Ernesto Muyshondt apenas ha subido a la tarima cuando Guillermo Gallegos se levanta de su asiento para recibirlo con un abrazo. Parecen mejores amigos. La mañana del 8 de febrero han abandonado los colores de sus partidos políticos y ahora ambos visten unas impecables camisas blancas de manga larga y pantalones oscuros. Frente a ellos, cientos de personas aplauden el encuentro. Son miembros del Sindicato de Trabajadores Municipales de la Alcaldía de San Salvador que han venido a apoyar a los dos políticos.
El abrazo entre Gallegos, diputado (y aún presidente) de la Asamblea Legislativa por Gana, y Muyshondt, candidato a alcalde de San Salvador por Arena, resulta al menos curioso. Estos políticos, con un alto nivel de popularidad en El Salvador, también tienen al menos un antagonismo: uno dice odiar a las pandillas y a todos los que tengan que ver con ellas y el otro se ha sentado a negociar con ellas y a ofrecerles una tregua.
Muyshondt ha aceptado públicamente que el diálogo con pandillas es necesario para cualquiera que quiera ser político en este país. Esto, claro, lo dijo después de que se conociera un video donde aparece negociando con representantes de la Mara Salvatrucha 13 y el Barrio 18. En ese video, publicado en marzo del 2016, Muyshondt ofreció, a nombre de Arena, una nueva tregua a las pandillas y les pidió el aval para su candidato a ministro de Seguridad.
Gallegos sostiene un discurso radical y represivo contra las pandillas, celebra la muerte de pandilleros en presuntos enfrentamientos policiales y defiende a los policías vinculados a grupos de exterminio. Este candidato tiene como principal bandera de campaña impulsar la pena de muerte en su próxima legislatura, una promesa que no es nueva en él, pues ya lo había ofrecido cuando se lanzó como candidato en la legislatura pasada. Gallegos ha dicho públicamente que está en contra de organizaciones de derechos humanos y medios que denuncian ejecuciones extrajudiciales.
Sin embargo, la mañana de este jueves 8 de febrero, a pocos días para las elecciones de alcaldes y diputados, abraza a Muyshondt. Y no solo eso, sus palabras se plagan de piropos el uno al otro, rayando no solo en la contradicción de sus discursos sino en la infidelidad con sus propios partidos. Antes de finalizar su participación, al agradecer a los cientos de trabajadores que han ofrecido su apoyo, Gallegos dice que, aunque su partido tenga candidato propio por la alcaldía, él sabe que Muyshondt es el ganador: “Si no, no estuviera aquí. Yo solo me siento con ganadores”, dice. Muyshondt le contesta en su discurso invitando a que voten por Arena, “(pero) si apoyan a Gallegos pueden votar cruzado”.
Foto FACTUM/Bryan Avelar. Ernesto Muyshondt (segundo de la izquierda) junto a Rolando Castro (centro) y Guillermo Gallegos, acompañados de representantes sindicales, durante una conferencia de prensa en las instalaciones del CIFCO, en San Salvador, El Salvador, el 8 de febrero de 2018.
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