El Salvador ya entró a tumbos en el baile de ansiedades de la campaña electoral. Las elecciones municipales y legislativas del 4 de marzo han sido el origen de controversias que en sociedades civilizadas fácil se convierten en debates constructivos. En El Salvador, cualquier dilema se transforma en la mejor oportunidad para que los fanáticos de derechas e izquierdas reluzcan sus posturas fantochadas. El voto nulo. El infame voto nulo es uno de estos temas que merecen ser desgranados, primero, para botar mitos de larga data; segundo, para reafirmar que, como un voto por una opción cualquiera, es parte de la expresión y de la decisión popular a la hora de elegir. Votar por nadie es una facultad suprema del ciudadano. Elegir a nadie no está prohibido en ninguna ley. Y por el bien de la democracia nunca deberá estarlo.
Cuenta la leyenda que el día en que los votos nulos sean más que los votos válidos, en cualquier elección, ese día se va a llamar a un nuevo proceso electoral en el que los partidos políticos van a tener que cambiar a sus candidatos y ofrecer nuevos.
Se volverán a gastar entre veinte y treinta millones de dólares de los impuestos para montar todo el proceso una vez más. Los salvadoreños van a tener que tragarse otra campaña electoral. El desgaste va a ser mayúsculo. Será un desperdicio terrible de dinero. Pero, la verdad, es muy difícil que eso suceda.
Y es difícil que pase porque los dos partidos políticos preferidos -aún- por la mayoría de los salvadoreños tienen una saludable cantidad de fervientes seguidores que con los ojos cerrados votan por ellos, aunque se les destape toda la corrupción posible. Y los números de esas gentes -nunca se ha visto lo contrario- son insuperables frente a los que votan por otros partidos, por los que se abstienen o por los que prefieren ponerles colmillos y cachos a las fotos de los candidatos.
Solo es de echar una mirada a los resultados de las últimas elecciones legislativas. En 2006, los votos nulos y las abstenciones (se me olvidó acotar que a los críticos del voto nulo se les olvida un detalle: las abstenciones también equivalen a un acto de rechazo sin tener que manchar la papeleta) equivalieron apenas al 2.94% de los votos válidos. En las legislativas de 2009 bajaron a un 2.05%. En 2012 subieron a 4.66% y en 2015 fueron el 3.97% de los votos válidos*.
Es decir: nada.
Porque el voto nulo no sirve para nada más que lo que acabo de hacer: sacar porcentajes, hacer distribuciones, revisar tendencias, en fin, jugar con números. Ni el voto nulo ni la abstención tienen una incidencia decisiva en una elección. No se cambia de gobierno con el voto nulo. Tampoco se mantiene la opción que gobierna. No hay ningún efecto. Ninguna utilidad. Pero, un detalle: en esta democracia, el voto nulo es una opción válida, legal y libre.
Debo decir que en las oportunidades que he tenido de votar, en ninguna he dibujado lo que se me venga en gana, ni pintado bigotes, ni he escrito puteadas ni frases cualesquiera.
Las pocas veces que he votado no he anulado mi papeleta. Pero respeto la decisión de quienes lo hacen. No tengo elementos de juicio, ni morales, ni religiosos, ni cívicos para ser su juez y decirles que hacen bien o mal. Mucho menos insultarlos.
Tampoco puedo yo decirles a las personas que si anulan su voto o se abstienen ya no tienen derecho a reclamar por los problemas del país. Ese es otro mito que hay que desbaratar. No existe ninguna ley en este territorio que dicte que un salvadoreño pierde su derecho a la expresión y a la libre opinión por no haber votado o por haber anulado su voto en las elecciones. Repetir ese tipo de ideas es como atribuirle al Quijote de La Mancha la frase apócrifa de que si los perros ladran es porque avanza. Simplemente no es cierto.
