Walter, el mediocampista que le falta a El Refugio

Walter Sandoval Peñate, el primer fallecido durante las detenciones por el régimen de excepción, era reconocido en los cantones aledaños por su afición al fútbol. El menor de tres hermanos también pintaba caricaturas infantiles en las paredes de su casa. 

Foto Factum/Natalia Alberto


Los policías de la delegación central de Ahuachapán querían saber porqué a Walter Vladimir Sandoval Peñate, de 31 años, le decían “Singa”. Y para saberlo, según ha documentado el Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA), lo sometieron y lo torturaron. Creían que “Singa” era su alias en una pandilla. Junto a otros jóvenes lo hincaron frente a la pared y lo golpearon para obligarlo a hablar. Los agentes obviaron el apodo derivado de la admiración del joven al centrocampista africano Simeon Singa, originario del lejano Malawi. Todo esto, según el IDHUCA y según testimonios de familiares de  Walter, el primer reo que murió bajo la custodia del Estado en el régimen de excepción.

“Él les decía: ´a mí me dicen Singa a nivel de deportes, si usted pregunta en los cantones soy un poco regular para jugar y a mi me contrataban en los diferentes equipos porque le pegaba a la pelota´”, respondió Walter a los policías, según el relato que han reconstruido sus familiares que buscan justicia. 

Ese mismo relato recopila que los policías esposaron a Walter y luego lo estrellaron contra un barril de cemento. Las fotografías recolectadas por la familia muestran lesiones y moretones, marcas en las muñecas, rodillas y rostro de Walter. 

La autopsia estableció que las lesiones que tenía Walter fueron provocadas: “determinando que el caso pasa a ser un homicidio”, se lee en el registro de reos fallecidos entre el 26 de marzo y el 18 de mayo  de 2022 de la Policía Nacional Civil (PNC), un documento obtenido luego de filtración de cientos de documentos policiales.

Walter, un deportista que trotaba todos los días a las cinco de la mañana en la colonia Trinidad del municipio de El Refugio, Ahuachapán, era goleador y se deslizaba con soltura por la media cancha, según quienes le sobreviven. Su captura ocurrió entre las 12 y las 12:30 del mediodía del miércoles 30 de marzo de 2022, cuando tomaba alcohol con un grupo de conocidos en la calle principal de la colonia Jardines. 

Los policías, según confirmó a esta revista un comisionado que únicamente se identificó como Lima en la subdelegación Ahuachapán, le atribuyeron el delito de agrupaciones ilícitas. Lo ficharon como una persona de 25 años,  aunque él realmente tenía 31 años.  

Lo capturaron 25 metros al poniente de la cancha donde los equipos de los cantones aledaños Comapa, El Rosario y San Antonio lo inscribían como refuerzo para garantizar sus victorias. “Ya lo habían inscrito en un torneo y no sabían que estaba muerto… A mí me dijeron que le dijera que fuera a jugar y ya estaba muerto”, narra el padre de Walter. 

La información interna de la policía consigna que Walter murió el domingo 3 de abril de 2022, a la 1:05 de la tarde, frente al área de emergencia del Hospital Nacional General “Dr. Jorge Mazzini Villacorta”, en Sonsonate. En los documentos consta una orden para la realización de una Inspección Ocular Policial (IOP) “por el delito de sobre averiguar”. 

En El Salvador, cuando un lesionado o enfermo muere en el vehículo que lo transportó al hospital, los médicos no le dan ingreso para evitar una saturación de pacientes en el colapsado sistema público y para facilitar la entrega del cadáver a sus familiares. Según el reporte policial, existe la posibilidad de que eso haya pasado con Walter. 

En el documento se describe que el joven iba a ser llevado al penal de Izalco, a las 10 de la mañana, procedente de las bartolinas de Ahuachapán, cuando “se cayó de unas gradas, quedando inconsciente en el lugar por lo que le dieran asistencia médica en la clínica del penal donde de allí lo remitieron hacia el Hospital Mazzini en el N 10018 pick un Nissan Frontier”. Las personas que lo llevaron al hospital, según el documento, fueron José F., de Centros Penales,  y los agentes Neptali L. y Cristian G. 

El registro con los detalles del fallecimiento de privados de libertad durante el primer mes de vigencia del régimen de excepción consta en los documentos internos filtrados por la organización Guacamaya, quienes accedieron a los correos electrónicos y documentos de los ministerios de defensa y policías de El Salvador, México, Perú, Colombia y Chile. Revista Factum accedió a esta información a través de la plataforma DDoSecrets. 

