Jafet Jerez: una larga lucha partida en dos

Apasionada con la música desde los quince años, Jafet Jerez tocó puertas sin mucho éxito hasta que le llegó la oportunidad de oro: competir en El Número Uno, reality show musical de Tele Corporación Salvadoreña (TCS) transmitido en 2013. Aunque no fue la ganadora, la exposición que obtuvo en esta edición, y en su regreso a la versión VIP, la volvió una intérprete referente en la escena pop salvadoreña. Bajo la mentoría de compositores nacionales como Kiko Arteaga y Álvaro Torres –de quien se declara admiradora, y con quien grabaría tiempo después del programa–, su fuerte se volvieron las baladas de amor con una fuerte influencia ochentera y noventera.

Fotos cortesía de Jafet Jerez/Mauricio Guzmán y Xavi Amaya


Tiempo después, Jafet estrenaría su nueva faceta de compositora, dividiendo su vida entre la tierra que la vio nacer y la tierra que la acogió, Costa Rica. Revista Factum aprovechó el lanzamiento de su nuevo sencillo para hablar del camino recorrido, su experiencia como mujer en la escena pop salvadoreña y el corazón de su quehacer musical.


Hablando de tu nuevo single, “Te extraño”. Vos trabajás baladas con mucha influencia melódica de los noventas, con letras muy elaboradas hacia esa sensibilidad. ¿Cómo se traslada tu inspiración, por ejemplo, la de Álvaro Torres, a tu música? 

Jafet: La verdad es que fue muy inconsciente. Desde los 16 años, la primera canción secular que yo canté en un escenario fue “Qué ganas de no verte nunca más” (una canción del compositor Manuel Alejandro escrita para la cantante argentina Valeria Lynch). Estamos hablando de canciones muy viejas. ¡Lo chistoso es que mis papás ni las escuchaban! Hoy en día ya es una decisión consciente. Me encantan porque son canciones con alma. Hoy es muy fácil venir y decirte: “te extraño, te quiero, no puedo vivir sin ti”. Le pongo melodía y ya te hice una canción. Pero son canciones sosas, no tienen nada, no las estás sintiendo. Yo me rehúso a hacer ese tipo de música, porque no es mi estilo. 

Donde yo entendí fue cuando en un evento, una señora se me acercó. Me dijo: “Jafet, le quiero dar gracias. Yo estaba pasando por un cáncer cuando mi esposo me dejó por otra, y he estado muy mal. Cuando escuché su canción, tuve fuerzas. Dejé de llorar y dije: «Ah está bien, quedate con ella»”. En ese momento mi cantadito en la cabeza era el medio, figurar, mantenerme vigente. Me di cuenta de que era una historia importante.

Tanto “Ahora serás tú” como “Por ella” fueron canciones que empoderaron a muchas mujeres. Me empecé a dar cuenta de que de verdad podés afectar la psicología, los sentimientos de una persona. Todos tenemos canciones que nos destruyeron alguna vez o nos hicieron sentir súper bien; y cualquier cosa que genere menos de esa reacción no es la línea que yo quiero para mi carrera.

Sobre este tema de las mujeres y el empoderamiento, ¿cómo ves la presencia y la participación de las mujeres en la escena pop salvadoreña?

Jafet: Creo que es necesario que figuren más. Yo tengo presente a una en indie, a ninguna en rock metal, a muchas con pop o baladas, y a muchas más con cumbias. En El Salvador se ha vuelto casi un cliché buscar sonar aquí adentro y está bien, porque el negocio está en las fiestas patronales. Tenemos más de cien fiestas en el país, entonces sabés que todo el año tenés trabajo. Artistas como Álvaro Torres, Arquímedes Reyes o Rafa Guillén, que tienen muchos seguidores, están buscando otra esfera, y por eso están teniendo mayor representación afuera. 

