Chayanne continúa toreando al tiempo de vals

Chayanne presentó oficialmente un espectáculo más del tour “Desde el alma” para adueñarse de la fanaticada que asistió al concierto ofrecido el pasado 15 de diciembre en el estadio Jorge “Mágico” González. Debido a problemas de la salud del cantante boricua, el concierto había tenido que posponerse por una semana. Sin embargo, en su reencuentro con El Salvador, Chayanne volvió a encender su ya reconocida “Fiesta en América”.

Fotos FACTUM/Gerson Nájera


Chayanne cuenta con una de las carreras más sólidas de su generación. El suyo se ha convertido en uno de esos fenómenos incomprensibles –y prácticamente únicos– que ofreció la música pop, romántica y bailable de los ochenta y noventa. Siendo producto del marketing de la época, Chayanne no ha necesitado de escándalos, divorcios, demandas o deudas con el fisco para mantenerse vigente en el imaginario colectivo de la industria musical, así como –más importante aún– entre los artistas que más venden discos y conciertos. Pasa el tiempo, pero el boricua sigue llenando estadios en pleno 2018.

Además, el nacido en San Lorenzo, Puerto Rico, no se ha visto en la necesidad de montar reencuentros para evitar que quienes aprecian su música lo condenen al olvido. Egresado de las filas de “Los Chicos”, una boyband puertorriqueña creada a finales de la década de los setenta (en la misma época que Menudo), Elmer Figueroa Arce (su nombre real) ha cumplido ya medio siglo de vida, pero continúa luciendo un físico envidiable, como también la energía para bailar que lo caracterizó siempre.

Chayanne cumplió ya 50 años de edad, pero sigue derrochando energía en cada uno de sus conciertos.
Foto FACTUM/Gerson Nájera.

Cerca de las diez de la noche –y luego de un par de covers de la cantante nacional Rocío Cáceres–, inició un nuevo concierto de Chayanne en El Salvador. Fiel a su estilo, acompañado de videos de fondo, una banda de músicos de alta escuela y un juego de luces espectacular, Chayanne arrancó su show con el tema “Torero”, que es una de las canciones bailables más conocidas del exintegrante de Los Chicos. Lanzado en 2002, el tema fue la punta de lanza para que los asistentes a su concierto tuvieran claro que aquella iba a ser una noche para cantar y bailar, pero sobretodo para recordar historias personales propias de la juventud y la nostalgia por una época que suele asociarse como “la mejor”. Era una noche para torear al paso del tiempo.

“Hacía unos añitos que no nos veíamos. Estamos felices. Todo esto se ha hecho con amor, con cariño, con deseo, con pasión y se ha hecho para todos ustedes, así que como siempre he dicho: ustedes mandan y yo obedezco”, exclamó Chayanne para dar la bienvenida a la concurrencia.

El paseo por la discografía del artista continuó y encontró un punto especial con el tema “Humanos a Marte”, que aparece en el último disco conocido que presenta temas inéditos: “En todo estaré”, de 2014. La canción es muy especial para Chayanne porque él comparte los créditos en parte de la autoría de la letra.

El concierto atravesaba un medley muy sentimental. Dentro del popurrí le seguiría una de las canciones más esperadas: “Dejaría todo”, de 1998, en la que se escuchó una de las muy pocas desafinaciones en su voz para esa noche. Sin embargo, el tema fue coreado por todo el público:

«Lo dejaría todo porque te quedaras
Mi credo, mi pasado, mi religión.
Después de todo estás rompiendo nuestros lazos.
Y dejas en pedazos este corazón»

Y es que más allá de que baila como pocos, Chayanne cuenta con una voz que sin tanta presunción –y a fuerza de mucha disciplina– logra que sus canciones sean consideradas ya como clásicos del pop en español.

La fecha inicial –7 de diciembre– fue cancelada debido a problemas de salud del cantante, y sus conciertos en Guatemala, El Salvador y Honduras fueron reprogramados. Por ello pidió disculpas a los salvadoreños y agradeció su presencia, a pesar del cambio de fecha. Y es que si bien su última presentación en Costa Rica había sido un rotundo éxito –según reportaron medios locales–, en El Salvador las cosas no resultaron tan bien. Varias localidades no se llenaron y los huecos eran evidentes, pero aun así, Chayanne bailó, cantó e interactuó con su público como pocos cantantes lo hacen. Por ello, los presentes le devolvieron su entrega con creces.

Con un amplio staff de bailarines, Chayanne hizo un repaso de su extensa carrera. Por el setlist desfilaron muchas canciones que ha sido religión bailar y cantar en varias generaciones de juventud salvadoreña. Cargado de ritmos latinos, mucha plática y bromas a más no poder, el boricua siguió con “El centro de mi corazón”, una de las canciones más viejitas (1992), pero que tuvo una enorme rotación el las estaciones de radio nacionales, motivo por el que terminaría siendo una de las más coreadas por los fans.

Tampoco puede decirse que Chayanne rompe completamente el molde de las normas del éxito en la industria musical pop latinoamericana. Como casi todos los artistas pop, él también cayó en las garras de las colaboraciones con algunas de las figuras más representativas del reguetón, por lo que con una coreografía un tanto más sobria –comparada con lo que normalmente nos tiene acostumbrados–, tocó el turno de contemplar el tema “Qué me has hecho”, de 2017, y en la que originalmente comparte créditos con Wisin.