La autopsia de Walter no ha sido entregada a los familiares ni al IDHUCA, organización que da asistencia a la familia. Sin embargo, la esquela preliminar que el Instituto de Medicina Legal le entregó a los Sandoval Peñate levantó las alertas de lo que ocurrió: “trauma cerrado de tórax severo de tipo confuso”, se lee en ese documento.

La esquela preliminar que el Instituto de Medicina Legal le entregó a los Sandoval Peñate levantó sus alertas. Foto Factum/Natalia Alberto

El día que Walter murió, el 3 de abril de 2022, su madre lo buscó entre las 8:00 y 9:00 de la mañana, en las bartolinas de Ahuachapán. Le llevaba comida y el paquete con utensilios de limpieza que entregan los familiares de los reos. Ella buscaba que liberaran a su hijo y les decía que no pertenecía a grupos delictivos. Ahora hace eco en su memoria la frase que, según ella, murmuraron dos policías mientras ella preguntaba por su hijo en la delegación de Ahuachapán: “Era el morenito, narizoncito, que estaba delirando anoche”. 

Para los Sandoval Peñate, es imposible que su hijo estuviera delirando por la descompensación provocada por el consumo de alcohol, pues ya habían pasado casi cuatro días desde la captura. Sospechan que estaba delirando por la golpiza que le dieron. 

Los policías le recomendaron que fuera a pedir información a sede de Ahuachapán de la Procuraduría para la Defensa de Derechos Humanos (PDDH), institución que le extendió una tarjeta con el número de expediente DP: 8522-22-02.

Fue la tarde del 3 de abril que los familiares de Walter fueron notificados de su fallecimiento. La noticia, según expresaron, les llegó como una puñalada a su corazón cuando empleados de la funeraria “Luz gloriosa” de Ahuachapán, quienes querían venderles el servicio fúnebre, tocaron su puerta para darles la noticia.  Esa funeraria les proporcionó el número telefónico 2429-5415 para que pidieran información. En ese número, según detallan los familiares, respondió una persona que se identificó como el inspector del penal de Izalco, quien les dijo que su hijo se “desmayó” cuando lo iban a ingresar al penal; por lo que lo llevaron al hospital nacional de Sonsonate. 

 En el hospital les dijeron que Walter no ingresó a la emergencia porque ya había fallecido y que pidieran información en Medicina Legal. 

Revista Factum buscó a los jefes de las delegaciones de El Refugio, Atiquizaya y subdelegación de Ahuachapán entre la mañana y el mediodía del miércoles 23 de noviembre de 2022 para preguntarles por el procedimiento policial que ejecutaron cuando arrestaron y tuvieron bajo su custodia a Walter. Pero no atendieron. Únicamente en la subdelegación de Ahuachapán, el jefe de turno identificado como inspector Lima accedió a responder la pregunta relacionado al delito que le atribuían: asociaciones ilícitas. 

Afuera de la subdelegación se limitó a decir “desconozco” cuando fue cuestionado por la denuncia pública de maltrato y por el procedimiento de los agentes tras el arresto. También dijo que no sabía si el reo murió, pues esos casos son remitidos a juzgados especializados y era difícil acceder a detalles porque los turnos en la PNC son rotativos. 

La mañana del martes 6 de diciembre de 2022, Revista Factum llamó a la oficina del comisionado Guillermo Ramírez, jefe de la delegación central de Ahuachapán, para preguntarle de las circunstancias en las que murió Walter, sobre los resultados de la autopsia, y cómo lo trataron los agentes durante las horas que estuvo arrestado en las bartolinas que están bajo su jurisdicción, pero su secretaria dijo que no estaba y tomó el recado. 

También se llamó las oficinas de la funeraria para preguntarles cómo se enteraron de la muerte de Walter antes que los familiares. La empleada que respondió el teléfono dijo que el encargado no estaba y que no podía decir cuándo estaría disponible. En el número 503 24295415, asignado para dar información a los familiares de reos, no respondieron.

El IDHUCA ha identificado diversas formas de tortura a las que han sido sometidos los detenidos personas durante los ocho meses de vigencia del régimen de excepción. Pasar horas sin que les permitan comer e ir al baño, golpes en interrogatorios que buscan obligarlos a decir que pertenecen a una pandilla son las denuncias más recurrentes. 

Dibujo realizado por Walter Sandoval en una de las paredes de su vivienda. Foto Factum/Natalia Alberto

En una pared de la casa de Walter quedó plasmada una pintura que hizo sin molde, a pulso de pincel. Un niño rubio bañándose en un barril con un sapo en la cabeza, en compañía de una tortuga, adorna la pared de la cocina. Con esa imagen, los Sandoval Peñate han inmortalizado el recuerdo del menor de tres hermanos. 

 

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