Viajar con miedo
Las mujeres deben hacer cosas que no hacen los hombres para movilizarse con seguridad. Este especial recoge historias y sensaciones de mujeres que se movilizan en diferentes medios de transporte en San Salvador.
Las mujeres deben hacer cosas que no hacen los hombres para movilizarse con seguridad. Este especial recoge historias y sensaciones de mujeres que se movilizan en diferentes medios de transporte en San Salvador.
Seis mujeres que están hartas de vivir con miedo en la calle y en el transporte colectivo de El Salvador se atrevieron a compartir sus experiencias. Todas aseguran haber sido víctimas de agresiones sexuales y comparten historias de cómo sufren acoso a diario.
Mujeres entre 18 y 50 años participaron en tres grupos focales organizados por Revista Factum. Ocho de cada diez participantes aseguraron viajar con miedo y todas afirmaron haber sufrido acoso en alguno de los medios de viaje: transporte público, a pie o cuando usaron aplicaciones digitales, como Uber e InDriver.
Hay un manual que las salvadoreñas aplican día a día mientras se movilizan con Uber o InDriver, las plataformas digitales de transporte en el país. Ese ritual surge de la inseguridad que sienten cuando viajan y del miedo que las acompaña hasta llegar a su destino. Para las mujeres que han sufrido acoso en este medio de transporte, sobrevivir es la misión tácita.
Al menos seis de 10 mujeres de 15 años o más fueron víctimas de violencia sexual pública en algún momento de su vida. Las mujeres en San Salvador experimentan hostigamiento verbal, acoso sexual y violación en plazas, parques y calles. Expertas aseguran que la ciudad tiene múltiples barreras para las mujeres, desde arquitectónicas hasta políticas.
Las mujeres sortean el acoso callejero, las agresiones sexuales y los hurtos cuando se desplazan. 27 mujeres fueron agredidas sexualmente, 21 fueron golpeadas, 72 denunciaron haber sufrido violencia patrimonial dentro del transporte público en el primer semestre de 2021, según datos del Ministerio de Seguridad.