Netflix resucita al género de zombis gracias a “Kingdom”

“Kingdom” es una serie surcoreana que ofrece una opción fresca a un subgénero que comenzaba a flaquear a raíz de la monotonía que venía experimentando. Escrita por Kim Eun-hee y dirigida por Kim Seong-hun, los zombis vuelven a adquirir relevancia gracias al tratamiento con el que han sido interpretados en esta producción, estrenada el pasado viernes 25 de enero en Netflix.


Una de las ventajas de las nuevas tendencias de consumo de producciones audiovisuales a través de servicios de streaming es la diversidad de contenidos disponibles. Desde hace un par de años, la plataforma de Netflix está realizando un esfuerzo por apostarle más a producciones propias en lugar de retomar otras que provienen de cadenas externas. Para ello ha echado mano de alianzas con diferentes productoras alrededor del planeta. Esa es la razón por la que hemos visto que el catálogo de la plataforma ha expandido sus historias y, de la misma forma, ha explorado (y descubierto) nuevas narrativas que provienen de distintas partes del mundo. Se trata de producciones que resultan refrescantes, además de entretenidas.

Pero no nos confundamos, Netflix no representa la libertad de elección de mensaje. Estamos frente a una maquinaria más voraz que lo que fue la televisión por cable en su momento. Esto no debe de desanimarnos a encontrar dentro de su oferta a verdaderas joyas que están ahí, disponibles.

“Kingdom” es una de ellas, una serie que combina lo mejor de varios géneros para entregar un producto bien elaborado, entretenido y con una premisa que, si bien ha sido explotada hasta el cansancio, la transporta a nuevas dimensiones, además de impregnarlo de detalles muy propios de su folclore. Hablo del subgénero de zombis

La serie está ambientada en Corea, 600 años en el pasado, durante la era de la dinastía Joseun. “Kingdom” cuenta la historia del príncipe heredero (Ju Ji-Heun), quien sospecha que su padre (El Emperador) ha muerto. Sin embargo, la nueva esposa de su padre (y actual reina) oculta este hecho. Por ello, para averiguar la verdad, el príncipe y su guardaespaldas personal se embarcan en una misión en la que intentarán encontrar al médico que atendió a su padre, sin saber que esto se convertiría en un acto suicida, una expedición temeraria que estará plagada por un brote de una enfermedad que convierte a los pobladores en zombis y que hará temblar a los cimientos de la nación. 

Como ocurre en la mayoría de producciones sobre zombis, la trama se enfoca en algo completamente diferente, convirtiendo a estas criaturas en un elemento meramente incidental. Acá lo importante serán los complots y la pugna por el poder de una dinastía completa. Esto sin dejar de lado una clara analogía de los vicios del poder. “Kingdom” es una historia situada en el pasado, pero que posee un mensaje para el presente: en esta historia serán los mismos seres humanos ese enemigo del que habrá que cuidarse; acá la moralidad y los conceptos básicos de justicia, equidad y bienestar serán puestos a prueba contra la supervivencia misma.

Este es el afiche promocional que Netflix liberó en alusión a “Kingdom”, una de las series más llamativas del mes de enero.
Foto de Netflix.

La fotografía de la serie es imponente; los vestuarios, impresionantes;  y el guion no tiene nada que desear a sus contrapartes occidentales. Con toda facilidad, esta producción encontrará un espacio en las mejores producciones de este año, algo notable si tomamos en cuenta que se trata de un tipo de serie que parecía muerto en el interés popular.

“Otras series –como The Walking Dead– se habían encargado de despojar de su magia al género de zombis, convirtiéndolo en un producto de consumo masivo, sin espíritu, corazón ni vida. Como fanático del cine –y también de la televisión– de zombis, me reconozco feliz porque aparezcan series como ‘Kingdom’, que vienen a rescatar del letargo a este género, tan repetido que parecía haber entrado en una nueva etapa de decadencia”.

Habrá que poner atención a una trama que está llena de engaños, tretas y reveses, además de escenas de acción, buenas peleas con espadas, escenarios y paisajes propios de la nación oriental. Por otro lado, los zombis tendrán elementos muy propios del folclore local; elementos que le dan una nueva óptica y lo sumergirán en un halo de misticismo que le abona de sobremanera a la historia.

De momento, “Kingdom” cuenta con una temporada –y una segunda en camino– de seis episodios de una hora de duración. Cada capítulo puede parecer insuficiente para el desarrollo completo de los personajes, y sirve más como un prólogo de una historia que comenzará a ser contada por completo en el que le sigue. Sin embargo, se trata de una excelente serie para maratonear. Si acaso el idioma coreano resultara pesado, recomiendo la versión doblada al español, que también está ejecutada de manera magistral.

Uno de los elementos que hacen de esta serie una visita obligada en el catálogo de Netflix es el hecho de que puede ser disfrutada tanto por fans de las producciones orientales, como por fans del subgénero de zombis, así como también por aquellos que gustan de dramas de época.

En definitiva, “Kingdom” deja con ganas de más. Es como una plaga que convertirá en adictos de su adrenalina a muchos que quizá no habían visto antes una serie de zombis en el pasado. Recomiendo que hagan el experimento: vean la serie con amigos o familiares que no disfruten dramas coreanos o que no sean fans del terror. Verán cómo pronto tendrán una hora de zombis en la sala de su casa. Y ese apetito solo podrá saciarse con más episodios de esta gran serie.

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