Stefani Joanne Angelina Germanotta es el nombre real de la artista neoyorquina mejor conocida como Lady Gaga, quien publicó su sexto disco de estudio el pasado 21 de octubre. Revista Factum, a través de la pluma de Gabriela Rivera, comparte la reseña de uno de los discos más esperados en la escena pop de todo el mundo.
Lady Gaga ha trabajado desde sus inicios por ser una provocación al status quo del pop. Su discurso se basa en que el pop es arte y que el “arte” que ella presenta —con su música— tiene una función disruptiva en el establishment del pop. Plantea también que, como resultado, éste crea un espacio donde todos los que no se sienten identificados o representados por el mainstream, pueden encontrar un pequeño oasis pop para los misfits, las minorías. Así nacieron los little monsters, hard core fans que crearon una base sólida que ha acompañado a la “Mother monster” desde 2008 y por supuesto han generado millones de dólares en ventas de discos y espectáculos en vivo.
Yo realmente no tengo ro-ro-roma-ma… mance con Lady Gaga, pero tengo que aceptar que el soundtrack de algunas de mis noches más divertidas (algunas las recuerdo parcialmente) ha estado a cargo de Lady Gaga, con canciones como “Judas”, “Alejandro”, “Born this way”, “I like it rough”, “Bad romance”, “The edge of glory”, “Applause”, “Venus”, etc. Todas ellas han sido himnos en las discotecas que he visitado en algún momento de mi vida… fueran estas gay o no.
Pero eventualmente a todos nos toca crecer y pareciera que a Gaga las máscaras, el glitter, los personajes y el maquillaje pesado la cansaron. Entonces decidió dar un giro y demostrar que su talento no depende de espectáculos estrambóticos para ser validado.
Tal vez me estoy tomando muy en serio todo sobre Lady Gaga; tal vez no. Pero la verdad es que sus siguientes pasos fueron interesantes. Desde un disco junto a Tony Bennet en 2014 (que no he escuchado), un tema donde comparte su experiencia como sobreviviente de abuso sexual (‘Til it happens to you’); hasta “Joanne”, su última producción discográfica y cuyo título se inspira en el nombre de una tía de Gaga, quien también fue sobreviviente de abuso sexual y murió (víctima de lupus) a los 19 años, factor que deja muy en claro que la artista ha hecho de este álbum algo bastante personal.
A pesar de que en el video clip de “Perfect illusion” (primer sencillo del disco) vemos a Gaga en short jeans (sin panties), camiseta negra y cabellera en una cola, el disco sigue teniendo ese carácter pegajoso del pop de Gaga. Esto consiste en ritmos alegres y arreglos vocales que explotan rango vocal y la potencia de la artista, así como su manejo de texturas.
El álbum abre con “Diamond heart” y lo que sorprende de este tema es que cuenta con un arreglo para guitarra y batería bastante rock-pop, sin embargo, fuera de eso, el tema no es realmente un grand opening; incluso te hace dudar de qué esperar de los siguientes temas del disco, pero a pesar de un inicio un poco tropezado, el álbum cuenta con muchas influencias country.
“Joanne” presenta temas que merecen estrellitas doradas, ya que logran sintetizar esta nueva cara de Gaga sin necesidad de destruir el recuerdo que tenemos de ella. Canciones como “John Wayne”, “Dancing in circles” ,“Perfect ilusión”, “Hey girl” (junto a Florence Welch, de Florence and the Machine), “Gringio girls”, “Just another day” y “Million reasons” son temas con carácter que presentan sonidos refrescantes para el trabajo de Gaga y que realmente se disfrutan.
“A-Yo”, “Joanne”, “Sinners prayer’s”, “Come to mama” y “Angel down” son temas interesantes, aunque carecen del peso para sostenerlas en un disco donde el trabajo de Gaga por cambiar de su sonido sin perder una identidad ha sido el protagonista y el horizonte.
“Joanne” es un disco divertido, interesante y un logro en la nueva dirección de Gaga (más que el disco con Tony Bennett), pero parece que todavía hay un camino largo para que logremos conocer el nuevo personaje de ‘Mother monster’. Eso sí, quién quita y en lugar de conocer otro personaje, terminamos conociendo a la misma ‘Stefani Germanotta’.
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