Lucy Tomasino tiene 25 años de edad, seis de estos dedicados a la fotografía profesional. Es una artista multidisciplinaria que ve en la captura de la imagen una herramienta más. Estudió fotografía en el Centro Nacional de Artes y Ciencias de la Comunicación en la Universidad Don Bosco. Ha participado en concursos y exposiciones dentro y fuera del país. Para Lucy lo esencial en una imagen es que tenga sustancia.

Foto y video FACTUM/Gerson Nájera

¿Cómo denominarías el tipo de fotografía que hacés?

Es complicado, porque yo veo a la fotografía como una herramienta que relaciono con ciencia, con antropología, etc. Estoy en un plano más experimental.

¿Cómo iniciaste en la fotografía?

Es una triste historia. Ja, ja. ¡No! ¡Mentiras! Ja, ja. Lo que pasa es que mi papá es músico, entonces crecí en cuartos de ensayo, estudios de grabación y cosas así. Entonces yo, de hecho, cantaba y quería dedicarme a la música, pero no pude. Entonces, encontré en la fotografía un medio para no tocar, pero instrumentalizar la imagen. 

¿Qué significa la fotografía para vos?

Para mí, es un modo de observar y contemplar con detenimiento. 

¿Cómo describirías el enfoque de tu trabajo?

Creo que estoy muy joven para asentar las bases de mi trabajo. Creo que el espectro de la fotografía es tan amplio que todo mundo puede hacer una foto chiva; todo mundo puede tomar una foto técnicamente perfecta, pero creo que hay fotos que no tienen sustancia. Es decir, me interesa lo sustancial de la imagen y que se pueda prestar a múltiples interpretaciones. 

¿Tenés algún fotógrafo o fotógrafa de referencia para tu trabajo?

Es que en mi mente no era solo hacer la foto sino que la veo como herramienta, pero también me interesan artistas de performance y eso. De fotógrafos, me interesan Cindy Sherman, quien tiene una amplia trayectoria en el retrato y la personificación; Ansel Adams, que es un clásico de los paisajes; y quizá, Andreas Gursky, que es este fotógrafo alemán que trabaja en patrones.

¿Por qué hacer fotografía profesionalmente en esta época en la que cualquiera con un celular con cámara puede denominarse así, sin tener los conocimientos básicos?

Porque vos podés hacer la diferencia a través de tu sustancia, a través del contenido en que desembocás tus imágenes.

¿Existe una oferta de trabajo sostenible en El Salvador para este oficio?

En el campo experimental –que es a lo que yo apunto–, no. Pero sí y no. Porque puede que en el museo te pidan una foto para la subasta, pero es una vez al año. Pero sí, de hecho, yo he logrado vivir de la fotografía los últimos cinco años. Desde hacerle los parciales a mis compañeros en la universidad para poder pagar las cuotas… Ja, ja… Hasta… He hecho de todo, pues, porque creo que es bien importante serle fiel al enfoque que querés en la fotografía. Pero tampoco te podés dar el gusto de que solo te vas a enfocar en eso. Tenés que vivir de múltiples cosas. Yo he logrado vivir de eso. Ha sido difícil, por mis condiciones desde cero. Siento que no es por ser mujer, sino que ha sido una cosa de empezar desde cero e ir creciendo poquito a poquito.

¿El tipo de fotografía que hacés es individual o grupal?

Es individual. El trabajo fotográfico es individual. La creación puede que sea en equipo. Porque sí estoy interesada en trabajar en formatos tridimensionales, como fotografía de instalación; y el acabado ya es una producción en conjunto. Pero mi trabajo sí es individual. Por ejemplo, estoy trabajando una serie de cielos y es más una contemplación individual que puede desembocar en múltiples cosas. Además, soy como acumuladora de imágenes. Y eso también depende de la etapa o de la circunstancia que esté atravesando.

¿Cómo ves el respeto a los créditos de las fotografías en el país?

¡Iiiiih! ¡Tema sensible! Siempre es importante nombrar quién ha hecho la foto. No solo por una cuestión económica, sino por una cuestión de respeto al artista, al fotógrafo, al darle su lugar. Y no solo en el campo de la fotografía, sino en los múltiples espectros del arte.

¿Creés que hay un auge de mujeres fotógrafas con propuestas distintas?

Puede ser que sí. Encuentro un patrón de mujeres que están trabajando mucho la feminidad, la delicadeza, pero siento que todavía hace falta para que haya más mujeres produciendo temas de suma importancia, también; temas que nos interesen a todos y nos vinculen a todos como uno solo.

¿Creés que es necesario que entre mujeres fotógrafas se identifiquen o te parece indiferente ese aspecto?

Sí, por las diferentes particularidades a las que responde su trabajo y creo que son fotógrafas que están enfocadas en hacer eso, específicamente. Eso es de apreciarlo, porque sabés que hay un esfuerzo y sabés que hay una constante en el trabajo de cada quien. 

En el trabajo que hacés, ¿tiene peso el enfoque de género?

Creo que es un tema importante. Sin embargo, a mi trabajo lo contemplo más de una manera universal. Es decir, me interesa más el sentido universal de lo que sea que esté trabajando a que tenga un peso de género.

Cuando has tenido que fotografiar a otras mujeres, ¿cómo te ha interesado retratarlas?

Me han contratado para tomar fotos sobre embarazos en adolescentes y salud reproductiva en mujeres. Eso es un ámbito más documental. Me interesa empatizar y me interesa cuidar la imagen de la persona que estoy retratando.

Estas son algunas de las fotografías de Lucy Tomasino: