Durante el conflicto armado salvadoreño (1980-1992) las mantas y banderas blancas significaban lo que significan las mantas blancas: alto al fuego. En 2020, después de 60 días de cuarentena obligatoria por el Covid-19, en algunas comunidades y barrios de El Salvador simbolizan otra cosa: hambre. El confinamiento, en un país cuya economía es mayoritariamente informal, ha golpeado a muchas familias que se han quedado sin los ingresos necesarios para comprar alimentos.
Fotos FACTUM/Salvador Meléndez
Foto FACTUM/ Salvador MELENDEZ
Una anciana sostiene una bandera blanca que significa que en su casa necesitan alimentos. La mujer permanece a la orilla de la comunidad CEL II en Ilopango (San Salvador), situada sobre la Carretera de Oro. Muchas familias están en las calles pidiendo alimentos ante la pandemia del Covid-19.
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Un grupo de residentes de la comunidad Victoria en Soyapango (San Salvador) portan banderas blancas para pedir alimentos a los conductores que circulan sobre el bulevar del Ejército, en Soyapango, el 20 de mayo de 2020.
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Una pancarta blanca permanece colgada en el balcón de un mesón en el barrio Lourdes, San Salvador, el 20 de mayo de 2020. Muchas familias, cuyos ingresos dependen de las ventas diarias que pueden hacer en el sector informal, están pidiendo ayuda por la falta de dinero. La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador estimó, en 2018, que el 72% de las empresas son informales en el país.
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Una camisa blanca es usada como bandera de auxilio en el techo de una vivienda en el barrio Zurita en San Salvador, el 20 de mayo de 2020. La cuarentena por el Covid-19 inició el 12 de marzo en El Salvador, y desde entonces se ha endurecido con medidas más drásticas. El primer mes, el gobierno entregó un bono de $300 a un número aún no determinado de hogares -1.5 millones, según las estimaciones oficiales-, y durante el segundo mes ha iniciado el reparto de canastas con alimentos.
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Una manta blanca con el mensaje “Niños necesitan comer, Quédate en Casa” permanece colgada en la entrada del Hospedaje Suchitán, en el Centro Histórico de San Salvador, el 20 de mayo de 2020.
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