La esperanza de un deportado se borró con la tormenta 

El centro de contención Pedro Pablo Castillo, donde estuvieron por más de un mes 60 deportados de Estados Unidos, se inundó el domingo 26 de abril. La lluvia entró por los costados de una techada cancha de baloncesto donde estaban hacinados. Un grupo de encuarentenados se declaró en huelga de hambre para protestar y este lunes 27 de abril fueron trasladados al polideportivo El Polvorín, en San Jacinto. 

Foto FACTUM/Loida Martínez Avelar


Juan ve más lejano el reencuentro con la familia que dejó en Maryland, Estados Unidos, después de la tormenta que cayó sobre El Salvador la noche del domingo 26 de abril. Todos los documentos de su deportación se mojaron durante la inundación del centro de contención Pedro Pablo Castillo, en el barrio La Vega de San Salvador, donde estuvo durante un mes debido a la emergencia nacional por el Covid-19. 

Los más de 60 albergados, sus pertenencias y las camas donde dormían quedaron empapadas por la lluvia. El techo que protege la cancha mulitusos, donde estaban las camas, es en forma de arco, y no hay paredes a los costados. El agua entró furiosa por las paredes inexistentes. 

“Yo traía mis documentos para presentarlos en la embajada (de Estados Unidos) porque yo quiero arreglar mi situación legal para irme. Mi esposa es ciudadana y yo tengo a mi familia. De todas maneras de alguna forma me voy a tener que volver a ir, porque aquí (en El Salvador) no me quiero quedar, mire cómo nos tratan”, dijo Juan vía telefónica a Revista Factum.

Juan espera que, al menos, lo dejen ir a su casa en Chalatenango porque tiene 18 años de no ver a su madre. Por eso reclama, como todos los que están este centro de contención, el resultado de las pruebas PCR para descartar Covid-19. Su encierro le parece eterno: llegó a El Salvador el 27 de marzo en un vuelo con decenas de salvadoreños deportados desde los Estados Unidos. Desde entonces está en un centro de contención. Pero antes de arribar permaneció detenido otro mes en una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense. 

Al final de la tarde de este lunes 27 de abril fue trasladado junto a sus compañeros de cuarentena al polideportivo El Polvorín, en San Jacinto. En ese lugar, según dijo, están en mejores condiciones porque hay paredes para protegerse de la lluvia. 

Durante esta cuarentena, El Salvador ha recibido a 1,500 personas que fueron deportadas de Estados Unidos y México, detalló el director general de Migración y Extranjería, Ricardo Cucalón, en Twitter el 21 de abril.

Una realidad diferente para los 4,500 salvadoreños varados en distintos países del mundo que, hasta este momento, no han recibido respuesta a su petición de repatriación. 

Desde la pasarela del barrio La Vega, este lunes al mediodía el centro de contención Pedro Pablo Castillo luce como una cárcel. Cartones mojados, ropa tendida por todas partes, botellas plásticas tiradas, colchonetas en el piso y camarotes amontonados. En ese lugar no se practicó el distanciamiento social de dos metros entre persona y persona. Según los relatos de los retenidos tampoco fueron eliminados los criaderos de zancudos que surgieron en el agua de las piscinas del centro recreativo. 

Celia Medrano, directora de programas de Cristosal, considera que los deportados salvadoreños no deberían de seguir en confinamiento en un centro de contención, pues ya estuvieron más de 30 días, no han reportado síntomas y han permanecido aislados de otros viajeros. Considera que lo que está ocurriendo es una detención arbitraria en condiciones no adecuadas. 

“Es tiempo suficiente, lo hemos consultado con médicos especialistas, para determinar de que no hay una situación de contagio dentro de esas instalaciones. No hay una justificación basada en la necesidad de contener la propagación del Covid-19 para que estas personas, para que estos salvadoreños deportados continuen guardando una privación de libertad”, dijo Medrano. 

El período de incubación del coronavirus es de 14 días, según la Organización Mundial de la Salud. “Ni los chinos están poniendo a nadie en cuarentena por 45 días, nadie en el mundo está poniendo a sanos en cuarentena más de 14 días, solo El Salvador”, explicó el infectólogo Rolando Cedillos, jefe del servicio de Infectología del Hospital Nacional Rosales, consultado semanas atrás sobre el manejo de la pandemia de Covid19 en El Salvador. 

Las cifras oficiales del Ministerio de Salud indican que 3,858 personas están en cuarentena en 92 centros de contención en todo el país, hasta la tarde del jueves 30 de abril. De ese total, 17 son embarazadas, 195 son adultos mayores y 183 son menores de edad, poblaciones que podrían tener un mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del Covid-19, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y organizaciones de derechos humanos. 

Un grupo de deportados, compañeros de Juan en el centro de contención Pedro Pablo Castillo, se declaró la mañana de este lunes 27 de abril en huelga de hambre para protestar por las condiciones del encierro. Los videos y fotografías de los daños que les provocó la tormenta del domingo se hicieron virales en las redes sociales. Por la tarde fueron trasladados al Polideportivo El Polvorín y Juan se sintió mejor, porque el lugar tiene paredes y los encargados de seguridad le dijeron que solo permanecerá en ese lugar por 48 horas más mientras le dan los resultados de la prueba para detectar Covid-19.  

La tarde de el jueves 30 de abril, más de 48 horas después de la última promesa, Juan continuaba en el centro de contención.

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