Para esta columna de opinión me sumergí a las redes sociales, navegué en el ciberespacio, usé el voto nulo como carnada. Pesqué a algunos radicales que me juzgaron. Creyeron que hacían un debate cuando lo que sucedió es que me insultaron por mi planteamiento de que una persona puede anular su voto y tener más claridad sobre la política que alguien que cree que va a mejorar el país con su voto para Guillermo Gallegos, José Luis Merino o Milena su amiga.
¿Por qué insultan a las personas que anulan el voto? ¿A ustedes les gustaría que los insulten porque votan a ciegas por Arena o el FMLN? ¿Se merecen que los insulten si votan por los demás partidos? ¿Por qué tratan de idiotas a los que quieren anular su voto? ¿Ustedes creen que no los podrían tratar así por ser fieles votantes de partidos con grandes historiales de corrupción? “El estúpido hace cosas estúpidas”, dice Forrest Gump en la novela de Winston Groom. Yo creo que no es bueno meterse en el voto del otro.
Hubo quienes me acusaron de ser un seguidor de Nayib Bukele, un nayiengañado, un nayilieber, porque fue el alcalde de San Salvador que en estos últimos días comentó que era mejor anular el voto. Sus razones muy personales tendrá. Y si como funcionario dijo algo fuera de la norma, es su problema. Pero pasa que Bukele no se inventó el voto nulo. Existe desde mucho antes.
El llamado al que hay que adicionarse, en última instancia, por tratarse de un deber político en la Constitución, es a que los salvadoreños vayan a votar este 4 de marzo de 2018. Que participen, que decidan y que se acerquen a la urna.
¿Qué van a hacer en ese momento libre y secreto cuando estén en el anaquel frente a las papeletas? Ese ya es el derecho de ellos como electores. Ni al alcalde de San Salvador ni a los radicales ni a usted ni a mí nos importa.
Puedo compartir las condenas a los funcionarios que hacen campaña a favor del voto nulo por conveniencia política. Pero mucho cuidado con la contracampaña de querer forzar al elector a tener que votar por una opción partidaria. El voto es libre. Y anularlo o abstenerse es parte de esa libertad.
P.D.: Un saludo al genio que en marzo de 2015 escribió sobre una papeleta para diputados: “Iron Maiden vení in the name of El Salvador”. Un año después -qué coincidencia- la banda vino a dar su concierto a El Salvador.
*Porcentajes obtenidos a partir de resultados oficiales del TSE en consolidados nacionales para elección de diputados a la Asamblea Legislativa de 2006, 2009, 2012 y 2015.
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2 Responses to “Qué te importa cómo voto”
América Latina está en un proceso de trasformación con el protagonismo de los ciudadanos: Carlos Villota Santacruz
Cuando se abra la puerta del 3 Congreso Mundial de Marketing y Comunicación Política en el Teatro Calima de la ciudad de Cali el 27 de septiembre, la gran pregunta que se levantará entre los 40 conferencistas de 9 países, académicos, autoridades locales, regionales, nacionales y ciudadanos, girará en torno a ¿qué sociedad se está construyendo en el siglo XXI como legado a hijos y nietos?
En palabras del Internacionalista colombiano, consultor político y codirector de la cita académica en la capital del Valle del Cauca, Carlos Villota Santacruz, “América Latina está hoy sumergida en un proceso de trasformación con el protagonismo de los ciudadanos. Así se desprende tras la victoria en la elección presidencial de Mauricio Macri en Argentina, que significó la culminación de 12 años de Gobierno del llamado “Kirchnerismo”, la llegada al poder en Colombia de Iván Duque, a nombre del Partido Centro Democrático, la entrada en escena política de Martin Vizcarra como presidente del Perú y el triunfo de Manuel López Obrador en México.
El también coautor del libro “Gobierne bien y hágalo saber”, está convencido que las demandas ciudadanas hace posible que en su país una consulta anticorrupción con más de 12 millones de votos, marcará el norte, en la construcción políticas públicas de una Colombia, que tiene el reto de devolver la confianza de las instituciones a sus habitantes.
