Menly Cortez: “Las fotos de la música han sido clave para desenvolverme en mi carrera como periodista”

1397 Vistas |  2

Menly Cortez tiene 29 años de edad y se dedica a la fotografía de manera profesional desde los 20. Tiene estudios en periodismo y actualmente trabaja para El Diario de Hoy. Paralelamente, Menly ha documentado a las bandas de música underground del país; especialmente a la escena punk y hardcore de la que ha publicado dos photo zines. Para ella, la fotografía es un discurso y un documento histórico.

Foto y video FACTUM/Gerson Nájera


¿Cómo iniciaste en la fotografía?

En mi casa siempre había una cámara. Mi papá siempre me decía que llevara la cámara si había algún evento en el colegio. Luego decidí que quería hacer periodismo y me fui dando cuenta, poco a poco, de que la fotografía era lo que más se acercaba a lo que quería hacer de mi vida. Practiqué en todo lo que tenía oportunidad. Y claro, por la música: los conciertos fueron de las primeras cosas que empecé a documentar. Las fotos de la música –del ambiente y todo esto– han sido clave para desenvolverme en mi carrera como periodista. Cuando uno crece, se da cuenta de que todo suma, ya sea porque lográs más empatía; o porque conocés a la fuente; o porque sabés cómo desenvolverte en diferentes contextos. 

¿Cuál es el enfoque que tenés al momento de hacer fotografía?

Quizá que cuente una historia. No es solo una foto. No sé si es muy chapado a la antigua lo que yo hago, porque claro, están las plataformas, y mucha gente lo que hace es solo poner hashtag y cosas así. A mí me gusta contarle a la gente mi vida o mi forma de pensar. Me gusta contar historias. Incluso de un concierto hay historias detrás. Si ves los zines que he hecho… Bueno, yo fui a un taller con una francoargentina. Lo llevé y esa gente así –que está solo metida en el periodismo– no lo comprende porque te dicen: «el diseño es malo. Está todo muy saturado». Para ellos no es la gran cosa. Pero si se lo llevás a alguien que ha vivido esos momentos, pasa lo contrario. Para mí, es la historia de la gente con la que he crecido, que son parte de algo bien genial y que me ha ayudado en mi vida.

¿Tenés alguna fotógrafa o fotógrafo de referencia para tu trabajo?

Si hablamos de música, soy una gran fan de BJ Papas. Es mi ídola, mi heroína, porque cuando veo su historia y me siento muy parecida a ella. Porque era una chavita en medio de un montón de chavos; y al final terminan siendo como tu familia. Si hablamos de periodismo, hay muchas personas a la cuales admirar su trabajo y todo eso. Dorothea Lange es una de las que más admiro, porque fue una de las primeras fotoperiodistas. Michelle Olaya es otra de mis grades inspiraciones. De hecho, si yo decidí hacer un zine fue por ella, porque vi muchos zines que mis amigos me prestaban, porque sabían que me gustaba la foto. Si hablamos de los nacionales, yo podría hablar de Ricardo Nerio, que también ha sido una de las gentes que he visto su trabajo y también me inspiró a seguir. Lastimosamente, en la escena no hay como muchas mujeres sacando fotos ni haciendo música. Es como emprender una revolución, aunque la gente hable, porque vos estás decidida y amás lo que hacés.

¿Por qué ser fotógrafa en esta época en la que cualquiera con un celular con cámara puede autodenominarse así?

La fotografía es importante en todo contexto para la historia. Una de las cosas que más me apasiona a mí es la historia. Entonces, siento que –independientemente de si es alguien con teléfono o con cámara pro, semipro o chafita– no importa. Es un documento que va a servir o que va a significar algo para esa persona. Yo no discrimino. A veces, un amateur saca mejores fotos que un profesional. Claro, es diferente a alguien que lo hace profesionalmente porque uno tiene éticas o formas de hacerlo o la escuela periodística. Claro, las imágenes de un fotoperiodista son más importantes porque son referentes en diferentes capítulos de la historia o de determinado tema que impactan o llevan a hacer un cambio o a reflexionar. 

¿Existe una oferta de trabajo sostenible en El Salvador para este oficio?

Leí en una entrevista que alguien que ama algo siempre va a tener trabajo y ni siquiera va a sentir que lo que hace es trabajo. Cuando vos te das a destacar o se nota la marca o la diferencia de tu trabajo, puede que sí tengás trabajo siempre de eso. Pero pienso que en El Salvador es bien complicado. Por ejemplo, en la música. Personalmente, siento que no es un trabajo. El que se decide a ir a todos los conciertos es porque le llega el vacil o porque son sus amigos y quiere tener la historia de ellos. No funciona como trabajo, pero te puede abrir puertas para otras cosas. Cuando empecé mi vida laboral en un medio, mi portafolio era de los toques. Ja, ja. Yo siempre he dicho que le agradezco a la música por lo que soy porque también me ayudó a tener mis ingresos, porque cuando llevé mi portafolio a la persona que lo vio, le pareció distinto de los demás.

¿Cómo ves el respeto a los créditos de las fotografías en el país?

