El 4 de noviembre empezó a correr la agenda de la tercera edición del Festival Internacional de Cine de Suchitoto, que tiene su cénit del viernes 11 al domingo 13: Cine nacional, cine internacional, arte nano-documental, talleres, alfombras rojas, conversatorios, invitadas especiales y mucho pueblo, mucho Suchitoto.
Foto principal FACTUM/Cortesía FICS |
Desde hace tres años, la cineasta salvadoreña Paula Heredia lidera al equipo organizador del Festival Internacional de Cine de Suchitoto (FICS) bajo el techo de Casa Clementina, una fundación que lleva varios años enfocada en estimular la producción cinematográfica en El Salvador desde diferentes rubros. Heredia vive en Nueva York desde hace varias décadas y es parte de la comunidad creativa audiovisual de la gran manzana que cada año circula por diferentes festivales y eventos cinematográficos de toda índole, tanto dentro como fuera de la ciudad. Con su trabajo para HBO ha subido al escenario a recoger ya dos premios Emmy y otros reconocimientos por su labor como editora, un trabajo que también se ha podido ver en el canal de Animal Planet y en otras plataformas internacionales.
El FICS, de alguna manera, es la remesa vivencial que Heredia aporta a El Salvador: trata de compartir los beneficios que traen consigo este tipo de experiencias culturales y, en buena medida, encuentros profesionales, tanto para cada uno de los participantes como para la comunidad en su conjunto. “Era un paso natural”, explica la cineasta, “no solo porque hemos estado trabajando para entrenar a un montón de gente en una serie de actividades y cualidades que van desarrollando”, dice refiriéndose a una serie de actividades formativas que desde Casa Clementina viene haciendo desde hace varios años con cursos de edición, de producción, de financiamiento, y, lo más reciente, campamentos audiovisuales, como llama a las jornadas con jóvenes de Suchitoto en las que aprenden a cómo hacer cine con sus teléfonos para producir nano-documentales. Este género debe ser filmado, editado y postproducido íntegramente con el teléfono móvil y son de dos o tres minutos de duración. En esta edición de FICS hay una muestra de los nano-documentales producidos por los jóvenes, entre los producidos por ella misma y de otros profesionales.
“El festival nos da la oportunidad de poder ensayar todo el trabajo que hacemos a través del año con los jóvenes de Suchitoto”, dice, y también explica que hay un involucramiento de la gente del pueblo en diferentes aspectos del festival, una participación que ella llama “inversión de la comunidad” para un ganar-ganar para todos. Gana el público, porque todas las actividades son gratis, ganan los cineastas profesionales y en formación porque pueden mostrar su trabajo y compartir ideas y retos, y gana la gente del pueblo porque reciben visitas que se alojan en los hoteles y hostales, comen en los restaurantes y bares, y consumen todo tipo de productos que hay disponibles.
Pero hay un aspecto más que le preocupa a los organizadores, y es la razón por la que hacen este festival en Suchitoto, a pesar de las dificultades que representa atraer a la gente de la capital a que asista por la distancia y la logística que implica. “En El Salvador se necesita un festival de cine que exponga a El Salvador de una forma diferente, y yo considero a Suchitoto una puerta perfecta para que la gente que tiene mala impresión de El Salvador pueda entrar por un lugar diferente a las expectativas que se crean afuera”, y se refiere a la imagen de país violento y peligroso del que no se cuenta más que muertos, corrupción y conflictos sociales. “En El Salvador pasan cosas importantes”, dice, y se remite a la cantidad de producción cinematográfica que va en aumento cada año, y vuelve a referirse a la ciudad que acoge y nombra el FICS: “El Salvador tiene lugares no solo con infraestructura y la belleza física sino también con mucha calidad humana como la que existe en Suchitoto”, señala. Suchitoto es una ciudad de arquitectura colonial y republicana que se encuentra a 55 km al norte de la capital, en el departamento de Cuscatlán.
Una de la invitadas a esta edición es Pamela Guinea, una productora guatemalteca que cuenta que fue en uno de los talleres de producción de años anteriores donde conoció a su socio actual, el salvadoreño Julio López, con quien creó Cine Murciélago, “una casa productora mexicana de dos socios centroamericanos”, detalla con el orgullo de la transnacionalidad.
