Guía de supervivencia para mujeres que usan apps para viajar

Hay un manual que las salvadoreñas aplican día a día mientras se movilizan con Uber o InDriver, las plataformas digitales de transporte en el país. Ese ritual surge de la inseguridad que sienten cuando viajan y del miedo que las acompaña hasta llegar a su destino. Para las mujeres que han sufrido acoso en este medio de transporte, sobrevivir es la misión tácita cuando se movilizan de un lugar a otro.


Existen listas para todo: recordatorios, compras, regalos y más. La lista que están por leer no está escrita en ningún lugar, pero muchas mujeres la utilizan a diario. Son cosas que usuarias de Uber o InDriver, las aplicaciones (apps) digitales que funcionan en El Salvador para viajes privados, hacen o dejan de hacer para sentirse seguras cuando usan estos medios de transporte alternativos. El ritual va desde revisar que los vehículos no tengan seguro para niños hasta compartir la ubicación en tiempo real en un servicio de mensajería.

Revista Factum realizó tres grupos focales con mujeres que viajan en los municipios de San Salvador, Mejicanos y Soyapango, los tres con más denuncias de acoso sexual hasta septiembre de 2021, para conocer su experiencia con la movilidad del día a día. Ocho de cada diez participantes aseguraron viajar con miedo y todas afirmaron recibir acoso en sus desplazamientos. Para este reportaje, además, se entrevistó por separado a cuatro mujeres que también aseguran haber sido acosadas durante sus recorridos usando las aplicaciones digitales. Ellas son quienes comparten ese manual tácito de seguridad que siguen mentalmente para protegerse.

Hasta febrero de 2022, Beatriz, una usuaria frecuente de Uber, había realizado 1,102 viajes con la aplicación. Ella, quien asegura utilizar esa plataforma desde el inicio, cuenta que así como ha tenido excelentes conductores, también han existido ocasiones donde se ha sentido insegura. “¿Por qué hoy no te viniste adelante?”, recuerda que le dijo con tono de confianza uno de los conductores, en uno de sus múltiples recorridos. El motorista se refería a una ocasión en la que ella viajó con sus padres, pero que no recordaba. La conversación se transformó en acoso: “Acá te quisiera a la par mía, para tenerte cerquita”, cuenta Beatriz que le dijo el conductor. Ella le pidió que parara y canceló su viaje. 

La aplicación Uber, como opción de transporte, está disponible en El Salvador desde mayo de 2017 y actualmente cuenta con más de 233,000 usuarios. Los socios conductores activos son alrededor de 6,100, de los cuales el 95.3% son hombres y solo el 4.7% de esta cantidad se ha identificado como mujeres, según información aportada por la empresa. 

Beatriz, de 31 años, es una persona con discapacidad, por lo tanto, para ella Uber es un medio de transporte necesario y útil. “No tengo otra opción, solamente hoy he tomado otras medidas de seguridad. Es eso o andar en bus y en los buses ya me han arrastrado o no pasan cerca de mi casa”, comenta.

A raíz de la desaparición de los hermanos Guerrero Toledo en Santa Tecla, La Libertad, la joven sintió la necesidad de compartir las recomendaciones que ella toma como usuaria y como mujer. En su cuenta de Instagram ha alojado en sus historias destacadas una sección a la que tituló “Usando UBER”, donde detalla los pasos que sigue para viajar con seguridad. 

Lo primero que hace es revisar toda la información del conductor: fotografía, nombre, placa y modelo del vehículo. Después, de manera inmediata, toma capturas de pantalla de todos los datos y las envía a un número considerado de contactos. Cuando llega su transporte, verifica que todas las especificaciones correspondan a las que ya tiene registradas; de ser así, decide subir. Luego abre la ventana. Y si ve que no funciona, mejor cancela su viaje. Siempre se sube por la parte de atrás del vehículo, nunca a la par del piloto, ni de manera diagonal. Lo ideal, para ella, es ir detrás del asiento de quien conduce.

Cuatro mujeres entrevistadas para este reportaje aseguraron haber sido acosadas durante sus recorridos usando las aplicaciones digitales. Foto FACTUM/Natalia Alberto

Hay un ejercicio que siempre repite: cierra la puerta y en cuestión de segundos la vuelve a abrir. Esto para comprobar que tiene el control y puede salir de ser necesario, porque hay vehículos que tienen seguro para niños, que se puede identificar como un switch, del cual tiene control únicamente la persona al volante.

Sucede que algunos conductores invitan a las usuarias a subir en la parte delantera, como le pasó a Beatriz y como le ocurrió a Camila cuando recién había cumplido 18 años. No había iniciado la cuarentena por Covid-19 y ella todavía recibía sus clases presenciales. Un día de marzo de 2020, al salir del colegio, iba a reunirse en casa de unas amigas para celebrar un cumpleaños. Nadie podía llevarla porque eran las 2:00 de la tarde, así que decidió  solicitar un viaje a través de Uber.

