Yasser Ballestas: “Entre más sincero eres, más clown eres”

El pasado martes 3 de octubre inició el cuarto festival internacional de clown escénico “Festi Clown El Salvador”, un proyecto que está aglutinando esfuerzos similares en el área, específicamente en Honduras y Nicaragua. Aprovechando la ocasión, Factum entrevistó a Yasser Ballestas, director del festival.

Foto FACTUM/Salvador Meléndez


Cuando se habla del arte del clown, se hace referencia a la sinceridad con uno mismo y a la puesta en escena de esta, a expresarse con el cuerpo, a conectar con el público en planos emocionales, a redescubrir —para decirlo con un lugar común— “al niño que llevamos dentro”.

Yasser Ballestas es maestro en artes escénicas por la Escuela Superior de Bellas Artes de Cartagena, Colombia, país del que es originario. Fundó en El Salvador la Asociación Cultural Irreal Teatro, que es una compañía de teatro clown, y que funciona a la vez como el ente organizador del Festival Internacional de clown escénico “Festi Clown El Salvador”, que surgió en 2014.

La idea del festival ya se ha extendido por Honduras y Nicaragua, y el cartel promete artistas de México, Argentina, Colombia, Chile y Uruguay, así como de España, Francia y Austria. Para este año el festival contempla diversas actividades. Su director, quien se desempeña como coordinador académico del Técnico en Artes Dramáticas de la Universidad Dr. José Matías Delgado, comenta acerca del proyecto:


¿Qué es el ‘Festi Clown’?

Es un evento que se viene realizando desde 2014. Este año llegamos a la cuarta edición, y desde el año pasado se están creando agrupaciones centroamericanas. El año pasado también se realizó el ‘Festi Clown’ en Honduras. Este año sigue en Honduras, y después de la versión que se va a realizar este año en El Salvador, se va a Nicaragua.

Realmente es como un evento que está empezando a conectar la región desde el lenguaje del clown. El festival busca generar una cultura de paz, busca crear nuevos espacios, descentralizar los espacios que ya existen. Puede parecer paradójico porque, aunque nos presentamos en teatros, uno de los objetivos del festival es llegar a comunidades que tienen difícil acceso al arte, que por distintas razones no tienen la solvencia suficiente para ir a un teatro.

Como festival hemos ido a cárceles, hemos visitado hogares de ancianos, escuelas, fuimos a San Antonio Los Ranchos (departamento de Chalatenango) el año pasado y este año volvemos. El año pasado hubo una visita muy interesante a la isla Tasajera. Fueron casi todos los artistas, tuvieron oportunidad de conocer el lugar, la gente tuvo el gusto de conocerles y de ver el espectáculo. Es un lugar donde nunca había llegado algo, en lo referente a un trabajo escénico, mucho menos clown.

Buscamos eso con el festival, que haya esas oportunidades, que la gente pueda gozar del espectáculo tanto en un teatro como en su comunidad, sin miramientos de nada. Todos sabemos que vivimos en una situación compleja, en muchos aspectos a nivel de país, y creemos que esto va a sumar un grano de arena al alma de la gente, a cambiar su modo de pensar por al menos una semana. Me decían en otra entrevista: “ah, entonces lo que ustedes quieren es llevar a la gente a otro mundo”. Sí, pues sí, si se puede… o a otra dimensión de manera momentánea. Eso es para nosotros un aliciente.

¿Podrías explicar qué es el clown?

Empecemos hablando del concepto, del término. Cuando uno traduce la palabra “clown” al español, es payaso. Si lo vemos así es payaso. En nuestro caso, lo abordamos desde el lado escénico.
En los años 60 hubo un pedagogo francés llamado Jacques Lecoq. Él creó una escuela, empezó a investigar, pedagógicamente, sobre diversos temas, y uno de ellos fue del clown, el de los payasos.
Lo que él hizo fue alejarse de los payasos de circo y acercarse al actor en escena. Cómo desarrollar el manejo de la emoción, cómo desarrollar el manejo corporal, cómo desarrollar la creatividad, y sobre todo, aprovechar la improvisación. Con el tiempo esto se volvió una técnica muy conocida en todo el mundo, que mucha gente la practica.

En esencia, el clown es un payaso que se ha vuelto una técnica escénica, pero que está más allá de la técnica. Cuando una entra en un taller de clown y empieza a recorrer ese camino, se descubre uno mismo, empieza a dejar de lado paredes que nos ha creado la sociedad. El clown busca eso, generar cambios en la persona, generar cambios sociales, y además utilizar no solo la risa, sino conmover con todas las emociones posibles.

También te hace reflexionar, te transmite valores, y hay que tomar en cuenta que la mayor parte de gente que practica el clown genera el humor en la gente desde su propio ridículo, no se aprovecha de la otra persona. No busca que la gente se ría por medio de otra persona que tiene tal defecto. No. Es humor, es abrirse a la gente. En el teatro decimos “desnudarse”: entrar desnudo a escena.

El clown tampoco es un personaje. El clown es distinto a un Hamlet o a un Edipo. El clown eres tú, y tienes la oportunidad de sacar la mayor cantidad de defectos que tienes y ponerlos al servicio del espectador, para que el espectador se conmueva. Entre más sincero eres, más clown eres.

Entrevista con el colombiano Yasser Ballesta, maestro de Artes Escénicas en la Universidad José Matías Delgado, y director del “Festi Clown El Salvador 2017”.
Foto FACTUM/Salvador MELÉNDEZ

Hablemos de cuestiones prácticas del festival. ¿Cuándo se realiza y dónde se realiza? ¿Cómo se despliega este festival?

El festival va del dos al ocho de octubre. Hay funciones, talleres y conversatorios. Del tres al ocho de octubre vamos a estar en el teatro Luis Poma. Allí en su página web hay más información de la programación. Estaremos en el Teatro Nacional, en el teatro de San Miguel, en el de Santa Ana. Vamos a ir a Suchitoto, Aguilares, (San Antonio) Los Ranchos, y Ahuachapán. También en el Liceo Francés.
Durante la semana nos desplegamos bastante. Hay dos conversatorios, uno en la Universidad Matías Delgado, otro en el Teatro Nacional. Los talleres de formación son para apoyar a artistas locales. Hay tres talleres.

Ya mencionaste algo al respecto, pero quisiera conocer un poco más acerca de esa idea de crear como un circuito en Centroamérica. Dijiste que ya se realizó en Honduras y este año inicia en Nicaragua. ¿Cómo empezó esto y cuál es la idea?

En 2013 fuimos a un festival de clown en Salta, Argentina. Cuando fuimos invitados no imaginábamos el impacto. Es tal que quisimos replicar eso en El Salvador, traer artistas, pero ya con una visión diferente.

Junto con eso se vino el sueño de decir que qué lindo sería crear un circuito centroamericano donde los artistas puedan llegar de un país a otro y que eso de alguna manera fuera creando puentes.
2014 y 2015 fue como acomodarnos con los festivales, con los nuestros. Aquí tuvimos contacto con un chico que llegó de Honduras, se dio la oportunidad, le planteamos la idea, se lanzaron como en un intento suicida de un edificio de diez pisos, y ya van por la segunda edición.

Por otra parte, hay un compañero que vivió acá mucho tiempo, se involucró en actividades, participó de diferentes partes de la escena, y se fue a Nicaragua. Cuando nos dijo que se iba, vimos otra oportunidad, y así se ha ido dando este esfuerzo en Centroamérica.
Como muchas cosas en la región, a nivel artístico es siempre complicado, complejo, pero creo mucho en la fuerza que esto puede generar en la gente, algún cambio.

Pero además, un producto que encadena tres países es algo que puede venderse y buscar sostenibilidad. Me refiero a situaciones de gestión.

Claro, la idea es esa. Ya que estamos tres países juntos, y si se suma alguien más genial. Eso habla de alguna manera del impacto que se está logrando. Hay interés, hay una necesidad de la gente por esto. Todos los años hacemos las gestiones necesarias, siempre se vuelve difícil, pero salimos adelante con el festival.

Me parece que la unión de tres países, en la medida en que haya más grupos, puede lograrse eso, que la gente vaya creyendo de a poco en esto, que valoren el impacto, pues ya no solo “que lo voy a hacer”; ya se hizo y está teniendo impacto. El año pasado tuvimos más de 15 mil espectadores. Eso habla muy bien de lo que se está causando.
Si sumas las otras ediciones, estamos hablando de más de 20 mil espectadores. Llegar en tres años a más de 20 mil espectadores, y sumamos el público de Honduras, no es tan sencillo, es algo al alcance de unos “rockstars”.


PROGRAMACIÓN DEL ‘FESTI CLOWN EL SALVADOR 2017’

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