Todas se están haciendo gruperas, buscando vestidos más cortos, hilos más delgados. Aunque soy fiel al pensamiento de que cada mujer puede hacer lo que quiera con su cuerpo, qué bonito es cuando viene acompañado de buena música. Es el género, yo lo respeto y todo. No es lo más fácil, porque dudo que a todas les guste que todos los hombres las vean así, pero qué bonito es cuando te reconocen como una mujer que está aportando algo, que está aportando arte, que no solamente es carne, que puede ir acompañado, pero que no sea el plato fuerte.

¿Sentís que es mucha imagen y poca sustancia?

Jafet: Es que no es ni imagen, porque imagen tenemos que tener todas. Sigue siendo parte de lo que se espera de nosotras como mujeres, y como hombres, aunque un hombre tiene más libertad de ser gordito… ¡Qué se yo! De ser calvito. Con mis seguidores, yo fomento mucho salir sin maquillaje, o recién para correr, o que me vean en pijamas. Recordarle a los hombres que cuando nos levantemos de la cama no nos van a ver producidas. Reforzar lo natural, ser más auténticas. 

Chequeando tus fotos promocionales, veo que tu imagen personal es muy trabajada. Remite mucho a aquellas “diosas de la canción” de los años setenta.

Jafet: Yo como que lo separo. Me encanta todo lo que tenga brillo, me encantan los tacones, me gusta usar fajas para verme más delgada. No puedo ser hipócrita tampoco, pero cada cosa tiene su tiempo. El maquillaje y todo es para verte más bonita, pero no para transformarte. Que cuando te vean en la calle, la gente no diga: “¡Huy, es fulana!”. Aunque no entro en el estándar, tengo mujeres gorditas que me ven y que les gustaría verse así, cuando solo yo sé lo que tengo que hacer para verme así. No me gusta que piensen que hay que sacrificarse para verse así. Es lindo, pero no para vivir con el disfraz.

¿Habría una responsabilidad agregada como artista, como figura pública, hacia tu audiencia o tus fans?

Jafet: Durante la primera parte de mi carrera, renuncié a mi opinión como figura pública, y es algo que se maneja mucho en El Salvador. Ahora estoy absolutamente asqueada y hasta impotente, porque los influenciadores se toman una foto en algún restaurante, cobran una barbaridad y usan a sus seguidores para vender. Son ‘recomendadores’. Eso no es influenciar. Los que me siguen, por ejemplo, saben que estoy muy en contra del plástico. Al menos a alguien le va a calar. Igual, estoy influenciando al no pelearme con otras mujeres en el medio, porque hay gente viéndome. ¿Qué quiero que vean? ¿Qué quiero que escuchen? Si se va a hacer con esa persona, va a ser tomándonos un café. Que no nos vean peleando, que nos vean haciendo las paces.

¿Qué cabida tienen, en este sentido, tus opiniones sobre las luchas relacionadas a las mujeres, como el aborto o la violencia?

Jafet: El tema del aborto es muy delicado. Yo creo y me inclino personalmente por el derecho a la vida, lo defiendo a morir. Aún así, no puedo ser ignorante del sufrimiento que pasan muchas mujeres. Me parece una tragedia que una niña sea mamá porque un hombre irrespetó y fue una bestia. Creo que, en sus zapatos, todas quisiéramos tener la opción. Sería interesante, pero creo más en la fortaleza de carácter. Que tuviesen una dirección, una guía. Tengo mi postura, no la defiendo, no la condeno, cada uno tiene que educarse sobre la santidad de la vida, del bebé y la propia. 

Con el tema de la violencia, jamás lo haría con una mujer, aunque fuera mi enemiga. Creo que las mujeres también tienen que relajarse; el hombre también siente. A veces a ella se le pelan los cables y grita, grita, porque cree que no la pueden tocar. Un pleito puede escalar y si yo, como mujer, golpeo o insinúo que golpeo, voy a recibir una respuesta del otro lado. Hoy día está de moda ser feminista, pero se están escudando en el machismo para serlo. Es importante adoptar el verdadero feminismo, ser luchadoras, pero respetando a los hombres. Soy feminista, pero no soy castradora de hombres. Los amo, no sé qué haría sin ellos; y creo que tenemos que ser compañeras, parte activa.