En palabras de Carlos Villota Santacruz en el continente hay una nueva narrativa, que invita a los partidos políticos a modernizarse. “Autocriticarse de la mano de los jóvenes y de sus militantes de mayores años. Esta radiografía tiene una lectura por parte de diferentes actores desde México pasando por Bogotá, Lima o Buenos Aires, que se resume en algo simple pero a la vez contundente. La democracia está en crisis por la incapacidad de los partidos y campañas para comunicarse.
Este consultor político, que tiene la tarea de codirigir el 3 Congreso Mundial de marketing y Comunicación Política en la capital del departamento del Valle del Cauca, en la última semana del mes de septiembre, que contará con la presencia del argentino Daniel Ivoskus –presidente de la Cumbre Mundial de Comunicación Política, Oswaldo Moreno presidente de la red Latinoamérica de Consultores Políticos y la mexicana Verónica Valdivia presidente de Mujeres en la Política, el gran reto “del arte de edificar y ejercer la política, es que este en sintonía con las nuevas generaciones con liderazgo y pasión con campañas no solo para ganar elección sino prepararse para gobernar.
“La democracia en América Latina está en proceso de trasformación por cuenta de las redes sociales y la profesionalización de la comunicación política, que tiene en Colombia a su referente en el segundo semestre de 2018. “Es un momento ideal para escuchar a 40 consultores con su experiencia profesional pero a la vez con sus historias frente al papel de los ciudadanos, que no son simples actores para depositar un voto, que reclama que el cambio no está en los partidos sino en el nuevo enfoque de ciudad y ciudadanía.
Villota Satancruz respalda la propuesta del presidente de Colombia Iván Duque de darle “oxigeno” a la llamada “economía naranja”, que se resume en abrir el universo a los jóvenes al arte, a la cultura, a la creatividad sin fronteras “Con la aparición de la internet como red global de comunicación, con el desarrollo de herramientas de comunicación persona a persona a través de la red, con la construcción de plataformas tecnológicas cada vez más complejas, el poder de la comunicación masiva, la política ha llegado a transformarse sin tener un techo”:
“Estoy seguro que el 3 Congreso de Cali, donde se hablara de comunicación de gobierno, las campañas políticas, las falsas noticias, la generación de contenidos, la participación de la mujer en la política, los asistentes independiente de su rol en la sociedad se interrogarán, ¿quienes son a la luz de las redes sociales? ¿Si son determinantes en las redes sociales?. Y lo mejor: si participan noen esa nueva dinámica comunicacional.
Finalmente para el consultor político colombiano Carlos Villota Santacruz, a prender a escuchar, a leer y hablar a la comunicación a la luz de la globalización, no es una opción, es una necesidad. Sobre todo para aquellos, que resultan electos después de una elección. “Se puede ganar una elección en las urnas. Sin embargo, se puede perder el año a la hora de gobernar. Todo por cuenta, que no se sabe interpretar el rol que se asume. Lo que es peor. Las nuevas demandas ciudadanas, que si bien pasan por la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, también buscan ciudades más ambles. Calidad en los servicios públicos. Excelentes condiciones de movilidad. También respeto a sus derechos individuales y colectivos”, sentenció
Mi estimado estoy de acuerdo en todo con usted , pero hay algo que se le olvido por cada voto a su favor les pagan a los partidos una cantidad que no me acuerdo cuanto es pero es la famosa deuda politica si anulamos todos el voto quedarn desfinanciados ja ja ja ja ja jaja y esa es la llorason de la arenep que ellos son los que invierten mas esto lo que va a ocacionar como en realidad no tienen un ideologia pura mas que defender sus intereses un verdadero plieto de chuchos entre ellos y va a haber hasta cisma simplemente es un ataque directo a los partidos politicos.