Funcionaria fue despedida tras denunciar compra irregular en consulado

El consulado de El Salvador Nueva York ignoró un instructivo interno para el manejo de fondos en el exterior. La cónsul Rosa Arias fue despedida después de notificar cómo, según ella, fue coaccionada a firmar un recibo de compra por $32,500 para un evento de moda, para el cual se contrató a una empresa recién creada. La Corte de Cuentas ya admitió la demanda de la exfuncionaria.

Fotoilustración: Victoria Delgado


Rosa Delia Arias empezó a trabajar en el servicio exterior a finales de enero de 2014. Ingresó como asistente administrativa en el consulado de El Salvador en Barcelona, España. Ocho años después, Arias llegó a ser cónsul en Nueva York, Estados Unidos, para continuar a cargo de labores administrativas desde abril de 2022. Luego de seis meses fue despedida por pérdida de confianza.

La razón de su remoción, según ella, es porque se negó a firmar un documento irregular que avalaba el desembolso de $34,150 para un evento de moda que realizó el consulado en agosto de 2022. 

La exfuncionaria explica que era la encargada de todos los asuntos administrativos y financieros en el consulado de Nueva York (EDAF), incluidos los contratos que se efectuaban. En una demanda ante la Corte de Cuentas, admitida el 18 de noviembre de 2022, plantea que la contratación del proveedor para el evento “El Salvador Moda y Diáspora” no siguió el proceso legal. Arias asegura que cuando el consulado realizó esa actividad ella estuvo de baja por enfermedad. Los fondos fueron aprobados de forma apresurada, según ella, y se enteró hasta después, cuando le presentaron la facturación.

El consulado falló en un proceso específico: solicitar y cumplir con los reglamentos para manejo de fondos de menor cuantía, según documentos proporcionados por Arias a Factum. El cónsul general de Nueva York, Daniel Alejandro Erazo Pinto, debía pedir que fuera la Dirección General del Servicio Exterior la que le autorizara el desembolso de dicha cantidad, según lo establece un instructivo interno para el manejo de fondos en el exterior. Pero no lo hizo.

El 27 de julio de 2022, el cónsul envió correspondencia al director de la Unidad Financiera Institucional (UFI) del Ministerio de Relaciones Exteriores, Santiago Méndez Reyes, solicitando el desembolso de los fondos. En esa misma fecha, Arias también firmó una orden de compra que le fue proporcionada como “urgente”. El documento respondía a una cotización efectuada por Starlet Il Corporation, una empresa estadounidense que situó en $32,500 el costo del evento y que, posteriormente, añadió un costo adicional por $1,650.

En el evento de moda realizado en agosto de 2022 hubo degustación de bebidas y exhibición de productos. Foto: cortesía

El cónsul general explicó en su correo que el evento correspondía al “Programa de Inclusión de la Diáspora salvadoreña en actividades de inversiones y negocios en El Salvador”. Es por esto que Arias planteó que lo ideal tendría que haber sido contratar a un proveedor de la diáspora salvadoreña para proporcionar el servicio de catering y organización del evento.

Aunque ella admite que firmó la orden de compra, a solicitud de la vicecónsul Catherin Aragón, afirma que no fue informada sobre los siguientes pasos.

La respuesta a la carta que envió el cónsul Erazo Pinto llegó un día después, aclarando que necesitaba el visto bueno de la Dirección General. Méndez Reyes, director de la UFI, también explicó que debía contar con la autorización de la Secretaría General Administrativa. Solo después de ambos trámites, el funcionario podía solicitar los fondos a la UACI. Méndez Reyes hizo saber que el proceso debía enmarcarse bajo el “Instructivo para el Manejo y Control de Ingresos y Egresos en el Servicio Exterior”, bajo la modalidad de “superior cuantía”. El Ministerio de Relaciones Exteriores no tiene disponible públicamente este instructivo en su sitio web oficial, ni en su portal de transparencia.

El evento para el que se solicitó el desembolso estaba planificado entre los días 17 al 20 de agosto. Según Arias, fue sorprendida cuando a finales de octubre le pidieron que firmara las autorizaciones de las órdenes de compra, y que legalizara el proceso. Ella, según dice, se negó.

El consulado pagó a Starlet Il Corporation los $32,500 el 1 de agosto de 2022, dos semanas antes de llevarse a cabo el evento, de acuerdo con copias de documentos bancarios. La compañía posteriormente añadió otro cobro por $1,650 por “cobertura de medios”, fechado el 17 de agosto.

Imágenes del evento compartidas por la viceministra de diáspora y Movilidad Humana, Cindy Portal (segunda de derecha a izquierda). Foto: Facebook

El 26 de octubre, Arias envió un correo al cónsul general, con copia a Méndez Reyes y a Ana Eugenia Urbina de Sosa, ambos de la UFI. En la correspondencia, la exfuncionaria explicaba que se había negado a firmar las órdenes de compra a Starlet Il Corporation – ya pagadas – porque no fue informada del proceso, ni se pidió el visto bueno de la Dirección General.

