La culpa la tiene el ‘script’


El recuento de los votos preferentes o votos cruzados de diputados se detuvo el 5 de marzo a las 4:53 horas de la tarde. Las alarmas saltaron cuando los usuarios de la página web del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se percataron de la demora en actualizar datos y luego de los cambios drásticos en los diputados elegidos de forma preferente.

En Arena, el orden de diputados elegidos de forma preferente era éste:

  1. Norman Quijano
  2. Mauricio Vargas,
  3. Andrés Hernández
  4. Abraham Soto
  5. Misael Serrano

Sin embargo, luego de la actualización el listado presentaría el siguiente orden:

  1. Norman Quijano
  2. Miguel Portillo Cuadra
  3. Margarita Escobar
  4. Milena Mayorga
  5. Emilio Corea

En el caso del FMLN, José Luis Merino, que antes aparecía como último lugar en preferencias en San Salvador, apareció en onceavo lugar. Y el exministro Benito Lara, que aparecía en la posición 16 pasó a ser el séptimo.

Y se empezó a hablar de fraude. Smartmatic y el TSE lo negaron y aún mantienen que el problema se debió al fallo en un script.

¿Pero qué es un script? Un script es un término al que están acostumbrados los programadores informáticos. Se trata de un comando que se utiliza dentro de un software de programación de bases de datos. Este script permite unir datos, por ejemplo, los de las bases del registro de candidatos con los de las marcas de los votos registrados en las actas de todo el país.

El fallo con el script solo se registró para los departamentos de La Libertad y San Salvador. Según el TSE, esto se debe a un cálculo matemático que solo afectó a los departamentos donde hay más de 9 diputados, es decir, La Libertad y San Salvador.

¿Es esto posible?

Según cuatro informáticos consultados por Revista Factum, es posible, sí, pero se trata de un error tan básico para una empresa como Smartmatic que resulta difícil de creer.

Por eso surgen tres dudas importantes:

1. Si es un “error humano”, como dijo Smartmatic, ¿por qué no se detectó y se arregló antes del escrutinio preliminar?

2. ¿El TSE sabía que estaba comprando un software que tenía fallas de programación desde el inicio y por el que pagó más de 3 millones de dólares?

3. ¿Cómo puede ser que una empresa que se anuncia diciendo que ha contado más de 3.700 millones de votos en todo el mundo “sin una sola discrepancia” puede cometer este error en El Salvador?

Aún falta que el TSE explique detalladamente este “error humano. Aunque el presidente del TSE, Julio Olivo, dijo en una conferencia este martes que ya no se referirá más a ello porque había que iniciar el recuento final.

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