Camila conocía la ruta y sabía que el recorrido duraba entre 25 y 30 minutos. Cuando llegó el conductor, la invitó a subir en el asiento del copiloto. “No es muy normal que a una le digan venite enfrente, no es buena señal”, menciona. 

Rechazó la propuesta y decidió ir en la parte de atrás. Habían pasado 15 minutos de recorrido y Camila notó que el conductor iba observándola constantemente por el retrovisor. Esa tarde había tráfico y él le sugirió cambiar la ruta predestinada para evitar el congestionamiento. Para Camila en ese momento existió una ventaja: conocía todas las vías alternas que se podían tomar, lo cual le permitió confirmar que el conductor se estaba desviando. Y como quien reconoce que se encuentra en peligro, actuó. 

Imagen de carácter ilustrativo. Foto FACTUM/Natalia Alberto

El miedo es una emoción que incide en el pensamiento y puede afectar tres áreas: la cognitiva, fisiológica y de comportamiento, según explica la psicóloga Jacqueline Arriola, . Se puede reaccionar de dos maneras: con lucha o huida. “La joven puede comenzar a imaginar ¿qué es lo que voy a hacer? ¿será que me bajo del vehículo? ¿le llamo a un familiar?”, dice Arriola.

Camila recuerda de ese viaje en Uber que el conductor empezó a morderse los labios y a hacerle preguntas incómodas, mientras ingresaban a una colonia extraña para ella. También se acuerda de que todas las puertas tenían seguro y no podía abrir.

Para Beatriz, la joven con más de mil viajes, es importante seguir el camino que marca la plataforma para poder identificar un desvío no consultado antes. Ella procura evitar cualquier distracción para estar al tanto de la ruta. En el transcurso, dice, es fundamental dar a conocer que hay alguien pendiente de la movilidad, y esto lo hace a través de una llamada o una nota de voz en la que detalla el trayecto y el tiempo de duración del viaje.

El miedo a ser secuestrada

Cuando el conductor no permite que la usuaria baje es una situación extrema, dice un instructor deportivo y catedrático, quien ha impartido cursos de seguridad. “Si solicitaste que se detenga ya eres víctima, ya estás secuestrada”, menciona. Para el experto en defensa personal, lo primordial es crear nuevas oportunidades de supervivencia durante el desplazamiento, para un posible auxilio o para poder correr.

En medio de la angustia, Camila le escribió a personas que podían estar cerca de ella. Ya había compartido su ubicación en tiempo real por WhatsApp. Pasaron cinco minutos y no obtenía respuesta. “Me va a matar. Voy a acabar tirada en una cuneta. Voy a ser una más. ¿Por qué vine?”, pensaba, cuando de repente le contestó uno de sus amigos y fue a buscarla. Los encontró y se quedó detrás del vehículo. “Me voy a bajar acá”, le dijo la joven a su conductor, y puso como excusa que su novio iba siguiendolos. Él, según el relato de Camila, le reclamó por haberle escrito a su pareja y le dijo que tenía que terminar el viaje’. En vez de dejarla bajar, aceleró. Su amigo comenzó a pitar y se acercó mucho más, fue así que el motorista frenó y, molesto, dejó que ella se bajara.

Compartir la ubicación en tiempo real, a través de servicios de mensajería, es una de las estrategias que implementan mujeres que usan apps para movilizarse. Foto FACTUM/Natalia Alberto

Para intentar comprender la presencia de la figura masculina en estos casos, Morena Herrera, activista feminista y defensora de derechos humanos, explica que si una mujer va acompañada de un hombre, aparenta ser una mujer cuidada. “En la mayoría de casos es una frontera que los hombres no transgreden porque ella ya tiene dueño, es una figura de propiedad y de control”, señala. Si el acompañamiento es de otra mujer, o es un grupo de ellas, para los hombres parecerá que están igual de desprotegidas, añade. 

“Me empezó a insultar y yo salí corriendo para el carro de mi amigo. Empecé a llorar y regresé a mi casa. Pensé que no iba a salir de esa, me imaginé un montón de cosas: una violación o una muerte. Tuve suerte de tener a alguien que me ayudara a que se detuviera”, relata Camila.

Los daños psicológicos derivados de estas experiencias pueden ser muchos: trastorno de ansiedad, depresión, aislamiento social o incluso intentos de suicidio. “Depende del suceso traumático y si tuvo algún apoyo, de no contar con eso la víctima puede no actuar de la misma manera en todos sus ámbitos”, señala Arriola, la psicóloga.