En los periódicos es muy importante pelear por el crédito. En ocasiones, el que está trabajando tu foto –porque tu trabajo solo es irla a hacer– no se da cuenta (por el tiempo o equis razón) que no va tu nombre. Y siento que cuando no va tu nombre es una desvalorización de tu trabajo, aunque sea solo una foto. Ahí quizá no hay mucho problema, pero siempre hay que cuidarlo. En la música es otra cosa. Hace poco se lo recriminé al cantante de una banda local. Le dije: «mirá, sabés que cuando yo vi la primera camiseta de ustedes con una foto mía yo me emocioné y no me importó el hecho de que ni siquiera me hayan preguntado si podían usarla. Pero ahora que he crecido y le doy más valor a mi trabajo, me siento un poco ofendida que no hayan tenido la amabilidad de pedírmela. Igual, si la hubieran sacado y me hubiera enterado y aunque fuera con una foto mía, yo la habría comprado, porque los apoyo a ustedes. Sin embargo, no pasó». Eso fue en 2014 y se lo estoy reclamando en 2019, cuando ya he crecido y analizo un montón de cosas. Hay gente que te echa la mano, te apoya y te promueve, pero siento esa cuestión de género, de que no se le da mucha retribución a las mujeres en una fotografía como a los hombres. Otro ejemplo: hay un equis fotógrafo y veo que comparten fotos de él y siempre le dan el crédito; pero yo, de repente, voy a un concierto, saco fotos y se les olvida ponerme en los créditos. A veces, hasta que reacciono a la foto, editan el pie de foto y ya ponen mis créditos: «ah, puya, se me olvidó que la Menly la tomó». Quizá yo soy un poco clavada en ese sentido y no lo hacen con mala intención, pero sí creo que andamos un poco mal en ese tema.

¿Creés que hay un auge de mujeres fotógrafas con propuestas distintas?

Yo siento que sí. Siento que las mujeres se están poniendo las pilas haciendo muchos temas. Claro, en la música nos falta un montón, porque Tatiana (Alejandra Sánchez) saca fotos de música. Creo que ella en la escena metal se está metiendo más. Pero en la escena hardcore-punk, solo yo. Siento que en otros ámbitos, como en música más pop, está el caso de Paula (Rivera). Las mujeres le están echando ganas. Igual en el fotoperiodismo salvadoreño. Por ejemplo, en mi trabajo. Me siento muy contenta en mi ambiente laboral porque cuando llegué era como la más nueva y la más joven, pero ahora somos como iguales. Somos cinco fotógrafas mujeres y seis fotógrafos hombres. Hablar que una redacción tiene cinco mujeres fotógrafas es ya un gran paso. Y antes solo había una o dos. Y son fotoperiodistas. No son fotógrafas de moda o de publicidad.

¿Creés que es necesario que entre mujeres fotógrafas se identifiquen o te parece indiferente ese aspecto?

Sí es importante, porque si los hombres no nos van a echar la mano o ser aliados de nosotras o no nos van a tomar en serio, nosotras debemos impulsar nuestros propios trabajos. Siento que no hay pecado en que una –como mujer– se promueva con otras mujeres. Siento que sí es importante identificarse porque así no estás luchando sola contra la corriente, sino que hay mucha gente más que está luchando por hacer cosas distintas o relevantes o que digan algo, porque la foto también es un discurso, no solo un documento. Es importante porque ellas también están alzando la voz por medio de la imagen.

En el trabajo que vos hacés, ¿tiene peso el enfoque de género?

Yo no sé si tiene peso, pero sí te puedo decir que las mujeres tenemos una visión distinta. Identificamos cosas que los hombres no. Por ejemplo, El Diario de Hoy ha dado un cambio bastante grande, diría yo, en estos años. Antes no se hablaban temas de aborto, temas de comunidad LGTB, derechos de mujer, etc. Creo que las mujeres hemos sido las que hemos luchado por eso espacios que ahora existen y nosotras somos las que proponemos esos temas. Porque las historias humanas le llegan más a la gente, las personas entienden más los temas sociales a través de las historias humanas. 

¿Cómo te interesa retratar a otras mujeres en tus fotografías?

Me interesa mucho y lo hago bastante. Al menos en el periodismo, lo intento hacer. Porque siento que la prensa sigue teniendo mucha importancia, aunque quizá ya no sea el cuarto poder. Ja, ja. Tiene siempre repercusiones. Entonces, se cambia la imagen o se muestra lo que las mujeres podemos hacer. Por ejemplo, este año hice un tema sobre el voto femenino y cómo surgió en El Salvador, a través de la historia de una mujer. Y me interesaba que las mujeres se dieran cuenta de que es importante que ejerzan sus derechos porque no siempre los hemos tenido y no ha sido fácil tenerlos. No se han logrado porque al presidente de la Asamblea se le ocurrió, sino porque siempre ha habido una mujer que está interesada en cambiar su tiempo. Las mujeres, entre más acciones hagan, más cambian su entorno. Si yo muestro esto, tal vez aliento a alguien más a empoderarse en su ambiente y que intente hacer la diferencia.


Estas son algunas de las fotografías de Menly Cortez:

Deja un comentario

Your email address will not be published.