Ese mismo día Laura Marlene Morán Contreras, directora general del Servicio Exterior, contestó a dicho correo con copia a varias personas del Ministerio de Relaciones Exteriores, incluidos Méndez Reyes, Erazo Pinto y Arias. La directora solicitó respuestas en ese correo: “Quisiera que nos explicaran como DG (Dirección General) cómo se va a resolver esta situación, que hasta donde me explicó el Cónsul fue un error que se cometió por acelerar el proceso, es decir, de pagar a un solo proveedor casi 32 mil dólares, sin tener autorizaciones y sin ningún proceso de cotizaciones, además de la falta grave de haber pagado, sin que el EDAF estuviera en conocimiento”.

Morán Contreras añade en su correo que se encuentra “en la misma postura” de estar impedida en dar “un visto bueno de una situación que seremos señalados en un futuro por una auditoría y según me expreso el Cónsul Daniel Erazo, ambos Directores habían brindado una salida legal, la cual necesito para respaldar el proceso, caso contrario no puedo brindar visto bueno, de una situación que desde el principio no se manejó de la forma correcta y es evidente un incumplimiento al Instructivo de Egresos e Ingresos del Servicio Exterior”.

El correo de la directora Morán Contreras cierra con una batería de preguntas: “En ese sentido, es necesario que me indiquen, por ejemplo, ¿cómo se van a realizar órdenes de compra retroactiva? Digo porque la transferencia de ese dinero ¿ya se realizó? ¿el proveedor va a reintegrar? ¿y se hará todo en forma? ¿ya se hicieron los informes financieros de las transferencias efectuadas?”.

Hasta el momento, no es claro si esta fue la ruta seguida para subsanar la compra efectuada para efectos de sistematización interna. Pero el camino para Arias fue en la dirección opuesta.

El 31 de octubre, la excónsul dejó constancia a través de un correo electrónico de una reunión sostenida cuatro días antes, el 27 de octubre, un día después de haber enviado el reporte de por qué se negó a firmar los documentos. En el documento explica sus razones y que la orden de compra “que por instrucciones del cónsul General Erazo firmé fue elaborada por la vicecónsul Aragón sin presentarme ninguna documentación y se me expresó claramente que era para solicitar autorización de fondos al Director Méndez”. También critica la contratación de la empresa, de reciente creación y dedicada a promover iniciativas israelíes.

Factum pudo comprobar que Starlet Il Corporation fue creada apenas el 10 de marzo de 2022, según el registro de compañías del Estado de Nueva York y según su página web oficial se dedica a apoyar los eventos de la comunidad israelí.

Captura de pantalla del registro de compañías del Estado de Nueva York, Estados Unidos, donde se detallan los datos de Starlet Il Corporation, fundada el 10 de marzo de 2022.

Captura de pantalla del registro de compañías del Estado de Nueva York, Estados Unidos, donde se detallan los datos de Starlet Il Corporation, fundada el 10 de marzo de 2022.

De hecho, su misma fundadora Ornit Dahari Atash publicó entusiasmada en sus redes sociales lo reciente de su compañía cuando recibió el contrato con el consulado.

En el correo, Arias revela una parte de las consecuencias que le trajo denunciar la compra. Ese día, su usuario para realizar los pagos y trabajo administrativo del consulado fueron bloqueados. Se defendió de quejas sobre supuestas malas actitudes. Este correo está fechado el mismo día que la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill Tinoco, firmó una resolución para la remoción de su cargo.

La resolución no justifica de forma amplia el despido de Arias. En el documento únicamente se hace referencia al menos a cinco sentencias de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que definen qué debe entenderse como cargo de confianza. La resolución plantea que Arias, al poseer cargo de cónsul, tenía un cargo de confianza y su remoción obedecía a pérdida de confianza. Pero no se explica por qué la institución perdió la confianza en ella.

Arias califica su despido como arbitrario y por ello ha denunciado ante la Corte de Cuentas, el Ministerio de Trabajo y ante un juzgado de lo Contencioso Administrativo.Su caso aún no está resuelto.

Factum contactó al cónsul Erazo Pinto, a la vicecónsul Aragón, a miembros de la UFI, la Corte de Cuentas y el Ministerio de Trabajo, para solicitarles una entrevista relacionada a este caso, pero no contestaron. 

La remoción fue efectiva a partir del 1 de diciembre de 2022, es decir, un mes después de su firma. Arias explicó a Factum que durante diciembre ella se mantuvo acudiendo al consulado, ya que para ese momento esperaba una respuesta de parte del Ministerio de Trabajo y del Juzgado para su reinstalo. Pero esto no ocurrió. Según la excónsul, en el local no se le daba acceso a trabajo, ni a la oficina. Tenía que sentarse en la recepción. A inicios de enero explicó que se veía obligada a salir de Estados Unidos, ante la imposibilidad de seguirse sosteniendo económicamente con su familia en Estados Unidos. Arias confirmó que la tercera semana de enero migró a otro país, pero que por el momento no piensa regresar a El Salvador por temor, debido a que aún se tramita su caso en varias instituciones.

Aunque Arias es hija del fallecido dirigente del FMLN, Salvador Arias, no formó parte de la oleada de despidos al ingreso del gobierno de Nayib Bukele, cuando decenas de parientes de exfuncionarios fueron cesados. Según ella, en algún momento “lo intentaron”, pero ella acudió al sindicato que le ayudó a mantener su trabajo. 

La denuncia realizada por la excónsul tampoco es la primera irregularidad conocida públicamente. Hace dos años, en enero de 2021, el cónsul de Long Island, también en Nueva York, Henry Salgado, fue denunciado por amenazar a un empleado de ese consulado.

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