La Honduras sin presidente se queda sin policías

El comando Cobra, el grupo élite de la Policía Nacional hondureña, decidió bajar sus escudos, bastones y armas de fuego y dejó de servir al gobierno de Juan Orlando Hernández. Las malas condiciones laborales colmaron la paciencia de los policías y decidieron encuartelarse por cuenta propia. No quedaron solos. Horas después de la rebelión de los Cobra, los apoyó otro grupo especializado, los Tigres. Y más tarde los azules de seguridad pública. Y luego los de tránsito… La tensión sube otro peldaño más en Honduras. El conteo final del Tribunal Electoral que da como ganador a Hernández fue menospreciado. La oposición lo vio con desdén. Las misiones de organismos internacionales como la OEA y la UE recomendaron un recuento. Al contrario, la Embajada de Estados Unidos en este país se dijo complacida porque el proceso, a su ver, tuvo transparencia. David Matamoros Batson, presidente del tribunal, no se ha atrevido a declarar a Hernández como ganador.

Foto FACTUM/Fernando Romero


Tegucigalpa. Honduras se revuelve. La Policía Nacional se declaró este lunes 4 de diciembre de 2017 en huelga de brazos caídos. Ya no quieren trabajar para el gobierno de Juan Orlando Hernández. Malas condiciones laborales. Malas prestaciones sociales. Salarios bajos. Pagos a destiempo. El colmo: ser la carne de cañón para enfrentar las protestas y reprimir ciudadanos. El detonante: dos policías asesinados en Olancho por hacer valer el toque de queda decretado por el designado presidencial Ricardo Álvarez.

La versión del asesinato de los policías apunta a algo distinto a causas políticas. Eran alrededor de las nueve y media de la noche. Domingo 3 de diciembre. Una camioneta transitaba por un área rural de Catamacas, Olancho, en horas del toque de queda. Israel Varela y Milton Rivera, los policías, ordenaron alto. Los pasajeros de la camioneta les dispararon y siguieron su camino. Los agentes murieron. Sus compañeros se cansaron. Lo denunciaron. Y este lunes se fueron a la huelga.

Los agentes de la Policía Nacional perciben menos ingresos que los miembros de la Policía Militar, creada en los últimos años por Juan Orlando Hernández. Los nacionales tienen que comprar sus propias comidas y, aseguran los agentes, no reciben cobertura de salud digna. El descontento de los nacionales no es fortuito.

Uno de los agentes en huelga dijo que la decisión no solo se debió a la pobre situación laboral. Los que se fueron al paro no quieren ejercer represión sobre los ciudadanos. “Nosotros somos pueblo y no nos podemos estar matando con el propio pueblo”, dijo uno de los representantes de los policías, “no nos podemos estar matando por dos personajes políticos, defendiendo intereses de una persona que quiere seguir en el poder y de otra que quiere alcanzarlo”.

La escala básica de la Policía emitió un comunicado este lunes por la noche para acentuar su postura: “Nuestro pueblo es soberano y a él nos debemos; por lo tanto, no podemos estar confrontando y reprimiendo sus derechos. Exigimos se nos trate y reconozca nuestra ardua labor en pro de la seguridad hondureña, por medio de un trato justo y equitativo de nuestros derechos”.

La mayoría de policías que se declararon en huelga desde este lunes están destacados en las ciudades de San Pedro Sula, Copán, La Ceiba, Santa Bárbara y la capital Tegucigalpa. Llamaron a sus compañeros en todo el país a sumarse a la huelga para obligar a los políticos a que dialoguen y solucionen sus propios conflictos sin utilizar la violencia.

El ministro de Seguridad Julián Pacheco respondió casi de inmediato a la huelga. Le dijo a la prensa hondureña que el gobierno tiene garantizado un aumento de salario, aguinaldo y un bono para los policías de la escala básica. La iniciativa, al parecer, llegó tarde. Por el momento, el gobierno de Honduras se quedó sin su Policía.

Los agentes policiales abandonaron sus puestos y se sumaron al cúmulo de sucesos que han agravado la tensión en Honduras. El lunes por la mañana, el Tribunal Electoral casi terminó de contar las poco más de mil actas con inconsistencias que estaban pendientes. El escrutinio quedó a solo tres actas por contar y con Hernández a la cabeza, con una ventaja de más de 52 mil votos sobre su opositor Salvador Nasralla, de la Alianza de Oposición.

