Magistrado Meléndez: “No es posible hablar de fraude electoral”

A 53 días de las elecciones del 28 de febrero, esta entrevista con el magistrado del TSE Rubén Meléndez tiene como aspecto recurrente la desconfianza. Esa misma que refleja la última encuesta de la UCA y que coloca al TSE como una institución de la que casi siete de cada diez salvadoreños desconfían. 

Foto Factum/Gerson Nájera


Desconfianza. Esta palabra ha acompañado al Tribunal Supremo Electoral (TSE) desde su creación en los Acuerdos de Paz de 1992. De hecho, la desconfianza hizo que los firmantes de la paz accedieran a que la autoridad electoral no fuera por completo independiente de todos los partidos; por el contrario, decidieron que los partidos debían tener representación en ese tribunal, para no tener desconfianza.

Desde entonces, en cada período de cinco años, que viene luego de cada elección presidencial, el TSE cambia de magistrados. Y estos, en su mayoría, son elegidos por los partidos políticos en contienda. Así, el que ganó la presidencial tiene derecho a nombrar al que será el nuevo presidente del TSE por cinco años. Y luego los otros partidos políticos que perdieron la elección presidencial, pero quedaron en segundo y tercer lugar, tienen derecho a nombrar un magistrado. Los otros dos son nombrados por la Corte Suprema de Justicia, de quienes se espera mayor independencia partidaria. La Asamblea Legislativa hace un protocolo de nombramiento con todos los nuevos magistrados y así empieza un nuevo período.

Esta entrevista con el magistrado Rubén Atilio Meléndez tiene como aspecto recurrente la desconfianza. Esa misma que refleja la última encuesta de la UCA y que coloca al TSE como una institución en la que casi siete de cada diez salvadoreños desconfían de ella. Con esta cuesta arriba ―histórica pero creciente por la campaña agresiva de un supuesto “fraude” desde el TSE en contra de los intereses de Nuevas Ideas, partido político del presidente Nayib Bukele―, el magistrado Meléndez habla del trabajo que hace el tribunal para garantizar la limpieza de las elecciones legislativas, municipales y del Parlamento Centroamericano del 28 de febrero de 2021, las más caras de los eventos electorales de los últimos diez años (45 millones de dólares) y con un padrón que supera los cinco millones de salvadoreños.

El abogado Meléndez durante el proceso de su elección como magistrado, en julio de 2019. Foto: Twitter/Teleprensa

La desconfianza en el TSE en cada proceso electoral, si bien ha sido un lastre histórico, hoy subió un peldaño más: la última encuesta de la UCA de diciembre de 2020 refleja que un 67 por ciento de los consultados no tiene confianza en el TSE. Ese porcentaje es mayor que en procesos anteriores. ¿A qué cree que se deba esta percepción?

Esto es algo histórico. Siempre el Tribunal Supremo Electoral (TSE), por la misma función que desempeña, ha sido sujeto de desconfianza. Es por el hecho de que es una institución que realiza un papel de árbitro. Así como en el fútbol, los árbitros siempre son la figura oscura. Recuerde que los uniformes de los árbitros antes eran todos en negro. Entonces, esa función del TSE está reflejada aquí. ¿Qué es lo que debería hacer el TSE? El tribunal ha estado trabajando sobre este proceso electoral (de 2021), pero lo que sí le hace falta es dar a conocer este trabajo, quizás mayor publicidad, decirle a la población en qué estamos trabajando, con una información más fluida. Tenemos las redes sociales desde donde, de manera institucional, informamos sobre nuestro trabajo. Pero creo que desde los medios tradicionales de comunicación hace falta un mayor refuerzo para dar a conocer este trabajo. En este momento, nosotros estamos verificando los centros de votación que van a ser utilizados el próximo 28 de febrero luego de las tormentas que hemos tenido. La gente quizás cree que el TSE está inerte, pero no es cierto.

