“Conciertos invisibles”: un reto a los prejuicios

¿Es posible un concierto en donde el público desconoce la identidad de las bandas o músicos invitados? Algo parecido es la idea de “los conciertos invisibles”, una apuesta de la Residencia de Al Lado que busca convertir una presentación musical en una experiencia nueva, fresca y arriesgada, con la intención de tocar algo más que el sentido del oído.



El primer concierto invisible estaba programado para el pasado miércoles 12 de abril, pero la situación de alerta vivida a principios de la semana obligó a reprogramar esta experiencia para el noche del jueves 20 de abril, a partir de las 8:00 de la noche, en la Residencia de Al Lado, Calle la Reforma # 181, Colonia San Benito, junto a La Casa Tomada. El cover es de $4.00 pero también es posible jugarse el precio a los dados, y pagar $2.00, $4.00 o $6.00, dependiendo del azar. En cada opción la oferta incluye el derecho a una bebida.

Gabriela Rivera, una de las organizadoras de este evento, nos cuenta algo de esta iniciativa, sin entrar en muchos detalles, pues parte de la magia ocurre al confiar casi con los ojos cerrados en la programación de este sitio.

¿De qué se tratan los conciertos invisibles?

Es una iniciativa que hemos tenido las programadoras de Al Lado, y la idea es generar un espacio, una situación, un evento donde la gente pueda tener un encuentro musical libre, sin prejuicios de lo que pueda pasar, de si te va a gustar, sino una cosa donde la gente tenga la oportunidad de abrirse a la experiencia musical. La idea es que estos conciertos sean una experiencia, no se trata de ir a ver a aquellos porque es la banda que me llega, es una cuestión de abrirse, de tener curiosidad, de jugar un poco con qué podés esperar en la noche.

Ustedes abrieron un evento en Facebook a manera también de promoción del evento. En este han planteado tres cosas que le piden al público, la primera y creo que es fundamental y la base sobre la que se mueve esta iniciativa es tener confianza en la programación de la Residencia de Al Lado. Prácticamente le estás pidiendo a tu público, a la audiencia que generalmente viene a sus actividades, que confíen en los gustos de ustedes.

Es bien curioso porque el ejercicio no creás que no lo hemos tenido nosotras antes, justamente antes de que salieran los conciertos invisibles yo tuve que hacer un poco ese ejercicio de confianza con el primer invitado que vamos a tener. Es una sensación de solo dejarte y decir: a huevo, esta persona tenía razón. Sí es dejarte influenciar de cierta manera, pero no manipular.

Este es el afiche oficial del primer “concierto invisible”, una iniciativa de La Residencia de Al Lado.

Pero eso requiere, además de confianza, de predisposición a la experiencia, sin prejuicios, tal como ustedes también han pedido.

Se trata de, por una noche, dejar de lado quién soy, qué me gusta, qué no me gusta, a qué lugares voy, a qué lugares no voy, si este lugar es para mí, es como un salto de fe, que este lugar tiene algo.

Y que este lugar te ofrece una programación que aunque no sea lo que generalmente escuchás, es una propuesta interesante.

Yo lo veo más bien como evitar ver el concierto invisible como un concierto, sino como una experiencia, que tal vez no vas a encontrar todo lo que andás buscando, o lo que estabas esperando de la noche, porque la gente tiene expectativas, pero vas a encontrar otras cosas. Tal vez tiene que ver con botar un poquito las expectativas.

Pero como organizadoras tienen sus propias expectativas del evento.

Claro, siempre tenemos expectativas de los eventos que realizamos en el lugar. Tal vez la respuesta lógica sería que esperamos de 30 a 40 personas que paguen su entrada. Lo que esperamos y a lo que siempre apostamos en los eventos de la Residencia es que la gente cuando se vaya esté contenta de lo que ha obtenido de este espacio, que es un espacio al que siempre pueden regresar y se pueden sorprender, porque para nosotras es muy importante que siendo un espacio pequeño, con una programación específica, somos un espacio que se esfuerza por que cada una de las cosas que se hagan acá signifiquen algo, y que cada una de las personas que vengan acá se puedan llevar algo de este espacio y de su programación.

Pero entonces un criterio importante para los conciertos que se puedan esperar de aquí en adelante es el espacio. El espacio es pequeño, ¿limita esto de algún modo las expectativas?

Definitivamente la Residencia de Al Lado no es un espacio para conciertos masivos, pero el espacio es bien mutable. Así como el evento podría ser en la tarima que está en la entrada, podríamos hacerlo en este lugar donde estamos sentados, algo más íntimo.

Sin que nos des mayores detalles, ¿a qué hora vamos a tener pistas sobre el invitado o invitados?

Vamos a comenzar a soltar pistas desde la hora de apertura del evento, a las 8:00 de la noche.

Es posible entonces que el músico o músicos estén entre nosotros esa noche y no lo sepamos hasta el momento de su presentación.

Es muy posible. La idea es preguntarnos un poco: ¿seré yo?

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#Música