La aplicación Uber, como opción de transporte, está disponible en El Salvador desde mayo de 2017 y actualmente cuenta con más de 233,000 usuarios. Foto FACTUM/Natalia Alberto

“Si bien no hay medio de movilización que esté libre de incidentes, cualquier situación que un usuario o socio conductor quiera reportar puede hacerlo por medio de la app”, responde Uber en una declaración brindada a este medio. Camila no denunció, pero desde ese viaje comenta que ya no se desplaza sola y utiliza la aplicación en caso de mucha necesidad. 

Beatriz, a diferencia de Camila, sí decidió denunciar en la plataforma y cuenta que le llamaron desde Guatemala para atender su problema. Durante otro trayecto, ella tuvo que gritar para advertir al conductor. Recuerda que iba distraída en el celular y al levantar la mirada notó que entraron en un callejón que tenía un grafiti alusivo a una pandilla. “Me pasaron mil cosas por la cabeza. Grité: ¿adónde va? ¿por qué se salió de la calle principal? Salga de aquí ya”, relata. En ese momento pensó en quitarse su prótesis y usarla para defenderse, pero el conductor salió de prisa y el susto no pasó a más. “Sus intenciones no eran malas, pero no me informo y por vivir en este país uno piensa cualquier cosa”, dice.

El 28 de febrero de 2022, Uber dio a conocer una iniciativa contra el acoso:  Fuera de Juego, para prevenir conductas inapropiadas, según su comunicado de prensa. En el programa se utiliza lenguaje deportivo, haciendo alusión a las jugadas de un partido de fútbol. Esta aplicación cuenta con 27 medidas de seguridad para las personas usuarias y socias. Con el lanzamiento, agregó la posibilidad de denunciar acoso sexual en los viajes. 

“No caemos en ser paranoicas o exageradas, sino que simplemente es una práctica de precaución o sentido común”, afirma la psicóloga Arriola, en referencia a las precauciones de muchas mujeres que usan estas plataformas. “Al estar en un país con índices de violencia bastantes altos hay que tomar las medidas”, agrega. 

Pocos datos y un servicio en el limbo

La Encuesta Nacional de Violencia Sexual del año 2019, presentada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas en El Salvador (UNFPA), apunta a que el 64.3% de las mujeres de 15 años o más experimentó algún hecho de violencia sexual en su vida. Una cifra de 2 de cada 3 mujeres. Los piropos son parte de la violencia sexual pública. El documento establece que un 72.7% de sobrevivientes experimentaron insinuaciones sexuales en sus espacios comunitarios en el país. 

Revista Factum realizó una solicitud de información para conocer las estadísticas sobre los casos de delitos de privación de libertad, acoso sexual, violación, secuestro y robo contra mujeres cometidos en medios alternativos de transporte, como Uber e InDriver, pero la respuesta de la Fiscalía General fue que no generan estadísticas con esa información. Desde el 22 de febrero  de 2022 se ha intentado concretar una entrevista con Marina de Ortega, directora de la Fiscalía Adjunta para la Mujer, Niñez, Adolescencia y otros Grupos Vulnerables, pero esta tampoco fue autorizada antes de la publicación de este especial.

El transporte por medio de aplicaciones digitales no está regulado en El Salvador. Para conocer más sobre el estado actual de este proceso se trató de contactar a través de llamadas y correos electrónicos a Francisco Raúl Velado, director general de transporte terrestre y no fue posible. También se buscó al viceministro de Transporte, Saúl Castelar, y no respondió a las llamadas ni al correo electrónico enviado.

Lo ideal, para algunas usuarias de Uber, es ir detrás del asiento de quien conduce. Foto FACTUM/Natalia Alberto

El acoso después del viaje

“Hay que sensibilizar sobre los tipos de violencia en que como mujeres podemos estar inmersas. La violencia sexual también pueden ser los piropos”, indica la psicóloga.

El Código Penal en El Salvador tipifica el acoso sexual en el artículo 165. Se basa en la conducta sexual indeseada, donde se incluyen frases, tocamientos, señas o cualquier otra acción de naturaleza sexual que no involucre un delito más grave. Puede ser sancionado de tres a cinco años de cárcel. Según datos de la Fiscalía General recopilados por el Observatorio de Organización de Mujeres Salvadoreñas por la paz (ORMUSA), de enero a septiembre de 2021, hubo 3,122 denuncias por ese delito. 13 casos diarios de acoso sexual. Y San Salvador es el departamento que más denuncias tuvo: 178 en total. 

En otra ocasión, y con distinta compañía, Camila también sufrió acoso por parte de un conductor de InDriver. “Noté que me miraba mucho las piernas y empezó a decirme que era muy bonita y a preguntarme si me gustaría salir después”, asegura y luego siguió una pregunta que suele ser habitual en este tipo de casos: “Tenés novio?”, a lo que automáticamente respondió que sí, aunque no era cierto.

