El locutor y el presidente Saca

La sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia descubrió que, entre el 23 de febrero y el 14 de marzo de 2009, Raúl Beltrán Bonilla, un controversial locutor salvadoreño de radio, depositó 300,000 dólares en una cuenta de ahorro de Elías Antonio Saca, entonces presidente de la república. El dinero, explicó Beltrán a Probidad, era para pagar espacios de publicidad de la campaña presidencial de Rodrigo Ávila en las radios de Saca del grupo Samix.

 

Dice Raúl Beltrán Bonilla —conocido por el programa futbolístico “Gol de KL” y por su programa radial “La Crónica de Hoy”— que él nunca ha laborado para la sociedad Saca Mixco S.A. de C.V., Samix, uno de los conglomerados radiales más grandes del país, de la que Saca y su familia son dueños. Sí cuenta el locutor que conoció al ex presidente 40 años atrás: ambos son originarios de Usulután y él, Beltrán, le dio clases de periodismo a Saca en la Universidad de El Salvador. La pregunta por la relación entre ambos fue una de las primeras que la Sección de Probidad le hizo a Beltrán Bonilla el 28 de enero de 2016, en el marco de la investigación abierta contra Saca por posible enriquecimiento ilícito.

Saca compartió profesión con Beltrán Bonilla. Antes de ser presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca fue presidente de ARENA, y antes fue presidente de ANEP. Antes de todo eso fue locutor de televisión; narraba partidos de fútbol.

El nombre de Raúl Beltrán Bonilla, famoso por sus acaloradas diatribas en un breve programa de opinión que se transmite todos los mediodías de lunes a viernes en la radio YSKL, es solo uno de varios en un complejo entramado de cuentas bancarias relacionadas con las dos empresas radiales del ex presidente Saca, a las que fue a parar buena parte del dinero que ingresó cuando estuvo al frente del Órgano Ejecutivo y por el que hoy lo cuestiona la Corte Suprema de Justicia.

La investigación de Probidad revela, en general, que mientras Saca fue presidente, los ingresos de sus radios crecieron exponencialmente, así como lo hicieron el valor y la cantidad de acciones de Samix que él poseía. También creció el capital variable de la Sociedad Promotora de Comunicaciones S.A. de C.V., así como las acciones del presidente Saca, que es dueño del 90% del consorcio (su esposa Ana Ligia Mixco de Saca es dueña del otro 10%). Según Óscar Edgardo Mixco Sol, representante legal de ambas empresas, los ingresos de las mismas son “producto exclusivo del giro empresarial de servicios de radiodifusión”.

Cuando tomó posesión como presidente, el 1º de junio de 2004, Saca tenía un paquete de 3,800 acciones del Grupo Samix con un valor total de 648,014 dólares; cuando dejó el cargo en 2009, tenía 26,258 acciones, con un valor total de 1,575,480 dólares. En Promotora de Comunicaciones tenía 3,600 acciones en 2004, las cuales valían, en total, 1.002 millones de dólares; para 2009 ya contaba con 18,178 acciones valoradas en 7.3 millones de dólares.

Buena parte de los fondos que según Probidad Saca no pueden justificar son, precisamente, los que ingresaron de diversas fuentes a las cuentas de ahorro o corrientes abiertas por él o por otras personas a nombre de las dos sociedades dueñas de las radios y de los “servicios de radiodifusión” proveídas por ellas.

Hay dos cuentas del Banco Davivienda Salvadoreño que llamaron la atención de los investigadores de Probidad, las números 002510021915 y 002510021930, ambas abiertas el 28 de agosto de 2001, a nombre de Elías Antonio Saca González Sub Cuenta Samix S.A. de C.V. la primera y de Elías Antonio Saca González Sub Cuenta Promotora de Comunicaciones S.A. de C.V. la segunda. Ninguna de las cuentas fue declarada por Saca cuando juró como presidente poco menos de tres años después. En total, había poco más de medio millón de dólares ahí (582,300.45 dólares) que Saca no declaró.

Fue hasta que Probidad, tras conocer de esa y otras cuentas no declaradas, pidió las justificaciones respectivas a Saca que el representante legal de las dos compañías, Óscar Mixco Sol, brindó más detalles que desvanecieron, en parte, la sospecha de que el origen legal de los fondos no podía ser determinado. Sin embargo, incluso después de las explicaciones, Probidad determinó que había ingresos hechos a ambas cuentas, por 1.04 millones de dólares, cuyo origen Saca no ha podido probar, ya sea porque ese dinero no está en los balances financieros presentados por las empresas del ex presidente o porque simplemente no hay registros que justifiquen las operaciones financieras.