Un soldado hondureño usando gorro navarone observa nervioso el momento de la fotografía durante la marcha contra el fraude electoral en las calles de Tegucigalpa.
Foto FACTUM/ Fernando Romero

Las ansiedades por el poder

David Matamoros Batson, presidente del Tribunal Electoral, advirtió el lunes por la mañana que la declaratoria de ganador de la elección presidencial iba a tardar más. La finalización del conteo de actas no era lo único que faltaba. El camino a la presidencia en Honduras tiene etapas. Matamoros Batson mencionó la primera: esperar el escrutinio del cien por ciento de actas electorales para las corporaciones municipales -alcaldías- y para las diputaciones.  El anuncio, recordó, debe ser sobre los resultados de las elecciones generales.

El TSE está obligado, por ley, a abrir un espacio para que los partidos políticos impugnen el proceso. Esa es la ventana que busca abrir Nasralla con la Alianza de Oposición. El candidato rechazó por completo el escrutinio del tribunal.

Nasralla, junto al expresidente derrocado Manuel Zelaya -dirigente de Libre y coordinador de la Alianza-, acusaron a Matamoros Batson de estar al servicio del presidente Hernández. “Ha habido un robo”, dijeron los dos en una conferencia de prensa en la sede de la Alianza este lunes por la tarde. Los dirigentes de los partidos aliados denunciaron un fraude que inició desde el propio domingo de la votación. Mostraron algunas actas que tienen inconsistencias y se volvieron a decir ganadores de la presidencial.

El candidato presidencial por la Alianza por la Oposición, Salvador Nasralla, durante una conferencia de prensa, desconociendo el triunfo de Juan Orlando Hernández en las pasadas elecciones presidenciales del 26 de noviembre.
Foto FACTUM/Fernando Romero

El candidato opositor criticó que Juan Orlando Hernández haya pasado por encima de la Constitución de Honduras, que prohíbe la reelección de sus presidentes. Para la oposición, Hernández creó en su gobierno vasos comunicantes con las instituciones estatales como el Tribunal Electoral, la Corte Suprema y hasta el Ejército. Su finalidad, dicen, es mantenerse aferrado al poder.

Pero Nasralla, en su afán por hacerse de la silla presidencial, no se quedó atrás. El candidato dio su conferencia de prensa desde la Alianza. Luego de los discursos, a cada pregunta que los reporteros le hacían, él pedía que lo llamaran presidente electo. Nasralla tiene menos votos que Hernández en el escrutinio cuestionado del Tribunal Electoral. Y está cuesta arriba en su campaña para que se cuenten las 5,200 actas en donde, él insiste, se ejecutó el fraude.

–Buenas tardes, ingeniero Salvador Nasralla…

–Presidente electo Salvador Nasralla, por favor.

Nasralla, antes de la conferencia, prometió conceder unos minutos para una entrevista. Al terminar, el candidato se excusó con que llevaba prisa y accedió a responder de forma escueta a algunos cuestionamientos.

¿Cuál es su principal exigencia entre todos los reclamos que hace?

La principal exigencia es que se revisen por lo menos las 5,200 actas que se transmitieron fuera de internet. Esa es la principal exigencia.

¿Usted cree que los informes de la OEA y la UE lo respaldan?

En este momento me acaban de informar que el secretario general de las Naciones Unidas (António Guterres) ya manifestó su preocupación por el robo del cual estamos siendo objeto aquí en Honduras. Así que ya no solamente es la OEA*, también está la ONU*, la Unión Europea*, la embajada americana**, o sea ya todo mundo se dio cuenta de que nos quieren robar.

¿Le parece la idea de una segunda vuelta?

Si les parece, yo estoy encantado de ir a segunda vuelta. Eso lo pedí hace mucho tiempo. Si no lo quieren, es culpa de ellos.

La desconfianza que usted tiene en el TSE…

La manifesté hace cuatro años cuando me robaron las elecciones en 2013.

¿Desconfía de David Matamoros?

Toda la institución está viciada. Todos reciben órdenes de Juan Orlando Hernández. Hernández nombró a ese tribunal el 20 de enero del año 2014, cuando no correspondía, cuando no había congreso, y son personas que tienen una cola enorme, que han sido ladrones en otros puestos en el Estado y que por lo tanto tienen miedo de salir del statu quo porque van a ser juzgados cuando tengamos una justicia independiente.

¿Cuáles son las pruebas que tiene la Alianza para demostrar que hay diferencias entre las actas de los partidos y las que contó el TSE?

Están las actas nuestras, las del PINU y las del Partido Liberal y están las que metieron al conteo. Si las ponemos, las contrastamos con los cuadernillos, con las actas y con los votos de las urnas y se resuelve el problema.

¿Y entonces por qué no se han acercado al tribunal para negociar y resolver?

