En el cuento clásico de “Las aventuras de Pinocho”, escrito por Carlo Collodi, existe un personaje que se ha convertido en el arquetipo de muchas historias a lo largo del tiempo. Hablo de Pepe Grillo, la voz de la conciencia, el inseparable amigo del protagonista que aconseja, encomia y regaña. Es curioso que, siglos después, este modelo de personaje sea utilizado hasta el día de hoy.
El Capitán América no es la excepción. Luego de ser un elemento de propaganda en la mitad de la edad de oro de los comics (1930–1950), este superhéroe ha tenido una transformación que lo hizo pasar de ser un panfleto de guerra (punto en el que ahondaré dentro de algunas líneas) hasta ser el estandarte de los deseos más profundos de la sociedad estadounidense, deseos que el cine, la literatura y otros productos culturales pregonan como los valores del país norteamericano, pero que en la práctica solo se quedan en meras ilusiones y aspiraciones de una sociedad tan compleja como la norteamericana.
Entonces, volviendo a la metáfora de Pepe Grillo, El Capitán cumple muchas veces este rol: escucha, observa, aconseja y reprocha (en varias ocasiones) a su ahijado, a su protegido, es decir, a los Estados Unidos o en todo caso, a toda la sociedad Occidental.
¿Quién es el Capitán América?
Steve Rogers nació en Nueva York, durante los años de la Gran Depresión. Huérfano de padre y con una madre que ganaba lo necesario para poder comer, Rogers tuvo que trabajar desde muy joven, aunque eso no le impidió ser un estudiante destacado, convertirse en un ávido lector de obras fantásticas y desarrollar cierto talento artístico. No obstante, luego de que su madre enfermara y falleciera, Steve descubre la amenaza que suponía el nazismo para la libertad y la democracia. Es por ello que quiso alistarse en el ejército. Sin embargo, fue rechazado a causa de su cuerpo frágil y quebradizo, aunque su gran inteligencia y coraje le permitieron ser elegido entre cientos de candidatos para participar en la “Operación Renacimiento” y el suero del “Supersoldado”, una invención del doctor Erskine. A pesar de que el experimento fue un éxito y Rogers aumentó su fuerza y reflejos hasta sobrepasar los de un ser humano medio, el doctor Erskine fue asesinado por un agente nazi, consiguiendo así que la fórmula se perdiese. A partir de ese momento, Rogers fue entrenado por el ejército y se le dio la identidad secreta de Capitán América, con la que lucharía contra agentes nazis.
Así pues, El Capitán pasaría a convertirse en uno de los personajes más icónicos del patriotismo estadounidense, inclusive más que cualquier otro y con el tiempo su labor ha pasado de ser “defensor de la libertad y la democracia” a, más bien, un defensor de la tolerancia y opositor a la invasión extranjera, al rechazo a los refugiados, entre otros.
Sin embargo, al ser “el defensor de los Estados Unidos” y de haber incluso llevado el título de “El aplasta-comunistas”, El Capitán América ha evolucionado mucho en estos años, aunque sigue siendo un modelo pro establishment debido mucho a la estructura del personaje en sí mismo. Analicémoslo: hay un momento en donde El Capitán queda congelado por un periodo de casi 40 años y que, al salir, se convierte en el estandarte de los tiempos mejores, de los valores antiguos, lo que hacía (según los norteamericanos) a Estados Unidos una gran nación. Es precisamente eso lo que representa este personaje: la aspiración a “tiempos mejores”.
Contexto histórico: su paso como elemento de propaganda
El Capitán América nace en la época de la exaltación patriótica (de ahí su nombre). Los Estados Unidos recién habían decidido embarcarse en la Segunda Guerra Mundial y se necesitaba algo para motivar a los jóvenes, a enlistarse para luchar, y en un tiempo donde el acceso a la televisión, el cine o radio era más limitado que hoy en día, los comics parecían la solución de alcanzar a este público.
Aparece entonces El Capitán América como la solución lógica para el problema de entusiasmar a los jóvenes a la guerra: “un súper soldado”, un patriota, un héroe (no solo por sus súper poderes si no que por su amor a su país). Podríamos decir que El Capitán estuvo cien por ciento del lado del establishment durante los años 40; e hizo bien su papel. Pero terminada la guerra, al igual que los veteranos, este fue desechado y sus ideas con respecto a la guerra, la democracia, la libertad y el patriotismo fueron cambiando poco a poco.