Esos 1.04 millones de dólares son parte de los 6,574,445.40 millones de dólares en aumento patrimonial que Elías Antonio Saca González no ha podido justificar y por los que la Sección de Probidad de la CSJ determinó el 5 de febrero pasado que “existen suficientes indicios que presumen enriquecimiento ilícito en el ejercicio del cargo de presidente de la república de El Salvador”.

Otras personas que depositaron dinero en dos de las cuentas no declaradas por Saca a Probidad al inicio de su gestión como presidente fueron su primo y asesor Herbert Ernesto Saca y su secretario de juventud, César Funes.

El ex presidente Saca y César Funes, quien fue su secretario de juventud y cuya empresa también depositó en las cuentas de las radios del mandatario. Foto de Factum, archivo.

El ex presidente Saca y César Funes, quien fue su secretario de juventud y cuya empresa también depositó en las cuentas de las radios del mandatario. Foto de Factum, archivo.

Locutor, gestor de publicidad y amigo del presidente

En todo ese ajedrez de cuentas, que Saca jugó con el tablero que le proporcionaron sus radios, el locutor Beltrán Bonilla fue uno de los peones.

El 23 de febrero de 2009 Beltrán Bonilla depositó dos cheques asociados a la cuenta 54-625620-3 del Banco Agrícola, los números 0000021 por 100,000 dólares y 0000023 por 50,000 dólares, a la cuenta 002510021915 del Banco Davivienda a nombre de Antonio Saca. El 14 de marzo de 2009, Beltrán depositó otros 150,000 dólares a la misma cuenta de Saca.

Cuando el 28 de enero de 2016 Probidad le pidió que explicara el origen de esos fondos, Beltrán dudó de la autenticidad de los cheques. De los dos emitidos en febrero de 2009 dijo que reconocía su firma en ambos, pero no la letra que llenaba el documento, y del emitido en marzo, por 150,000 dólares dijo que no reconocía ni letra ni firma. Confirmó, eso sí, la autenticidad de la cuenta del Agrícola del que provenían los fondos ingresados a la cuenta de Saca en Davivienda.

Cuatro días después, el 1º de febrero de 2016, Beltrán cambió su testimonio: envió a Probidad un escrito en el que decía: “efectivamente, mi empresa ASN Comunicaciones/Raúl Beltrhan Bonilla (sic) compró pauta publicitaria en radio a la Sociedad Promotora de Comunicaciones S.A. de C.V., para lo cual me emitieron las facturas #181, #182 y #183. Después de no reconocer su firma y su letra en los cheques, el locutor dijo que verificaba la autenticidad de los documentos tras revisar “las diferentes contrataciones que mi pequeña empresa hizo durante el periodo 2008 y 2009″.

ASN Comunicaciones o ASN Publicidad es propiedad de Raúl Beltrán Bonilla, que en el informe de Probidad es identificado como Raúl Beltrhan Bonilla. Factum comprobó que la empresa, que en efecto se dedica a prestar servicios publicitarios y de relaciones públicas a instituciones públicas y políticas, sigue activa. El 11 de enero de 2016, por ejemplo, tenía vigente un contrato por “divulgación de información institucional” con la alcaldía de Sonsonate por 4,746 dólares.

A las radios de Saca, Beltrán Bonilla les pagó 300,000 dólares por colocación en las radios de Samix de pauta publicitaria de la campaña presidencial de Rodrigo Ávila, el ex director de la Policía Nacional Civil, actual diputado del partido ARENA y el hombre por el que el ex presidente apostó para sucederlo en la presidencia de la república.

Beltrán le dijo a Probidad que “tuvo relación con la Sociedad Promotora de Comunicaciones S.A. de C.V. (propiedad de Saca) en colocación de publicidad de la campaña presidencial del Ing. Rodrigo Ávila, en el año 2009…”

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Elías Antonia Saca. Foto de archivo.

En corto: Beltrán Bonilla, el locutor y maestro de Saca, le pagó 300,000 dólares a las radios de las que Saca es dueño por colocar publicidad para promover al candidato presidencial al que Saca impulsaba. Todo ocurrió cuando Saca era presidente de la república y cuando, por sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, no podía lucrar por servicios que solo pueden ser entregados por el Estado para la explotación por parte de privados.

Aquellos 300,000 dólares son poco si se los compara con los casi 6.6 millones de dólares que el ex presidente Saca aún no justifica. Pero aquellos 300,000 dólares cuentan una historia más allá de la del posible enriquecimiento ilícito; cuentan, además, la historia de un empresario que, siendo jefe de Estado, ingresó a sus cuentas personales dinero destinado a promover a su delfín político. Lo hizo a través de un locutor que suele ocupar una palestra, que él llama periodística, para arremeter contra sus enemigos y hablar bien de sus amigos.

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