InDriver inició operaciones desde el año 2018 en El Salvador. “La aplicación inDriver ha sido diseñada con medidas de seguridad como pilar fundamental, como empresa socialmente responsable, proporcionamos las herramientas de seguridad necesarias con funciones importantes de alta cobertura disponibles para que se utilicen en cada viaje”, afirmó esta empresa en su comunicación a Revista Factum. 

Usuarias de la plataforma InDriver han sufrido acoso después de sus viajes. Imagen de carácter ilustrativo. Foto FACTUM/Natalia Alberto.

A Camila, el mismo día de su viaje con InDriver pero por la noche, le cayó un mensaje de un número desconocido. Era el conductor asociado a la marca, que anteriormente la había acosado. “Perdón por lo que hice pero agarré tu número, te me hiciste muy bonita. Salgamos”, recuerda que decían los textos. Inmediatamente ella lo bloqueó, pero él insistió llamándola. A sus amigas también les ha pasado lo mismo: los conductores guardan sus números para acosarlas después del viaje. Ella dejó de usar la aplicación y no conserva las capturas de pantalla de aquellos mensajes porque cambió de teléfono.

“Nuestras medidas de seguridad siguen siendo fortalecidas y trabajamos día a día para hacer de nuestro servicio el más eficaz, confiable y seguro”, agregó InDriver en su respuesta.

Otras opciones

En El Salvador, además de Uber e InDriver, han surgido otras opciones de transporte. Línea Rosa es una de estas. Surgió en el 2014 y es catalogada como la primera plataforma de movilidad en Centroamérica conducida por mujeres y para mujeres. El servicio es brindado únicamente en algunos municipios de San Salvador y La Libertad.

“Todas las mujeres necesitan movilizarse con seguridad a cualquier hora del día. Nuestro servicio es la seguridad”, explica Lorena González, fundadora de esa empresa. 

Paola, quien ha sido usuaria de estas múltiples plataformas, cree que la diferencia entre esta marca salvadoreña frente a las demás es enorme. “Me siento en confianza porque son mujeres quienes manejan. Yo no quiero tener experiencias donde me sienta insegura en todo el camino. Podés andar en vestido y no tener miedo, nadie te está obligando a ir adelante”, opina porque con otras plataformas va pendiente de cómo actuar, o se mantiene pensando cómo poder escapar si tratan de hacerle algo. 

Han existido casos de alquiler de cuentas de Uber. Cuando esto pasa, la identificación en la aplicación no corresponde a la persona que realiza el viaje. Esto le pasó a Tania, una joven a quien su conductor le confirmó que estaba alquilando la cuenta. “Me confié porque entre comillas el viaje estaba registrado”, comenta. Desde entonces, ha aumentado sus medidas de seguridad porque en otra ocasión, al igual que a Camila, un conductor de InDriver tomó su número para contactarla y acosarla después. 

“La movilidad en este contexto violento pone en riesgo a las mujeres… pero no dejen de ir adonde quieran ir, vayan con las recomendaciones que las hagan sentir más seguras. A las mujeres nos enseñan cómo protegernos para no ser violadas, pero a los hombres no se les enseña porqué no deben violar”, comenta la activista Morena Herrera.

En El Salvador han surgido iniciativas de transporte exclusivo para mujeres. Foto FACTUM/Natalia Alberto.

Beatriz, Camila, Paola y Tania, que no se conocen entre sí, siguen las mismas recomendaciones basadas en sus experiencias al viajar. Ellas aconsejan a sus amigas, reciben sugerencias de sus madres, y tratan de ayudar a cualquier mujer a viajar más segura con las plataformas digitales. Las advertencias no paran, pero sí evolucionan. 

“Uber es un trabajo respetable, pero hay hombres que cruzan límites raros. ¿Quién dice que con piropos o haciéndote sentir insegura te vas a sentir atraída?”, se pregunta Beatriz.

Katherine Velásquez es una conocida conductora con 51 mil 800 seguidores en TikTok. Ella trabaja con este tipo de aplicaciones. Conduce solo de noche y dice que lo hace por las mujeres que lo necesitan. Una vez llevó a una mujer que había sido violada, y recuerda jamás haber escuchado un llanto como ese. Ella, que dice que siendo conductora fue acosada al menos en tres ocasiones, recomienda seguir todas las medidas para resguardarse y menciona que el “tené cuidado” de sus hijas es el que más le interesa, porque son ellas quienes la esperan cada noche. 


*Los nombres reales de las mujeres en este reportaje han sido cambiados por su seguridad.

¿TE HA GUSTADO EL ARTÍCULO?

Suscríbete al boletín y recibe cada semana los contenidos en tu email.