Sin muchas ventas y con historias flojas y personajes meramente propagandísticos, la vida del personaje estuvo amenazada con llegar a su final allá por el año 1950. Pero fue hasta que el guionista Stan Lee lo “sacaría del retiro” y le diera una nueva vida y propósito, no sin antes impregnarlo de su ya característico “color social”, algo que cada uno de sus personajes llevaba… Y el Cap no sería la excepción. Se le dio entonces un rol de “destructor del comunismo”, algo que sin embargo no cuajaría en los lectores, por lo que nuevamente, Steve Rorges daría un giro de 180 grados para ser el súper héroe que conocemos hoy.
¿Qué rol juega el Capitán América hoy en día?
Como parte del universo de los comics es claro que su papel sigue siendo propagandístico y obedece a la agenda editorial de su creadora: Marvel Comics. Sin embargo, algunos artistas han logrado colar —por llamarlo de alguna manera— algunos aspectos de la personalidad de Steve Rogers. O sea que lo definen como él es hasta hoy. Para mencionar algunos ejemplos: sus opiniones en cuanto a la migración son claras. Él cree que la nación del norte es un país de inmigrantes (él mismo es hijo de migrantes irlandeses) y por ende cualquiera tiene derecho a vivir en ese país. Ideas como el racismo y el ultra-nacionalismo son aspectos que definitivamente aborrece (léase Civil War y su posición respecto al peligro de las libertades).
¿Qué comics leer?Para leer a este personaje recomiendo enfocarse en las publicaciones que aparecieron luego de los años 80, ya que es en este período en el que se desarrolla de mejor manera al personaje. Estas son algunas recomendaciones: Capitán América 1 (1941) Definitivamente hay que leer el primer comic de un personaje para conocer su origen y de la misma forma conocer la transición de este. Publicado el 10 de marzo de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, pretendía erigirse en modelo físico y moral para los soldados norteamericanos, quienes devoraban sus aventuras en las trincheras europeas. No hay duda de que el mensaje se entiende claramente al ver la portada.
La llegada del Halcón (1969) Uno de los amigos más fieles y leales del Capi es el Halcón, nombre operativo de Samuel Wilson, a quien corresponde el honor de ser el primer gran superhéroe afroamericano de Marvel. El propio Stan Lee y el dibujante Gene Colan fueron sus padres artísticos, en un momento en que Norteamérica se debatía en una lucha por los derechos humanos. Si bien no es de las mejores historias del personaje, nadie tampoco puede negar su trascendencia.
The Coming of the Nomad! (1974) En este número, El Capitán deja el manto de “Capitán América” cuando se entera de que el Presidente (un poco disimulado Nixon) es el líder de una organización terrorista. El Capi cambia de traje y se hace llamar Nomad (man without country), pues se avergüenza de la decadencia de su país.
Man Out of Time (2010-2011) Este comic muestra la desafección del superhéroe por un mundo que no comprende (ya que él proviene de otra época, totalmente diferente a la América inocente de los años 40). Si bien este título carece de acción es de los medulares para entender a este personaje.
El Soldado de Invierno (2005-2006) En una inteligente jugada, Marvel recupera la esencia del personaje para enfrentarlo a su viejo amigo Bucky Barnes, dado por muerto en una acción bélica de la Segunda Guerra Mundial. ¡Pero no! Bucky fue capturado por los soviéticos y convertido en una máquina de matar, sin mencionar que este fue la base para todas las películas basadas en el personaje actualmente.
La muerte del Capitán América (2007-2008) “Muerto” Steve, Bucky Barnes, (ahora ex Winter Soldier) toma el nombre y el escudo del Cap, y ahora su perturbadora personalidad añade ricos matices a la habitual perorata sobre la libertad y la justicia que destila el cómic. |
Definitivamente, el Capitán América es uno de esos personajes inmortales que (estoy seguro) continuarán existiendo, adaptándose y mutándose a la época en la que se lee. Y lo seguirá siendo, hasta el día que aquella nación que lo vio nacer crea que ha alcanzado al menos un poco de la nobleza que lo caracteriza.
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1 Responses to “Capitán América: la voz de la conciencia (que Estados Unidos no escucha)”
Una cosa curiosa de Pinocchio: en la excelente y sombria narracion original de Carlo Collodi (no en la version Disney) Pinocchio mata a Pepe Grillo casi al momento de conocerlo. Pepe tiene que aparecer como fantasma. Asi, el hombre mata a su consciencia.