Tocando el tema de los conflictos entre colegas, ¿hay algún movimiento o red formal o informal entre mujeres artistas? ¿Cómo se manifiesta?

Jafet: Qué interesante que lo digás, porque creo que es todo lo contrario. Creo que entre nosotras nos metemos zancadilla. En El Número Uno ocurrió que una concursante le robó un vestido a otra. He sido, en lo personal, víctima de esa unión en contra de una mujer en el medio. No es mi intención ponerme de víctima, pero he tenido que decirles: “¡Me tienen harta! Si se van a apoyar, ¡vergón, ahuevo, apóyense! Compren una entrada, vayan a aplastarse a ver el show de una mujer. No se unan solo en contra”. Qué bonito sería una unión de mujeres artistas. La encuentro probable, factible, pero no la encuentro sincera. Yo te diría que, hoy por hoy, no creo que sea muy sincera, pero sería muy interesante.

En todos estos aspectos, ¿ves alguna diferencia entre la escena musical de El Salvador y Costa Rica?

Jafet: Mucha. A El Salvador le hacen falta unos veinte o treinta años para alcanzar el nivel de Costa Rica, que tampoco es el máximo nivel. Por lo menos, en el ámbito artístico, hay una gran variedad de artistas de todo el mundo, cosa que no se ve aquí, creo que por dos cosas: primero, porque hay muy poco turismo en comparación; y la otra es que, cuando viene un artista de otro lado aquí, la gente lo que dice es: “Hay que apoyar lo nacional”. Aunque sí hay que hacerlo, la cultura de otros países nos da un abanico de propuestas que al final hacen que la industria se mueva.

Yo fui la voz de los Juegos Deportivos de Costa Rica (2018), y en la gira de medios, me decían: “¿Vos no sos tica? Pero me encanta que se reconozca al artista de afuera”. Yo estoy inmensamente agradecida con Costa Rica, vivo ahí, porque eso tienen: adoptan a los artistas, te dicen: «Aquí te vamos a apoyar». 

¿Te sentís más cómoda haciendo música en Costa Rica?

Jafet: No he hecho música en Costa Rica. Toda la música la produzco en El Salvador, y mi sueño es llevarme artistas para allá. En Costa Rica tienen muy buenos músicos, pero el espíritu del salvadoreño no lo he encontrado en ningún tico. Hay muchos artistas salvadoreños estudiando en Costa Rica. Definitivamente, están más avanzados en todo aspecto. Mi paisito va avanzando, pero le faltan los años que le quitó la guerra.

Regresando a tu próximo disco, ¿cuál ha sido tu experiencia componiendo más activamente?

Jafet: Otro mundo completamente diferente a cantar, pero que igual me encanta, me llena.

¿Aquí en El Salvador conocés o has trabajado con otras mujeres compositoras?

Hay mujeres compositoras. En lo personal, hasta este día no he encontrado una que realmente me guste, que sea mi estilo. Por ejemplo, “Ahora serás tú” me parece una canción que fácilmente podría agarrar Yuri, Ednita Nazario o la misma Yuridia, que es el estilo que me encanta, de mujerona empoderada. Una joya de canción comercial, muy en el corazón. Aunque tienen su música y su público, esa combinación entre algo comercial y algo real es lo que creo que no he encontrado, que es lo que a mí me interesa como compositora. Aún si va a ser algo de pachanga y no de amor, creo que nos están ganando terreno los hombres.

Tenemos que recordar el verdadero valor del amor tradicional. Por ejemplo, no es necesario rentar un helicóptero y tirar papelitos del cielo diciéndole que la amás, pero no se compara a ese momento, como de miedo, que tenías antes. ¡Ahora lo decís por WhatsApp! ¡Qué horror! ¿Qué es eso?

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