Nooo, sí hemos ido. Mel Zelaya, el coordinador, está en permanente contacto con David Matamoros, pero David argumenta que no tiene la autorización de su jefe y su jefe es Juan Orlando Hernández, jefe de las Fuerzas Armadas y candidato del Partido Nacional. O sea que el pobre David Matamoros, yo no quisiera estar en su pellejo porque está a tres puyas: nosotros le pedimos, pero Juan Orlando le ordena y la comunidad internacional le pide. Entonces pobrecito él, pero el problema de que cuando uno se mete a negocios sucios, como este, está sometido a este tipo de presión.

El candidato presidencial por la Alianza por la Oposición, Salvador Nasralla, durante una conferencia de prensa, desconociendo el triunfo de Juan Orlando Hernández en las pasadas elecciones presidenciales del 26 de noviembre.
Foto FACTUM/Fernando Romero

Conociendo los altos niveles de represión de la autoridad hondureña, ¿no cree que es irresponsable respaldar acciones de calle?

No entiendo la pregunta.

Las autoridades hondureñas son bastante represivas…

Sí, ellos han matado como a diez personas. La policía pretoriana de Juan Orlando Hernández ha asesinado a diez personas y no descarto que siga asesinado, lo cual es una pena y por lo cual va a ser condenado por crímenes de lesa humanidad.

Ajá, entonces, ¿no cree que es irresponsable respaldar que sus seguidores sigan saliendo a la calle, incluso en toque de queda, y se expongan a que los maten?

Nosotros respaldamos las manifestaciones pacíficas y ayer estuve en una y no hubo ningún acto de ningún tipo de violencia, y a nivel nacional no hubo ningún acto de violencia. La violencia la generan ellos al infiltrar cuerpos armados dentro de nuestras manifestaciones y ellos se meten a robar. Son ladrones.

¿Qué pronostica que le puede pasar a Honduras de seguir en esta situación?

Nasralla es presidente, eso es lo que pronostico.

*La OEA, la UE y la ONU también expresaron su preocupación y rechazaron los escenarios de violencia luego del domingo de elecciones. Reprobaron que haya dirigentes que inciten a sus seguidores a la violencia en las calles.

**Para la Embajada de Estados Unidos en Honduras, el proceso electoral ha sido transparente. Incluso felicitó al Tribunal Electoral.

***

El presidente Juan Orlando Hernández reapareció. Al menos en sus redes sociales. Su cuenta de Twitter la mantuvo inactiva desde el 30 de noviembre. El último mensaje era sobre la producción de café en Honduras. Este lunes pasado se reactivó. En un tuit antes de mediodía saludó a los niños estudiantes que se gradúan al final de este año escolar. Dos horas después, al fin se dirigió, aunque fuera por escrito, a su población. Saludó a los hondureños y les recordó que hay que trabajar por la paz y la prosperidad en su país.

Tres mensajes más adelante, se refirió a la oposición: “Extiendo mi mano a todos los contendores y a los sectores del país para construir una nueva Honduras (…) Hago un llamado de paz, de cordura, de hermandad y de unidad nacional”. Hernández no se ha autoproclamado ganador de la elección presidencial. Al menos no desde el domingo 26 de noviembre, cuando ambos candidatos lo hicieron. Tiene los números del Tribunal Electoral a su favor. Pero sabe que puede haber un recuento.

El escrutinio rechazado

La misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) rindió este lunes su informe preliminar sobre las elecciones generales de Honduras. Las conclusiones fueron lapidarias para el Tribunal Electoral de David Matamoros Batson. “El estrecho margen de los resultados, así como las irregularidades, errores y problemas sistémicos que han rodeado esta elección no permiten a la misión tener certeza sobre los resultados”, dijo el boliviano Jorge Quiroga, jefe de la misión internacional.

Periodistas locales esperan en el Centro de Prensa del Tribunal Supremo Electoral de Honduras, en Tegucigalpa, donde esperan por el conteo oficial para dar a conocer al próximo presidente hondureño. Foto FACTUM/ Fernando Romero

Quiroga, que también fue presidente de Bolivia, leyó entre las conclusiones de los observadores de la OEA que el recuento de las 5,200 actas que exige la Alianza de Oposición va a ayudar a esclarecer las dudas sobre el escrutinio del tribunal. El informe de la misión de la OEA también incluye la revisión de la votación en los departamentos de Lempira, Intibucá y La Paz.

Marisa Matías, jefa de la misión de observadores de la Unión Europea, comentó el lunes que el proceso de escrutinio “está lejos de terminar”, al saberse que el Tribunal Electoral estaba por terminar la revisión de un poco más de mil actas con inconsistencias. Opinó que el TSE hondureño debe tomar en cuenta las impugnaciones y las exigencias de recuento de votos de los partidos. La jefa de observadores advirtió que su misión no se va a retirar de Honduras hasta que los resultados queden en firme.

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