‘Jurassic World 2’ y el título perfecto

Llamarle “El reino caído” y ofrecer lo que Jurassic World 2 nos ha dado es pecar de honestidad extrema. La que una vez fue la franquicia más taquillera de todos los tiempos se ha derrumbado con esta película cuya mística palidece ante un enésimo intento por estirar el chicle.

[Alerta: la siguiente reseña está llena de ‘spoilers’ de la película Jurassic World 2]


Cuando Jurassic World estrenó en el 2015, se batieron todos los récords. Las taquillas se inundaron y los fans corrieron a ver la resurrección de una de las franquicias más queridas de los años noventa. Hollywood lo había logrado de nuevo. Como los genetistas de la película, había tomado algo del ADN original de la criatura –en este caso la película original de 1993–, mezclaron esto con elementos externos –actores de la talla de Chriss Pratt– y… ¡Boom! Resucitaron al dinosaurio del Parque Jurásico. Aquello fue un éxito. Lo llamaron Jurassic World para que la criatura caminara nuevamente entre nosotros. 

La primera parte de la nueva etapa se alejó de las novelas originales escritas por Michael Crichton y entonces comenzó un imaginario completamente diferente, un escenario en el que yacen dinosaurios aliados y dinosaurios malvados. El público estaba complacido y los productores sonreían, mientras miraban sus arcas llenarse de dinero, mucho dinero… 

En otras palabras: ¡todos estaban felices!

Sin embargo, hay que admitir que mantener a una franquicia viva por más de cinco películas es una labor titánica. El constante argumento de la visita al parque fallido se estaba convirtiendo en una excusa cada vez más inverosímil, por lo que una actualización de la historia se volvería necesaria, sobre todo si el propósito era producir más filmes. Es ahí donde nació la idea de tomar la parte uno de Jurassic World como punto inicial.  

OK. Tenemos al parque, tenemos a los dinosaurios, alguien hace algo que resulta mal, los dinosaurios se escapan y devoran a quien encuentren a su paso, los protagonistas intentarán sobrevivir y lo lograrán sorteando el instinto y comprendiendo la premisa que dice: “La vida siempre se abre paso”… Pero, ¿y después? ¿Cómo lográs una secuela?

Primero, necesitás un motivo de peso para que los protagonistas decidan regresar al parque del cual huyeron; un motivo de peso que haga que cualquier excusa sea inválida. En este caso, en el de Jurassic World 2, la excusa es la destrucción de la isla donde habitan los dinosaurios –debido a la erupción de un volcán en Isla Nublar– y la motivación por salvar a estas criaturas, pues no merecen ser borradas de la faz de la tierra (nuevamente). Es así como encontramos a los héroes, Owen (Chris Pratt) y Claire (Bryce Dallas Howard), quienes se embarcan (otra vez) a la aventura con un noble propósito en mente, el mismo que –como si no fuera ya suficiente el uso de los clichés– será traicionado por intereses mezquinos de los villanos de la historia.

En esto hay dos grandes problemas. 

  • La visita al parque es corta, demasiado, si me lo preguntan. 
  • El parque (o mejor dicho, la isla donde se ubicaba) es destruido, lo que también destruye cualquier esperanza de regresar a las tramas originales.

¿Dónde habitarán los dinosaurios si no es en su santuario? Lógicamente, fuera de este tienen a su disposición un planeta entero para vivir, pero para que esto suceda tiene que existir primero la misma imprudencia humana que los trajo de vuelta a la vida. 

Este argumento es muy similar al de la primera secuela de la cinta “El Mundo Perdido”. Encontramos dinosaurios en un hábitat citadino, en las urbes, como también en los campos. Solo que en esta ocasión, la acción se desarrollará dentro de una mansión. Resulta entonces que la trama se despega del subgénero “aventuras/acción” para acercarse más al de “terror/slasher”. Y eso, en mi opinión, mata la mística de toda la película.

La cinta, dirigida por Juan Antonio Bayona, no termina de convencer y parece más una antesala de algo más grande. Siendo un poco optimistas, podríamos pensar que, ya que los dinosaurios continuarán existiendo y podrían coexistir con los seres humanos, abriría muchas premisas post apocalípticas que podrían refrescar a la franquicia y dar un vuelco a la trama, al estilo de Resident Evil.

Sin embargo, hay que reconocer que la camisa de su precuela era muy grande. Dudo mucho que este filme supere los récords que consiguió la entrega dirigida por Colin Trevorrow. También tenemos que analizar que, hoy en día, la taquilla de los blockbusters es más reñida que nunca y que las súper producciones son algo cotidiano.

¿Es el fin de la franquicia de Mundo Jurásico? Para nada. De hecho ya hay una secuela confirmada de esta historia que, si se sabe aprovechar mejor, nos entregará una película a la altura de sus antecesoras. Y si dejamos volar la imaginación –y el optimismo–, podría llevarnos de nuevo a vivir las sensaciones que una vez nos regaló esta gran franquicia.

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