Guinea valora el FICS como una iniciativa muy positiva “porque faltan estos espacios, por eso me encanta la iniciativa de Paula, que empezó coqueteando con talleres desde hace varios años y ahora se metió en esto”. La productora asegura que los festivales y estos laboratorios siempre son un punto de encuentro: “conoces a gente que está en la misma situación que uno, o en situaciones diferentes, pero lo interesante es conocer cómo cada quien soluciona y encuentra el camino para producir. Sobre todo en esta región en que es tan difícil producir, levantar proyectos y siempre es positivo estos festivales porque se generan vínculos que son muy necesarios para crecer en este mundo”.
En medio de todas estas circunstancias, el cine es el contenido que aglutina todo el proyecto, pero no cualquier cine, pues el énfasis está en el cine latinoamericano, centroamericano y salvadoreño. “Son películas latinoamericanas que son curadas por Marcela Goglio, que curaba el Latinbeat Goes On, del Lincoln Center, en New York”, explica Heredia.
“Hay muchas formas de hacer una curaduría”, dice Heredia, “es un lujo contar con una curaduría de parte de alguien que entiende los principios de la organización, que coincide con el espíritu de lo que se está haciendo en el festival, cualquiera que sea, que conoce el medio y las películas y está al tanto del cine que se está haciendo en cada momento, y pensando en cómo esto puede calzar con un festival específico: es una forma no solo de educarnos a nosotros sino que también es una forma de mandar mensajes al público de los valores que nosotros queremos impulsar en términos de lo que son propuestas de cine de nuestra América Latina y fomentar el buen cine”.
El programa del FICS
En la noche de apertura, el viernes 11 de noviembre, está programado un estreno regional de una película latinoamericana, y en esta cita será Jericó, el infinito vuelo de los días, un documental de producción franco colombiana de 2016 dirigido por Catalina Mesa, que retrata la historia de Jericó, un pueblo del departamento de Antioquía, desde la perspectiva de ocho carismáticos personajes femeninos. La directora es una de las invitadas especiales y estará presente en la función que tendrá su alfombra roja al aire libre en el parque San Martín.
El sábado 12, la jornada se divide en dos grandes partes: de 1 a 5 de la tarde son Las Miradas de Cipotes, que consta de un taller para niños y niñas en que se les enseñara “cómo vemos el cine”, y cierra con la exhibición en el parque San Martín de la multipremiada película animada Futbolito (2013), del argentino ganador de un Oscar, Juan José Campanela.
El mismo sábado es la noche de gala, reservada para una película salvadoreña, que este año, así como el año pasado fue Alborada, será también una película documental de Heredia, El tucán que inspiró a una nación (2016), que fue estrenado en el canal internacional Animal Planet. “(en estos dos años) Han sido películas mías porque no logramos recibir terminadas otras a tiempo para ser consideradas en la curaduría”, explica Heredia. La función también es en el parque San Martín.
El domingo 13 el programa completo lleva el nombre de Cine Mujer, y empieza a las 11:30 de la mañana con función doble de dos cortometrajes, uno de ficción, Paula (2013), de la salvadoreña Brenda Venegas, que estará presente en la función. La segunda película es documental, y se trata de Ausencias (2015), de la mexicana salvadoreña Tatiana Huezo, que ganó el Premio Ariel 2016 al mejor corto documental.
Por la tarde, a las 3:00, siete cineastas latinoamericanas conversan sobre Las mujeres en el cine. Las salvadoreñas Marcela Zamora, Brenda Vanegas, Paula Heredia, la guatemalteca Pamela Guinea, la hondureña Jennifer Ávila, y la colombiana Catalina Mesa, conversarán con Marcela Goglio, la curadora del FICS. “La mirada de las mujeres es una mirada muy necesaria, estamos acostumbrados a ver casi todo desde la mirada masculina y hay otra forma de narrar, de contar, de entender. Ahorita hay un montón de chicas dedicándose a esto y ahí vamos tratando de ganar los espacios como este”, explica Guinea.
El FICS 2016 cerrará con la Celebración en homenaje al cumpleaños del cineasta Alejandro Cotto, que falleció en 2015. La cita de despedida será en la Casa de los Recuerdos.
En torno a la agenda del FICS hay exposiciones complementarias, en el programa Ventana al mundo con exposiciones sobre el Quijote, la época de oro del cine mexicano y la muestra de nano-documentales, Clima natal.
CONSULTE EL PROGRAMA COMPLETO DEL FICS 2016:
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