Hablando de historia, los señalamientos de desconfianza en el TSE, cuando han sido de parte de partidos políticos, siempre habían venido de quienes percibían con antelación las derrotas electorales. El FMLN, en los gobiernos de Arena, atacaba al TSE. Arena hizo lo mismo cuando denunció un fraude en las elecciones presidenciales de 2014. Llama la atención que hoy en día los señalamientos de fraude vienen de un grupo que, por el contrario de preverse derrotados, tienen todo para hacerse de una mayoría significativa en la Asamblea Legislativa a partir de mayo de 2021.

Yo comprendo que los partidos políticos tengan sus propias estrategias electorales. Pero lo importante aquí es garantizar y transparentar el funcionamiento del TSE. Yo creo que hablar de fraude electoral en El Salvador no es posible, porque a raíz de los Acuerdos de Paz se estableció que los partidos políticos iban a tener un derecho de vigilancia en el funcionamiento ordinario del TSE a través de la Junta de Vigilancia Electoral (JVE), que es una entidad que, por así decirlo, está fiscalizando, vigilando, garantizando a los partidos políticos que esté funcionando la institucionalidad electoral. Todos los partidos políticos tienen allí a sus representantes. Esto es una estrategia de partidos políticos que ha venido dándose siempre, pero no es posible hablar de fraude electoral.

Pero estamos hablando de una situación sui generis, pues hablamos también de un presidente que participó con un partido político para ganar la elección en 2019 y que ahora ese partido político tiene a su representante en el TSE. Es decir, aunque su partido político Nuevas Ideas no tenga representación en el tribunal, sí lo tiene el partido GANA, con el que ganó las elecciones. ¿Es así?

El TSE tiene la representación de tres propuestas de partidos políticos, uno de ellos es GANA, cuya magistrada tiene el cargo de presidenta del TSE (Dora Esmeralda Martínez), y luego los representantes de los partidos Arena (Guillermo Wellman) y FMLN (Julio Olivo). Esas tres personas son propuestas por los partidos políticos. Allí la relación o no relación que tengan ellos con esos partidos que los propusieron ya es una situación de cada uno.

Claro. Me refiero al discurso de que el presidente y su grupo político no tienen representación en el TSE, cuando sí la tiene con GANA. Pero, ¿qué hace el TSE entonces para despejar dudas sobre su trabajo?

Estamos garantizando toda la logística para las elecciones de 2021. Estamos verificando todos los centros de votación, el Centro Nacional de Procesamiento de Resultados Electorales (CNPRE), y otras actividades como dirimiendo asuntos jurisdiccionales y las inscripciones de candidaturas. Estamos trabajando, pero nos hace falta comunicar de forma más contundente lo que estamos haciendo.

Sobre ese trabajo, ¿a qué se refiere el TSE cuando habla de “nueva tecnología” en las mesas de votación para 2021?

Nosotros en el 2018 tuvimos los escáneres coreanos. Los miembros de las Juntas Receptoras de Votos (JRV) llenaban las actas, se escaneaban, se enviaban al CNPRE y allí se contabilizaban. Pero con la modalidad del voto cruzado, desde que se implementó, tuvimos problemas de retrasos. El TSE le ha apostado a tener tecnología en las JRV. Eso no quiere decir que habrá una máquina con un software que contabilizará los votos en las papeletas. Eso no será así. En realidad, se le va a dotar a cada JRV de una computadora, un escáner y una impresora. En el momento del conteo, se van a separar las papeletas por diferentes categorías: votos válidos para partidos “a”, “b” o “c”, votos nulos, votos cruzados, etcétera. Entonces, un integrante de la JRV va a ingresar los datos de los duis de las otras personas que integran esa mesa, incluidas las imágenes de los documentos, y del mismo modo se va a hacer con los vigilantes. Entonces podrán acceder a las pantallas de las actas para llenarlas. Allí van a ingresar cantidad de votos válidos para cada partido, después vendrían los votos cruzados, los nulos y así. Esperamos que el conteo sea más rápido, más exacto y seguro.

¿Y hoy qué se va a contar primero? ¿Votos para Parlacen, Asamblea Legislativa o las municipalidades?

Hubo una reforma. Antes se contaba primero Parlacen, luego Asamblea y después concejos municipales. El cambio fue entre los primeros dos. Hoy será primero la Asamblea Legislativa, luego el Parlacen y por último los concejos municipales.