A continuación sonaron temas como “Tu respiración”, “Madre Tierra (Oye)” y “Boom  Boom”, que sirvieron para mutar de un estado en el que la gente se secaba las lágrimas y  luego poner a medio estadio a bailar. Chayanne siguió jugando con la capacidad de cantar y bailar a la vez como muy pocos lo pueden y saben hacer. Pasamos de “Un siglo sin ti” (2003) a “Fiesta en América” (1987), en la que aprovechó para bajar a las primeras filas del público mientras dijo: “Este ritmito es nuestro. Ustedes saben cómo es este ritmo. Se escucha como allá en esas islas donde tienen su casa, Puerto Rico. Nos tienen que ir a visitar”, invitó el boricua, para luego dar paso a “Palo bonito” (1988), con la que Chayanne ondeó con orgullo y respeto una bandera de El Salvador.

No mencionar el momento en que sonaron los acordes de “Tiempo de Vals” es prácticamente decir que no fuiste a un concierto de Chayanne. “Es la que bailé en mis 15 [años]”, decía una fan, mientras veíamos bailar al boricua como ese chambelán que más de alguna soñó en su fiesta de quinceañera. De hecho, una chica hizo realidad la fantasía en pleno concierto, cuando subió al escenario y bailó el vals con el cantante.

La historia musical siguió con un concierto que no paró por casi dos horas y en el que Chayanne tuvo espacio para interactuar con sus coristas, quienes guitarra en mano –a modo de unplugged–, interpretaron junto al cantante canciones como “Sentada en mi alma” (2003), “Tu pirata soy yo” (1988), “Fuiste un trozo de hielo en la escarcha” (1988), “Yo te amo” (2000), “Y qué culpa tengo yo” (1986) y “Atado a tu amor” (1998).

Esa noche, tanto para hombres y mujeres, sin distinción alguna, todo se volvía demasiado familiar. Entre cada canción, las bromas y las pláticas eran recurrentes. Chayanne se colgó una bufanda salvadoreña y mostró sus dotes de bailarín para el tema “Este ritmo se baila así”, mientras que sonreía y decía: “¡Qué belleza! El Salvador se está poniendo caliente”.

«Y ahora tú te vas, así como si nada,
acortándome la vida, agachando la mirada.
Y tú te vas. Y yo, que me pierdo entre la nada…
Donde quedan las palabras y el amor que me jurabas»

Entre tantas canciones “cortavenas” del repertorio, llegó el turno para escuchar “Y tú te vas”, con la que arrancó la sección final del concierto. Llegaban los minutos finales del viaje a través de los tiempos de amores adolescentes, entonces la gente en “El Mágico” bailó con canciones como “Caprichosa” (2003), “Salomé” (1998) y “Choka, choka” (2017), que podría considerarse como otro “desliz” de Chayanne al incursionar en el género urbano, gracias a su colaboración con Ozuna.

El boricua cerró con “Di que sientes tú”, sencillo lanzado el 29 abril de este año durante la gala de los premios Billboard de la Música Latina. Parecía que Chayanne se despediría bailando de forma magistral con “Provócame” (1992), pero su verdadera despedida del público salvadoreño no fue con canciones, sino ofreciendo un mensaje de solidaridad. “Compartan con la familia, con los amigos, porque a veces sabemos más de gente que no tienen nada que ver con uno que con los de uno”, dijo el artista.

Parte del público que asistió al concierto de Chayanne en El Salvador no quiso perderse ningún detalle para grabarlo con sus dispositivos móviles.
Foto FACTUM/Gerson Nájera.

No hay modo de negar la figura de Chayanne en la música latina. El cantante y actor ha hecho de todo: telenovelas mexicanas como “Volver a empezar” (con Yuri); películas en Hollywood, como “Dance with me” (con Vanessa Williams); y 21 discos, entre álbumes de estudio, en vivo, recopilatorios y tributos. Su trayectoria ha sido reconocida con múltiples premios, así como también en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, Premios Lo Nuestro, Premios Juventud, Premios Billboard Latino y Grammy Latino, entre otros.

Su carrera ha encontrado en la imagen de hombre de familia una buena cuota de su éxito, el mismo que lo mantiene sin despeinarse con el paso del tiempo. Chayanne tiene 50 años, pero sigue ofreciendo un espectáculo de altura. Durante su show intenté no vislumbrarme únicamente por la parafernalia y el talento artístico. Intenté encontrarle defectos, pero salvo sus coreografías –que ya son más lentas, aunque se comprende por el peso de su edad–, descubrí a un cantante con una personalidad de esas “bonitas”, una voz que, sin ser espectacular, enamora.

Como buscaba defectos que no pude encontrar en su concierto –y como soy especialista en saber datos que a nadie le importan–, tuve que acudir a Youtube y me encontré con un tributo a Luisito Rey de parte de Los Chicos (en la época de Chayanne). Esto confirma que se puede torear al tiempo, pero en internet siempre hay algo que regresa para acercharte:

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