Desde hace cinco años ya, la cultura “friki” ha encontrado un espacio donde expresarse, una verdadera fiesta masiva donde amantes de los comics, series de culto, cine y videojuegos se dan cita para compartir y disfrutar de su pasión. Si bien la ‘Comic-Con El Salvador’ no es el único evento de este tipo en el país, sí es —por mucho— el más grande. En la edición del 2017, cinco pabellones del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) fueron habilitados para dar cabida a esta celebración que se da una vez al año.
Fotos cortesía de Irving Flores
Habrá que responder la pregunta: ¿por qué es tan exitosa la ‘Comic-Con El Salvador’? Primero que nada: por la convocatoria. El equipo técnico de la ‘Comic-Con’ conoce bien a los medios de difusión, conoce que una convención es por regla un evento comercial. Por ende, se apoya en marcas, sin dejar de lado los contenidos, a los artistas y a los negocios pequeños, que son el verdadero motor de este movimiento. Por otro lado, conoce bien a su público. Y es que ha entendido que el “friki” no es solo el adolescente fanático, sino también el padre de familia y los niños pequeños. En fin, reconoce que todos (incluso los catalogados como “no fans”) llevan un poco de “friki” por dentro, y sabe explotarlo.
Hace unos años, hablar de ‘geek’, ‘otaku’ o ‘friki’ era ligado a definiciones peyorativas (unas más que otras). Sin embargo, la masificación cultural de franquicias millonarias como Marvel, DC (y la expansión del cine animado) dio como resultado un grupo de personas que no se avergüenza de comprar un videojuego, de comprar un comic o de definirse como fanático de una serie. Esto sumado al relevo generacional en el que los actuales “adultos-jóvenes” de la postguerra —en el área urbana— tuvieron la oportunidad de crecer frente a un televisor viendo a Mazinger Z, El Vengador, Candy Candy, Los Picapiedras y muchos otros.
Si bien esto puede sonar alienante, también tiene sus ventajas. Como he explicado en artículos anteriores, todas estas producciones culturales encuentran elementos finales, como la construcción de una sociedad más tolerante, critica e inteligente.
Entonces, ¿todos somos ‘frikis’? Sí y no… En realidad, esa es una etiqueta que no necesariamente debe aplicarse a todas las personas que entre el 6 y el 7 de mayo pasado asistieron a la ‘Comic-Con’. Sin embargo, es innegable que la cantidad de personas que se sienten cómodas con esa definición ha crecido considerablemente.
Y es que no importa si sos fan acérrimo, pero al menos es posible que te hayas pegado a una serie, a un comic o a un videojuego al menos una vez en tu vida, aunque esto no es necesariamente una regla. Si la respuesta al párrafo anterior es “sí”, entonces ‘Comic-Con’ seguramente tendrá un espacio para vos.
La ‘Comic-Con’ refleja que hay diferentes corrientes que vale la pena estudiar. Por ejemplo, ‘los cosplayers’, que son personas que mediante sus propios medios confeccionan trajes de sus personajes favoritos; o los ilustradores, que dan rienda suelta a su imaginación a través de sus trazos; los animadores; los programadores; los que compiten en certámenes de video juegos; los coleccionistas de figuras; y muchos más.
En un país donde la oferta cultural es bastante exigua, este tipo de eventos representa una verdadera válvula de escape, un espacio donde la fantasía hace olvidar a sus participantes de los problemas cotidianos. Al menos por unas cuantas horas, los problemas que como sociedad tenemos pueden pasar a segundo plano. Y aunque esto represente una visión un tanto pesimista, también se convierte en una celebración sin mayores prejuicios a nuestros gustos y pasiones.
Cuando este evento comenzó hace cinco años —si bien existían convenciones de este tipo—, ninguna había llegado a la población en general. Antes de ‘Comic-Con’, los eventos ‘friki’ se habían incrustado en la categoría de underground, no por la exclusividad de una tribu urbana, sino más bien, por la falta de espacios donde promoverse.
Ivan Mayer, organizador de este evento usa una metáfora interesante al referirse a Comic-Con El Salvador:
“Es una bola de nieve que soltamos hace cinco años. Y no ha hecho más que crecer”.
Y es que la figura no deja de ser adecuada, ya que al comparar la organización actual con la ocurrida en años anteriores, hemos visto cómo las marcas, invitados, distribuidoras y público se han ido sumando más y más, convirtiéndola así en lo que es hoy en día.
Y mientras el evento ha ido creciendo, también lo han hecho los espacios que cubre. Este año, además del pabellón Centroamericano (el más grande del CIFCO), la ‘Comic-Con’ tuvo cuatro anexos más. Uno dedicado completamente a los niños, uno al área tecnológica, otro como galería de exposición de ilustraciones y uno al evento hermano, el ‘Food Fest’.
Los invitados internacionales fueron también parte del plato principal del evento. ‘Comic-Con El Salvador 2017’ recibió la visita de RJ Haddy, Ángela Bermúdez, Carlos Blanchard y Tiffany Masters. Todos cosplayers internacionales y profesionales.
La incursión de estos eventos en la escena cultural salvadoreña muestra que la generación actual busca espacios alternativos donde encontrar esparcimiento. La respuesta masiva ha derivado en el anuncio del próximo evento masivo, el “VIDEO-CON”, una actividad dedicada exclusivamente a los e-Sports.
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