¿El número de JRV siempre rondará los 10,500?

Eso se ha reducido. Primero, la cantidad de integrantes de las JRV. Y segundo, la cantidad total de JRV que serán 8,451, distribuidas en 1,595 centros de votación. Obviamente, el departamento de San Salvador tendrá el mayor número de JRV, con 2,206. La población electoral para 2021 es de 5,389,017.

¿Entonces estamos hablando de 8,451 computadoras para las JRV…?

Siempre hay un margen mayor, porque debe haber un respaldo. Nuestro trabajo operativo se distribuirá en sedes. Por ejemplo, si se llegara a arruinar una computadora en oriente, no tienen que venir a San Salvador a reponerla, sino que habrá sedes logísticas. Entonces estamos hablando de alrededor de 9,500 aproximadamente.

¿Y esta compra de equipos informáticos ya se adjudicó?

Sí, se hizo a través de la Bolsa de Productos y Servicios, Bolpros.

¿Y a quién se le adjudicó el contrato?

Es PBS, ellos son los que están proveyendo los equipos.

Este aspecto de la tecnología llama la atención, porque los magistrados del TSE decidieron entre agosto y septiembre de este año despedir a Miguel Alfonso Quezada, jefe del departamento de desarrollo de sistemas, y a René Antonio Torres, jefe de la unidad de servicios informáticos. ¿Cómo pudieron rescindir de la experiencia de estas personas sabiendo que iban a invertir más en aspectos de informática?

En ese sentido, quizás en lo personal no desearía opinar mejor, porque es algo que se discutió en el seno del colegiado y quizás en esta oportunidad decirle lo positivo, que hay una nueva comisión de cinco personas, ingenieros todos en informática, que está a cargo de todo lo relacionado a la tecnología.

¿Pero usted estuvo de acuerdo con la decisión de despedir a los antiguos jefes? ¿Fue por pérdida de confianza?

Sí, fue una votación unánime. Pero eso lo manejamos al interior del seno del organismo colegiado. Usted manifestó que fue por pérdida de confianza y eso está.

Rubén Meléndez, magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Foto Factum/Gerson Nájera

¿Y qué pasó con la tinta indeleble para manchar el dedo de los electores? ¿Ya se tiene al proveedor?

Todavía estamos en el proceso de selección de la empresa que nos va a dar esa tinta, y, bueno, porque es un trámite que está en proceso, no puedo hablar de ello.

Tengo entendido que en procesos anteriores el TSE siempre acudió por compra directa a la tinta mexicana (patentada por el mexicano Filiberto Vásquez Dávila). ¿Por qué pusieron a licitación pública este servicio si es casi exclusivo de un proveedor?

Decidimos la licitación bajo la Lacap. Si no me equivoco, fueron dos empresas las que bajaron los términos de Comprasal, pero ninguna presentó oferta, es decir que ahorita eso quedó en stand by. Estamos viendo entonces qué se va a hacer.

¿Se declaró desierta la primera licitación entonces?

Sí, se declaró desierta.

¿Entonces hablamos de una segunda licitación?

Es lo que correspondería. O puede ser que por los tiempos sea una contratación directa. Por eso es que no puedo hablar de ello, porque todavía estamos estudiando esa situación.

¿Pero por qué se ha preferido una licitación si ese servicio no lo ofrece nadie o casi nadie, a excepción del mexicano, al que siempre se ha contratado?

Decidimos hacerlo así por transparencia, pero ahora que estamos en esta situación, estamos valorando todos los escenarios. Lo que sí es seguro es que vamos a garantizar que la tinta o líquido pigmentador sea de calidad y que cumpla los estándares.

¿Y cómo será el método para llenarse del líquido? ¿Siempre será hundir el dedo en el frasco o en la esponja, aunque sigan los contagios de Covid-19?

Esta vez, el Plan General de Elecciones también ha estado enfocado en temas de higiene y seguridad. Allí se propuso por parte de la Dirección de Organización Electoral (DOE), encargada de la logística, distintas modalidades: hundir el dedo en la almohadilla para mancharlo, usar un espray para evitar contacto o un hisopo para evitar la manipulación directa del frasco de tinta. Lo que se decidió fue que, si bien la tinta inhibe la transmisión del virus y para confianza de la población, se haga con hisopo. Y sobre otras medidas de higiene y seguridad también se prohíbe a los miembros de las JRV usar la saliva para contar las papeletas. Los anaqueles estarán siendo desinfectados continuamente y las JRV ya no estarán a cuatro metros de por medio, sino a seis, por ejemplo.

Rubén Meléndez, magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Foto Factum/Gerson Nájera

¿Para la divulgación de datos van a contratar a una empresa como lo hicieron con Smartmatic en su momento, la del “script”?

Hoy todo va a ser hecho por el TSE, así como fue la de 2019. No vamos a contratar a nadie ni para elaborar el software de conteo ni nada, sino que es el mismo TSE el que se va a encargar de eso. Ya tenemos el prototipo de software que vamos a utilizar para el llenado de actas y estamos trabajando en el software de conteo y el de divulgación de datos.

¿Y esta decisión es por la experiencia que tuvo el TSE en 2018, cuando pudo hacer el conteo paralelo al de Smartmatic con equipo y software coreano?

No era oficialmente un conteo paralelo, pero sí una cooperación de Corea, era un ejercicio de conteo para respaldar los resultados y allí pudimos descubrir el error en el conteo de Smartmatic. Pero en realidad fue para fomentar la creación de ese software.

¿Lo que hará el TSE para 2021 es una herencia que dejó la cooperación coreana?

No. Lo que estamos haciendo hoy es crear un software a partir de las experiencias con ellos, pero no es el mismo programa.

¿Es un software “made in El Salvador”?

Sí.

¿Y la nueva comisión de ingenieros en informática es la que lo está haciendo?

Sí.

¿Ya encontraron la alternativa del centro de votación de Cifco? Porque no solo no podrán tener el centro de votación más grande de San Salvador, por el hospital que tienen allí, sino que tampoco la sede temporal del TSE.

Una parte de lo que teníamos en el Cifco, el CNPRE, lo hemos trasladado a otra infraestructura. Y la parte del escrutinio se hará en un hotel, así como lo hicimos en 2012, cuando se ocupaban hoteles.

¿Dónde van a tener el CNPRE?

En el edificio Carbonell, donde antes estaba Politur.

¿Y el centro de votación Cifco?

Ese se ha decidido que se ubique en el tramo del bulevar Sergio Vieira, por el redondel Italia, por allí. Lo instalaremos sobre la calle. El centro de votación Cifco es un bolsón, son 36 JRV las de Cifco.

¿Por qué no inscribieron la mayoría de candidaturas no partidarias para diputados?

Las situaciones de cada caso variaron. Hubo personas que quedaron descartadas porque habían participado semanas atrás en internas de partidos políticos. Muchos de ellos seguían afiliados o se habían desafiliado recientemente, después de perder en las internas. Nosotros decidimos que solo íbamos a tomar en cuenta candidaturas que se hayan desafiliado antes de las internas de sus partidos políticos. Luego, otro punto complicado fue la recolección de firmas, ya que hubo aspirantes a candidatos a diputados que recolectaron firmas de ciudadanos de distintos departamentos y no de su propia circunscripción, mientras que pedían más tiempo para recolectar. Hubo diversidad de casos. Hubo quienes sabían que no habían recogido las firmas suficientes, pero querían que les contáramos y les aceptáramos, o querían trasladar sus firmas a otros. Solo fueron avaladas dos candidaturas no partidarias, la del señor Leonardo Bonilla, por San Salvador, con 13,234 firmas (de un mínimo requerido de 12,000), y la del señor Jesús Segovia, por La Paz, con 6,599 firmas válidas (de un mínimo requerido de 6,000).

¿Usted está de acuerdo con el voto en el exterior cuando se trata de diputaciones y alcaldías?

Las personas tienen ese derecho. Creo que lo importante es encontrar el cómo hacerles valer este derecho.

¿El Salvador ya está listo para el voto electrónico?

