“Chepe Diablo” está preso y Fiscalía investiga la sociedad que hizo con el vicepresidente Ortiz

José Adán Salazar Umaña, quien ha sido señalado por años como el líder del cártel de Texis y quien en mayo del 2014 fue designado como narcotraficante internacional por los Estados Unidos, fue capturado ayer. Salazar Umaña, alias “Chepe Diablo”, es fundador de una sociedad en la que también el vicepresidente salvadoreño es socio: Desarrollos Montecristo. La empresa está bajo la lupa de la Fiscalía en una investigación por lavado de dinero.

Foto FACTUM/Cortesía


El Fiscal General de la República, Douglas Meléndez, confirmó en una conferencia de prensa lo que medios de comunicación salvadoreños daban por hecho en las redes sociales y en sus sitios web desde el mediodía del martes 4 de abril: José Adán Salazar Umaña, conocido como Chepe Diablo, había sido capturado por sospechas de lavado de dinero.

“Por este momento solo puedo confirmar la detención del señor José Adán Salazar y de otras tres personas que no puedo mencionar los nombres porque está el operativo pendiente”, dijo el funcionario.

Fuentes de la Policía y la Fiscalía han dicho a Factum que entre esos detenidos está el alcalde de Metapán, Juan Umaña Samayoa, y Wil Guerra; estos dos hombres y Salazar son los socios fundadores de Gumarsal, una empresa que comercializa granos básicos y que ha sido proveedora del Gobierno desde la administración de Mauricio Funes, según ha publicado esta Revista.

El fiscal Meléndez reveló que la captura de Salazar Umaña ocurrió en el marco de un operativo bautizado como “Operación Lavado” que incluyó el allanamiento de 50 inmuebles supuestamente relacionados con “Chepe Diablo” y el Cártel de Texis.

Todo es parte de una investigación ro que la Fiscalía General rescató a finales del año pasado, luego de que el ex fiscal Luis Martínez enterró un expediente por evasión de impuestos que incluía a Salazar Umaña, a Samayoa y a varios de los inmuebles allanados ayer, entre ellos uno del bufete de abogados Figueroa Cruz en San Salvador y otros relacionados al club de fútbol Isidro Metapán.

La PNC acordonó ayer el Hotel Capital en San Salvador. Foto FACTUM/Jorge Beltrán.

Meléndez confirmó que una de las sociedades bajo investigación es Desarrollos Montecristo, la cual podría ser solo una más de tantas del entorno de “Chepe Diablo de no ser porque en la escritura de constitución figura como socio el actual vicepresidente de la República, Óscar Samuel Ortiz Ascencio.

Desarrollos Montecristo fue fundada por tres personas, en junio del año 2000: Rogelio Antonio Cervantes, nacido en Texistepeque el 16 de septiembre de 1960; José Adán Salazar Umaña, oriundo de Metapán y nacido el 16 de junio de 1948; y Óscar Samuel Ortiz Ascencio, nacido el 14 de febrero de 1961, en el municipio de San Alejo, del departamento de La Unión.

La sociedad que según documentos del Centro Nacional de Registro ha unido a Chepe Diablo con el vicepresidente salvadoreño se ha dedicado a la compra de bienes raíces en la isla de Montecristo, localizada en la bahía de Jiquilisco, departamento de Usulután.

Cuando a principios de abril de 2016 las relaciones entre Chepe Diablo y Ortiz Ascencio se hicieron públicas en investigaciones periodísticas publicadas por Revista Factum y otros medios, el vicepresidente trató de restar importancia al asunto. Luego dijo que tenía 12 años de no ver a Salazar Umaña, pero uno fotografía publicada por El Faro reveló que ambos hombres habían estado juntos en un partido de fútbol en 2014.

La investigación y el operativo de captura de “Chepe Diablo” estuvo a cargo del Grupo Especial contra la Impunidad de la Fiscalía, cuya formación Meléndez dio a conocer en septiembre del año pasado y que se inauguró con la captura del ex presidente Elías Antonio Saca y varios funcionarios de su administración por delitos relacionados a malversación de fondos públicos.

El poder de Texis

En la conferencia de prensa que dio el martes, el fiscal Meléndez dijo que el operativo que incluye a Desarrollos Montecristo era contra “las mismas personas” a las que la inteligencia del Estado salvadoreño -tanto el Organismo de Inteligencia del Estado como el Centro de Inteligencia Policial- han relacionado con el Cartel de Texis, una de las estructuras de narcotráfico y lavado más importantes del país y de la que la ONU ha dicho que ha funcionado con protección de funcionarios públicos salvadoreños.

Uno de los operadores políticos con los que Salazar Umaña y otros miembros de Texis han estado relacionados es Herber Saca, primo del ex presidente Saca y cercano también al ex presidente Funes, sobre quien pesa otra investigación por lavado de dinero.

Herber Saca (izquierda) en un acto proselitista con Juan Umaña Samayoa (con pañoleta en el cuello). Foto FACTUM.

El fiscal Meléndez dio su conferencia el martes frente al Hotel Capital, en el sur de San Salvador, inmueble de una de las empresas que se convirtió en símbolo de la riqueza de Salazar Umaña y su conglomerado. Capital es uno de varios hoteles de la sociedad Hoteles de El Salvador, Hotesa, una de las que fue investigada y condenada por evasión de impuestos en 2014 en un proceso por el que Salazar tuvo que pagar poco más de un millón de dólares.

El Estado salvadoreño estuvo a punto de convertir esa investigación por evasión, que incluía también al alcalde Samayoa, a Guerra y a Gumarsal, en un proceso penal por lavado de dinero, pero según confirmó una investigación periodística realizada por Factum e InSight Crime, el ex fiscal general Martínez ordenó a sus subalternos desechar la evidencia, regresar la documentación contable a los investigados y cerrar todas las pesquisas. Martínez hoy está preso por actos de corrupción debido a un caso no relacionado con este y que involucra al empresario Enrique Rais.

El fiscal Meléndez reiteró ayer que la Operación Lavado es producto, en parte, de información rescatada de las investigaciones malogradas por Luis Martínez.

Buena parte de las investigaciones realizadas por la Policía y la inteligencia salvadoreñas indican que Texis es un consorcio criminal cuya principal actividad está relacionada con el blanqueo de capitales, pero que también está vinculado al tráfico de drogas. De hecho, la Policía salvadoreña asegura que un cargamento de 160 kilogramos de cocaína decomisados el mes pasado en las afueras de San Salvador, y que procedía del Pacífico colombiano, estaba relacionado con operadores de Texis que movían la droga para narcotraficantes guatemaltecos.

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