Érase una vez un gigante que solo quería ser normal

El gigantismo no es cualquier cosa. Pesar 484 libras y medir dos metros y 16 centímetros debe ser una bendición para alguien que se gana la vida dentro de un cuadrilátero, pero no fuera del ring. El pasado 10 de abril, HBO estrenó el documental “André, ‘El gigante'”, que cuenta la vida del luchador y actor francés que zarandeó con el asombro al espectáculo de la lucha libre por casi dos décadas.


¡Qué difícil es imaginar a “André, El Humano”! Es complicado empaparse del mundo según lo conoció André René Roussimoff, durante su paso por la vida.  Qué difícil es cuando lo único que vemos es al gigante que debutó en la década de 1970.

Pero hay otra historia, la del ser humano.

HBO Sports estrenó el pasado 10 de abril un documental sobre André “El Gigante”, el célebre luchador que ayudó decisivamente a convertir a la lucha libre en un espectáculo de alcance mundial. En el documental se explora la mística, el poder y el dolor que rodearon a una de las estrellas más emblemáticas del “deporte guionizado”.

De padre búlgaro y madre polaca, nacido en Francia el año 1946, la historia de Roussimoff es una leyenda digna de perpetuar. Contemplar a un gigante sin estar viendo una película de Steven Spielberg es algo muy improbable, pero entre los años setenta y ochenta todo el mundo lo hacía, ya que parecía como si André hubiese salido de un cuento de hadas, para reinar entre los humanos.

“Antes del CGI (imágenes generadas por computadora), estaba André El Gigante”.

Así lo dice David Shoemaker, historiador de la lucha, tratando de describir la primera vez que el público vio al enorme francés.

Su dulce y cómica actuación en The Princess Bride; los stickers tan famosos del artista Shepard Fairey: André The Giant Has A Posse; y un puñado de otros crossovers de la cultura pop, convirtieron a André, ‘El Gigante’ en algo más que un icono de la lucha libre.

Dirigido por Jason Hehir —quien cuenta con una notable experiencia produciendo, escribiendo y documentando para ESPN, HBO o Showtime la vida de deportistas célebres como José Canseco o Hulk Hogan—, este documental hace el balance perfecto entre la vida de Roussimoff y la de su personaje, “El Gigante”. Nos cuenta cómo gracias a sus dones, André logró hacer algo de su vida; pero los problemas físicos y el constante sentimiento de no ser parte de este mundo hicieron que el luchador terminara siendo un gigante que en el fondo solo quería (o pedía) ser normal. Su lucha por no quedar en el anonimato y morir siendo un granjero en Moulins (ciudad cercana a Paris) le “impidieron” someterse a algún tipo de tratamiento.

Es difícil creer todo lo que uno escucha sobre un personaje cuya vida pareciera ser más propia de los cuentos y no de los hechos. Por eso, este documental trata de desmitificar la leyenda de una persona que fue “un dios” para los fans de la lucha libre.

Publico este texto dos semanas después de su debut por la simple razón de que la falta de credulidad que existe hacia la lucha libre no me dejaba hacerlo. La lucha libre siempre me ha apasionado y por eso, si llegaba a escribir del tema, quería que el centro de la historia fuera la narración. Es decir, la narración como a lo que en inglés se conoce como Storytelling: el arte de saber contar una historia.

Los que me conocen dirán que redacto esto en un intento de evangelizar con lucha libre a todos aquellos que lo ven mal o como algo demasiado falso como para que se interesen. “André El Gigante” es una historia que va más allá de la lucha libre. Porque a veces la historia es interesante, pero los que están detrás de ella son más interesantes todavía.

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