre precandidatos el pasado jueves 19 de abril. Pero Calleja, ante las grabadoras de los periodistas, niega que haya tensiones. “Hay una gran comodidad de parte de ambos y (estamos) satisfechos con el proceso”, dijo el precandidato a Revista Factum.
Simán también guarda la compostura ante las grabadoras y dice que tiene confianza en que no habrá un fraude en la elección interna del 22 de abril. Pero asoma algunos malestares que ha hecho públicos durante toda la campaña. “Donde yo he tenido quejas es en las estructuras de mando territorial, que a veces quieren imponer su preferencia (a las bases)”, comentó este jueves pasado.
El candidato presidencial de Arena que va a resultar de la elección interna de este partido político no solo va a tener que lidiar con sus contrincantes de la izquierda, representada en el FMLN, o incluso con una posible candidatura presidencial del actual alcalde de San Salvador, Nayib Bukele. El candidato arenero va a verse obligado a convencer al clan que no lo apoyó durante la campaña interna y a sumar esos respaldos en su propio partido.
Entre promesas de sus precandidatos de volver a unirse sea cual sea el resultado, Arena deberá encarar sus propias divisiones ante la elección presidencial de 2019.
Mismos problemas, mismas respuestas
Los encuentros entre los precandidatos presidenciales de Arena que se dieron los jueves 5, 12 y 19 de abril sirvieron para tomar el pulso y conocer por asomo sus discursos sobre cada área de gestión gubernamental. Sin diferencias radicales de visión, los dos principales aspirantes, Calleja y Simán, casi coincidieron en cómo manejar el órgano ejecutivo.
Advirtieron de los problemas en la gestión de recursos humanos y económicos del actual gobierno, administrado por el FMLN. Reconocieron que los problemas de seguridad pública y de economía son los de mayor preocupación para las personas en El Salvador. Y ofrecieron métodos que muchos candidatos mencionan en sus discursos proselitistas y nadie concreta al asumir los cargos públicos.
Hablaron de acercamientos del gobierno con las comunidades y, de forma contradictoria, también de la militarización de esas mismas poblaciones para garantizar la seguridad. Los dos le dieron prioridad a la prevención de la delincuencia en sus discursos sobre la seguridad y titubearon sobre incluir a las pandillas, mediante diálogos, en los procesos de recuperación de los territorios.
Simán, en todo caso, fue el único que mencionó algún condicionante como “no se puede negociar con quien no esté dispuesto a entregar las armas”. Calleja mientras tanto no se pronunció ante esta posible solución.
En su último encuentro, mientras el tema principal era el empleo, los precandidatos hablaron de lo suyo: negocios. Sus alocuciones se centraron en cómo hacer crecer las inversiones y los negocios, para lo que según ellos se deben quitar estorbos del camino como impuestos y regulación de parte del Estado. Cada cual en su área de confort, Calleja habló de explotar la agroindustria y especializar a los trabajadores, mientras que Simán insinuó que a los salvadoreños les conviene la industria de la maquila. “No se puede satanizar la maquila, es el mayor generador de empleo”, dijo Simán.
Al fondo, en el Foro 4 de la Telecorporación Salvadoreña -donde se desarrollaron los dos últimos encuentros de los areneros- a Simán lo escuchaba atento Edwin Zamora, uno de los nombres fuertes que se mantienen en Arena y quien ha sido líder de la principal gremial maquilera del país: la Unión de Industrias Textiles.
El partido de derecha, mientras tanto, ha convenido proyectar hacia el exterior una unidad superficial. Los pleitos se disfrazan de fiesta electoral. Las invitaciones para que los afiliados areneros no tengan miedo de salir a votar este domingo resuenan desde la voz de las figuras prominentes del partido. Les garantizan a sus correligionarios que sus preferencias quedarán en secreto. Arena, así, le unta maquillaje a los golpes que los precandidatos presidenciales, sus equipos de trabajo y sus clanes se han propinado desde que arrancaron sus campañas.
Con reportes de Bryan Avelar.
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1 Responses to “Arena intenta maquillar sus pleitos antes de las primarias”
Solo una aclaración: No son los candidatos quienes han dividido a los Areneros, es la Dirigencia del partido COENA, que a dividido a los Areneros al apoyar DESCARADAMENTE a Calleja y además, pretender obligar a todos los Areneros apoyar a su candidato Calleja.