Aquí por la desconfianza es muy complicado. Pero hay que ver cómo damos el salto cualitativo y si esa modalidad es la ideal para nuestro país.

El TSE dice que está fiscalizando el dinero de los partidos políticos. ¿Cómo?

Estamos fiscalizando el financiamiento privado. En el organismo colegiado anterior hubo condenas. Recordemos que los partidos políticos tienen la obligación de presentar sus finanzas en los primeros tres meses de cada año. Se revisa si hay discrepancias en la información presentada. Uno de los señalamientos que se les hace a los partidos políticos al momento de presentar su documentación es que no llevan una contabilidad de manera formal. Ya se ha condenado al FMLN, a Arena, a CD, al PCN, por estas faltas.

Ya vimos que la confianza y la credibilidad son fundamentales en el tema electoral. ¿Usted personalmente confía en que la Policía Nacional Civil cuide las urnas luego de la jornada electoral, teniendo en cuenta que la policía actualmente está siendo manipulada bajo intereses políticos que responden exclusivamente al presidente de la República?

Sobre este punto, la Policía Nacional Civil (PNC) ha enviado una nota a la presidencia del TSE acerca de que el enlace que teníamos ha sido cambiado y se ha colocado al comisionado que estuvo apoyando al organismo colegiado en el 2018 y en el 2019. Este mismo comisionado, Francisco Parada Batres, es el enlace de la PNC con el TSE. Él ya conoce la materia y tiene la experiencia de las últimas elecciones. Yo, en lo personal, no espero menos de este comisionado con sus actuaciones que tuvo en 2018 y en 2019. Fue una buena experiencia. Él siempre estuvo dispuesto y atento, y no esperaría menos ahora de la Policía.

¿Y qué pasó con los incidentes de Nuevas Ideas y su gente que los dejaron encerrados a ustedes por no inscribirles aspirantes a candidatos? ¿Qué nuevas decisiones han tomado?

Yo la verdad no quisiera hablar de casos de inscripciones de candidaturas porque no vaya a ser que me recusen si llego después a conocerlos. Me podrían acusar de que yo adelanté criterio.

¿Y para usted está bien que cualquiera venga a dejar encerrado al personal del TSE?

Obviamente, rechazamos cualquier tipo de presión que se nos quiera hacer. Como colegiado lo rechazamos. Esa no es la vía en que se deben dirimir diferencias, sino a través de los mecanismos y canales formales.

Rubén Meléndez, magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Foto Factum/Gerson Nájera

Hablando de confianza y credibilidad, la elección de ustedes como magistrados del TSE fue denunciada y tiene un recurso de inconstitucionalidad en la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. E incluso, la misma selección de candidatos al TSE que hizo la Corte Suprema, de donde viene usted, fue señalada. ¿Usted tiene nexos partidarios?

Yo no tengo nexos partidarios. Categóricamente le digo: yo no tengo nexos partidarios.

Entiendo que usted antes trabajó con el equipo del exmagistrado Eugenio Chicas, del FMLN.

Sí, yo lo dije desde la primera entrevista que me hicieron los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Estaban Sidney Blanco, Belarmino Jaime, y Florentín Meléndez estaba coordinando esas entrevistas. Yo les dije que había trabajado en el Idhuca. Ellos saben también que yo trabajé como colaborador jurídico en el despacho del licenciado Eugenio Chicas. Luego fui trasladado a la unidad jurisdiccional de la institución. Después me desenvolví como oficial de información de esta institución. Ellos lo saben. Allí están las grabaciones. Luego fui sometido al proceso de selección por una nueva Corte Suprema, por una nueva Sala de lo Constitucional y fui propuesto. La inconstitucionalidad que denuncian ahorita es procedimental, no es directa contra uno o más magistrados.

¿Ha sido usted donante de partidos políticos?

¿Por qué esa pregunta?

Es parte de esta entrevista.

Allí ustedes podrían investigar.


Nota: El actual magistrado Rubén Atilio Meléndez García aparece en el listado de donantes del FMLN de 2014, según el documento público que proporcionó el partido, que en ese entonces era gobierno, para cumplir con la Ley de Partidos Políticos.

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